Los rebeldes lanzan una ofensiva para controlar el centro de Alepo
Portavoces del Consejo Nacional Sirio apoyan primero una transición pactada de El Asad y después se desmienten
El régimen anuncia que ha detenido al autor del atentado contra la cúpula de seguridad
Agencias Beirut / Dubái24 JUL 2012 - 14:15 CET
La oposición siria dice estar dispuesta a aceptar que "una personalidad del régimen" de Bachar el Asad dirija el país durante un período de transición tras la marcha del presidente, según ha declarado este martes un portavoz de los opositores a la agencia France Presse en Beirut.
"Estamos de acuerdo con que El Asad abandone el poder y que lo transfiera a una de las personalidades del régimen para que dirija el país durante un período de transición como el que se llevó a cabo en Yemen", ha declarado Georges Sabra, portavoz del Consejo Nacional Sirio, órgano principal de la oposición.
Otra portavoz del CNS, Basmma Kodmani, ha negado, sin embargo, en París, lo que Sabra había afirmado horas antes.
“Nunca se ha barajado un Gobierno de unidad nacional presidido por un miembro del régimen”, ha declarado Kodmani a la agencia France Presse.
Tras un año de revueltas en su país, el expresidente yemení, Ali Abdallah Saleh, que dirigía Yemen desde 1978, aceptó entregar el poder a su vicepresidente, Abedrabo Mansur Hadi, durante un periodo limitado, a cambio de conseguir la inmunidad para él y su familia.
"Aceptamos esta iniciativa porque ahora la prioridad es conseguir que cesen los masacres y proteger a los civiles sirios, no el juicio de El Asad", ha indicado Sabra. El portavoz ha señalado, sin embargo, que ese juicio es "un derecho del que ningún sirio puede ser privado".
Preguntado por la “personalidad” del régimen a la que aceptaría la oposición, Sabra ha indicado que “Siria tiene patriotas incluso en el seno del régimen y que algunos oficiales del Ejército sirio pueden desempeñar ese papel” en una transición.
Vídeo publicado por la oposición en YouTube en el que supuestamente se ven los combates callejeros en Alepo.
La Liga Árabe había aconsejado en enero que Bachar el Asad cediera prerrogativas al vicepresidente, Faruk al Chara, para formar un Gobierno de unidad nacional. El plan fue rechazado por Damasco.
En una reunión celebrada este fin de semana en Doha, la Liga Árabe ha vuelto a pedir a El Asad que renuncie al poder a cambio de una salida "segura" para él y su familia.
En opinión del ministro francés de Exteriores, Laurent Fabius, "al final, no habrá impunidad ni para él [El Asad] ni para ningún otro dictador." En una entrevista para el canal de televisión France 2, el ministro ha declarado: "El Asad va a caer, sólo es cuestión de tiempo. Cuanto antes ocurra, mejor."
El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, comparte la opinión de Fabius. "La victoria del pueblo sirio contra el régimen de El Asad está más cerca que nunca", declaró este lunes durante una cena con diplomáticos extranjeros.
Las autoridades sirias han detenido, por su parte, este martes al presunto autor del atentado con bomba perpetrado el miércoles pasado en Damasco en el que murieron el ministro y el viceministro de Defensa, un general y el jefe de la Seguridad Nacional, según ha declarado un diputado sirio citado por la agencia de noticias iraní Fars.
El sospechoso trabajaba en la sede del Consejo Supremo de Seguridad Nacional, el lugar donde explotó la bomba, según el parlamentario Mohamad Zahir Ghanoum.
"El individuo que provocó la explosión en el edificio del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Siria ha sido arrestado", ha anunciado Ghanoum. Esta persona "trabaja en ese edificio, pero no puedo dar más detalles", ha precisado el diputado, que ha añadido que "probablemente, en un futuro próximo se difundirá la confesión" del detenido.
Ghanoum ha señalado que el detenido había sido contratado por los "enemigos de Siria" y ha advertido de que el Gobierno de Al Assad no permitirá que Estados Unidos, Israel, Turquía o Qatar debiliten la seguridad del país.
Combates entre el Ejército y los opositores en Alepo
Mientras, los combates entre el Ejército y los opositores siguen hoy en Siria. En Alepo, segunda ciudad del país (noreste), los rebeldes han comenzado este martes una ofensiva para tomar el centro de la localidad, y están luchando contra militares y miembros del servicio de inteligencia a la entrada de la Ciudad Vieja, un lugar declarado Patrimonio de la Humanidad por la ONU, según han informado residentes y activistas opositores.
Las fuerzas leales a El Asad acabaron anoche con un motín en la cárcel central de Alepo tras matar a quince presos durante un enfrentamiento en el que emplearon ametralladoras y gases lacrimógenos, según han contado activistas que han hablado con reclusos.
Mientras tanto sigue la inquietud después de que este lunes el Gobierno sirio reconociera por primera vez que posee armas químicas y amenazara con usarlas en caso de intervención militar occidental.
Los rebeldes han acusado este martes al régimen de llevar meses trasladando "armas químicas hacia aeropuertos fronterizos."
El presidente estadounidense, Barack Obama, previno este lunes a Damasco que cometería "un error trágico" si usara armas químicas. "El mundo está vigilando y tendrán que rendir cuentas ante la comunidad internacional y EE UU", afirmó. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, señaló que recurrir a las armas químicas sería "reprensible."
Israel declaró, por su parte, que no podía aceptar que armas químicas cayeran en poder de Hezbolá, milicia chií aliada de Damasco. Berlín calificó esta amenaza de “monstruosa” y Londres la tachó de “inaceptable”.
Un millón y medio de desplazados internos
EFE
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) estima en un millón y medio el número de desplazados internos en Siria desde el inicio del conflicto en marzo de 2011.
"Barajamos las cifras de la Media Luna Roja que indican que entre un millón y un millón y medio de personas serían desplazados internos en Siria", afirmó hoy en rueda de prensa la portavoz del ACNUR, Melissa Fleming.
Consultada sobre el hecho que la semana pasada ella misma afirmó que el número ascendía a un millón, Fleming respondió que esta cifra era un estimación "conservadora".
