EEUU no entregará al jefe guerrillero que piden los negociadores de las FARC
Simón Trinidad está en prisión desde 2004, pagando una condena de 60 años
El gobierno estadounidense de Barack Obama se negó a indultar al líder guerrillero Simón Trinidad para que participe en los diálogos de paz que adelantan el gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC en Cuba, desde el 19 de noviembre. La decisión se conoció cuando el subsecretario de Asuntos Públicos del Departamento de Estado, Mike Hammer, aseguró en una rueda de prensa a través de internet que “Simón Trinidad cometió crímenes y va a seguir encarcelado”.
Es la respuesta de Estados Unidos a las repetidas peticiones que han hecho las FARC desde que se hizo público el proceso de paz. Primero, sorprendieron al país con una rueda prensa, al día siguiente de que el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, anunciara los diálogos de paz, en la que afirmaron que entre los negociadores principales habían elegido a Simón Trinidad, a pesar de que está preso desde hace ocho años en Estados Unidos. Más tarde, lo ratificaron como negociador a través de un comunicado público del Estado Mayor Central del grupo subversivo. Después insistieron en contar con su presencia durante la instalación oficial de las conversaciones en Noruega y hace poco volvieron a hacerlo, pero de manera directa al presidente Obama.
El mismo día que arrancaron las negociaciones en el Palacio de Convenciones de La Habana, los negociadores de las FARC hicieron su entrada cargando una silueta en cartón y de tamaño natural con la imagen de Simón Trinidad. “Inmenso aporte a la paz de Colombia haría el Gobierno de Estados Unidos con ese gesto de humanidad”, dijo Rodrigo Granda, uno de los negociadores, refiriéndose al indulto del jefe guerrillero, considerado uno de sus ideólogos.
Estados Unidos no es “parte del proceso de paz de Colombia, aunque desde luego apoyamos los esfuerzos del presidente Santos, porque creemos que es sumamente importante que el pueblo colombiano por fin pueda vivir en paz y tranquilidad”, explicó este jueves el subsecretario Hammer.
En su momento, el Fiscal General de Colombia, Eduardo Montealegre, propuso que el líder guerrillero pudiera actuar como negociador desde la misma cárcel, participando en los diálogos por medio de videoconferencia. Sin embargo, Humberto de la Calle, jefe del equipo negociador del gobierno, ya había dicho que la presencia de Simón Trinidad no estaba en discusión. “Es un hecho que no corresponde ni pertenece al gobierno colombiano”, dijo De la Calle.
Simón Trinidad (62 años), cuyo verdadero nombre es Ricardo Palmera, fue por muchos años un reconocido banquero antes de ingresar a las FARC, donde cumplió el papel de negociador durante el tercer intento por terminar con el conflicto armado, en el gobierno de Andrés Pastrana en 1998. Fue extraditado a Estados Unidos en 2004, donde está condenado a 60 años de cárcel por narcotráfico y por el secuestro de tres norteamericanos que fueron liberados en julio de 2008 por el Ejército colombiano, en la famosa Operación Jaque junto a la excandidata presidencial Ingrid Betancourt. Su captura se produjo durante un control migratorio de rutina en Quito, Ecuador.
Es la respuesta de Estados Unidos a las repetidas peticiones que han hecho las FARC desde que se hizo público el proceso de paz. Primero, sorprendieron al país con una rueda prensa, al día siguiente de que el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, anunciara los diálogos de paz, en la que afirmaron que entre los negociadores principales habían elegido a Simón Trinidad, a pesar de que está preso desde hace ocho años en Estados Unidos. Más tarde, lo ratificaron como negociador a través de un comunicado público del Estado Mayor Central del grupo subversivo. Después insistieron en contar con su presencia durante la instalación oficial de las conversaciones en Noruega y hace poco volvieron a hacerlo, pero de manera directa al presidente Obama.
El mismo día que arrancaron las negociaciones en el Palacio de Convenciones de La Habana, los negociadores de las FARC hicieron su entrada cargando una silueta en cartón y de tamaño natural con la imagen de Simón Trinidad. “Inmenso aporte a la paz de Colombia haría el Gobierno de Estados Unidos con ese gesto de humanidad”, dijo Rodrigo Granda, uno de los negociadores, refiriéndose al indulto del jefe guerrillero, considerado uno de sus ideólogos.
Estados Unidos no es “parte del proceso de paz de Colombia, aunque desde luego apoyamos los esfuerzos del presidente Santos, porque creemos que es sumamente importante que el pueblo colombiano por fin pueda vivir en paz y tranquilidad”, explicó este jueves el subsecretario Hammer.
En su momento, el Fiscal General de Colombia, Eduardo Montealegre, propuso que el líder guerrillero pudiera actuar como negociador desde la misma cárcel, participando en los diálogos por medio de videoconferencia. Sin embargo, Humberto de la Calle, jefe del equipo negociador del gobierno, ya había dicho que la presencia de Simón Trinidad no estaba en discusión. “Es un hecho que no corresponde ni pertenece al gobierno colombiano”, dijo De la Calle.
Simón Trinidad (62 años), cuyo verdadero nombre es Ricardo Palmera, fue por muchos años un reconocido banquero antes de ingresar a las FARC, donde cumplió el papel de negociador durante el tercer intento por terminar con el conflicto armado, en el gobierno de Andrés Pastrana en 1998. Fue extraditado a Estados Unidos en 2004, donde está condenado a 60 años de cárcel por narcotráfico y por el secuestro de tres norteamericanos que fueron liberados en julio de 2008 por el Ejército colombiano, en la famosa Operación Jaque junto a la excandidata presidencial Ingrid Betancourt. Su captura se produjo durante un control migratorio de rutina en Quito, Ecuador.
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