Los yihadistas detenidos querían degollar a una persona en España al estilo del Estado Islámico
Día 10/04/2015 - 16.36h
Uno de los encarcelados por el juez Santiago Pedraz «estuvo a punto de atentar contra una librería judía en Barcelona»
efe
Operación policial contra el yihadismo en Barcelona
Los yihadistas detenidos en Barcelona el pasado miércoles tenían la idea de secuestrar a una persona, vestirla con un mono naranja y degollarla en España para después emitir un vídeo con la acción, según informaron fuentes de la Fiscalía de la Audiencia Nacional. Al estilo del grupo terrorista autodenominado Estado Islámico (EI), nacido en Siria. Estos planes, todavía ideas embrionarias, suponen un salto cualitativo en las células yihadistas detectadas en España. El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, quien ha interrogado a los supuestos yihadistas, ha enviado a prisión, sin posibilidad de que la eviten con el pago de una fianza, a siete de los once detenidos en la llamada operación Caronte.
Además, y según las mismas fuentes fiscales, este grupo, que se hacía llamar «Fraterninad Islámica, Grupo para la predicación de la yihad», también pretendía secuestrar a la directora de una sucursal bancaria, a la que supuestamente ya tenían identificada, para exigir un rescate con el que financiar sus actividades. Esta operación ha sido fruto de una investigación que ha durado más de un año.
Según el auto del juez, que imputa a los detenidos el delito de pertenencia a organización terrorista por formar parte de una célula afin al EI, uno de ellos «estuvo a punto de atentar contra una librería judía en Barcelona» y había propuesto en una reunión atentar territorio nacional.
La célula desarticulada tenía dos fines terroristas: captar, reclutar y adoctrinar yihadistas para enviarlos a Siria para enrolarse en las filas del grupo terrorista autodenominado Estado Islámico (EI); como esta misión no salió adelante, tenían también voluntad de atentar en España. Fuentes fiscales han señalado la rapidez con la que sus miembros, algunos de ellos conversos al Islam, se han radicalizado. Uno de ellos, precisamente uno de los ideólogos del grupo, tardó un año.
Para llevar a cabo estos fines, los yihadistas habían fotografiado diversos edificios públicos y privados de Barcelona, imágenes tomadas desde diferentes ángulos, «con idea de seguimiento», entre los que se encontraban el hotel Plaza de Barcelona. Contaban, además, con sustancias químicas para elaborar explosivos y un «arsenal bélico». Se les han incautado, así, veinticinco sacos vacíos con diferentes componentes y un saco con material de color amarillo, posiblemente azufre. Habían elaborado, incluso, un logo para identificarse, formado por un machete y una metralleta.
La resolución del juez detalla como el creador de la célula terrorista se encontraba ya «en fase de preparación de un atentado, intenando determinar un objetivo y un modo de llevarlo a cabo». Otro de los detenidos sugirió incluso, según testigos protegidos, atentar contra los «peces gordos», refiriéndose, según el magistrado, «al asesinato de políticos y ataques a estamentos oficiales como el Parlament de Cataluña».
Entre los tres interrogados para los que la fiscal no ha solicitado prisión está la única mujer detenida en esta operación antiterrorista, bautizada como Caronte. Para ellos, aún así, el ministerio público ha pedido medidas cautelares como la retirada del pasaporte y la obligación de comparecer en la Audiencia.
Por su parte, el juez central de menores ha acordado el ingreso en un centro de reforma del único menor implicado, de diecisiete años, en régimen cerrado durante seis meses. El magistrado le ha imputado un delito de pertenencia a organización terrorista.
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