Inventan una bala con «aletas» que persigue a su objetivo
La bala más eficaz del mundo es, sin duda, aquella que no falla nunca.
Aquella que es capaz de perseguir al objetivo allá donde vaya, como si de un
misil inteligente se tratara. Dentro de muy poco puede ser una realidad; una
compañía armamentística de EEUU está a punto de lanzarla al
mercado.
Una bala “autodirigida” que es capaz de corregir sobre la marcha su trayectoria puede convertirse en el arma del futuro. Una filial de la corporación armamentística americana Lockheed Martin está trabajando en esta munición que, a la espera de incorporarle unas pequeñas mejoras, puede ser una realidad dentro de muy poco.
Esta bala “autoguiada”, de momento en fase de prototipo, identifica un objetivo designado con un láser gracias a un sensor óptico, y puede cambiar su rumbo sobre la marcha, hasta 30 veces por segundo, para garantizar que impacta en el blanco aunque éste cambie de posición.
De momento, la munición es capaz de acertar a una distancia de dos kilómetros, aunque se está mejorando su precisión para garantizar que es eficaz incluso a distancias mucho mayores.
El arma, diseñada por los ingenieros de los laboratorios de Sandia, es el resultado de tres años de investigaciones, y ha sido recibido por la industria armamentística como el primer embajador de la nueva generación de enfrentamientos armados, saturados de tanta tecnología e información. Según explicó Red Jones, uno de los desarrolladores de Sandia, a la cadena estadounidense ABC, “nuestro único límite será nuestra imaginación”.
Según han explicado los propios creadores de este prototipo , que están buscando unos socios privados que financien las últimas pruebas del prototipo, las pruebas realizadas tanto en las simulaciones por ordenador como en campo abierto han sido un éxito.
Para demostrarlo, instalaron un pequeño emisor de luz en la punta de una de estas balas para mostrar cómo modificó su trayectoria al ser lanzada en condiciones de escasa visibilidad.
Once centímetros de longitud
La bala “autoguiada” mide cuatro pulgadas de largo (11 centímetros) y cuenta con un sensor óptico en su punta que contrasta la información con la de la posición de un objetivo fijado previamente. A través de unas diminutas aletas que lleva incorporadas es capaz de corregir sobre la marcha la trayectoria inicial con la que fue disparada.
Los desarrolladores de esta bala aseguran que este tipo de armamento sería una auténtica “revolución” en las batallas, ya que ayudaría a reducir las víctimas colaterales al garantizar el impacto, a la primera, en el objetivo.
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