"La Media Luna Roja hablaba desde hacía tiempo de una horquilla entre un millón, que sería la cifra conservadora, y un millón y medio. No es que haya aumentado en 500.000 personas en el fin de semana, simplemente se han dado cuenta que el millón estaba ampliamente desfasado y que la cifra real es de alrededor de un millón y medio".
Con respecto al número de refugiados, el ACNUR calcula que en los últimos días ha aumentado 150.000, una cifra que "seguramente es mucho más porque muchos no se registran", aclaró Fleming.
La agencia de la ONU también alertó de que más de 10.000 iraquíes refugiados en Siria volvieron a su país en los últimos seis días huyendo de la violencia.
El ACNUR ha puesto en marcha un servicio de retorno a Irak con un servicio regular de autobuses, mientras que el gobierno iraquí ha dispuesto un puente aéreo para evacuar a sus nacionales.
A los que se quedan en Siria, el ACNUR da "ayuda financiera" para que compren productos de primera necesidad y comida.
En los primeros seis meses del año, 13.000 iraquíes volvieron a su país desde Siria, una cifra que casi se ha alcanzado en tan sólo una semana.
Antes de que comenzara el conflicto, el ACNUR tenía 80.000 refugiados iraquíes registrados en Siria.
La Organización Internacional de las Migraciones (OIM) señaló que "se estima" que en Siria hay unos 125.000 nacionales de terceros países, muchos de los cuales querrían huir.
Hasta la fecha, la OIM ha podido evacuar a 631 personas de países como Bangladesh, Filipinas, con la ayuda de sus respectivas embajadas.
Por su parte, Fleming señaló que el ACNUR está ayudando a unos 8.000 nacionales de terceros países "como Afganistán o Somalia, que obviamente no quieren volver a sus naciones de origen".
Con respecto a los refugiados sirios en los países vecinos, Fleming explicó que sólo la semana pasada 25.000 de ellos cruzaron la frontera con Líbano. Hasta la fecha en este país se han registrado 30.000 sirios y 2.500 están a la espera de hacerlo.
En Irak, donde el primer ministro, Nuri al Maliki, se ha retractado y ha anunciado que mantiene las fronteras abiertas tras la críticas por haber decidido previamente no hacerlo, 7.500 sirios se han registrado con el ACNUR y hay otros 500 a la espera.
En Jordania, unos 36.000 se han registrado y hay otros 6.000 a la espera.
No obstante, Fleming puntualizó que sólo en la pasada noche, 1.200 sirios cruzaron la frontera con Jordania, muchos de ellos, provenientes de la ciudad de Deraa.
El número de sirios refugiados en Turquía asciende hasta la fecha a 44.000.
Rusia apunta a la salida pactada de El Asad
El presidente sirio solo tiene tres lugares donde refugiarse si pierde la batalla de Damasco: Rusia, Teherán o la costa de Siria
¿Dónde y cómo puede el presidente de Siria, Bachar el Asad, dejar el poder? El embajador ruso en Francia, Alexander Orlov, dio hoy una primera indicación de que Moscú, el principal aliado del régimen sirio, contempla esa perspectiva y le gustaría encontrar una salida pactada a la yemení.
“Creo que se va a ir y que él mismo lo comprende, pero habría que organizarlo de manera civilizada, como se hizo en Yemen por ejemplo”, declaró el embajador al diario francés Le Parisien. No es la primera vez que Orlov habla de una solución “civilizada” aunque nunca lo hizo con tanta precisión. Sus palabras no han sido rectificadas desde Moscú.
El dictador yemení Ali Abdalá Saleh renunció a su cargo en febrero tres ejercer más de 33 años el poder. Previamente, en enero, el Parlamento yemení votó una ley que le otorga plena inmunidad por las matanzas en su país. Ese privilegio suscita frecuentes protestas callejeras en Yemen. Saleh se encuentra ahora en EE UU donde recibe tratamiento médico.
El escenario yemení es difícilmente repetible en Siria porque la represión desatada por El Asad desde que la rebelión estallara hace más de 16 meses ha causado muchos más muertos —la oposición calcula que superan ya los 19.000— que la de Saleh en Yemen. Ninguna autoridad emergente siria —a instancias de Francia y de Qatar se han iniciado las gestiones para la formación de un Gobierno provisional- estaría dispuesta a concederle inmunidad.
Los países de la Liga Árabe también apoyan una salida pactada. En una reunión de urgencia entre los ministros de Exteriores de los países árabes que se ha producido durante la noche del domingo en Doha, los representantes han acordado ofrecer una "salida segura" a Assad y su familia a cambio de que renuncie al poder.
La guerra se ha instaurado en Damasco, la capital política, desde hace más de una semana, donde el Ejército se esfuerza ahora por todos los medios, helicópteros incluidos, por reconquistar los barrios que perdió, y donde escasean ya los productos básicos como el pan (Ver vídeo). Desde el viernes la conflagración se trasladó a Alepo donde los rebeldes anunciaron hoy que irán a por todas. Cuando los leales al régimen marcan tantos en una ciudad se les abre un nuevo frente.
Ante esta perspectiva a El Asad le quedan tres salidas. La primera consistiría en exiliarse en Rusia. En más de una ocasión la prensa moscovita, con el diario Kommersant a la cabeza, ha señalado que EE UU y otros países occidentales presionan a Rusia para que le ofreciese asilo.
El propio presidente Vladimir Putin lo ha desmentido en múltiples ocasiones, la última el jueves pasado. Aun así persisten los rumores sobre, por ejemplo, el envío de ingentes cantidades de dinero (6.000 millones de dólares) del clan de los Asad de Siria a Rusia para gozar allí de un exilio dorado.
La segunda opción para El Asad es el segundo gran aliado de su régimen: Irán. El exilio allí conllevaría, sin embargo, mayores riesgos que en Rusia porque el régimen iraní es menos estable. Cuando el presidente francés Nicolas Sarkozy recibió, en septiembre pasado, al presidente del consejo de transición libio, Mustafá Abdul Jalil, le dijo: “Tenga paciencia y ya verá lo que va a suceder en Argelia dentro de un año y en Irán dentro de tres”. Aludía a un cambio de régimen.
