Madrid, 30 de enero de 1922.
A la señora madre del glorioso Teniente Caballero Legionario
D. Horacio Pascual Lascuevas.
Muy respetada señora mía y de mi mayor cariño: Al empezar
esta carta atravieso momentos del mayor dolor y angustia para decirla, señora,
que nuestro queridísimo Horacio, su hijo del alma, uno de los mejores y más
valientes oficiales de la Legión Extranjera, el más querido de todos sus
compañeros, el más admirado por sus soldados, el que gozaba del cariño de sus
jefes y el mío singularmente, pues le quería con toda mi alma y él correspondía
fielmente, el 10 de enero ha encontrado la muerte más gloriosa que puede
apetecer el más bravo de los soldados.
Sepa, señora, que su hijo, el teniente D. Horacio Pascual
Lascuevas, murió al frente de su sección, cayó muerto entre sus legionarios,
que murieron rodeando su cadáver, que cayó porque en la retirada hizo muralla
con su cuerpo y el de sus hombres para que las demás tropas de la columna
pudieran retirarse sin peligro ante un enemigo que atacaba ferozmente; fué al
empezar a anochecer, en el día 10 de enero, y en la cabila del Ajmás. Horacio
mandaba la sección de extrema retaguardia ; el enemigo cayó sobre él como un
alud en un terreno fragosísimo y abrupto, en una cañada profunda con pendientes
casi inaccesibles; al caer, su compañía entera acudió, y junto a él, y con
igual gesto heroico, murieron a su lado los alféreces Villar y Salvador
Claverías, también rodeados de sus legionarios, y aunque sea cruel en estos
momentos aumentar el dolor del santo pecho de una madre, le diré, señora, como
española, que Horacio quedó muerto amenazando con los puños al enemigo y mirando
fijamente al que le arrebató la vida para bien de nuestra Patria y para dolor
de nosotros, que no le olvidaremos jamás, jamás. Su cuerpo reposa en Ceuta, al
lado de sus otros valientes camaradas; yo lo acompañé hasta el último momento,
y yo, señora mía, rodeado de todos sus compañeros, lancé los vivas con que nos
despedimos del que cae.
La memoria de su hijo vivirá siempre en la Legión
Extranjera; el recuerdo de su nombre queda grabado en mi corazón con el mismo
cariño y la misma ternura que si hubiera muerto mi propio hijo; lloro, sí,
señora; lloro por él.
Ya no sé decir más en esta carta; no se olvide usted tampoco
de mí, y que nos sirva de santo lazo de amistad el recuerdo de nuestro querido
muerto, el más bravo, el más audaz de los tenientes legionarios, el glorioso
Horacio Pascual Lascuevas.
Beso con todo respeto su mano de usted, señora.
Millán Astray.
A FONDO: EL GENERAL MILLÁN ASTRAY FUNDADOR DE LA LEGIÓN ESPAÑOLA
José Millán-Astray y Terreros (La Coruña, España, 5 de julio de 1879 - Madrid, España, 1 de enero de 1954) fue un militar español, fundador de la Legión Española y de Radio Nacional de España. Procurador en
las Cortes
Españolas en las cuatro primeras legislaturas del período
franquista..
Nace en La Coruña el 5 de julio de 1879, hijo de José Millán Astray (de quien tomará,
uniéndolos, ambos apellidos) y de Pilar Terreros Segade. El padre, abogado de
profesión y con aficiones literarias, obliga al joven José a estudiar Derecho,
si bien éste aspiraba a ser militar, lo que finalmente hará.
Ingresa el 30 de agosto de 1894 en la Academia de Infantería de
Toledo donde sigue el programa de estudios abreviado dispuesto por el
Gobierno para atender las necesidades de oficiales de los conflictos de Ultramar
(Cuba y Filipinas), graduándose con apenas diecisiete años
como teniente segundo y sirviendo después en el regimiento de infantería
Asturias nº 31 Madrid. El 1 de septiembre de 1896 ingresa en la Escuela Superior de Guerra,
en la que interrumpe sus estudios para incorporarse voluntario a un batallón
expedicionario que zarpa para Filipinas. Durante su estancia en la isla se
distingue por su valor, especialmente por su actuación en la defensa, con apenas
diecisiete años, de la población de San Rafael con treinta hombres contra un
número muy superior de rebeldes tagalos,
hecho que le vale la Cruz de María Cristina.
