Leonov, Viktor. El "Rambo"
soviético
Tras terminar su educación obligatoria, estudió en la Escuela-Taller
Caliber, en la ciudad de Moscú. Poco después comenzó a trabajar en una fábrica
como mecánico, a la vez que desarrolló actividades políticas, convirtiéndose en
Presidente del Comité de Patentes de Inventores, así como Responsable de las
Juventudes Soviéticas.
Esto debió de parecerle poco, puesto que en 1937 se enroló en la Armada
Roja. Tras un breve cursillo fue enviado a la Flota del Norte, donde realizaría
varios cursos en la base de Kirov, y en la base ártica de Murmansk. Se
especializó en cursillos del arma submarina, por lo que su primer destino sería
a bordo del submarino U-402 durante un breve espacio de
tiempo.
Con el comienzo de la 2ª Guerra Mundial, y el inicio de la Operación
Barbarroja de los alemanes, Leonov se encontraba en la 181º unidad de la Flota
del Mar del Norte. Dado que también durante su formación se había entrenado en
cursos de submarinismo, formó parte de aquella unidad de reconocimiento, la
181º, que venía a ser una unidad de Infantería de Marina especializada en
realizar incursiones en territorio enemigo, lo que vendrían a ser, salvando las
distancias, los "marines" soviéticos. En esta unidad de élite realizaría
unas 50 operaciones de combate en territorio controlado por el enemigo.
Era uno de los líderes de estos grupos de comandos. Durante sus misiones
destruyó depósitos de municiones y suministros, centros de comunicación, además
de hostigar a las unidades enemigas a lo largo de las costas finlandesas y
rusas. Una de sus acciones más memorables tuvo lugar el 28 de julio de 1941,
cuando él y sus hombres atacaron una posición alemana fuertemente protegida en
el cabo de Pikshuyev. Cuando toda una compañía (entre 100 y 200 hombres) acudió
en auxilio de la fortaleza, Leonov emboscó a esta unidad y luego huyó, causando
unas 40 bajas enemigas.
En noviembre de 1941, su unidad saboteó los motores de los transportes en
la ciudad de Titovka, destruyendo 25 camiones, dos depósitos de combustible y
un almacén de suministros, además de matar a más de 100 alemanes sin sufrir ni
una sola baja.
Desde 1942 sería miembro del Partido Comunista. El 7 de marzo de 1942, en otra misión relámpago, destruyó otro depósito de municiones en la región de Zapadnaya, eliminando a más de 70 alemanes. En abril de ese año, realizaría más misiones de sabotaje, pues parecía que nada era imposible para los hombres de Leonov. En una ocasión, fueron usados como avanzadilla para asegurar una playa a bordo de lanchas rápidas. Aseguraron la playa en territorio enemigo, matando a más de 60 soldados enemigos. Tras aquello, su unidad especial comenzaría una increíble cantidad de misiones en aquel territorio: destrucción de posiciones antiaéreas, cartografiar la costa, y capturar prisioneros para posteriores interrogatorios. Todas estas misiones serían llevadas a cabo durante un mes de frenética acción en la que Leonov y sus hombres no tuvieron tiempo para descansar. Su cercanía al régimen soviético le valió en diciembre de 1942 el cargo de enlace de su unidad con el Partido Comunista, y un año más tarde, en diciembre de 1943, fue nombrado Comandante de Inteligencia para la 181ª Unidad de la Flota del Norte. En abril de 1944 sería ascendido a Teniente.
Desde 1942 sería miembro del Partido Comunista. El 7 de marzo de 1942, en otra misión relámpago, destruyó otro depósito de municiones en la región de Zapadnaya, eliminando a más de 70 alemanes. En abril de ese año, realizaría más misiones de sabotaje, pues parecía que nada era imposible para los hombres de Leonov. En una ocasión, fueron usados como avanzadilla para asegurar una playa a bordo de lanchas rápidas. Aseguraron la playa en territorio enemigo, matando a más de 60 soldados enemigos. Tras aquello, su unidad especial comenzaría una increíble cantidad de misiones en aquel territorio: destrucción de posiciones antiaéreas, cartografiar la costa, y capturar prisioneros para posteriores interrogatorios. Todas estas misiones serían llevadas a cabo durante un mes de frenética acción en la que Leonov y sus hombres no tuvieron tiempo para descansar. Su cercanía al régimen soviético le valió en diciembre de 1942 el cargo de enlace de su unidad con el Partido Comunista, y un año más tarde, en diciembre de 1943, fue nombrado Comandante de Inteligencia para la 181ª Unidad de la Flota del Norte. En abril de 1944 sería ascendido a Teniente.
La acción más memorable de los "hombres del León", tuvo lugar el
12 de octubre de 1944. Aquella noche, el teniente Leonov y sus hombres
desembarcaron cerca del Cabo Krestovyi. Allí, una inexpugnable fortaleza se
erguía orgullosa, así como sus 4 piezas de artillería de 155 milímetros que
apuntaban al mar. Con sus hombres debían silenciar las piezas alemanas y tomar
la base enemiga, pues aquella artillería habría sido suficiente para destruir a
los buques soviéticos que tenían intención de atacar aquella región finlandesa.
