El jefe militar de Kirchner, imputado por la desaparición de un soldado durante la dictadura
César Santos del Corazón de Jesús Milani, máximo jefe militar de Argentina y hombre de confianza de la presidenta Cristina Fernández Kirchner, ha sido imputado por la desaparición de un soldado conscripto que estaba a su cargo durante la dictadura (1976-1983).
La fiscalía le ha acusado de los delitos de "encubrimiento" del secuestro del recluta Alberto Agapito Ledo y "falsedad de documento público", por el acta de la falsa deserción del soldado, el 28 de junio de 1976. Y ha pedido al juez que cite a Milani a declarar como imputado.
En 1976 Ledo tenía 20 años, estudiaba Historia en la universidad y era fiel a las ideas políticas de izquierdas. Le tocó hacer la mili y lo destinaron como asistente de Milani, por entonces un joven subteniente de Compañía de Ingenieros de Construcciones.
La compañía se trasladó a la provincia de Tucumán (norte) donde los militares combatían un foco de la guerrilla rural del trotskista Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). Una noche el jefe del batallón, capitán Esteban Sanguinetti, salió a hacer una ronda con Ledo y éste nunca volvió al campamento.
La explicación oficial del ejército aseguró que Ledo había desertado y Milani redactó el parte oficial. Pero ahora se sabe que, en verdad, el soldado cayó igual que otros 128 conscriptos supuestamente desertores, eliminados en filas y sus cadáveres, desaparecidos.
Además, en los círculos políticos se considera que Milani, un teniente general especializado en el arma de inteligencia, ha avanzado en el terreno del espionaje a los opositores, periodistas, empresarios desde la Secretaría de Inteligencia que depende de la Presidenta.
Pero el secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández, admitió este miércoles que el jefe militar "seguramente pasará a retiro" si finalmente la justicia lo procesa por la desaparición de Ledo.
El militar, de 60 años, es ultra 'cristinista'. Hijo y hermano de peronistas -en su pueblo natal hay un local político 'cristinista' llamado "Don César Milani"-, el general dirigió en la última década el área de Inteligencia del Ejército, dotada de un presupuesto súper millonario.
Cobra un salario normal, sin embargo lleva una vida de millonario en su mansión de la urbanización exclusiva La Horqueta, en el barrio bonaerense San Isidro. Allí reside con su familia, entre llamativas fuentes de agua y plantas exóticas.
Su fortuna, inédita para un funcionario público de toda la vida, ha sido destapada por el programa político más visto de Argentina, "Periodismo Para Todos". Y al día siguiente varios opositores denunciaron el hecho en el juzgado. La justicia también lo investiga por enriquecimiento ilegal.
La fiscalía le ha acusado de los delitos de "encubrimiento" del secuestro del recluta Alberto Agapito Ledo y "falsedad de documento público", por el acta de la falsa deserción del soldado, el 28 de junio de 1976. Y ha pedido al juez que cite a Milani a declarar como imputado.
En 1976 Ledo tenía 20 años, estudiaba Historia en la universidad y era fiel a las ideas políticas de izquierdas. Le tocó hacer la mili y lo destinaron como asistente de Milani, por entonces un joven subteniente de Compañía de Ingenieros de Construcciones.
La compañía se trasladó a la provincia de Tucumán (norte) donde los militares combatían un foco de la guerrilla rural del trotskista Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). Una noche el jefe del batallón, capitán Esteban Sanguinetti, salió a hacer una ronda con Ledo y éste nunca volvió al campamento.
La explicación oficial del ejército aseguró que Ledo había desertado y Milani redactó el parte oficial. Pero ahora se sabe que, en verdad, el soldado cayó igual que otros 128 conscriptos supuestamente desertores, eliminados en filas y sus cadáveres, desaparecidos.
Críticas al Gobierno
La acusación fiscal contra Milani ha caído como un 'bombazo' en el Gobierno argentino, ya que el jefe castrense es defendido y mantenido en el cargo por la presidenta Fernández pese a las peticiones de organismos de derechos humanos y la oposición política.Además, en los círculos políticos se considera que Milani, un teniente general especializado en el arma de inteligencia, ha avanzado en el terreno del espionaje a los opositores, periodistas, empresarios desde la Secretaría de Inteligencia que depende de la Presidenta.
Pero el secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández, admitió este miércoles que el jefe militar "seguramente pasará a retiro" si finalmente la justicia lo procesa por la desaparición de Ledo.
El militar, de 60 años, es ultra 'cristinista'. Hijo y hermano de peronistas -en su pueblo natal hay un local político 'cristinista' llamado "Don César Milani"-, el general dirigió en la última década el área de Inteligencia del Ejército, dotada de un presupuesto súper millonario.
Cobra un salario normal, sin embargo lleva una vida de millonario en su mansión de la urbanización exclusiva La Horqueta, en el barrio bonaerense San Isidro. Allí reside con su familia, entre llamativas fuentes de agua y plantas exóticas.
Su fortuna, inédita para un funcionario público de toda la vida, ha sido destapada por el programa político más visto de Argentina, "Periodismo Para Todos". Y al día siguiente varios opositores denunciaron el hecho en el juzgado. La justicia también lo investiga por enriquecimiento ilegal.
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