El 83% de los yihadistas condenados en España son extranjeros
Un estudio del Real Instituto Elcano revela que un 25% han convertido su actividad en una profesión
Cataluña y Madrid son las comunidades con mayor actividad de estos grupos
Estas son algunas conclusiones del estudio sobre los 84 yihadistas condenados o muertos en actos suicidas en España —los siete autores del 11-M muertos en Leganés— elaborado por el Real Instituto Elcano que dirige Charles Powell, y presentado este miércoles por Fernando Reinares, investigador principal de terrorismo internacional de esta institución, y Carola García-Calvo.
El matrimonio, los hijos y la estabilidad familiar no son un antídoto para el terrorismo yihadista. El 67,7% de los condenados estaba casado en el momento de ser detenidos o de suicidarse. La mayoría tenía hijos. Entre las esposas, el 50% son de origen español y un 20 % marroquíes. Las esposas de los sirios Imad Eddin Barakat, Abu Dahdah, y de Mustafá Setmarian, primeros fundadores de Al Qaeda en España, son madrileñas.
Fernando Reinares asegura que las creencias religiosas, la importancia del matrimonio en la religión musulmana y, en ocasiones, factores instrumentales como la obtención de papeles y enlaces por lealtades dentro del clan o entre grupos distintos son la explicación de este fenómeno. Apenas un 10% de los militantes de ETA estaba casado cuando entraron en la banda.
Por nacionalidades, destacan los yihadistas marroquíes (29,8%) y argelinos (28,5%), también los paquistaníes, que son el 19%, y los sirios, un 5,9%. Reinares destacó la importancia de los argelinos y añadió que de 56 procesados pendientes de juicio y sentencia en la Audiencia Nacional tres de cada diez son de esa nacionalidad. Pese a la pequeña comunidad argelina en España, alrededor de 47.000, la presencia de numerosos yihadistas de esa nacionalidad lo explica el hecho de que el Grupo Islámico Armado (GIA) se estableció en España en los años noventa y echó las primeras raíces del salafismo. Alekema Lamari, uno de los suicidas del 11-M, fue uno de los primeros detenidos en España en una operación policial en Valencia.
El estudio revela una gran diversidad en la educación de los yihadistas condenados en España. Los hay tanto sin educación como con estudios universitarios y doctorados, como es el caso de Serhane el Tunecino, uno de los suicidas del 11-M. En los últimos años, cada vez hay más analfabetos. Uno de cada cuatro no tiene una ocupación conocida ni está en el paro, son yihadistas que han convertido su actividad en una profesión. En el Reino Unido, esta cifra de yidahistas "profesionales" supera el 45%. "Viven de las donaciones y se dedican a reclutar, financiar y preparar atentados", dijo Reinares. Destacan, también, los empresarios o trabajadores por cuenta propia, en su mayoría sirios pertenecientes a los Hermanos Musulmanes que huyeron de su país y se establecieron en España.
Dos de cada diez yihadistas tenía antecedentes penales por otro tipo de delitos. Los investigadores del Real Instituto Elcano destacaron en este punto la importancia del proceso de radicalización en las cárceles para explicar el perfil de delincuente de algunos de los condenados. Por comunidades, el trabajo aflora que siete de cada diez yihadistas estaban activos en la Comunidad de Madrid o Cataluña. En este última, el porcentaje se duplica en los últimos años. "Cataluña se convierte en el escenario principal de la actividad yihadista en España", afirmó Reinares. Andalucía y la Comunidad Valenciana son, también, muy significativas. Por ciudades, sobresalen Madrid y Barcelona, con datos relevantes en Valencia. Seis de cada diez condenados han residido o fueron detenidos en el litoral mediterráneo. Los yihadistas condenados han vivido en al menos 26 localidades españolas. El estudio del Real Instituto Elcano solo incluye a los yihadistas condenados, por lo que Reinares subrayó que "aquí faltan muchas personas que no hemos podido incluir por razones deontológicas".
En España no ha habido yihadistas condenados que pertenezcan a una segunda generación de inmigrantes. "Estamos ante una segunda generación mucho más vulnerable. En Italia ya ha aparecido el primer caso de un terrorista perteneciente a la segunda generación", advirtió el investigador. Todos los terroristas que protagonizaron el 11-M en Madrid en 2004 pertenecían a la primera generación, aunque los autores de la matanza en Londres, el 7 de julio de 2005, eran de la segunda. Reinares reclamó que el Gobierno haga pública su estrategia antiterrorista como medio para prevenir ataques y concienciar a la ciudadanía del riesgo del terrorismo internacional.
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