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miércoles, 23 de julio de 2008

PORTAVIONES GRAF ZEPPELIN



Portaaviones Graf Zeppelin
La idea del portaaviones como arma naval surgió después de la Primera Guerra Mundial, cuando los expertos comenzaron a creer en la aviación como arma decisiva en la guerra. No estuvieron equivocados, pues en 1945 quedó definitivamente demostrado que había llegado el fin de la era del acorazado como la principal arma naval y el portaaviones ocupó su lugar.
En Alemania el proyecto de construir un "Flugzeugtrager" se puso en el tapete en 1933, cuando se le encargó a la marina el diseño de una nave que desplazara 20 mil toneladas, navegando a 33 nudos, con 8 cañones de 20,3 cm, fuerte armamento antiaéreo y protección estructural similar a la de un crucero de batalla. La nave debía transportar entre 50 y 60 aviones.

Hasta ahí todo estaba bien, el problema era que Alemania no tenía experiencia en ese tipo de naves debido a las limitaciones que le impuso el Tratado de Versalles. Por razones obvias, los ingenieros alemanes tampoco podían tener acceso a los desarrollos en el campo de la aviación naval realizados en Estados Unidos y Gran Bretaña. La única posibilidad para ellos era tomar como referencia los portaaviones japoneses y lo que se conocía por la literatura existente relacionada con el tema.
Wilhelm Hadeler
La responsabilidad sobre el diseño recayó en la persona del Arquitecto en jefe de la marina, el Ingeniero Wilhelm Hadeler. La Luftwaffe no se encontraba en posición de colaborar en el más mínimo de los aspectos, que era el de recomendar la dimensión de la cubierta de aterrizaje y despegue, además de la capacidad y dimensiones de los ascensores y catapultas, ello debido a que nunca habían hecho ninguna prueba en ese sentido.
Pese a los escollos encontrados inicialmente, Hadeler se las arregló para, en el plazo de un año, tener un diseño viable, con algunas diferencias en las especificaciones originales. Tomó como modelo el portaaviones británico HMS Courageous. La nave llevaría cañones de 15 cm, cañones antiaéreos de 10,5 cm y suficientes ametralladoras antiaéreas. El desplazamiento sería de 23.000 tn y la velocidad calculada fue de 35 nudos.
El 18 de junio de 1935 se firmó el acuerdo germano-británico que definía las nuevas limitaciones del armamento alemán. La Kriegsmarine podía contar como máximo con el 35% del tonelaje existente en la flota británica y eso aplicaba para todos los tipos de naves. En consecuencia, la Kriegsmarine sólo podía pensar en construir un portaaviones con un desplazamiento máximo total de 38.500 tn, o dos de 19.250 tn. Para Hadeler y los arquitectos navales alemanes, eso no era problema, como lo demostraron con los acorazados de bolsillo.
Los portaaviones "A" y "B"
Fue aprobada la construcción de dos portaaviones, el "A" podía ser incluido en el presupuesto nacional de 1936 y el "B" en el de 1938. Sin embargo, para ese momento, ni la Kriegsmarine ni la Luftwaffe le habían dado la debida importancia al proyecto, como lo demuestra el hecho de que la principal arma de defensa del portaaviones, no eran los aviones, sino la tradicional de todo buque de guerra, es decir, la artillería. De hecho las conversaciones sobre el armamento ocupaban más tiempo en discusiones sobre los cañones que en los aviones. Nunca nadie pensó en el diseño de un avión naval, sino que se le dejó a la Luftwaffe la potestad de modificar lo que tuviera a mano, en ese entonces el Stuka JU-87 como el más adaptable y luego el ME-109. El Stuka hasta para un lego era el más adecuado, pero en cuanto al segundo, era todo menos el apropiado, lo que significaba el riesgo de no tener protección de caza.
Ante la inminencia de la puesta en marcha del proyecto, eventualmente la Luftwaffe comenzó a involucrarse. Solicitó que se reemplazara la cubierta de vuelo copiada del HMS Courageous y para el efecto fue enviado a Londres un alto oficial de construcciones navales para que visitara al HMS Furious, que se había abierto al público en esos días. Por supuesto que la visita no brindó grandes dividendos, pues fueron escasos los datos estructurales que pudieron conseguir.