Tal cambio podría suponer en Teherán que las nuevas autoridades entreguen a El Asad al Tribunal Penal Internacional que no tardará en reclamarlo por crímenes contra la humanidad. Por la misma razón El Asad no puede exiliarse en el Reino Unido pese que vivió allí varios años, cuando estudiaba oftalmología, y su esposa, Asma, nació en Londres y posee la nacionalidad británica.
Pero más de un experto en Siria cree que, si pierde la batalla de Damasco, El Asad no se irá del país. “No le veo huir al extranjero”, afirma Ignace Leverrier, un exdiplomático francés que ha vivido largos años en Siria y que anima un blog sobre el país. “No estoy siquiera seguro de que aquellos que le rodean [el clan alauí] le dejen marcharse”, añade.
Para Leverrier y para otros muchos, como Abdel Khalim Khaddam, vicepresidente de Siria hasta 2005, la opción más probable es que El Assad intente atrincherarse en la costa siria y en las montañas circundantes de donde son originarios los alauíes, la minoría confesional a la que pertenece el presidente y su camarilla de militares y espías.
Un nuevo dato avala esta tesis. Varios periodistas observarono la semana pasada los bombardeos sistemáticos de pueblos, como Haouach (7.000 habitantes) en la provincia de Hama, en la llamada “frontera alauí”, para, aparentemente, incitar a la población suní a huir. Los alauíes son el 10% de los 22 millones de sirios mientras que los musulmanes suníes rondan el 75%.
Haitham Maleh, un octogenario juez que pasó largos años en la cárcel por su lucha en pro de los derechos humanos, vaticina también que “El Asad y su familia morirán en Siria”. “Su final será como el de Gadafi [dictador libio], le matarán”.
Damasco amenaza con utilizar las armas químicas frente a una “agresión externa”
El régimen reconoce por primera vez que posee armas no convencionales
EE UU, Reino Unido y la ONU descalifican las amenazas
Obama: “El mundo está mirando y tendrán que rendir cuentas ante la comunidad internacional”
I. CEMBRERO / A. CARBAJOSA / D. ALANDETE Madrid / Jerusalén / Washington24 JUL 2012 - 09:24
Era un secreto a voces, pero tras varios meses de guerra civil, el régimen del presidente Bachar el Asad confirmó hoy que poseía armas químicas e incluso biológicas que está dispuesto a utilizar si padece una “agresión externa”.
El portavoz del Ministerio de Exteriores sirio, Jihad al Maqdisi, leyó un comunicado en el que recalcó que “ningún arma química o biológica será empleada durante la actual crisis en Siria sea cual sea su evolución” excepto “en caso de agresión externa contra el país”.
Al Maqdisi intentó así tranquilizar a las potencias que temen que, a causa del caos que impera en Siria, las armas no convencionales dejen de estar bajo control. “Esas armas (...) están almacenadas y custodiadas por las Fuerzas Armadas”, subrayó.
Aunque nunca lo ha reconocido, se cree que el régimen sirio empezó a desarrollar un programa de armas químicas en 1971 y que ahora posee gas mostaza, sarín y el agente nervioso VX que podría colocar en misiles SCUD.
El comunicado sirio fue interpretado en varias capitales como una amenaza velada. El presidente estadounidense, Barack Obama, previno a Damasco de cometer "el trágico error" de usar armas químicas "porque el mundo está vigilando y tendrán que rendir cuentas ante la comunidad internacional y EE UU" si las usan. Recurrir a ellas sería “reprensible”, según Ban Ki-moon, secretario general de la ONU.
“El régimen de Siria es ya responsable de unos niveles de violencia deplorables e inaceptables en contra de su propia población, y no deberían pensar ni un ápice en usar armas químicas”, había dicho poco antes el portavoz del Departamento de Defensa, George Little, en conferencia de prensa. “Nos opondríamos de forma muy fuerte, por decirlo de forma suave, a cualquier idea que pudiera generar cualquier motivación por parte del régimen sirio de emplear ese tipo de armas”.
El ministro de Exteriores británico, William Hague, calificó de "inaceptables" las advertencias de Damasco en una entrevista y dijo que responden a la "completa ilusión del régimen" que cree estar siendo víctima de una invasión extranjera cuando "lo que ocurre es que u propio pueblo se está levantando contra un Estado policial". Su homólogo francés, Laurent Fabius, dio por hecho en televisión que el régimen de El Asad fracasará: "Al final, para él y para todos los dictadores, no habrá impunidad. El Asad va a caer, simplemente es una cuestión de tiempo".
¿Qué es una agresión externa a ojos de Damasco? El portavoz no lo aclaró. Puede que sea una intervención militar occidental o que baste con la mera presencia en Siria de guerrilleros islamistas de varias nacionalidades. La televisión pública siria mostró hoy los cuerpos sin vida de varios guerrilleros de cuatro países árabes en Qaboun, un suburbio de la capital.
Siria no firmó la Convención sobre Armas Químicas aprobada en París en 1993 y que prohíbe su uso, producción y almacenamiento. Israel sí la suscribió, pero no la ha ratificado y no está por tanto obligada a respetarla. Aun así está empeñada en que Damasco cumpla.
El gran temor israelí es que un régimen sirio al borde del colapso opte por poner su arsenal no convencional en manos de Hezbolá, la milicia chií libanesa aliada de Damasco.
“Si imaginamos que Hezbolá tiene armas químicas, es como si Al Qaeda tuviera armas químicas”, declaró el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, el domingo, a la televisión estadounidense Fox. “Esto es algo inaceptable para nosotros y para EE UU y debemos actuar para impedirlo (...)”, añadió.
“Estamos siguiendo de cerca la posibilidad de que Hezbolá trate de aprovecharse de la oportunidad de hacerse con sistemas de armamento avanzados”, señaló, por su parte, en un comunicado Ehud Barak, ministro de Defensa israelí. “He ordenado al Ejército que se prepare para una situación en la que tengamos que sopesar la posibilidad de llevar a cabo un ataque”, añadió.
Los artefactos químicos “no pueden ser destruidos mediante ataques aéreos o terrestres porque la contaminación sería inevitable”, advirtió José Esteban García de los Ríos, profesor de microbiología y autor de un libro sobre los riesgos que entrañan esas armas.
Es decir que hay que apoderarse de los lugares en los que están almacenadas y “poner en marcha los costosos protocolos para inactivar cada una de las sustancias que se emplean en su fabricación”, prosiguió García de los Ríos.
“Los agentes biológicos pueden ser inactivados más fácilmente que los químicos”, explica García de los Ríos. “Pueden ser destruidos por temperaturas elevadas o por tratamientos con agentes químicos desinfectantes”, precisó.
Si el Ejército sirio leal a El Asad fuese sólo golpeado desde el aire, como sucedió en 2011 en Libia con los fieles de Moamar el Gadafi, “el atacante quedaría a salvo de una hipotética réplica con armas químicas sirias”, señala García de los Ríos. No así los países vecinos, empezando por Israel, “que estarían amenazados por tales agentes”.
El portavoz sirio advirtió, por último, que potencias extranjeras podrían proporcionar armas no convencionales a “grupos terroristas” que actúan en Siria. “(...) bombas o minas con sustancias biológicas que explotarían en algún pueblo servirían para poder acusar a las fuerzas sirias de ser las responsables”, añadió.
“Es difícil que entre los rebeldes” del Ejército Sirio Libre, formado por desertores, haya personas preparadas para emplear este tipo de armamento tan complejo”, observa García de los Ríos.
"Estamos de acuerdo con que El Asad abandone el poder y que lo transfiera a una de las personalidades del régimen para que dirija el país durante un período de transición como el que se llevó a cabo en Yemen", ha declarado Georges Sabra, portavoz del Consejo Nacional Sirio, órgano principal de la oposición.
Otra portavoz del CNS, Basmma Kodmani, ha negado, sin embargo, en París, lo que Sabra había afirmado horas antes.
“Nunca se ha barajado un Gobierno de unidad nacional presidido por un miembro del régimen”, ha declarado Kodmani a la agencia France Presse.
Tras un año de revueltas en su país, el expresidente yemení, Ali Abdallah Saleh, que dirigía Yemen desde 1978, aceptó entregar el poder a su vicepresidente, Abedrabo Mansur Hadi, durante un periodo limitado, a cambio de conseguir la inmunidad para él y su familia.
"Aceptamos esta iniciativa porque ahora la prioridad es conseguir que cesen los masacres y proteger a los civiles sirios, no el juicio de El Asad", ha indicado Sabra. El portavoz ha señalado, sin embargo, que ese juicio es "un derecho del que ningún sirio puede ser privado".
Preguntado por la “personalidad” del régimen a la que aceptaría la oposición, Sabra ha indicado que “Siria tiene patriotas incluso en el seno del régimen y que algunos oficiales del Ejército sirio pueden desempeñar ese papel” en una transición.
Vídeo publicado por la oposición en YouTube en el que supuestamente se ven los combates callejeros en Alepo.
En una reunión celebrada este fin de semana en Doha, la Liga Árabe ha vuelto a pedir a El Asad que renuncie al poder a cambio de una salida "segura" para él y su familia.
En opinión del ministro francés de Exteriores, Laurent Fabius, "al final, no habrá impunidad ni para él [El Asad] ni para ningún otro dictador." En una entrevista para el canal de televisión France 2, el ministro ha declarado: "El Asad va a caer, sólo es cuestión de tiempo. Cuanto antes ocurra, mejor."
El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, comparte la opinión de Fabius. "La victoria del pueblo sirio contra el régimen de El Asad está más cerca que nunca", declaró este lunes durante una cena con diplomáticos extranjeros.
Las autoridades sirias han detenido, por su parte, este martes al presunto autor del atentado con bomba perpetrado el miércoles pasado en Damasco en el que murieron el ministro y el viceministro de Defensa, un general y el jefe de la Seguridad Nacional, según ha declarado un diputado sirio citado por la agencia de noticias iraní Fars.
El sospechoso trabajaba en la sede del Consejo Supremo de Seguridad Nacional, el lugar donde explotó la bomba, según el parlamentario Mohamad Zahir Ghanoum.
"El individuo que provocó la explosión en el edificio del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Siria ha sido arrestado", ha anunciado Ghanoum. Esta persona "trabaja en ese edificio, pero no puedo dar más detalles", ha precisado el diputado, que ha añadido que "probablemente, en un futuro próximo se difundirá la confesión" del detenido.
Ghanoum ha señalado que el detenido había sido contratado por los "enemigos de Siria" y ha advertido de que el Gobierno de Al Assad no permitirá que Estados Unidos, Israel, Turquía o Qatar debiliten la seguridad del país.
Combates entre el Ejército y los opositores en Alepo
Mientras, los combates entre el Ejército y los opositores siguen hoy en Siria. En Alepo, segunda ciudad del país (noreste), los rebeldes han comenzado este martes una ofensiva para tomar el centro de la localidad, y están luchando contra militares y miembros del servicio de inteligencia a la entrada de la Ciudad Vieja, un lugar declarado Patrimonio de la Humanidad por la ONU, según han informado residentes y activistas opositores.Las fuerzas leales a El Asad acabaron anoche con un motín en la cárcel central de Alepo tras matar a quince presos durante un enfrentamiento en el que emplearon ametralladoras y gases lacrimógenos, según han contado activistas que han hablado con reclusos.
Mientras tanto sigue la inquietud después de que este lunes el Gobierno sirio reconociera por primera vez que posee armas químicas y amenazara con usarlas en caso de intervención militar occidental.
Los rebeldes han acusado este martes al régimen de llevar meses trasladando "armas químicas hacia aeropuertos fronterizos."
El presidente estadounidense, Barack Obama, previno este lunes a Damasco que cometería "un error trágico" si usara armas químicas. "El mundo está vigilando y tendrán que rendir cuentas ante la comunidad internacional y EE UU", afirmó. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, señaló que recurrir a las armas químicas sería "reprensible."
Israel declaró, por su parte, que no podía aceptar que armas químicas cayeran en poder de Hezbolá, milicia chií aliada de Damasco. Berlín calificó esta amenaza de “monstruosa” y Londres la tachó de “inaceptable”.
Un millón y medio de desplazados internos
EFE
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) estima en un millón y medio el número de desplazados internos en Siria desde el inicio del conflicto en marzo de 2011."Barajamos las cifras de la Media Luna Roja que indican que entre un millón y un millón y medio de personas serían desplazados internos en Siria", afirmó hoy en rueda de prensa la portavoz del ACNUR, Melissa Fleming.
Consultada sobre el hecho que la semana pasada ella misma afirmó que el número ascendía a un millón, Fleming respondió que esta cifra era un estimación "conservadora".
"La Media Luna Roja hablaba desde hacía tiempo de una horquilla entre un millón, que sería la cifra conservadora, y un millón y medio. No es que haya aumentado en 500.000 personas en el fin de semana, simplemente se han dado cuenta que el millón estaba ampliamente desfasado y que la cifra real es de alrededor de un millón y medio".
Con respecto al número de refugiados, el ACNUR calcula que en los últimos días ha aumentado 150.000, una cifra que "seguramente es mucho más porque muchos no se registran", aclaró Fleming.
La agencia de la ONU también alertó de que más de 10.000 iraquíes refugiados en Siria volvieron a su país en los últimos seis días huyendo de la violencia.
El ACNUR ha puesto en marcha un servicio de retorno a Irak con un servicio regular de autobuses, mientras que el gobierno iraquí ha dispuesto un puente aéreo para evacuar a sus nacionales.
A los que se quedan en Siria, el ACNUR da "ayuda financiera" para que compren productos de primera necesidad y comida.
En los primeros seis meses del año, 13.000 iraquíes volvieron a su país desde Siria, una cifra que casi se ha alcanzado en tan sólo una semana.
Antes de que comenzara el conflicto, el ACNUR tenía 80.000 refugiados iraquíes registrados en Siria.
La Organización Internacional de las Migraciones (OIM) señaló que "se estima" que en Siria hay unos 125.000 nacionales de terceros países, muchos de los cuales querrían huir.
Hasta la fecha, la OIM ha podido evacuar a 631 personas de países como Bangladesh, Filipinas, con la ayuda de sus respectivas embajadas.
Por su parte, Fleming señaló que el ACNUR está ayudando a unos 8.000 nacionales de terceros países "como Afganistán o Somalia, que obviamente no quieren volver a sus naciones de origen".
Con respecto a los refugiados sirios en los países vecinos, Fleming explicó que sólo la semana pasada 25.000 de ellos cruzaron la frontera con Líbano. Hasta la fecha en este país se han registrado 30.000 sirios y 2.500 están a la espera de hacerlo.
En Irak, donde el primer ministro, Nuri al Maliki, se ha retractado y ha anunciado que mantiene las fronteras abiertas tras la críticas por haber decidido previamente no hacerlo, 7.500 sirios se han registrado con el ACNUR y hay otros 500 a la espera.
En Jordania, unos 36.000 se han registrado y hay otros 6.000 a la espera.
No obstante, Fleming puntualizó que sólo en la pasada noche, 1.200 sirios cruzaron la frontera con Jordania, muchos de ellos, provenientes de la ciudad de Deraa.
El número de sirios refugiados en Turquía asciende hasta la fecha a 44.000.
Rusia apunta a la salida pactada de El Asad
El presidente sirio solo tiene tres lugares donde refugiarse si pierde la batalla de Damasco: Rusia, Teherán o la costa de Siria
¿Dónde y cómo puede el presidente de Siria, Bachar el Asad, dejar el poder? El embajador ruso en Francia, Alexander Orlov, dio hoy una primera indicación de que Moscú, el principal aliado del régimen sirio, contempla esa perspectiva y le gustaría encontrar una salida pactada a la yemení.
“Creo que se va a ir y que él mismo lo comprende, pero habría que organizarlo de manera civilizada, como se hizo en Yemen por ejemplo”, declaró el embajador al diario francés Le Parisien. No es la primera vez que Orlov habla de una solución “civilizada” aunque nunca lo hizo con tanta precisión. Sus palabras no han sido rectificadas desde Moscú.
El dictador yemení Ali Abdalá Saleh renunció a su cargo en febrero tres ejercer más de 33 años el poder. Previamente, en enero, el Parlamento yemení votó una ley que le otorga plena inmunidad por las matanzas en su país. Ese privilegio suscita frecuentes protestas callejeras en Yemen. Saleh se encuentra ahora en EE UU donde recibe tratamiento médico.
El escenario yemení es difícilmente repetible en Siria porque la represión desatada por El Asad desde que la rebelión estallara hace más de 16 meses ha causado muchos más muertos —la oposición calcula que superan ya los 19.000— que la de Saleh en Yemen. Ninguna autoridad emergente siria —a instancias de Francia y de Qatar se han iniciado las gestiones para la formación de un Gobierno provisional- estaría dispuesta a concederle inmunidad.
Los países de la Liga Árabe también apoyan una salida pactada. En una reunión de urgencia entre los ministros de Exteriores de los países árabes que se ha producido durante la noche del domingo en Doha, los representantes han acordado ofrecer una "salida segura" a Assad y su familia a cambio de que renuncie al poder.
La guerra se ha instaurado en Damasco, la capital política, desde hace más de una semana, donde el Ejército se esfuerza ahora por todos los medios, helicópteros incluidos, por reconquistar los barrios que perdió, y donde escasean ya los productos básicos como el pan (Ver vídeo). Desde el viernes la conflagración se trasladó a Alepo donde los rebeldes anunciaron hoy que irán a por todas. Cuando los leales al régimen marcan tantos en una ciudad se les abre un nuevo frente.
Ante esta perspectiva a El Asad le quedan tres salidas. La primera consistiría en exiliarse en Rusia. En más de una ocasión la prensa moscovita, con el diario Kommersant a la cabeza, ha señalado que EE UU y otros países occidentales presionan a Rusia para que le ofreciese asilo.
