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viernes, 15 de febrero de 2019

ARMIA KRAJOWA



Reunió a 400.000 combatientes que eran fieles al Gobierno polaco en el exilio

Armia Krajowa: la historia del mayor movimiento de resistencia de la SGM

La resistencia francesa de la Segunda Guerra Mundial es mundialmente famosa. Sin embargo, no fue la más numerosa, un puesto que ostentó la principal organización de la resistencia polaca.
La verdad sobre Polonia y el Holocausto

Pilecki: el hombre que desveló el Holocausto y acabó siendo ejecutado por los comunistas
Empezaron la resistencia antes de acabar la ocupación nazi de Polonia
Precisamente hoy se cumplen 75 años de la fundación de esa organización: el Armia Krajowa (AK Ejército Nacional). Por supuesto, los polacos no estuvieron ociosos hasta 1942. Al fin y al cabo, y a diferencia de otros países, Polonia no había firmado ninguna rendición ante los nazis y sus soldados siguieron combatiendo en casi todos los frentes europeos. La primera organización de la resistencia polaca fue el Służba Zwycięstwu Polski (Servicio de la Victoria de Polonia), creado el 27 de septiembre de 1939, es decir, días antes de que se completase la ocupación alemana de la parte de Polonia que Hitler se había adjudicado en su pacto secreto con Stalin en agosto de ese año.
Voluntarios del Armia Krajowa de ambos sexos y diversas edades durante una jura. Hombres y mujeres lucharon por igual en las filas del AK.
Un movimiento democrático y marcadamente católico
Esa primera organización fue sustituida el 17 de noviembre de 1939 por la Związek Walki Zbrojnej (Unión para la Lucha Armada), que el 14 de febrero de 1942 -tal día como hoy- se convirtió en el Armia Krajowa. El AK se caracterizó por ser una organización fiel al Gobierno polaco en el exilio, que tenía su sede en Londres. Luchaba por devolver la libertad y la democracia a Polonia, y lo hizo agrupando a personas de distintas tendencias políticas y credos, aunque en su mayoría el AK estaba formado por católicos. De hecho, su juramento decía:
Ante Dios Todopoderoso y María la Santísima Virgen, Reina de la Corona Polaca, prometo lealtad a mi Patria, la República de Polonia. Me comprometo a guardar firmemente su honor y a luchar por su liberación con todas mis fuerzas, hasta el punto de sacrificar mi propia vida.”
Soldados de la 5ª Brigada de Vilna del Armia Krajowa durante la Segunda Guerra Mundial.
Operaciones de sabotaje y de inteligencia

