Aumentan las agresiones a policías en Gijón, alertan los sindicatos de la Comisaría
Ocho agentes se encuentran de baja por lesiones - Las cifras colocan a la ciudad como la que más atentados a la autoridad registra en Asturias
10.02.2014 | 09:47
Dos agentes del Cuerpo Nacional de Policía, durante el arresto de un delincuente en Gijón. Ángel González
Matías Castaño, secretario general del Sindicato Unificado de Policía, exige que este fenómeno sea analizado. "El aumento de las agresiones a los policías puede suponer la evidencia de un progresivo deterioro social y una falta de respeto hacia unos servidores públicos que se encargan de salvaguardar los derechos de todos los ciudadanos", argumenta el sindicalista, haciendo hincapié en la necesidad de realizar un "estudio muy amplio, exhaustivo y riguroso" de los componentes que pueden llevar a esta situación. En esta misma línea se manifiesta Joaquín Rodríguez, miembro del comité ejecutivo regional de la Confederación Española de Policía. Para la CEP, "bajo todo esto que está pasando subyace la pérdida de valores de la sociedad y que ahora muchos ciudadanos ven a la Policía como el instrumento del Gobierno". En el grupo de radiopatrullas, aseguran estos representantes de los trabajadores, es rara la semana en la que no se producen varias agresiones a agentes. Lo extraño es que este tipo de infracciones se registran en una ciudad con un índice de criminalidad situado muy por debajo de la media española de poblaciones de su tamaño.
Joaquín Rodríguez argumenta que pegar a un agente de la autoridad "sale demasiado barato". "Se suele aplicar en casi todos los casos de atentado a agente de la autoridad el grado mínimo de la pena y esto debe cambiar. Hay que considerar como grave pegar a un policía que está haciendo su trabajo", reflexiona el representante de la CEP. El Código Penal actualmente vigente en España recoge penas de un año de prisión para quienes cometan este tipo de infracciones, que no siempre pueden quedar demostradas. Pero esta condena, aseguran los sindicatos, no se suele imponer en toda su amplitud. Y ponen ejemplos para demostrarlo. Un hombre detenido en diciembre de 2012 por intentar quemar vivo a un indigente con el que había discutido y que tiró al suelo, insultó y golpeó a los agentes que le arrestaron, sumó a su condena por intento de homicidio seis meses de cárcel por ese atentado contra agente de la autoridad. El reo tenía antecedentes y ya había sido condenado en ocasiones anteriores por lesionar a policías. "Si se aplicase el grado máximo de la pena, cambiarían las cosas", concluye Rodríguez.
La mayor parte de las agresiones se suele producir durante las noches de los fines de semana, dentro del amplio dispositivo policial que se despliega en Gijón. El alcohol y la voluntad de algunos delincuentes de "huir de la autoridad" se señalan como causas de las agresiones. En febrero del pasado año, por ejemplo, el responsable de un club deportivo golpeó a un funcionario que pretendía identificarle en un bar de copas. El fuerte codazo propinado por el detenido ocasionó lesiones a uno de los agentes que intervenía.
El secretario general del Sindicato Independiente de la Policía Local de Asturias (SIPLA), Manuel Jesús Villa, atribuye, por su parte, el incremento de las agresiones a la crisis económica. "Es evidente que hay más conatos de agresión porque también hay más conflictividad social. La gente está más indignada y lo toma con quiEn tiene que hacer cumplir unas normas que muchas veces no gustan", mantiene el funcionario, argumentando que la crispación generada en la sociedad "se traslada muchas veces a los agentes".
La Policía Local, además, asegura que cuenta con el añadido de que en su trabajo, en muchas ocasiones, obligan al ciudadano a desembolsar dinero en multas. "Nosotros tenemos que poner sanciones administrativas y eso hace que muchas veces la tomen con la Policía Local", mantiene Villa, descartando que, por el momento, entre los funcionarios municipales que trabajan para los diferentes ayuntamientos de Asturias con competencias en seguridad se pueda hablar de un "problema grave".
Algunos de los casos más graves de 2013
Febrero
El responsable de un club deportivo agrede a un policía en un bar de copas. La Policía arrestó a un vecino de Pamplona de 44 años de edad al que se acusaba de lesionar al agente que pretendía identificarle y al que el reo propinó un fuerte codazo.
Julio
Un gijonés de 37 años de edad acusado de intentar colar en un bar un billete de 50 euros falsificado tiró al suelo a uno de los agentes que tenían como misión practicar su arresto. El funcionario policial resultó herido durante el forcejo contra el acusado, que ya contaba con otras detenciones por delitos de falsificación de moneda y de robo con fuerza.
Septiembre
Un vecino de Viesques de 43 años de edad intentó estrangular a un agente del Cuerpo Nacional de Policía que pretendía calmarle. El acusado se mostraba "muy alterado" y estaba molestando a los vecinos. Los compañeros del funcionario lesionado tuvieron que forcejar con el ahora detenido para liberar a su compañero y permitir que respirase con normalidad tras varios segundos de tensión.
Octubre
La Policía detuvo a un joven de 27 años de edad que agredió y tiró al suelo a varios agentes que le estaban asistiendo. Los funcionarios habían sido requeridos en Pumarín después de que varias personas alertaran de que había un individuo tumbado sobre la acera y que parecía tener problemas. Los policías comprobaron que se hallaba bien y que sólo estaba durmiendo en la vía pública, por lo que trataron de levantarlo. Esta actitud molestó al reo, que agredió a los agentes que se habían desplazado hasta la zona.
Noviembre
Un hombre que trataba de atracar una sucursal bancaria armado con un cuchillo envió a dos policías al hospital. Los agentes sufrieron varias lesiones en las manos por intentar quitarle el arma blanca al asaltante.
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