El propio presidente Vladimir Putin lo ha desmentido en múltiples ocasiones, la última el jueves pasado. Aun así persisten los rumores sobre, por ejemplo, el envío de ingentes cantidades de dinero (6.000 millones de dólares) del clan de los Asad de Siria a Rusia para gozar allí de un exilio dorado.
La segunda opción para El Asad es el segundo gran aliado de su régimen: Irán. El exilio allí conllevaría, sin embargo, mayores riesgos que en Rusia porque el régimen iraní es menos estable. Cuando el presidente francés Nicolas Sarkozy recibió, en septiembre pasado, al presidente del consejo de transición libio, Mustafá Abdul Jalil, le dijo: “Tenga paciencia y ya verá lo que va a suceder en Argelia dentro de un año y en Irán dentro de tres”. Aludía a un cambio de régimen.
Tal cambio podría suponer en Teherán que las nuevas autoridades entreguen a El Asad al Tribunal Penal Internacional que no tardará en reclamarlo por crímenes contra la humanidad. Por la misma razón El Asad no puede exiliarse en el Reino Unido pese que vivió allí varios años, cuando estudiaba oftalmología, y su esposa, Asma, nació en Londres y posee la nacionalidad británica.
Pero más de un experto en Siria cree que, si pierde la batalla de Damasco, El Asad no se irá del país. “No le veo huir al extranjero”, afirma Ignace Leverrier, un exdiplomático francés que ha vivido largos años en Siria y que anima un blog sobre el país. “No estoy siquiera seguro de que aquellos que le rodean [el clan alauí] le dejen marcharse”, añade.
Para Leverrier y para otros muchos, como Abdel Khalim Khaddam, vicepresidente de Siria hasta 2005, la opción más probable es que El Assad intente atrincherarse en la costa siria y en las montañas circundantes de donde son originarios los alauíes, la minoría confesional a la que pertenece el presidente y su camarilla de militares y espías.
Un nuevo dato avala esta tesis. Varios periodistas observarono la semana pasada los bombardeos sistemáticos de pueblos, como Haouach (7.000 habitantes) en la provincia de Hama, en la llamada “frontera alauí”, para, aparentemente, incitar a la población suní a huir. Los alauíes son el 10% de los 22 millones de sirios mientras que los musulmanes suníes rondan el 75%.
Haitham Maleh, un octogenario juez que pasó largos años en la cárcel por su lucha en pro de los derechos humanos, vaticina también que “El Asad y su familia morirán en Siria”. “Su final será como el de Gadafi [dictador libio], le matarán”.
“Creo que se va a ir y que él mismo lo comprende, pero habría que organizarlo de manera civilizada, como se hizo en Yemen por ejemplo”, declaró el embajador al diario francés Le Parisien. No es la primera vez que Orlov habla de una solución “civilizada” aunque nunca lo hizo con tanta precisión. Sus palabras no han sido rectificadas desde Moscú.
El dictador yemení Ali Abdalá Saleh renunció a su cargo en febrero tres ejercer más de 33 años el poder. Previamente, en enero, el Parlamento yemení votó una ley que le otorga plena inmunidad por las matanzas en su país. Ese privilegio suscita frecuentes protestas callejeras en Yemen. Saleh se encuentra ahora en EE UU donde recibe tratamiento médico.
El escenario yemení es difícilmente repetible en Siria porque la represión desatada por El Asad desde que la rebelión estallara hace más de 16 meses ha causado muchos más muertos —la oposición calcula que superan ya los 19.000— que la de Saleh en Yemen. Ninguna autoridad emergente siria —a instancias de Francia y de Qatar se han iniciado las gestiones para la formación de un Gobierno provisional- estaría dispuesta a concederle inmunidad.
Los países de la Liga Árabe también apoyan una salida pactada. En una reunión de urgencia entre los ministros de Exteriores de los países árabes que se ha producido durante la noche del domingo en Doha, los representantes han acordado ofrecer una "salida segura" a Assad y su familia a cambio de que renuncie al poder.
La guerra se ha instaurado en Damasco, la capital política, desde hace más de una semana, donde el Ejército se esfuerza ahora por todos los medios, helicópteros incluidos, por reconquistar los barrios que perdió, y donde escasean ya los productos básicos como el pan (Ver vídeo). Desde el viernes la conflagración se trasladó a Alepo donde los rebeldes anunciaron hoy que irán a por todas. Cuando los leales al régimen marcan tantos en una ciudad se les abre un nuevo frente.
Ante esta perspectiva a El Asad le quedan tres salidas. La primera consistiría en exiliarse en Rusia. En más de una ocasión la prensa moscovita, con el diario Kommersant a la cabeza, ha señalado que EE UU y otros países occidentales presionan a Rusia para que le ofreciese asilo.
El propio presidente Vladimir Putin lo ha desmentido en múltiples ocasiones, la última el jueves pasado. Aun así persisten los rumores sobre, por ejemplo, el envío de ingentes cantidades de dinero (6.000 millones de dólares) del clan de los Asad de Siria a Rusia para gozar allí de un exilio dorado.
La segunda opción para El Asad es el segundo gran aliado de su régimen: Irán. El exilio allí conllevaría, sin embargo, mayores riesgos que en Rusia porque el régimen iraní es menos estable. Cuando el presidente francés Nicolas Sarkozy recibió, en septiembre pasado, al presidente del consejo de transición libio, Mustafá Abdul Jalil, le dijo: “Tenga paciencia y ya verá lo que va a suceder en Argelia dentro de un año y en Irán dentro de tres”. Aludía a un cambio de régimen.
Tal cambio podría suponer en Teherán que las nuevas autoridades entreguen a El Asad al Tribunal Penal Internacional que no tardará en reclamarlo por crímenes contra la humanidad. Por la misma razón El Asad no puede exiliarse en el Reino Unido pese que vivió allí varios años, cuando estudiaba oftalmología, y su esposa, Asma, nació en Londres y posee la nacionalidad británica.
Pero más de un experto en Siria cree que, si pierde la batalla de Damasco, El Asad no se irá del país. “No le veo huir al extranjero”, afirma Ignace Leverrier, un exdiplomático francés que ha vivido largos años en Siria y que anima un blog sobre el país. “No estoy siquiera seguro de que aquellos que le rodean [el clan alauí] le dejen marcharse”, añade.
Para Leverrier y para otros muchos, como Abdel Khalim Khaddam, vicepresidente de Siria hasta 2005, la opción más probable es que El Assad intente atrincherarse en la costa siria y en las montañas circundantes de donde son originarios los alauíes, la minoría confesional a la que pertenece el presidente y su camarilla de militares y espías.
Un nuevo dato avala esta tesis. Varios periodistas observarono la semana pasada los bombardeos sistemáticos de pueblos, como Haouach (7.000 habitantes) en la provincia de Hama, en la llamada “frontera alauí”, para, aparentemente, incitar a la población suní a huir. Los alauíes son el 10% de los 22 millones de sirios mientras que los musulmanes suníes rondan el 75%.
Haitham Maleh, un octogenario juez que pasó largos años en la cárcel por su lucha en pro de los derechos humanos, vaticina también que “El Asad y su familia morirán en Siria”. “Su final será como el de Gadafi [dictador libio], le matarán”.
Damasco amenaza con utilizar las armas químicas frente a una “agresión externa”
El régimen reconoce por primera vez que posee armas no convencionales
EE UU, Reino Unido y la ONU descalifican las amenazas
Obama: “El mundo está mirando y tendrán que rendir cuentas ante la comunidad internacional”
I. CEMBRERO / A. CARBAJOSA / D. ALANDETE Madrid / Jerusalén / Washington24 JUL 2012 - 09:24
Era un secreto a voces, pero tras varios meses de guerra civil, el régimen del presidente Bachar el Asad confirmó hoy que poseía armas químicas e incluso biológicas que está dispuesto a utilizar si padece una “agresión externa”.
El portavoz del Ministerio de Exteriores sirio, Jihad al Maqdisi, leyó un comunicado en el que recalcó que “ningún arma química o biológica será empleada durante la actual crisis en Siria sea cual sea su evolución” excepto “en caso de agresión externa contra el país”.
Al Maqdisi intentó así tranquilizar a las potencias que temen que, a causa del caos que impera en Siria, las armas no convencionales dejen de estar bajo control. “Esas armas (...) están almacenadas y custodiadas por las Fuerzas Armadas”, subrayó.
Aunque nunca lo ha reconocido, se cree que el régimen sirio empezó a desarrollar un programa de armas químicas en 1971 y que ahora posee gas mostaza, sarín y el agente nervioso VX que podría colocar en misiles SCUD.
El comunicado sirio fue interpretado en varias capitales como una amenaza velada. El presidente estadounidense, Barack Obama, previno a Damasco de cometer "el trágico error" de usar armas químicas "porque el mundo está vigilando y tendrán que rendir cuentas ante la comunidad internacional y EE UU" si las usan. Recurrir a ellas sería “reprensible”, según Ban Ki-moon, secretario general de la ONU.
“El régimen de Siria es ya responsable de unos niveles de violencia deplorables e inaceptables en contra de su propia población, y no deberían pensar ni un ápice en usar armas químicas”, había dicho poco antes el portavoz del Departamento de Defensa, George Little, en conferencia de prensa. “Nos opondríamos de forma muy fuerte, por decirlo de forma suave, a cualquier idea que pudiera generar cualquier motivación por parte del régimen sirio de emplear ese tipo de armas”.
El ministro de Exteriores británico, William Hague, calificó de "inaceptables" las advertencias de Damasco en una entrevista y dijo que responden a la "completa ilusión del régimen" que cree estar siendo víctima de una invasión extranjera cuando "lo que ocurre es que u propio pueblo se está levantando contra un Estado policial". Su homólogo francés, Laurent Fabius, dio por hecho en televisión que el régimen de El Asad fracasará: "Al final, para él y para todos los dictadores, no habrá impunidad. El Asad va a caer, simplemente es una cuestión de tiempo".
¿Qué es una agresión externa a ojos de Damasco? El portavoz no lo aclaró. Puede que sea una intervención militar occidental o que baste con la mera presencia en Siria de guerrilleros islamistas de varias nacionalidades. La televisión pública siria mostró hoy los cuerpos sin vida de varios guerrilleros de cuatro países árabes en Qaboun, un suburbio de la capital.
Siria no firmó la Convención sobre Armas Químicas aprobada en París en 1993 y que prohíbe su uso, producción y almacenamiento. Israel sí la suscribió, pero no la ha ratificado y no está por tanto obligada a respetarla. Aun así está empeñada en que Damasco cumpla.
El gran temor israelí es que un régimen sirio al borde del colapso opte por poner su arsenal no convencional en manos de Hezbolá, la milicia chií libanesa aliada de Damasco.
“Si imaginamos que Hezbolá tiene armas químicas, es como si Al Qaeda tuviera armas químicas”, declaró el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, el domingo, a la televisión estadounidense Fox. “Esto es algo inaceptable para nosotros y para EE UU y debemos actuar para impedirlo (...)”, añadió.
“Estamos siguiendo de cerca la posibilidad de que Hezbolá trate de aprovecharse de la oportunidad de hacerse con sistemas de armamento avanzados”, señaló, por su parte, en un comunicado Ehud Barak, ministro de Defensa israelí. “He ordenado al Ejército que se prepare para una situación en la que tengamos que sopesar la posibilidad de llevar a cabo un ataque”, añadió.
Los artefactos químicos “no pueden ser destruidos mediante ataques aéreos o terrestres porque la contaminación sería inevitable”, advirtió José Esteban García de los Ríos, profesor de microbiología y autor de un libro sobre los riesgos que entrañan esas armas.
Es decir que hay que apoderarse de los lugares en los que están almacenadas y “poner en marcha los costosos protocolos para inactivar cada una de las sustancias que se emplean en su fabricación”, prosiguió García de los Ríos.
“Los agentes biológicos pueden ser inactivados más fácilmente que los químicos”, explica García de los Ríos. “Pueden ser destruidos por temperaturas elevadas o por tratamientos con agentes químicos desinfectantes”, precisó.
Si el Ejército sirio leal a El Asad fuese sólo golpeado desde el aire, como sucedió en 2011 en Libia con los fieles de Moamar el Gadafi, “el atacante quedaría a salvo de una hipotética réplica con armas químicas sirias”, señala García de los Ríos. No así los países vecinos, empezando por Israel, “que estarían amenazados por tales agentes”.
El portavoz sirio advirtió, por último, que potencias extranjeras podrían proporcionar armas no convencionales a “grupos terroristas” que actúan en Siria. “(...) bombas o minas con sustancias biológicas que explotarían en algún pueblo servirían para poder acusar a las fuerzas sirias de ser las responsables”, añadió.
“Es difícil que entre los rebeldes” del Ejército Sirio Libre, formado por desertores, haya personas preparadas para emplear este tipo de armamento tan complejo”, observa García de los Ríos.
El portavoz del Ministerio de Exteriores sirio, Jihad al Maqdisi, leyó un comunicado en el que recalcó que “ningún arma química o biológica será empleada durante la actual crisis en Siria sea cual sea su evolución” excepto “en caso de agresión externa contra el país”.
Al Maqdisi intentó así tranquilizar a las potencias que temen que, a causa del caos que impera en Siria, las armas no convencionales dejen de estar bajo control. “Esas armas (...) están almacenadas y custodiadas por las Fuerzas Armadas”, subrayó.
Aunque nunca lo ha reconocido, se cree que el régimen sirio empezó a desarrollar un programa de armas químicas en 1971 y que ahora posee gas mostaza, sarín y el agente nervioso VX que podría colocar en misiles SCUD.
El comunicado sirio fue interpretado en varias capitales como una amenaza velada. El presidente estadounidense, Barack Obama, previno a Damasco de cometer "el trágico error" de usar armas químicas "porque el mundo está vigilando y tendrán que rendir cuentas ante la comunidad internacional y EE UU" si las usan. Recurrir a ellas sería “reprensible”, según Ban Ki-moon, secretario general de la ONU.
“El régimen de Siria es ya responsable de unos niveles de violencia deplorables e inaceptables en contra de su propia población, y no deberían pensar ni un ápice en usar armas químicas”, había dicho poco antes el portavoz del Departamento de Defensa, George Little, en conferencia de prensa. “Nos opondríamos de forma muy fuerte, por decirlo de forma suave, a cualquier idea que pudiera generar cualquier motivación por parte del régimen sirio de emplear ese tipo de armas”.
El ministro de Exteriores británico, William Hague, calificó de "inaceptables" las advertencias de Damasco en una entrevista y dijo que responden a la "completa ilusión del régimen" que cree estar siendo víctima de una invasión extranjera cuando "lo que ocurre es que u propio pueblo se está levantando contra un Estado policial". Su homólogo francés, Laurent Fabius, dio por hecho en televisión que el régimen de El Asad fracasará: "Al final, para él y para todos los dictadores, no habrá impunidad. El Asad va a caer, simplemente es una cuestión de tiempo".
¿Qué es una agresión externa a ojos de Damasco? El portavoz no lo aclaró. Puede que sea una intervención militar occidental o que baste con la mera presencia en Siria de guerrilleros islamistas de varias nacionalidades. La televisión pública siria mostró hoy los cuerpos sin vida de varios guerrilleros de cuatro países árabes en Qaboun, un suburbio de la capital.
Siria no firmó la Convención sobre Armas Químicas aprobada en París en 1993 y que prohíbe su uso, producción y almacenamiento. Israel sí la suscribió, pero no la ha ratificado y no está por tanto obligada a respetarla. Aun así está empeñada en que Damasco cumpla.
El gran temor israelí es que un régimen sirio al borde del colapso opte por poner su arsenal no convencional en manos de Hezbolá, la milicia chií libanesa aliada de Damasco.
“Si imaginamos que Hezbolá tiene armas químicas, es como si Al Qaeda tuviera armas químicas”, declaró el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, el domingo, a la televisión estadounidense Fox. “Esto es algo inaceptable para nosotros y para EE UU y debemos actuar para impedirlo (...)”, añadió.
“Estamos siguiendo de cerca la posibilidad de que Hezbolá trate de aprovecharse de la oportunidad de hacerse con sistemas de armamento avanzados”, señaló, por su parte, en un comunicado Ehud Barak, ministro de Defensa israelí. “He ordenado al Ejército que se prepare para una situación en la que tengamos que sopesar la posibilidad de llevar a cabo un ataque”, añadió.
Los artefactos químicos “no pueden ser destruidos mediante ataques aéreos o terrestres porque la contaminación sería inevitable”, advirtió José Esteban García de los Ríos, profesor de microbiología y autor de un libro sobre los riesgos que entrañan esas armas.
Es decir que hay que apoderarse de los lugares en los que están almacenadas y “poner en marcha los costosos protocolos para inactivar cada una de las sustancias que se emplean en su fabricación”, prosiguió García de los Ríos.
“Los agentes biológicos pueden ser inactivados más fácilmente que los químicos”, explica García de los Ríos. “Pueden ser destruidos por temperaturas elevadas o por tratamientos con agentes químicos desinfectantes”, precisó.
Si el Ejército sirio leal a El Asad fuese sólo golpeado desde el aire, como sucedió en 2011 en Libia con los fieles de Moamar el Gadafi, “el atacante quedaría a salvo de una hipotética réplica con armas químicas sirias”, señala García de los Ríos. No así los países vecinos, empezando por Israel, “que estarían amenazados por tales agentes”.
El portavoz sirio advirtió, por último, que potencias extranjeras podrían proporcionar armas no convencionales a “grupos terroristas” que actúan en Siria. “(...) bombas o minas con sustancias biológicas que explotarían en algún pueblo servirían para poder acusar a las fuerzas sirias de ser las responsables”, añadió.
“Es difícil que entre los rebeldes” del Ejército Sirio Libre, formado por desertores, haya personas preparadas para emplear este tipo de armamento tan complejo”, observa García de los Ríos.
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