El primer objetivo fue capturar una batería de 88 milímetros que estaba
cerca del objetivo principal. La lucha fue breve y sangrienta. Con una rapidez
endiablada, consiguieron hacerse con la pieza enemiga y capturar a más de 20
soldados enemigos. Algunas fuentes dicen que aguantaron en aquella posición
durante 2 días, y otras versiones indican que estuvieron resistiendo 2 días
previamente antes de capturar la batería de 88 milímetros, aunque lo que está
fuera de toda duda es que ya llevaban dos días de operaciones, cuando los
alemanes contraatacaron a la pequeño enclave protegido por los hombres de
Leonov la mañana de 13 de octubre de 1944. En esta ocasión, los alemanes
atacaron con sus temibles fuerzas paracaidistas, tropas fuertemente entrenadas,
consideradas tropas de élite. Leonov, rápidamente decidió utilizar la batería
capturada en contra de los alemanes. Esta rápida decisión impidió que sus
hombres fueran exterminados, y las fuerzas alemanas, incapaces de tomar la
posición enemiga, se acabaron rindiendo. Los soviéticos capturaban así otros 60
soldados enemigos, después de causarles un número indeterminado de bajas. En
ese momento llegaron refuerzos, pues desembarcaba un destacamento al mando del
capitán Barchenko Yelmelyanova. Con los refuerzos, y tras asegurar la posición
defendida por el teniente Leonov, el capitán decidió lanzar un ataque contra el
objetivo principal, las baterías de 155 milímetros varias horas después. La
operación fue un rotundo éxito, éxito que permitió asegurar el desembarco de
tropas soviéticas en el puerto finlandés de Liinahamari. Como no podía ser de
otra forma, por esta increíble acción de comandos, el teniente Leonov sería
condecorado con el título de Héroe de la Unión Soviética el 5 de noviembre de
1944.
Con la rendición de los alemanes en el Frente Occidental, la guerra aún no
había terminado para Leonov, dado que fue enviado al este junto con su unidad
de élite para luchar contra los japoneses. ¿Tendría tiempo de realizar alguna
operación digna de mención? Indudablemente, sí. En esta ocasión, en mayo de
1945, desembarcó con sus 140 hombres, cerca del aeródromo japonés de Puerto
Vosan, donde se enfrentaría a más de 3.500 soldados enemigos. No había duda, la
situación era completamente desesperada, el capitán al mando de la operación,
el capitán Kulebyakin, decidió ir a parlamentar con los japoneses. El coronel
japonés del aeródromo decidió aceptar la entrevista, en la que Leonov y su
capitán asistieron con otros 8 hombres. El capitán… ¡solicitó la rendición
inmediata de las fuerzas niponas! El coronel japonés, decidió en ese momento
ordenar el arresto de los 10 soldados soviéticos y retenerles como prisioneros,
pero antes de que se los llevaran, Leonov consiguió zafarse de los soldados y
le dijo al coronel japonés:
¡No permitiremos que nos
toméis como rehenes!
¡Moriréis todos como ratas
cuando consigamos escapar de aquí!>
No se sabe muy bien si fueron las palabras de Leonov, la fiereza de su acción o su valor, pero no hay duda que su actuación fue determinante, porque el coronel japonés ordenó la rendición de todas las fuerzas japonesas poco después.
¡Y esto no fue todo! Poco después desembarcó con sus hombres en los puertos de Racine y Gendzan Seysin que capturarían. En el Puerto Coreano de Gendzan, los hombres de Leonov capturaron a nada más y nada menos que 200.000 soldados japoneses, tres baterías de artillería, 5 barcos y varios depósitos de municiones. Sí lector, has leído bien, 200.000 japoneses.
Obviamente este extraordinario acto no podía pasar desapercibido, y por
ello Leonov era nombrado Héroe de la Unión Soviética y recibía su segunda
Estrella de Oro, un 14 de septiembre de 1945. En la citación de su segundo
título de Héroe de la Unión Soviética se podía leer lo siguiente:
oficial que guió
magistralmente las operaciones durante la batalla>.
No hay duda
que aquellas palabras se quedaron demasiado cortas para detallar las
extraordinarias hazañas del oficial de la Marina Soviética más condecorado de
la 2ª Guerra Mundial. Los números hablan por si solos: realizó una cantidad
indeterminada de misiones de combate, perdiendo solamente 9 hombres bajo su
mando, de los cuales 7 morirían en la toma de Cabo Krestovyi, contra fuerzas
abrumadoramente superiores.
Leonov continuaría en la Armada Soviética hasta su retiro, en 1956, pasando
a formar parte de la reserva con el rango de Capitán. Tras su retiro se
convertiría en un importante divulgador de la Historia Naval Soviética en
multitud de medios de prensa y comunicación, siendo un modelo a seguir por las
juventudes comunistas, aunque su importancia desapareció en el mismo momento en
el que se colapsaba la Unión Soviética.
Este extraordinario luchador sería condecorado a lo largo de su carrera con dos
Estrellas de Oro (dos títulos de Héroe de la Unión Soviética), la Orden de
Lenin, dos órdenes de la Bandera Roja, la Orden de Alexander Kevsky, con la
Orden la Gran Guerra Patriótica de Primer Grado, con una Estrella Roja y otras
medallas de menor importancia. Moriría por causas naturales el 7 de octubre de
2003, siendo enterrado en el cementerio de Moscú.
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