Carrera militar
A su regreso a España
reingresa en la Escuela de Guerra obteniendo el Diploma del Estado Mayor. El 2 de marzo de 1906 se casa con Elvira
Gutiérrez de la Torre, hija del general Gutiérrez Cámara. Se dice que
después de la boda, ésta le informó de que había jurado mantener su castidad de por vida. A partir de
entonces, en palabras del propio Millán-Astray, mantendrían una "relación
fraternal". Por su parte, ella se encargaría de cuidar del general con verdadera
devoción. Aunque si eso hubiera sido así, el matrimonio católico podría haber sido
anulable.
Interesado en crear un
cuerpo de voluntarios extranjeros a semejanza de la Legión Extranjera Francesa, va
a Argelia a estudiar in situ el
funcionamiento de dicho cuerpo del ejército francés. El ministro de la Guerra
general José Villalba Riquelme manda fundar
la Legión por orden del día 28 de enero de 1920 y le encomienda crear después el
llamado Tercio de Extranjeros, siendo su primer teniente coronel jefe y
contando con la colaboración de Franco. Haría famosos los lemas "¡Viva la
muerte!" y "¡A mí la Legión!". También actúa como director de la Oficina de
Radio, Prensa y Propaganda del Cuerpo de Mutilados de Guerra.
Durante la Guerra de Marruecos sufrió cuatro graves
heridas:
- La primera se produjo el 17 de septiembre de 1921, en el barranco de Amadí es herido en el pecho cuando estaba dando órdenes para la toma de Nador.
- La segunda el 10 de enero de 1922 después del combate de Draa-el Asef, se estableció el bloqueo “Gómez Arteche”. Al ser relevado por el Teniente Coronel González Tablas, fue herido en una pierna mientras se retiraba.
- La tercera fue el 26 de octubre de 1924, cuando, ascendido a Coronel y camino del Fondak de Ain Yedida para tomar el mando de la columna R´gaiga, encontró la carretera cortada por el fuego enemigo. Cuando se aproximó a primera línea para arengar a los soldados del Batallón de Burgos, recibió un disparo que le destrozó el brazo izquierdo. Dicho brazo le fue amputado al habérsele diagnosticado gangrena.
- La cuarta herida la sufrió el 4 de marzo de 1926, cuando se encontraba al mando de una columna, entabló combate con el enemigo y consiguió tomar Loma Redonda, dando orden de fortificarla. Mientras examinaba los primeros puestos, recibió un disparo en el rostro que le destrozó el ojo derecho y le produjo desgarros en el maxilar y en la mejilla izquierda. A causa de esta herida perdió dicho ojo y sufriría de vértigo cada vez que girase la cabeza durante el resto de su vida.
Durante la Guerra
Civil Española tuvo un papel secundario en el ejército sublevado contra la
II República Española. Siendo
célebre el altercado que mantuvo con Miguel de Unamuno el 12 de octubre de 1936 en el paraninfo de la Universidad de Salamanca, al que
habían asistido diversas personalidades franquistas con motivo de la celebración
de la Fiesta de la Raza (lo que hoy es el Día de la
Hispanidad, el aniversario del descubrimiento de América): el
obispo de Salamanca, Enrique Plá
y Deniel, el gobernador civil, Carmen Polo Martínez-Valdés (esposa de Francisco
Franco) y el propio Millán-Astray.
Lo que sucedió, según
cuenta en su magna obra La guerra civil española el hispanista inglés Hugh Thomas, es lo siguiente:
el profesor Francisco Maldonado, tras las
formalidades iniciales y un apasionado discurso de José María Pemán, pronuncia un
discurso en que ataca violentamente a Cataluña y las Vascongadas, calificando a estas regiones como
"cánceres en el cuerpo
de la nación. El fascismo, que es el
sanador de España, sabrá cómo exterminarlas, cortando en la carne viva, como un
decidido cirujano libre de falsos sentimentalismos. "
(Algunos jóvenes estudiantes falangistas (según otros carlistas) intentan enmendar el viva la muerte con vivas a Cristo Rey y a la paz misericordiosa (...) pero son apagados por los ensordecedores gritos de ritual pseudorracionales y acaban siguiéndolos).