El AK llegó a contar en sus filas con unos 400.000 miembros (tanto hombres como mujeres), y sus acciones contra los nazis de Polonia se contaron por decenas de miles, con numerosos ataques a bases militares, infraestructuras y personal de las fuerza alemanas. Además, tuvo un importante papel como servicio de inteligencia: el 43% del total de informaciones recibidas por la inteligencia británica desde la Europa continental durante la guerra procedió de la resistencia polaca. No sólo proporcionaron informaciones sobre la situación en Polonia, sino también en Alemania: a modo de ejemplo, el AK proporcionó al Reino Unido valiosa información sobre las bombas volantes V-1 y los misiles V-2, usados por los alemanes para atacar Gran Bretaña. Pero sin duda una de sus operaciones de inteligencia más audaces la protagonizó el oficial polaco Witold Pilecki, que se dejó capturar el 19 de septiembre de 1940 para ser levado al campo de concentración de Auschwitz, a fin de obtener información sobre lo que los alemanes estaban haciendo allí. Tras pasar 949 días en ese infierno, Pilecki consiguió fugarse y redactó un detallado informe que fue remitido al Gobierno polaco en el exilio, que a su vez lo comunicó a los británicos, con la petición de llevar a cabo un ataque aéreo que permitiese una masiva fuga de prisioneros del campo. Pero los británicos consideraron “exagerado” el informe y descartaron la operación.
Prisioneros judíos del campo de concentración de Gęsiówka, en Varsovia, junto a insurgentes polacos del Batallón “Zośka” del Armia Krajowa que acababan de liberarles el de agosto de 1944, durante el Levantamiento de Varsovia.
El único movimiento de resistencia que creó un grupo de ayuda a los judíos
El AK fue la única organización de resistencia de la Segunda Guerra Mundial que organizó un servicio de ayuda a los judíos: el Żegota. Esta acción implicaba un enorme riesgo para quienes participaban en ella, pues Polonia fue el único país ocupado en el que los nazis castigaban toda ayuda a los judíos con la ejecución inmediata del implicado y de todos los habitantes de su casa. A pesar de ello, 450.000 polacos ocultaron a judíos y 1,2 millones de polacos participaron en acciones para esconder o rescatar a judíos. Gracias al Żegota, unos 25.000 judíos polacos se salvaron del exterminio. Además, el AK proporcionó armamento y apoyo a la resistencia judía en el Gueto de Varsovia durante su alzamiento en la primavera de 1943. El propio AK tuvo a judíos en su alto mando, como Marceli Handelsman, Jerzy Makowiecki y Ludwik Widerszal.
Patrulla montada de la 3ª Brigada de Vilna del Armia Krajowa en Turgiele, hoy Lituania, el 9 de abril de 1944 (Foto: Kerim44 / Wikimedia)
Cichociemni: los comandos de élite del AK
Mención especial también se merecen los Cichociemni (palabra compuesta que se podría traducir como “silenciosos y oscuros”), una unidad de élite formada en el Reino Unido por más de trescientos de soldados polacos que había conseguido llegar a Gran Bretaña tras la evacuación de Dunkerque. Les adiestraron para hacer operaciones de sabotaje en Polonia, donde fueron lanzados en paracaídas. Su primera operación la ejecutaron el 15 de febrero de 1941, y siguieron activos hasta finales de diciembre de 1944, cuando Polonia fue ocupada por los soviéticos. De los 316 Cichociemni lanzados en el país, 103 murieron durante la guerra en combate, ejecutados o en accidentes, y 9 de ellos fueron ejecutados por el gobierno comunista instalado por Stalin en Polonia.
Soldados de la 1ª Compañía “Wigry” del Batallón “Kilinski” del AK en un funeral en la calle Zgoda, durante el Levantamiento de Varsovia.
El Levantamiento de Varsovia y la venganza de Stalin
Sin duda alguna, la más importante operación del AK fue la “Akcja Burza” (Operación Tempestad), con la que esta organización emprendió una serie de levantamientos armados en varias ciudades polacas en el verano de 1944. El principal fue el Levantamiento de Varsovia, iniciado el 1 de agosto y que se prolongaría durante dos meses, esperando a que los soviéticos cruzasen el río Vístula. Sin embargo, Stalin decidió vengarse de la victoria polaca sobre los bolcheviques en 1920: las fuerzas soviéticas se detuvieron ante la capital polaca durante todo ese tiempo, permitiendo a los alemanes ocuparse por entero de sofocar la rebelión, algo que los nazis hicieron con una gran brutalidad, dejando la capital polaca prácticamente arrasada.
La ocupación soviética y la traición de los comunistas al AK
El Armia Krajowa quedó muy debilitado tras el Levantamiento de Varsovia. Sus relaciones con los soviéticos no habían sido buenas, sobre todo tras el descubrimiento de las fosas del bosque de Katyn, en las que el NKVD enterró a los miles de oficiales polacos a los que ordenó asesinar Stalin tras ocupar la Polonia oriental en 1939. El destino de los miembros del AK tras la ocupación soviética de Polonia sería aciago. Ya en julio de 1944, durante la Operación Ostra Brama -la liberación de la ciudad del Vilna, actual capital de Lituania-, los soviéticos deportaron o ejecutaron a los miembros del AK que participaron en el combate después de haber vencido a los alemanes. No serían los últimos. Stalin consideraba que el AK era una amenaza para su deseo de instaurar un gobierno títere comunista en Polonia. Unos 60.000 miembros AK que habían sobrevivido a la guerra fueron detenidos por los soviéticos. Muchos de ellos fueron torturados, y 50.000 acabaron siendo enviados a Gulags en Siberia. El gobierno comunista polaco ofreció una amnistía a los restantes, pero fue un engaño usado para capturar a muchos de ellos, que acabaron encarcelados o ejecutados. El propio Witold Pilecki, un héroe de guerra, fue tratado como un traidor y ejecutado por los comunistas después de la guerra.
El Pelotón ‘Bosego’ de la 3ª Brigada de Vilna del Armia Krajowa en 1944 (Foto: Kerim44 / Wikimedia)
El WiN: la resistencia continuó contra la ocupación comunista de Polonia
El final de la Segunda Guerra Mundial supuso, para los polacos, el cambio de una dictadura (la nazi) por otra (la comunista). Muchos antiguos miembros del AK se vieron empujados al exilio o a la clandestinidad, y una parte de ellos participó en el Wolność i Niezawisłość (WiN, Libertad e Independencia), que mantendría su lucha contra la dictadura comunista hasta 1952 a modo de guerrillas, vistiendo los mismos uniformes que los polacos habían vestido cuando su país fue invadido por los nazis en 1939. Tratados como bandoleros y terroristas por el gobierno comunista, hoy en Polonia se les conoce como los “soldados malditos” y son considerados unos héroes.
Cześć i chwała bohaterom!
¡Honor y gloria a los héroes!
La “Kotwica” (Ancla) era el emblema del Armia Krajowa. Era un anagrama de las letras W y P, que generalmente se identificaban como “Polska Walcząca” (Lucha de Polonia), aunque también podían interpretarse como “Wojsko Polskie” (Ejército Polaco).
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