Las conversaciones con la Armada Imperial Japonesa fueron más fructíferas, logrando que en 1935 una comisión visitara al portaaviones japonés Akagi. El resultado fue menos productivo que el esperado porque a resultas de la visita, solamente se incluyó un ascensor central en la cubierta y otras modificaciones menores. Sin embargo, se confirmó que el proyecto alemán estaba bien encaminado.
Comienza la construccion
El diseño se completó y a fines de 1945 se le otorgó la construcción del portaaviones "A" al astillero Deutsche Werke Kiel A.G. mediante contrato firmado el 16 de noviembre de 1935. La única dificultad en esos momentos, era que el astillero trabajaba a plena capacidad en la construcción de los acorazados Gneisenau, el crucero pesado Blucher, los destructores Z1 a Z4, los submarinos U-13 a U-16 y del barco de suministros Franken. Por tanto, no había rampas disponibles para poner la quilla y en consecuencia sólo podía iniciarse la construcción de las partes prefabricadas.
Graf Zeppelin
El 28 de diciembre de 1936, veinte días después del lanzamiento del Gneisenau, fue puesta la quilla en la Rampa I y dos años después, el 8 de diciembre de 1938, terminadas las obras de astillero, fue lanzado al agua el portaaviones "A" bautizado como Graf Zeppelin. El buque contaba con 4 turbinas a vapor con una potencia total de 200.000 HP. Tennía 262.5 metros de eslora 31.5 metros de manga. La cubierta de vuelo medía 244 metros x 30 metros y utilizaba dos catapultas de aire comprimido que permitirían poner en el aire 8 aviones en 3,5 minutos.
Los portaaviones "C" y "D"
La construcción del portaaviones "B" fue otorgada en contrato al astillero Friedrich Krupp Germania en Kiel. Pero la quilla sólo podía se puesta a mediados de 1938, después de lanzado al agua el crucero pesado Prinz Eugen. La construcción del segundo portaaviones se planificó para ser realizada lentamente (el lanzamiento estaba previsto para julio de 1940), con el objeto de utilizar la experiencia adquirida en la construcción del Graf Zeppelin. Pero, al comenzar la guerra, solamente se había construido parte de la estructura del casco, hasta alcanzar la altura de la cubierta. De acuerdo con la situación de paz, se planificó la construcción de los portaaviones "C" (en el astillero Germania) y "D" (en el astillero Deutsche Werke) para ser lanzados al agua en abril de 1941 y julio de 1944 respectivamente.
Luftwaffe vs Kriegasmarine
Para entonces, la industria aeronáutica alemana apenas podía cumplir con las demandas de la Luftwaffe. Simplemente no tenía capacidad para desarrollar nuevos aviones, ni para la Luftwaffe ni para la Kriegsmarine. Además la marina tropezaba con un gran escollo: Goering. El mariscal comandante en jefe de la Luftwaffe había declarado que todo lo que volaba era de su incumbencia y por tanto no se puede descartar que tuviera la intención de que el Graf Zeppelin fuera comandado por un aviador o en una suerte de comando compartido entre la Kriegsmarine y la Luftwaffe. Quién sabe qué tendría en la cabeza en ese respecto el incompetente mariscal.
Los aviones del Graf Zeppelin
Dada la situación, la Luftwaffe tuvo que trabajar el proyecto con los aviones existentes. Básicamente tenían que modificar las alas para que fueran plegadizas, añadir un gancho de aterrizaje y algún refuerzo en el tren de aterrizaje y la estructura del fuselaje. La demanda inicial fue de 43 aparatos, incluyendo cazas, bombarderos en picada y aviones de exploración y uso general. El primer intento se hizo con el biplano Arado 197, una variante del existente Arado 68. Este modelo hizo pruebas de vuelo en 1938-1939, pero cuando llegaron a la conclusión de que se requería una velocidad de 400 kph, cuando menos, se suspendió su participación en el programa. Se pensó en el Messerchmitt ME-109T, variante del modelo "109E", pero resultó muy inestable e inadecuado para despegar y aterrizar en un portaaviones. Sin embargo a falta de un substituto se le mantuvo en el proyecto. El único viable resultó el Junkers 87 Stuka como bombardero en picada que fue exitosamente modificado y pasó las pruebas en el Instituto de Pruebas de Travemünde. También se ordenaron los Fieseler 167 y Arado 195, pero entre 1939 y 1940 fueron retirados del proyecto por ser inadecuados.
