El nuevo Museo Militar buscará reagrupar la colección que el Ayuntamiento dejó escapar
Día 08/01/2015 - 12.01h
La nueva instalación no tendrá el tamaño de la de Montjuïc, pero tampoco será testimonial, según ha podido saber este diario
En mayo de 2009, el Ayuntamiento de Barcelona cerraba definitivamente el Museo Militar de Montjuïc. Propietario de la fortaleza tras la graciosa cesión del presidente Rodríguez Zapatero, el Consistorio confirmó que no había indulto para el museo. Condenado por su origen franquista (1963), Barcelona echó el cierre a la instalación, eso sí, a un precio muy alto, la dispersión de una colección que llegó a reunir 6.500 piezas, de las cuales unas 1.000 se consideraban de gran calidad, según el inventario hecho por el propio Ayuntamiento.
Ahora, cinco años después, el inspector general del Ejército, Ricardo Álvarez-Espejo, confirmó el martes que Defensa abrirá un nuevo museo en el edificio del Gobierno Militar, en la parte baja de las Ramblas. Fuentes conocedoras de la iniciativa confirmaron a este diario que el proyecto está aún en fase embrionaria, pero que se pretende abrir un museo de tamaño «correcto», no de las dimensiones del de Montjuïc, obviamente, pero tampoco algo testimonial.
En la medida de lo posible, se intentará reagrupar una colección el grueso de la cual está ahora embalada en el castillo de Figueres, la misma fortaleza donde se exhibe ahora la imponente colección Llovera de soldados de plomo. Otra parte se mandó el Museo del Ejército de Toledo, otra la recuperaron particulares y otra retornó a la colección del Museo Marès. El presidente del grupo del PP en Barcelona, Alberto Fernández, celebró la iniciativa y abogó por recuperar estas piezas.
Se trata, en cualquier caso, de corregir el desaguisado que se perpetró en 2009. Entonces, el cierre del museo fue considerado un atropello cultural por historiadores nada sospechosos de simpatías franquistas como el malogrado Gabriel Cardona, Jaume Sobrequés o Josep María Solé i Sabaté. Todos entendían que con un proyecto museográfico moderno y una selección de las piezas con criterio, Barcelona podía dotarse de un museo militar de gran nivel, como del que disponen muchas otras capitales europeas.
Pese a esas voces, recogidas por ABC en su momento, el Ayuntamiento fue inclemente, dejando escapar una colección que ahora en parte podría recompenerse.
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Corregir el atropello
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Proyecto en elaboración
La nueva instalación no tendrá el tamaño de la de Montjuïc, pero tampoco será testimonial, según ha podido saber este diario
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