El general cantante de Obama
Probablemente en un país europeo habría acabado con la carrera pública de cualquier persona. Pero el sentido del ridículo —o de la fiesta— a un lado y al otro del Atlántico es diferente. Pero aquí está el próximo comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, el general del Ejército de Tierra Martin Dempsey, imitando a Frank Sinatra hace un año. No está claro que Dempsey pueda ganar las dos guerras y media en las que está involucrado ahora mismo EEUU (Afganistán, Irak y Libia). Pero sí que puede tratar de convencer a los talibán de que dejen las armas a base de serenatas.
Así, Barack Obama ha acabado eligiendo como próximo jefe del estado Mayor de Estados Unidos al general Martin Dempsey, que hasta ahora era el máximo responsable del Ejército de Tierra. El nombramiento de Dempsey se produce tras toda una guerra burocrática en la que el secretario de Defensa, Robert Gates, y el actual jefe del estado mayor, el almirante Mike Mullen, han convencido al propio presidente de la idoneidad de este general de 59 años.
Porque el elegido de Obama no era Dempsey, sino el actual ‘número dos’ del Alto Estado Mayor, el general de la Infantería de Marina James Cartwright. Según los medios de comunicación estadounidenses, Gates y Mullen torpedearon el nombramiento de Cartwright porque éste a su vez les ‘puenteó’ en varias ocasiones para tratar directamente con Obama, sobre todo asuntos relativos a la Guerra de Afganistán.
Y la Casa Blanca acabó convencida de que ya hay bastantes generales con propensión a ser ‘estrellas’, empezando por el actual comandante en jefe de la Guerra de Afganistán y futuro jefe de la CIA, David Peatraeus —que podría ser candidato republicano en 2016— y terminando por Stanley McChrystal, que le precedió en el cargo hasta que fue destituido después de realizar unas explosivas declaraciones a la revista ‘Rolling Stone’ en las que ponía a, entre otros, el vicepresidente Joe Biden, de vuelta y media.
Con semejantes antecedentes, Obama ha optado por Dempsey: un militar discreto, eficaz y, desde luego, con buena voz.
Fuente Diario "EL MUNDO"
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