El «topo» de la CIA acusa a EE.UU. de «ciberespiar» a China
Día 13/06/2013 - 04.00h
Edward Snowden asegura que quiere quedarse en Hong Kong no para huir de la justicia, sino para revelar la hipocresía de la Casa Blanca y relevar sus delitos
Nueva vuelta de tuerca en el rocambolesco caso de Edward Snowden, el exempleado de la CIA y de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) que ha destapado el espionaje interno del Gobierno de Estados Unidos sobre sus propios ciudadanos. Oculto en Hong Kong, donde ha filtrado la información secreta que poseía a los diarios “The Guardian” y “The Washington Post”, Snowden acusa ahora a la Casa Blanca de “ciberespiar” a China.
En una entrevista concedida al diario local “South China Morning Post”, el informático de 29 años asegura que la NSA ha lanzado más de 61.000 “ciberataques” en todo el mundo, incluyendo cientos de objetivos tanto en China como en Hong Kong. Entre ellos figuran funcionarios públicos, estudiantes y universidades, pero no citó objetivos militares.
“Tenemos columnas vertebrales de redes, como gigantescos “routers” de internet, básicamente, que nos dan acceso a las comunicaciones de miles de ordenadores sin tener que “hackear” ni uno solo”, explicó Snowden al “South China Morning Post”, al que enseñó unos supuestos documentos, no verificados, que confirmarían sus palabras. En su opinión, “el Gobierno americano operaba tranquilamente en la sombra sin ningún respeto por el consentimiento de los gobernados, pero eso se ha acabado”. Además, justificó sus filtraciones para demostrar “la hipocresía del Gobierno de EE.UU. cuando asegura que, al contrario que sus rivales, no tiene infraestructuras civiles entre sus objetivos”.
Mientras Snowden continúa refugiado en un lugar secreto de Hong Kong, el Departamento de Justicia norteamericano estudia la posibilidad de presentar una acusación contra él para pedir su extradición. Aunque la excolonia británica tiene un tratado de extradición con EE.UU., sus autoridades y sus jueces pueden negarse si aprecian motivos políticos en la orden de busca y captura, una baza a la que podría aferrarse esta “garganta profunda” que le ha salido a la Administración Obama.
“La gente que piensa que cometí un error escogiendo Hong Kong malinterpreta mis intenciones. No estoy aquí para huir de la justicia, sino para revelar delitos… Mi intención es pedirle a los tribunales y a la gente de Hong Kong que decidan mi destino”, señaló en la entrevista.
Además, estas acusaciones de “ciberataques” estadounidenses contra objetivos chinos podrían hacer intervenir a Pekín, que tiene derecho de veto sobre las extradiciones que autorice Hong Kong. A la vista de las nuevas filtraciones, no resultaría descabellado que el régimen chino estuviera interesado en interrogar a Snowden, aunque ello desataría una grave crisis diplomática justo cuando los presidentes de ambos países se acaban de reunir para, precisamente, zanjar la “ciberguerra fría” que libran. Durante los últimos meses, el Pentágono ha acusado oficialmente al Ejército chino de estar detrás de una ofensiva de “ciberataques” contra organismos y empresas militares, pero las filtraciones del “topo” de la CIA y la NSA le acaban de dar la vuelta a la tortilla.
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