La resistencia de la Brigada Negra: Malopolska, 07-09-1939
Día 01/09/2014 - 17.17h
Bajo el sobrenombre se escondía la 10ª Brigada Mecanizada polaca, que durante tres sangrientos días logró frenar el avance de los «panzer»
Durante muchos años ha persistido la imagen de que el ejército polaco se rindió en 1939 sin apenas ofrecer combate y que fue virtualmente arrasado por el ejército alemán. Si bien es cierto que la velocidad y contundencia de la Wehrmacht en la aplicación del plan Fall Weiss desarboló toda posible resistencia polaca, no lo es menos que el ejército polaco combatió hasta el final de la campaña con una determinación mayor de la que mostrarían luego los aliados occidentales durante la campaña de Francia. A pesar de sus esfuerzos, la situación de las fuerzas polacas era desesperada, la sobreextensión de su frente, unida a su escasa movilidad y a la mala gestión por parte del Alto Mando de las escasas reservas existentes, hace que las tropas se vean incapaces de taponar las brechas producidas en todos los sectores. Brechas que son aprovechadas por las fuerzas panzer para penetrar profundamente en territorio polaco.
Frente a la capacidad de maniobra de las fuerzas acorazadas germanas (7 divisiones) y de sus unidades motorizadas (el equivalente a otras tantas divisiones), el ejército polaco opone sólo dos formaciones totalmente mecanizadas: la recién formada Brigada Varsovia y la más experimentada 10ª Brigada Mecanizada polaca, popularmente conocida como la Brigada Negra por los largos abrigos de cuero negro que portaban sus componentes. Agregada al Ejército Krakovia, la brigada se ha visto envuelta en duros combates desde el mismo inicio de la invasión alemana, siendo utilizada continuamente para taponar las brechas creadas en el dispositivo defensivo polaco.
Los alemanes tenían un objetivo: aislar y separar a las fuerzas polacas
Así, el 18 Cuerpo progresará hacia Tarnow para aprovechar la confusión consiguiente y poder cruzar los únicos obstáculos naturales que pueden impedir o ralentizar sus movimientos por las llanuras polacas en el sur: primero el río San y después el Bug. La Brigada Negra tiene la misión de intentar frenar a los panzer. Sobrepasada en número, luchará con dureza los días 7, 8 y 9 de septiembre para retardar el avance alemán y ganar tiempo para reorganizar el frente, misión que desempeña con notable éxito, aunque las terribles pérdidas humanas y de material le obliguen al final a romper el contacto y retirarse hacia el este.
La ruptura en el frente sur es total, añadiéndose a la ya producida en el norte. La pinza germana se cierra en torno a los ejércitos polacos provocando grandes bolsas de prisioneros, mientras las fuerzas germanas se internan profundamente por la llanura de Polonia.
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