La nueva «número dos» de la CIA dirigía hace 20 años lecturas eróticas en su café
Día 13/06/2013 - 19.17h
Avril Danica Haines, nombrada por Obama como subdirectora de la agencia de espionaje, trabajaba hasta ahora en el servicio legal de la Casa Blanca
La elegida por el presidente Obama como nueva subdirectora de la CIA, Avril Danica Haines, dirigió en su época de veinteañera un espectáculo de lectura erótica -denominado «Erotica Night» (noche erótica)-, según informó ayer el diario «Daily Beast».
Haines sustituye como «número dos» de la agencia de inteligencia norteamericana a Michael Morell, que ejerció en dos ocasiones como director en funciones de la CIA pero al final tuvo que presentar su dimisión. Morell aceptó el grueso de la culpa por las circunstancias del ataque al consulado de EE.UU. en la ciudad libia de Bengasi, perpetrado en el 2012.
Como abogada en la oficina legal de la Casa Blanca, Haines supervisó en el pasado el proceso de aprobación de acciones encubiertas de la CIA, actuando de vínculo entre la agencia y el presidente.
Pero, según informa el «Beast», la nueva vicedirectora de la CIA se dedicaba hace veinte años a actividades más lúdicas y transparentes. Haines abrió entonces una especie de café literario en la localidad de Fells Point, cerca de Baltimore, después de abandonar sus estudios de Física en la John Hopkins University. El establecimiento -del que era copropietaria- ofrecía sandwiches y lectura en voz alta de textos eróticos, bien ya publicados o recitados por autores noveles.
El «caso Petraeus»
Según un reportaje publicado en 1995 por el «Baltimore Sun», el espectáculo costaba 30 dólares por pareja, o 17 dólares por persona.
«La erótica está en alza -declaraba entonces la hoy jefa de espías al diario- porque la gente trata de tener sexo sin tenerlo...Lo que la erótica ofrece es espontaneidad y altibajos. Y eso afecta a todos».
La elección de Avril Danica Haines como subdirectora de la CIA -es la primera mujer que llega a ese puesto- ha sorprendido en los medios de inteligencia norteamericanos. La agencia está todavía bajo los efectos de los emails eróticos de su reciente director David Petraeus, que se vio obligado a dimitir cuando se hizo pública su relación con una biógrafa.
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