- "¡España ...", vuelve a exclamar Millán-Astray; ".. grande!", replica el auditorio.
- "¡España ...", finaliza el general; "... libre!", concluyen los congregados.
Después un grupo de
falangistas ataviados con la camisa azul de la Falange hacen el saludo fascista, brazo
derecho en alto, al retrato de Francisco Franco que colgaba en la pared. Se
intenta así enmendar el incidente aunando esfuerzos de hermandad y moral (algo
quebrada por el incidente) al unísono.
Miguel de Unamuno,
que presidía la mesa, se levanta lentamente y dice: "Estáis esperando mis
palabras. Me conocéis bien, y sabéis que soy incapaz de permanecer en silencio.
A veces, quedarse callado equivale a mentir, porque el silencio puede ser
interpretado como aquiescencia. Quiero hacer algunos comentarios al discurso
-por llamarlo de algún modo- del profesor Maldonado, que se encuentra entre
nosotros. Dejaré de lado la ofensa personal que supone su repentina explosión
contra vascos y catalanes. Yo mismo, como sabéis, nací en Bilbao. El obispo , dice Unamuno señalando al obispo
de Salamanca-, lo quiera o no lo quiera,
es catalán, nacido en Barcelona.
Pero ahora acabo de oír el necrófilo e insensato grito "¡Viva la muerte!" y yo,
que he pasado mi vida componiendo paradojas que excitaban la ira de algunos que
no las comprendían he de deciros, como experto en la materia, que esta ridícula
paradoja me parece repelente. El general Millán-Astray es un inválido. No es
preciso que digamos esto con un tono más bajo. Es un inválido de guerra. También
lo fue Cervantes. Pero desgraciadamente en España
hay actualmente demasiados mutilados. Y, si Dios no nos ayuda, pronto habrá
muchísimos más. Me atormenta el pensar que el general Millán-Astray pudiera
dictar las normas de la psicología de la masa. Un mutilado que carezca de la
grandeza espiritual de Cervantes, es de esperar que encuentre un terrible alivio
viendo cómo se multiplican los mutilados a su alrededor."
En ese momento
Millán-Astray exclama irritado "Muera la intelectualidad traidora", "Viva la
muerte", aunque por el gran alboroto del público no se percibió esa frase, que
fue solo oída por la gente que estaba más cerca del general, naciendo así la
leyenda de que realmente dijo: "¡Muera la inteligencia! ¡Viva la muerte!"
(leyenda que nace de las declaraciones de Serrano Suñer, el cual no se
encontraba en la universidad), aclamado por los asistentes. El escritor José María
Pemán, en un intento de calmar los ánimos, aclara: "¡No! ¡Viva la
inteligencia! ¡Mueran los malos intelectuales!".
Miguel de Unamuno,
sin amedrentarse, continúa: "Éste es el templo de la inteligencia, y yo soy
su sumo sacerdote. Estáis profanando su sagrado recinto. Venceréis, porque
tenéis sobrada fuerza bruta. Pero no convenceréis. Para convencer hay que
persuadir, y para persuadir necesitaréis algo que os falta: razón y derecho en
la lucha. Me parece inútil el pediros que penséis en España. He dicho."
A continuación, el
público asistente se encolerizó con Unamuno y le dirigió todo tipo de insultos
por lo que, gracias a la intervención de Carmen Polo de Franco, quien le acompañó cogida del
brazo, abandonó el recinto universitario y se trasladó hasta su domicilio.
Tras el final de la
contienda, Millán-Astray actuará como jefe de Prensa y Propaganda de la
dictadura militar. Se dice que dirigiría la oficina de prensa como un cuartel
militar, obligando a los periodistas a cuadrarse y alinearse al tocar el
silbato. En 1941 conoce y se enamora,
durante una partida de bridge, de Rita
Gasset, hija de Rafael
Gasset, antiguo ministro de Fomento, y prima del filósofo José Ortega
y Gasset. Cuando ésta queda embarazada, decide separarse de su esposa Elvira
y marchar a Lisboa ante el temor de
Francisco Franco de que se produjera un escándalo, naciendo allí, el 23 de enero de 1942, su hija Peregrina.