Se suspende la construcción
Al comenzar la guerra, el Graf Zeppelin estaba terminado en un 85%. Las primeras pruebas de mar se esperaba que podían realizarse a fines de 1940 y comienzos de 1941. Pero súbitamente, la Kriegsmarine le dio prioridad a la construcción de submarinos y demás buques de guerra y el proyecto se retrasó, pues el portaaviones fue puesto en el último nivel de prioridad en la escala de cosntrucciones. El portaaviones "B" fue cancelado el 19 de setiembre de 1939 y canibalizado para usar las partes y el acero en otras construcciones. Finalmente, el 29 de abril de 1940, el Almirante Raeder sugirió que se detuviera la construcción del Graf Zeppelin para acelerar la entrega de los demás buques que mucha falta esraban haciendo. Los cañones de 15 cm fueron llevados a Noruega para reforzar las defensas costeras. Los cañones antiaéreos fueron trasladados a varios lugares y el sistema de control de tiro fue enviado a los rusos como parte de los acuerdos del Pacto de Amistad con la URSS.
Almacén flotante
El 6 de julio de 1940 el Graf Zeppelin fue remolcado a Gotenhafen para mantenerlo alejado de la amenaza aérea, sirviendo como almacén de madera para la Kriegsmarine. Antes del ataque a Rusia, el portaaviones fue enviado a Stettin, para evitar los ataques aéreos de los rusos, pero como la fuerza aérea rusa fue aniquilada, el portaaviones fue llevado de regreso a Gotenhafen.
Se reanuda la construcción
En el transcurso de la guerra, la importancia del portaaviones y la aviación embarcada se hizo evidente. El ataque a Tarento y el ataque al Bismarck, con aviones obsoletos para la época, convenció a Hitler que había que reanudar la construcción del Graf Zeppelin. El 16 de abril de 1942, fue analizado el asunto llegando a la conclusión de que los trabajos en el casco y la planta motriz podían completarse para mediados de 1943. Las catapultas debían ser modificadas, cambiándolas por unas más poderosas, aunque era posible que se pudieran adaptar las existentes en 6 meses. Era factible entonces terminar el portaaviones entre fines de 1943 y comienzos de 1944. Pero, el desarrollo de un avión naval, no podía ser posible para ser entregado antes de 1946.
Hitler ordena suspender la construcción
El 13 de mayo de 1942 se cursaron las órdenes para reanudar la construcción del buque, que además debía sufrir nuevas modificaciones estructurales que aumentaban el peso y requerían su ecualización con modificaciones en el casco. El Graf Zeppelín fue remolcado de Gotenhafen a Kiel, el 30 de noviembre de 1942, donde fue puesto en dique flotante el día 3 de diciembre, para hacerle las modificaciones al casco. Los cambios en la maquinaria de propulsión comenzaron simultáneamente. La puesta en servicio del portaaviones estuvo fijada para agosto o setiembre de 1943, cuando comenzarían las pruebas de mar. Pero el 30 de enero de 1943 llegó la orden del Führer que mandaba la suspensión de la construcción de todas las naves mayores. El Almirante Reader renunció. La orden de suspender la construcción del Graf Zeppelin llegó el 2 de febrero de 1943. Hasta marzo sólo se completó el sistema de bombeo para achicar el agua en caso de inundación.
El fin del Graf Zeppelin
El 21 de abril, el portaaviones fue remolcado a Stettin acoderado a un muelle con apenas 3 metros de agua bajo la quilla. Ahí esperó la invasión rusa del territorio del Reich. Un comando de 10 hombres fue destacado para hundir el buque en caso de ataque. A las 18:00 horas del 25 de abril de 1945, el capitán Wolfgang Kähler bajo el mando del almirante Comandante del Mar Báltico en Stettin, dio la orden de volar el buque. Poco después llegaron los rusos. Desde una grúa en el astillero Vulkan, Kähler verificó el cumplimiento de la orden. El buque quedó asentado en el fondo con serios daños estructurales que harían imposible su recuperación. A los especialistas de la marina soviética les tomó hasta marzo de 1946 el poder reflotar el buque para llevarlo a Swinemünde. Las cubiertas fueron cargadas con enormes cantidades de bienes productos del saqueo. El 14 de agosto de 1947, nuevamente fue remolcado para ser llevado a aguas rusas. Se dice que tocó una mina en Finlandia, pero posteriores investigaciones demostraron que fue llevado a Leningrado donde fue desmantelado pieza por pieza. Se dice también, que el casco fue usado en maniobras de torpedeamiento por destructores soviéticos

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