Crossfit: el entrenamiento para militares y bomberos hace furor en el gimnasio
Hace algo más de una década se implantó en Estados Unidos. Ahora llega a España como la modalidad de entrenamiento más completa. Combina elementos de halterofilia, «powerlifting», gimnasia deportiva y atletismo. Todos los grupos musculares se ponen a punto con ejercicios de alta intensidad. El espíritu de superación y el crecimiento personal son factores clave
Correr para ganar resistencia. Abdominales, dominadas y fondos si lo que se quiere es fuerza, estiramientos para incrementar la flexibilidad... pero, ¿cuáles son los mejores ejercicios para preparar a profesionales como policías, bomberos o militares? ¿A qué hay que dar más importancia? Eso es lo que se preguntó hace algo más de una década el que hoy es conocido como el gurú del crossfit, Greg Glassman. Y con él nació esta modalidad de entrenamiento de alta intensidad que está llenando los gimnasios de toda España. Y es que combina todo lo anterior en cada sesión deportiva.
Según explica Samuel R. Camus, propietario y entrenador principal de CrossfitRetiro y Crossfit4K de Madrid, una de las ventajas que tiene es que es variado. «No tiene nada que ver con los movimientos difíciles del gimnasio tradicional en los que se trabajan músculos por separado. En el crossfit se trabajan en conjunto». Es decir, no es apto para quienes consideran el gimnasio como «acto social». Por otro lado, cuenta con el factor de alta intensidad. «El objetivo es superarse, y más que la eficacia, se trabaja la eficiencia, es decir, se buscan distintos retos y se intenta superarlos», dice Daniel, miembro del grupo Operativo Especial de Seguridad (GOES) de Sevilla y trainer level I de crossfit de Sevilla.
Inspiración
No hay truco alguno. Este método está inspirado en deportes que tienen una larga trayectoria, como el «powerlifting», la halterofilia, el atletismo y la gimnasia deportiva. Por ello combina diversos «movimientos gimnásticos y los del propio peso del cuerpo con el levantamiento de peso muerto», añade Daniel.
Una sesión dura aproximadamente una hora y está dividida en tres bloques. Todos los ejercicios son funcionales, ya que explotan al máximo la capacidad muscular, locomotora y articular de quien lo practica», dice el propietario de CrossfitRetiro de Madrid, que añade que «hay un calentamiento general y específico previo de unos diez o 15 minutos para preparar el cuerpo y favorecer el rendimiento; y preparación técnica», esto es, «tiempo en el que se aprende a realizar correctamente los movimientos. Se desarrollan de forma equilibrada todos los grupos musculares. Es una parte del entrenamiento muy importante, porque influyen las posiciones, y el patrón de movimiento que se va a trabajar después», destaca Daniel. Una vez en caliente, comienza la práctica de WOD (Work Out Day) o entrenamiento del día», añade R. Camus.
A competir
Aquí se lleva a cabo la parte más intensa en la que los participantes entran en una especie de competición para ver quién termina primero. «Consiste en hacer un circuito en un tiempo determinado y cuando terminan se anotan las marcas que tendrán que ir superando», añade R. Camus. Así, se combinan durante un máximo de 30 minutos ejercicios con «mancuernas, gomas, discos, trineos de arrastre, sacos búlgaros, chalecos lastrados, picas, balones medicinales, bancos y pesas rusas (kettelbell), todos ellos elementos de trabajo», señala Daniel.
Con todo este arsenal de materiales se realizan los mencionados WOD. Por ejemplo, con estas últimas, se pueden realizar «balanceos, levantamientos, sentadillas, arrancadas y empujes», continúa el miembro de GOES. Del «powerlifting» se han rescatado ejercicios de peso muerto, sentadillas y press de banca, y de la halterofilia, el denominado el arranque (levantamiento de pesas en un sólo movimiento) y el envión (levantamiento en dos tiempos).
Los expertos insisten en que es un proceso de aprendizaje que requiere una atención y corrección técnica constante, por lo que los grupos de trabajo suelen ser reducidos. «Nosotros trabajamos con un máximo de ocho o diez personas por instructor, y tenemos dos instructores por las mañanas y tres por las tardes», dice R. Camus. En una semana es recomendable «practicar cinco sesiones y dos descansos, en un intervalo de, por ejemplo: 2/1 y 3/1», continúa. Eso sí, quienes estén dispuestos a superar sus límites con el Crossfit, deben cambiar el chip, porque, aunque los cambios físicos son visibles rápidamente, el objetivo no es tanto estético. «Les decimos que vienen a aprender a moverse de la mejor manera posible, aunque es cierto que se gana músculo y se pierde peso gracias a la intensidad de los ejercicios». Ambos coinciden, a su vez, en que es primordial estar preparado psicológicamente.
Consejos
Pese a que se adapta a las condiciones de cada persona, hay que tener cuidado a la hora de iniciarse en este mundo. Luis López, médico especialista en Medicina del Deporte en Capio Clínica del Vallès de Barcelona, destaca que «si nunca han entrenado antes es necesario que se sometan a un control deportivo previamente y que durante las primeras semanas tengan un especial control por parte del preparador». Porque, entre las principales lesiones, destacan las sobrecargas musculares y las roturas fibrilares. «Y posibles descompensaciones si la persona tiene alguna patología de base», añade López.
En el caso de los más jóvenes, el experto matiza que el trabajo con pesas es conveniente realizarlo cuando el individuo ha alcanzado la madurez ósea, esto es, «entre los 16 y los 20 años». Por lo demás, el especialista de Capio Clínica del Vallès concluye que «se trata de una modalidad para evitar la rutina y supone un cambio beneficioso de entrenamiento».
Según explica Samuel R. Camus, propietario y entrenador principal de CrossfitRetiro y Crossfit4K de Madrid, una de las ventajas que tiene es que es variado. «No tiene nada que ver con los movimientos difíciles del gimnasio tradicional en los que se trabajan músculos por separado. En el crossfit se trabajan en conjunto». Es decir, no es apto para quienes consideran el gimnasio como «acto social». Por otro lado, cuenta con el factor de alta intensidad. «El objetivo es superarse, y más que la eficacia, se trabaja la eficiencia, es decir, se buscan distintos retos y se intenta superarlos», dice Daniel, miembro del grupo Operativo Especial de Seguridad (GOES) de Sevilla y trainer level I de crossfit de Sevilla.
Inspiración
No hay truco alguno. Este método está inspirado en deportes que tienen una larga trayectoria, como el «powerlifting», la halterofilia, el atletismo y la gimnasia deportiva. Por ello combina diversos «movimientos gimnásticos y los del propio peso del cuerpo con el levantamiento de peso muerto», añade Daniel.
Una sesión dura aproximadamente una hora y está dividida en tres bloques. Todos los ejercicios son funcionales, ya que explotan al máximo la capacidad muscular, locomotora y articular de quien lo practica», dice el propietario de CrossfitRetiro de Madrid, que añade que «hay un calentamiento general y específico previo de unos diez o 15 minutos para preparar el cuerpo y favorecer el rendimiento; y preparación técnica», esto es, «tiempo en el que se aprende a realizar correctamente los movimientos. Se desarrollan de forma equilibrada todos los grupos musculares. Es una parte del entrenamiento muy importante, porque influyen las posiciones, y el patrón de movimiento que se va a trabajar después», destaca Daniel. Una vez en caliente, comienza la práctica de WOD (Work Out Day) o entrenamiento del día», añade R. Camus.
A competir
Aquí se lleva a cabo la parte más intensa en la que los participantes entran en una especie de competición para ver quién termina primero. «Consiste en hacer un circuito en un tiempo determinado y cuando terminan se anotan las marcas que tendrán que ir superando», añade R. Camus. Así, se combinan durante un máximo de 30 minutos ejercicios con «mancuernas, gomas, discos, trineos de arrastre, sacos búlgaros, chalecos lastrados, picas, balones medicinales, bancos y pesas rusas (kettelbell), todos ellos elementos de trabajo», señala Daniel.
Con todo este arsenal de materiales se realizan los mencionados WOD. Por ejemplo, con estas últimas, se pueden realizar «balanceos, levantamientos, sentadillas, arrancadas y empujes», continúa el miembro de GOES. Del «powerlifting» se han rescatado ejercicios de peso muerto, sentadillas y press de banca, y de la halterofilia, el denominado el arranque (levantamiento de pesas en un sólo movimiento) y el envión (levantamiento en dos tiempos).
Los expertos insisten en que es un proceso de aprendizaje que requiere una atención y corrección técnica constante, por lo que los grupos de trabajo suelen ser reducidos. «Nosotros trabajamos con un máximo de ocho o diez personas por instructor, y tenemos dos instructores por las mañanas y tres por las tardes», dice R. Camus. En una semana es recomendable «practicar cinco sesiones y dos descansos, en un intervalo de, por ejemplo: 2/1 y 3/1», continúa. Eso sí, quienes estén dispuestos a superar sus límites con el Crossfit, deben cambiar el chip, porque, aunque los cambios físicos son visibles rápidamente, el objetivo no es tanto estético. «Les decimos que vienen a aprender a moverse de la mejor manera posible, aunque es cierto que se gana músculo y se pierde peso gracias a la intensidad de los ejercicios». Ambos coinciden, a su vez, en que es primordial estar preparado psicológicamente.
Consejos
Pese a que se adapta a las condiciones de cada persona, hay que tener cuidado a la hora de iniciarse en este mundo. Luis López, médico especialista en Medicina del Deporte en Capio Clínica del Vallès de Barcelona, destaca que «si nunca han entrenado antes es necesario que se sometan a un control deportivo previamente y que durante las primeras semanas tengan un especial control por parte del preparador». Porque, entre las principales lesiones, destacan las sobrecargas musculares y las roturas fibrilares. «Y posibles descompensaciones si la persona tiene alguna patología de base», añade López.
En el caso de los más jóvenes, el experto matiza que el trabajo con pesas es conveniente realizarlo cuando el individuo ha alcanzado la madurez ósea, esto es, «entre los 16 y los 20 años». Por lo demás, el especialista de Capio Clínica del Vallès concluye que «se trata de una modalidad para evitar la rutina y supone un cambio beneficioso de entrenamiento».
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