Problemas en la CIA con la espía que cazó a Bin Laden
Día 12/12/2012 - 04.50h
Según «The Washington Post», la agente que dio vida a la protagonista de «La noche más oscura», está creando problemas a la Agencia por sentirse mal recompensada
Su contribución fue decisiva para dar con el paradero de Osama bin Laden, pero la agente de la CIA que inspira el principal papel de “La noche más oscura”, película de próximo estreno sobre la caza del líder de Al Qaida, no es, de puertas adentro, la heroína que refleja el celuloide. No obtuvo el ascenso que sus compañeros daban por seguro (aunque sí un bonus económico), se quejó por escrito por recibir la misma distinción que otros agentes secretos y hay colegas que subrayan su mal carácter.
Así lo revela el “Washington Post”, que destaca que la carrera de esta mujer, cuya identidad no puede revelarse, aunque se indica que su edad está en la treintena, “sigue un guión más problemático [que el de Hollywood] desde que murió Bin Landen”. Está siendo investigada internamente, como otros miembros del equipo que tuvo que ver con la operación, por si desvelaron detalles no autorizados a Kathryn Bigelow, la directora de “La noche más oscura” (“Zero Dark Thirty” es el título original en inglés). Los republicanos acusan a la Administración Obama de haber revelado información secreta buscando una mayor gloria del presidente.
La CIA advierte que “a lo largo de una década, cientos de analistas y operadores y muchas otras personas jugaron papeles decisivos en la caza”, según indicó al Post la portavoz Jennifer Youngblood. De todos modos, varias fuentes de la agencia confirman al diario que Maya -nombre ficticio que recibe en la película- fue la principal responsable de que, por su tozuda insistencia, se intentara seguir la pista de algún posible “correo” que estuviera utilizando Bin Laden. Eso es lo que finalmente llevó a la casa de Abbotabad, en Pakistán.
Sabor a poco
Personas relacionadas con la agente, que entró en la CIA en 2001, antes del 11-S, y estuvo destinada durante mucho tiempo en la ciudad paquistaní de Islamabad, confirman muchos de los trazos de su personalidad que se reflejan en la película. Entre ellos, la influencia que tuvo el ataque talibán contra varios agentes de la CIA en Afganistán en 2009, en el que murió una colega. “Creo que he sido reservada para terminar este trabajo”, dice Maya en el filme.
La agente recibió un bonus económico por su decisiva contribución en el final de Bin Laden, pero no la promoción profesional que muchos daban por seguro, y que le hubiera supuesto un incremento de sueldo de 16.000 dólares anuales.
En primavera estuvo entre los empleados que recibieron la Medalla Distinguida de Inteligencia, el mayor reconocimiento interno, pero le supo a poco. En un correo al resto de sus colegas se quejó de recibieran la misma distinción. “Vosotros intentásteis obstruirme. Os enfrentásteis conmigo. Solo yo merezco el galardón”, escribió.
Otros colegas destacan su mal carácter, si bien varios precisan que no es peor que el de muchos otros. “No es Señora Congenialidad, pero eso no lleva a encontrar a Osama”, declaró uno de sus compañeros al “Washington Post”. Si tener malhumor “descalificara, el completo Servicio Clandestino Nacional cerraría”.
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