Holandeses piden que se deporte a la hija de Putin, que vive en el país con su novio
Día 24/07/2014 - 01.53h
Tras el derribo del MH17, en el que murieron 193 holandeses, el alcalde de Hilversum (zona sur) ha pedido que María Putin «sea expulsada» del país
Los holandeses se han sentido indignados al conocer que una de las hijas de Putin, María, vive en el país con su novio. Más aún después de la supuesta responsabilidad del Gobierno ruso en el derribo del vuelo MH17, que costó la vida en Ucrania a 193 ciudadanos holandeses.
En el país se han alzado voces pidiendo que sea deportada, como la del alcalde de la localidad de Hilversum, en la zona sur de los Países Bajos. Pieter Broertjes pidió durante una entrevista en la radio holandesa que María Putin, que vive en Voorschoten, fuera «expulsada del país», según informa The Guardian. Más tarde, el alcalde se retractó de sus declaraciones en Twitter, y admitió que «no había sido un comentario muy inteligente», pero que nacía del «sentimiento de impotencia» que comparte con muchos ciudadanos holandeses.
Por su parte, ucranianos residentes en los Países Bajos han llamado a manifestarse de forma pacífica, según recoge el diario De Telegraaf, frente al piso de la hija de Putin. En Holanda, María Putin ha sido relacionada sentimentalmente con Jorrit Faasen, quien ocupa cargos de importancia en compañías rusas como Gazprom y Stroytransgaz. Faasen saltó a la palestra informativa cuando en 2010 denunció el asalto de los guardaespaldas del banquero ruso Matvei Urin en Moscú.
Por su parte, las hijas de Putin (María y Yekaterina) se han mantenido lejos de los focos, y nunca han sido oficialmente fotografiadas en su edad adulta, aunque, según informa The New York Post, una fotografía de la mayor de los retoños de Putin ha pululado por la red social Facebook.
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Holanda sufre con estoicismo la tragedia del vuelo malasio derribado
Día 20/07/2014 - 02.53h
La población de este país vive bajo el trauma de una catástrofe en la que 192 de las 298 víctimas son neerlandeses
El pueblo holandés vive estos días bajo el impacto de una de las mayores tragedias de su reciente historia. De los 298 muertos del vuelo MH-17 de Malaysia Airlines derribado en Ucrania, 192 eran holandeses. Un duro golpe para un pueblo que sufre bajo el peso de un inmenso dolor colectivo. Pero que resiste también con un estoicismo que no impide la reclamación de que se indague toda la verdad y responsabilidades en la catástrofe.
Las banderas ondean a media asta en todos los edificios oficiales en señal de duelo. La Casa Real anuló la sesión fotográfica prevista para ayer en la que los Reyes Guillermo-Alejandro y Máxima iban a posar junto con sus tres hijas para la prensa, como suelen hacer cada año antes de iniciar sus vacaciones estivales.
Los Soberanos quieren compartir estos días el dolor junto a su pueblo. Y la población solo espera ahora dos cosas: la repatriación lo antes posible de los restos de las víctimas y la conclusión de los investigadores sobre las circunstancias y responsabilidades del derribo del avión.
La muerte más recordada en estos días es la de Joep Lange, una eminencia en la investigación del sida que viajaba en el aparato derribado junto a otros seis expertos en esta enfermedad que se dirigían a una conferencia en Melbourne organizada por la Asociación Internacional del Sida.
Pero Holanda es hoy patria también de los más dolorosos testimonios de dolor. Historias como la de Kevin, que ha perdido a sus dos padres que regentaban un restaurante asiático en Rótterdam. O la de una pareja de Volendam que se ganaba la vida en una floristería y había decidido invertir sus ahorros en unas bien merecidas vacaciones tras años de sacrificios. O la de John Paulisen, que murió junto a su mujer indonesia y sus hijos de tres y cinco años cuando se dirigían a Java a pasar unos días de vacaciones.
Son 192 historias, una por cada víctima. Todas rompen el corazón. Son ya más de 12.000 los mensajes de condolencias registrados en una página de internet abierta especialmente por las autoridades para este fin.
Responsabilidades
Pero el dolor –aunque llevado con estoicismo– no impide la búsqueda de responsabilidades. El Gobierno holandés quiere una investigación independiente sobre el derribo del avión. Y ha movilizado todos los medios para este fin. El ministro de Justicia, Ivo Opstelten, informó de que un equipo de forenses holandeses ha emprendido ya viaje a Ucrania para ayudar en la investigación internacional sobre la tragedia. «Queremos una investigación absolutamente objetiva y que Holanda tenga acceso a la misma», dijo el primer ministro holandés Mark Rutte tras convocar una reunión de crisis de su gobierno, informa Efe.
El primer ministro también resaltó la importancia de que los «cuerpos sean repatriados lo antes posible», pero advirtió de que «todavía hay mucha incertidumbre sobre los hechos» y las respuestas no podrán ser inmediatas. El primer ministro holandés se ha puesto en contacto con los presidentes de Estados Unidos, Barack Obama, y de Rusia, Vladímir Putin.
Putin, según recoge hoy la prensa holandesa, ha expresado sus condolencias por el elevado número de víctimas neerlandesas y ha coincidido con Rutte en la necesidad de que se lleve a cabo una investigación independiente.
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