El Ejército sirio prepara el asalto a las ciudades liberadas
Poblaciones como Zabadani, en manos de los revolucionarios del ELS, ven inminente el ataque de las tropas del presidente Bashar al-Assad
Disparos.
Un centenar de niñas se dirigen en manifestación a la plaza central de Zabadani,
como hacen cada día al terminar las clases. No se asustan, están acostumbradas.
El sonido de las balas que suenan de fondo no puede con sus gritos de «¡Hafez
al-Assad (padre del actual presidente), al infierno!», «¡Abajo el
régimen!» y «¡El pueblo quiere al Ejército Libre Sirio
(ELS)!». Es la bienvenida a Zabadani, una localidad situada a escasos
cuarenta kilómetros de la capital, Damasco, que se ha convertido en «el primer
lugar liberado del país». «Aquí el régimen de Al-Assad ya es historia», informa
uno de los responsables del comité local que ha suplantado todas las funciones
del Estado. Situada entre hermosas montañas, en plena frontera con Líbano, ha
pasado de ser el típico lugar elegido por los habitantes de la capital para
respirar aire fresco y disfrutar de un picnic, a epicentro revolucionario.
El
acceso no es complicado. Apenas dos puestos del Ejército controlan la única
carretera que lleva a este lugar. Desde el Ministerio de Información
desaconsejan el viaje, no lo prohíben, «por la presencia de minas en el camino»,
según nos comunican las fuerzas de seguridad, pero la actividad parece normal e
incluso los minibuses de transporte público operan con bastante regularidad.
Nada más entrar en «zona liberada» sorprende encontrarse con una comisaría de
Policía con las fotos del presidente y la bandera oficial del país. «Ellos están al margen de esta revolución. La Policía sigue operando
sin problemas, pero no permitiremos la entrada del Ejército de la
dictadura y de agentes de inteligencia», destaca el comandante del ELS, Firaz
Burhan. Tiene 35 años y es un ex sargento de las fuerzas del régimen que decidió
desertar para liderar la lucha en su pueblo natal. No se cubre la cara como la
mayor parte de sus hombres: «No tengo miedo, Alá está con nosotros».
Burhan
está atento a su teléfono —Damasco no ha cortado ni las comunicaciones, ni el
agua o electricidad a diferencia de lo ocurrido en los barrios del este de la
capital— y a la radio por la que le llega información constante sobre los
movimientos del enemigo, que está reforzando sus posiciones en las montañas que
rodean Zabadani. «Tarde o temprano intentarán tomar el pueblo y
hay que estar preparados», comenta. Sus hombres han comprado armas
después de vender el oro de sus mujeres. Cada kalashnikov cuesta 150.000 libras
sirias (2.000 euros al cambio), dicen que los han comprado en Siria, y «también
hemos avanzado mucho en la fabricación de artefactos explosivos improvisados».
El Ejército sirio ha perdido un tanque y dos blindados en sus intentos por tomar
esta localidad, según los mandos rebeldes que muestran fotos de sus acciones y
hablan de una especie de pacto oficioso de no agresión que se mantiene desde
hace dos semanas. «Aunque no nos fiamos porque cada día siguen disparando para
asustar a los civiles», denuncia Burhan, que quiere dejar muy claro que «somos
musulmanes, pero no radicales. Cristianos, suníes y chiíes vamos de la mano en
esta guerra contra la injusticia».
Elecciones libres
La
ciudad de Zabadani va un paso por delante de lo que estos
luchadores pretenden que sea la nueva Siria. Mientras la oposición en el
extranjero sigue dividida y no da una alternativa clara a los ciudadanos, este
pueblo celebró unos comicios municipales la semana pasada para elegir a los
nuevos dirigentes tras la huida a Damasco de los representantes del régimen.
35.000 vecinos votaron y el sheikh Mohamed Ali al-Dorsani fue el más votado.
Ahora dirige un comité de 35 personas cuya prioridad es «la seguridad de unos
ciudadanos que votaron en libertad por primera vez en sus vidas, nos enfrentamos
a un enemigo que juega sucio», asegura Al-Dorsani que insiste en la idea de que
«no hay diferencia entre religiones, todos estamos juntos en esta lucha».
En
la rebautizada plaza de la Libertad se han silenciado los gritos de las jóvenes
y el tráfico es intenso. Ruaida Khairte tiene trece años y es una de las que
participa cada día de las marchas de protesta: «No queremos vivir nuestra vida bajo la opresión», afirma
rodeada de un grupo de amigas con bufandas con los colores de la bandera
opositora al cuello. Es una de las pocas que no lleva el pelo cubierto por un
velo. Camionetas de mercancías y sobre todo motos —habituales medios de
transporte de los milicianos del ESL— se cruzan en este lugar presidido por un
pino navideño artificial del que cuelgan las fotos de los 35 «mártires» locales
de la revolución.
Miembros
del ESL acompañan en todo momento al extranjero para guiarle por Zabadani. Los
milicianos que controlan la carretera que viene desde Damasco alertan por radio
del movimiento de tropas. Se aproxima una columna de blindados, dicen. Otro
aviso anuncia la muerte de un joven desertor abatido a tiros cuando estaba a
punto de llegar a las filas del ESL en la parte alta de Zabadani. Hora de
regresar a Damasco. En el camino de vuelta el ESL ha colocado un puesto de
control y sus hombres están desplegados en las azoteas de los edificios más
próximos a una carretera totalmente bloqueada a diez kilómetros por las fuerzas
leales al presidente Bashar al-Assad, que inspeccionan vehículo a vehículo. Es
la frontera de la Siria oficial tras diez kilómetros de tierra de nadie, esa es
la distancia que separa a las dos sirias.
Fuente Diario "ABC"
La Liga Árabe insta a Naciones Unidas a que detenga 'la máquina de matar' siria
Las grandes potencias internacionales y los países árabes incrementaron hoy
su presión sobre Rusia en la ONU, donde apostaron porque el Consejo de Seguridad
rompa el silencio ante la violencia en Siria y pida la salida del presidente
Bachar al Asad, a lo que se opone Moscú.
El representante de la Liga Árabe y primer ministro catarí Hamad Bin Jassim Al Thani ha instado al Consejo de Seguridad de la ONU a tomar medidas rápidas que frenen la escalada de violencia en Siria, al tiempo que ha pedido aprobar un plan para que el presidente de Siria, Bashar Asad, abandone el poder.
El Secretario General del organismo panárabe, Nabil Al Arabi, ha animado al Consejo a llevar a cabo "una acción rápida y decisiva", mientras que Al Thani ha advertido que la "máquina de matar sigue trabajando" en Siria, en referencia a la política represiva del régimen contra los opositores.
"No estamos pidiendo una intervención militar", ha especificado el jeque Al Thani. "Estamos defendiendo el ejercicio de una presión económica concreta para que el régimen sirio se dé cuenta que es imprescindible satisfacer las demandas de su pueblo".
Por su parte, Al Arabi ha añadido que los países árabes están intentado evitar la intervención militar extranjera en una crisis que se prolonga ya 10 meses.
Al Thani ha pedido al Consejo de Seguridad de la ONU en nombre de la Liga Árabe que apoye el plan de transición que la organización regional ha presentado para detener la violencia en Siria.
"Venimos a pedir al Consejo que apoye este plan presentado por la Liga Árabe. Las esperanzas del pueblo sirio están en sus manos", dijo el jeque catarí a los 15 miembros del máximo órgano de decisión de Naciones Unidas que negocian un proyecto de resolución presentado por Marruecos y que respalda el plan de la Liga Árabe para que Al Asad abandone el poder y se forme un gobierno de unidad nacional.
El diplomático árabe fue el primero en hablar en la reunión del Consejo de Seguridad en la que se encuentra también el secretario Al Arabi, así como la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, y los ministros de Exteriores de Francia, Alain Juppé, y Reino Unido, William Hague, entre otros.
La petición de la Liga Árabe y Qatar cuenta con el respaldo de EEUU. "Tenemos una opción: estar con el pueblo de Siria o ser cómplices de la violencia allí", ha dicho la secretaria de Estado estadounidense Hillary Clinton ante los 15 integrantes del Consejo.