Muerte
Fallece, enfermo del
corazón , el 1 de enero de 1954, en Madrid, siendo director general del llamado "Cuerpo de
Caballeros Mutilados de Guerra por la Patria. Su médico, el Dr. Mauro-José
Rodríguez Rey, amigo personal y pupilo de Millán-Astray en la Legión, se encargó
de comunicárselo al mismo Franco. Fue enterrado en el cementerio de la Almudena.
Condecoraciones
- Medalla Militar Individual
- Gran Cruz del Mérito Militar con distintivo rojo
- Gran Cruz del Mérito Militar con distintivo blanco
- Gran Cruz del Mérito Naval con distintivo blanco
- Cruz de 1ª clase del Mérito Militar con distintivo rojo
- Cruz de 2ª clase del Mérito Militar con distintivo rojo
- Cruz de María Cristina de 1ª clase
- Gran Cruz de la guerra italiana
- Cruz de Guerra francesa con palmas de oro.
- Gran Cruz de San Benito de Abis de Portugal
- Gran Cruz de la Medhauía
- Gran Cruz de San Lázaro
- Cruz del águila alemana.
- Medalla de la campaña de Filipinas, con pasador de Luzón.
- Medalla de Alfonso XIII
- Medalla de la campaña de Marruecos, con pasadores de Larache, Tetuán y Melilla.
- Medalla de la Paz de Marruecos, con pasadores de Tula y Marruecos
- Gran Cruz, Cruz y Placa de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo
- Medalla de Sufrimientos por la Patria
Era un apasionado de la
cultura japonesa; en particular del Bushidō. Millán Astray se declara traductor de su
versión en castellano de la edición en inglés (The Soul of Japan. An Exposition
of Japanese Thought, G. Putnam, Nueva York, 1905), aunque en el texto se
menciona la "colaboración" de Luis Álvarez de Espejo. Para más referencias,
véase Ernesto Giménez Caballero, Memorias de un dictador, Planeta,
Barcelona.1979, p. 275: Silva, Millán Astray. cit., p. 144.
Era también caballero
de la Orden
Militar y Hospitalaria de San Lázaro de Jerusalén. Fundó, en colaboración
con periodistas y escritores como Ruiz Albéniz, Dionisio Ridruejo y Ernesto Giménez Caballero, Radio Nacional de España, la
radio oficial del bando sublevado. Como conferenciante y comentarista
radiofónico durante la Guerra Civil, fue uno de los instigadores de la subida
del general Franco a la Jefatura del Estado del gobierno de Burgos y uno de los creadores del mito de Franco como
Caudillo.
LA LEGIÓN ESPAÑOLA
La Legión
Española (conocida popularmente como «La Legión») es una fuerza militar
dirigida y creada en 1920 por José
Millán-Astray, encuadrada dentro de las fuerzas ligeras del Ejército de Tierra
Español. Actualmente consta de los tercios «Gran Capitán», 1º de la Legión, y «Duque de
Alba», 2º de la Legión, y de la brigada de la Legión «Rey Alfonso XIII»,
compuesta a su vez por los tercios «Don
Juan de Austria», 3º de la Legión, y «Alejandro Farnesio», 4º de la Legión, más
otras unidades de maniobra y de apoyo logístico. La Legión es junto con la BRIPAC una unidad de
élite por excelencia en el Ejército Español.[1]
La Legión o «Tercio de
Extranjeros», como se denominó en su origen, fue resultado del esfuerzo personal
del entonces comandante de Infantería José
Millán-Astray. El resultado desfavorable a las armas españolas en las
guerras coloniales del norte de África creaba además disturbios
en el país. Millán-Astray llegó a la conclusión de que España necesitaba un
cuerpo de soldados profesionales, no de reemplazo, con una moral y espíritu
de cuerpo que fueran equiparables a los de la Legión extranjera francesa. La
Legión es la culminación de ese proyecto personal.
Tras su intervención en
Marruecos y en la represión de
alzamientos populares como la Revolución de Asturias de 1934, la Legión participó junto al bando sublevado en la
Guerra
Civil Española y en Ifni-Sáhara.
Tras una importante
reestructuración en los años 1990, ha cubierto desde entonces varias misiones
internacionales de mantenimiento de la paz en distintas zonas del mundo como Bosnia, Albania, Kosovo, Macedonia, Irak, Afganistán, Congo y el Líbano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario