Scan Eagle: 500 horas vigilando las costas de Somalia a vista de dron
Publicado por Esteban Villarejo el Jul 23, 2017
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El buque de asalto anfibio Galicia (L-51) de la Armada Española concluye a finales de julio su mando de la Operación Atalanta, una exitosa misión de la UE lanzada a finales de 2008 para erradicar la piratería en el Índico y las costas de Somalia.
Tras unos años de tranquilidad en la zona -desde 2012 apenas habían existido incidentes de piratería- la tendencia parece haber cambiado este año: desde marzo de 2017 han ocurrido varios incidentes hasta un total de seis casos reconocidos oficialmente como acciones de piratas, aunque ninguno de ellos consiguió su objetivo (secuestrar el buque para pedir un posterior rescate).
En uno de ellos, acaecido el 22 de abril, un equipo de Operaciones Especiales del «Galicia» tuvo que realizar un abordaje al buque atacado y prestar apoyo sanitario a algún miembro de la dotación herido durante el incidente. «Se identificaron asimismo un buen número de impactos de bala en la superestructura del barco que navegaba sin ningún tipo de protección».
La rápida acción del «Galicia» -a unas 12 millas- evitó el posible secuestro del buque Costina, que se dirigía a Mogadiscio. «Los piratas cuando advirtieron nuestra presencia huyeron a la costa», destaca una fuente militar testigo del incidente.
Desde hace dos años, y con el objetivo de recabar información e imágenes ante una actuación similar o vigilancia en las costas, la Armada Española cuenta con un arma sigilosa en la Operación Atalanta: el dron Scan Eagle, un avión remotamente tripulado que durante este último despliegue a bordo del Galicia cumplió las 500 horas de misión al servicio de la Armada Española.
El Scan Eagle es operado por la última escuadrilla de aeronaves creada por la Armada Española -la Undécima- que cuenta con un total de ocho aviones de este tipo, fabricados por la empresa estadounidense Insitu, empresa subsidiaria de Boeing. A bordo del Galicia, el sistema está constituido por cuatro aeronaves, una de las cuales está especialmente concebida para la adquisición y toma de imágenes nocturnas.
«Entre 6 y 8 horas al día»
«Los vuelos suelen durar entre 6 y 8 horas al día. El Scan Eagle está diseñado para operar tanto de día como de noche, no tenemos limitaciones en ese aspecto», destaca a ABC el teniente de navío Javier Moreno Ochoa, operador jefe del Scan Eagle en la Operación Atalanta.
Este RPAS – «Remotely Piloted Aircraft System», como se conoce por su acrónimo inglés- puede llegar a tener una autonomía máxima de 24 horas si fuese necesario y opera a una distancia de hasta 50 millas náuticas respecto al buque (90 km.). Su altura máxima de vuelo son 5.950 metros y alcanza una velocidad de crucero de 111km/h.
«El Scan Eagle cuenta con la gran ventaja de su discreción y de su autonomía. Además, su reducido tamaño permite a la aeronave orbitar en zonas concretas de donde puede extraer información durante un largo periodo de tiempo. Transmite imágenes en tiempo real al Centro de Información y Combate del buque, donde el comandante puede tomar las decisiones oportunas durante el transcurso de las operaciones», explica el teniente de navío Moreno.
¿Avión P-3 Orion o drone?
La utilización de este tipo de aviones remotamente tripulados en la Operación Atalanta ha venido a complementar el trabajo de inteligencia que también realizan las unidades aéreas con sus aviones de patrulla marítima. En estos momentos hay dos P-3 Orion desplegados en la base de Yibuti, un español del Ejército del Aire y un alemán de la Luftwaffe.
«El Scan Eagle permite obtener un patrón de vida detallado mediante la observación prolongada de un área, mientras que el P-3 Orion cubre un área más amplia, ya que puede recorrer más millas náuticas», explica el teniente de navío Moreno sobre las diferencias de ambos sistemas de vigilancia y recopilación de imágenes.
Cinco partes
El Sistema se compone de cinco piezas fundamentales para su funcionamiento: 1) el lanzador o catapulta, que es el encargado de proporcionar al avión la velocidad inicial necesaria para su despegue; 2) el recuperador, donde la aeronave se engancha al «aterrizar» en el buque; 3) la estación de control, donde el piloto controla la aeronave y gestiona la información obtenida a través de su cámara y otros sensores; 4) las antenas, que transmiten la información entre el buque y la aeronave; 5) y la aeronave, el elemento más visible del sistema y encargado de transportar los distintos sensores como la cámara de alta resolución con visión nocturna y térmica (gran joya del sistema).
El Scan Eagle también ha sido empleado en otras misiones como la de Afganistán, donde en 2013 se iniciaron las pruebas del Ejército de Tierra con personal de Insitu desde la base de Qala i Nao. Tras ese primer test, y habiendo probado otros sistemas de vuelo remotos, la Armada decidió adquirir el avión de Insitu. A partir de octubre este avión con personal de la Armada Española desplegará también en Irak.
«La experiencia está siendo muy positiva. Es un sistema que funciona muy bien embarcado, que proporciona una capacidad de la que antes no se disponía. La Armada Española ha pasado a formar parte del reducido grupo de marinas que disponen de RPAS embarcado». En Somalia está teniendo su primera gran prueba de fuego.
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