El hombre que tuvo casi 500 hijos durante la Primera Guerra Mundial
Día 03/08/2013 - 14.04h
Una doctora británica ayudó a procrear a cientos de mujeres cuyos maridos habían quedado incapacitados tras la contienda
La Primera Guerra Mundial se llevó por delante la vida de millones de soldados en todo el mundo.
Los que tuvieron más suerte, regresaron a sus hogares para intentar recomponer sus vidas, no sin grandes dificultades. Como la de reanudar la vida conyugal con sus esposas, a las que no veían desde hacía años y a las que muchos de ellos ya ni siquiera podían satisfacer, bien por incapacidad física o porque habían quedado en estado de shock tras presenciar tanta atrocidad. Fue Helena Wright, una doctora británica pionera en educación y terapia sexual, quien reparó en la necesidad y el abandono de estas mujeres, que veían frustrados su deseos de ser madres y formar una familia.
«Derek suplantó a aquellos hombres heridos, gaseados o mutilados en la guerra»
La mecánica era la siguiente. Las mujeres necesitadas se ponían en contacto con Helena Wright, que les concertaba una cita con el padre de alquiler a cambio de su promesa de silencio y 10 libras que irían al fondo dedicado a financiar tan peculiar servicio secreto. Cada cita se fijaba de acuerdo con las fechas óptimas para concebir de cada mujer y rara vez se repetía, para mantener así el espíritu del servicio: fortalecer el matrimonio al traer al mundo un hijo.
Como un auténtico profesional, para cada servicio, Derek se vestía con traje oscuro, camisa blanca, pajarita de lunares y sombrero. «Los buenos modales, su sonrisa y entusiasmo hacían el resto», cuenta la publicación. Así, el joven visitó a unas 500 mujeres y cada vez que un hijo suyo llegaba al mundo, recibía un telegrama de la doctora Wright informándole.
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