"Estados Unidos insta al Consejo de Seguridad a respaldar la demanda de la Liga Árabe para que el Gobierno sirio ponga fin inmediatamente a todos los ataques contra la población civil y garantizar la libertad de las manifestaciones pacíficas", ha subrayado la diplomática estadounidense.
Clinton ha advertido al Consejo de que la violencia en Siria amenaza con quedar fuera de control. "La evidencia es clara: las fuerzas de Asad están iniciando casi todos los ataques que matan a civiles, pero a medida que más ciudadanos tomen las armas para resistir la brutalidad del régimen, es cada vez más probable que la violencia se transforme en una espiral fuera de control".
La diplomática estadounidense ha asegurado que los temores de algunos miembros de la ONU de que Siria se convierta en 'otra' Libia están fuera de lugar.
El ministro británico de Asuntos Exteriores William Hague ha especificado asimismo que la resolución "no llama a la acción militar y no sería utilizada para autorizarla". Por su parte el canciller francés, Alain Juppé, ha calificado la hipotética intervención de "mito".
Fuente Diario "EL MUNDO"
El representante de la Liga Árabe y primer ministro catarí Hamad Bin Jassim Al Thani ha instado al Consejo de Seguridad de la ONU a tomar medidas rápidas que frenen la escalada de violencia en Siria, al tiempo que ha pedido aprobar un plan para que el presidente de Siria, Bashar Asad, abandone el poder.
El Secretario General del organismo panárabe, Nabil Al Arabi, ha animado al Consejo a llevar a cabo "una acción rápida y decisiva", mientras que Al Thani ha advertido que la "máquina de matar sigue trabajando" en Siria, en referencia a la política represiva del régimen contra los opositores.
"No estamos pidiendo una intervención militar", ha especificado el jeque Al Thani. "Estamos defendiendo el ejercicio de una presión económica concreta para que el régimen sirio se dé cuenta que es imprescindible satisfacer las demandas de su pueblo".
Por su parte, Al Arabi ha añadido que los países árabes están intentado evitar la intervención militar extranjera en una crisis que se prolonga ya 10 meses.
Al Thani ha pedido al Consejo de Seguridad de la ONU en nombre de la Liga Árabe que apoye el plan de transición que la organización regional ha presentado para detener la violencia en Siria.
"Venimos a pedir al Consejo que apoye este plan presentado por la Liga Árabe. Las esperanzas del pueblo sirio están en sus manos", dijo el jeque catarí a los 15 miembros del máximo órgano de decisión de Naciones Unidas que negocian un proyecto de resolución presentado por Marruecos y que respalda el plan de la Liga Árabe para que Al Asad abandone el poder y se forme un gobierno de unidad nacional.
El diplomático árabe fue el primero en hablar en la reunión del Consejo de Seguridad en la que se encuentra también el secretario Al Arabi, así como la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, y los ministros de Exteriores de Francia, Alain Juppé, y Reino Unido, William Hague, entre otros.
La petición de la Liga Árabe y Qatar cuenta con el respaldo de EEUU. "Tenemos una opción: estar con el pueblo de Siria o ser cómplices de la violencia allí", ha dicho la secretaria de Estado estadounidense Hillary Clinton ante los 15 integrantes del Consejo.
"Estados Unidos insta al Consejo de Seguridad a respaldar la demanda de la Liga Árabe para que el Gobierno sirio ponga fin inmediatamente a todos los ataques contra la población civil y garantizar la libertad de las manifestaciones pacíficas", ha subrayado la diplomática estadounidense.
Clinton ha advertido al Consejo de que la violencia en Siria amenaza con quedar fuera de control. "La evidencia es clara: las fuerzas de Asad están iniciando casi todos los ataques que matan a civiles, pero a medida que más ciudadanos tomen las armas para resistir la brutalidad del régimen, es cada vez más probable que la violencia se transforme en una espiral fuera de control".
La diplomática estadounidense ha asegurado que los temores de algunos miembros de la ONU de que Siria se convierta en 'otra' Libia están fuera de lugar.
El ministro británico de Asuntos Exteriores William Hague ha especificado asimismo que la resolución "no llama a la acción militar y no sería utilizada para autorizarla". Por su parte el canciller francés, Alain Juppé, ha calificado la hipotética intervención de "mito".
Fuente Diario "EL MUNDO"
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