Madrid / madrid
Un enamorado del Cuerpo se hacía pasar por capitán de la Guardia Civil
Día 29/12/2013 - 00.10h
Formaba parte de las asociaciones de amigos y familiares del Instituto Armado. Le descubrieron en la aduana de Barajas
Parece una broma pero no lo es. Se llama José María, tiene 59 años y es un amante del Cuerpo de la Guardia Civil. Su enamoramiento llega a tal extremo, que se hacía pasar por miembro del Instituto Armado.
Pero no por un agente cualquiera, sino por nada menos que un capitán o, según le conviniera, por el conductor de un alto mando. Su objetivo era también que le rindieran pleitesía. Además de falsificar un carné, hacerse con un uniforme, dos emisoras, esposas y demás objetos y emblemas, formaba parte de todas las asociaciones y amigos de la Benemérita. Por ello, estaba tan «integrado», que incluso asistía a comidas y ceremonias no oficiales sin levantar sospechas.
Se introdujo tanto en el papel, que al final se lo terminó creyendo y confundió ficción con realidad y no dejaba de hacerse fotografías vestido de verde que colgaba en el perfil que se había abierto en facebock ostentando el cargo de capitán. Sin embargo, esta pasión desaforada tenía un punto de cordura, ya que, en vez de utilizar su verdadera identidad, empleaba los apellidos de su exmujer, que nada sabía de lo se traía entre manos José María.
La usurpación de funciones de este falso agente no le reportaba ningún beneficio, salvo la satisfacción personal de que los demás se creyeran su personaje. Lo único que obtenía a cambio era que, como es propietario de una empresa de transportes de logística, algunos de sus «compañeros» en lugar de alquilar vehículos o realizar portes con otras compañías, recurrían a la suya. Pero el objetivo económico para este falso guardia civil no era su fin.
Descubierto en Barajas
Pero, como dice el refrán: «Tanto va el cántaro a la fuente, que al final se rompe». El pasado mes de octubre, cuando regresaba de un viaje al extranjero, un verdadero funcionario le descubrió al pasar por la aduana del aeropuerto de Barajas. Él, vestido de paisano, se identificó como «colega». Sin embargo, algo hizo que el funcionario sospechara. Su intuición no fallo: tras requerirle la documentación y cotejarla con la base de datos, comprobó que era un farsante.
Finalmente, ha sido detenido esta semana por sus «compañeros» del equipo de Policía Judicial de Arromolinos. Se le imputa un delito de usurpación de funciones públicas que conlleva una multa. En su vivienda hallaron una gorra Teresiana, una camisa verde con hombreras, una funda para esposar y una funda de móvil con emblema de la Guardia Civil, además de una cartera con tarjeta del Cuerpo.
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