Manuel Ángel González salvó la vida a un infartado en Pablo Iglesias cuando, fuera de servicio, paseaba con su bebé
30.11.13 - 00:29 -
Se encontraba fuera de servicio y paseaba por la avenida de Pablo Iglesias tirando del carrito de su hijo de once meses. Se acercó a un grupo de gente arremolinada en la acera y comprobó que en el suelo había un hombre agonizando. No se lo pensó dos veces. Le dio la vuelta al carricoche para que el niño no presenciase la escena y se remangó para practicarle las labores de reanimación a la víctima, de 68 años y con graves problemas coronarios. Se había desplomado a escasos metros del portal de su domicilio y apenas tenía pulso. «En ese momento no piensas en otra cosa que no sea en salvarle la vida. Actúas tan rápido que no tienes tiempo ni a ponerte nervioso. Somos policías las 24 horas aunque no estemos en turno de trabajo», explica Manuel Ángel González, destinado en la actualidad en la Policía Judicial y curtido en sus muchos años de radiopatrulla.
Junto con un viandante que resultó ser médico, consiguieron sacar de la parada cardiorespiratoria a la víctima y mantenerla con vida hasta la llegada de los servicios sanitarios que lo trasladaron en UVI móvil al hospital, donde una semana después continúa ingresado en estado grave. Fueron unos cuatro minutos de mucha tensión. «Llegaron también al poco tiempo otros dos compañeros, un veterano y una policía de prácticas, que intervinieron turnándose con nosotros para mantener al hombre con vida hasta que llegó la UVI», comenta el agente, quien, pese a todo, no se considera un héroe. «Es mi trabajo. Da igual que esté de uniforme o de permiso, el que es policía lo es en todas las circunstancias».
No era la primera vez que ponía en práctica la formación de primeros auxilios que le dieron en la Escuela de Policía de Ávila. Estando de servicio ha tenido que intervenir en hasta tres ocasiones. Dos de ellas fueron a adultos que sufrieron un infartos en plena calle. El tercer caso fue el de un bebé de cinco meses que falleció por muerte súbita en un piso de la avenida Schulz y cuya madre al conocer la desgracia se tiró por la ventana, quedando gravemente herida. «Cuando llegamos el niño ya estaba muerto, pero aún así lo intentamos hasta el último momento», dice. Fue el episodio que más le ha marcado en sus 16 años de servicio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario