Caen en México los etarras más sanguinarios
- Juan Narváez, «Pajas», e Itziar Alberdi, cometieron, a las órdenes de José Luis Urrusolo, 18 asesinatos en un año
Estos individuos huyeron tras la desarticulación del «comando Ekaitz», que dirigía José Luis Urrusolo Sistiaga, «Langile», que llegó a cometer 18 atentados con resultado de muerte en un año. Se les imputan una veintena de asesinatos y pesan sobre ellos numerosas requisitorias de la Audiencia Nacional. Según han informado a LA RAZÓN fuentes conocedoras del asunto, eran los miembros de la banda reclamados por la Justicia con mayor número de asesinatos cometidos.
Los arrestos se produjeron a las cuatro de la mañana de ayer, en la citada localidad mexicana del Estado de Jalisco y forman parte del operativo que tiene montado la CGI para la localización de terroristas huidos que se esconden en diversos lugares del mundo, en especial en los países de América de habla hispana.
Juan Jesús Narváez inició sus actividades en ETA en el «comando legal X-1», que colaboraba con el de liberados que operaba en Navarra, en concreto en los atentados que costaron la vida a un policía nacional y a un capitán de la Guardia Civil, ambos en Pamplona. Tras pasar a la clandestinidad, fue detenido en Marsella en abril de 1987. Fue expulsado a España e ingresó en prisión. Al recuperar la libertad, se reincorporó a ETA. Por lo que respecta a Itziar Alberdi, huyó a Francia tras la liberación del empresario Lucio Aguinagalde y la consiguiente desarticulación del «comando Araba».
En 1990, los cabecillas de la banda decidieron formar el «comando Ekaitz», en el que, además de Urrusolo, integraron a Narváez y Alberdi. La célula tenía infraestructura en Barcelona, Tarragona, Zaragoza y Valencia. Las órdenes que se les dieron fueron las de atentar en la costa mediterránea para boicotear los Juegos Olímpicos de Barcelona 92.
Hasta su desarticulación, en marzo de 1992, y sólo en un año, perpetraron numerosos atentados con bombas y pistolas, con el balance de 18 asesinatos y numerosos heridos graves: el 4 de marzo de 1991, dieron muerte al subdelegado de la empresa Ferrovial en Valencia; el 12 de junio, a dos miembros del TEDAX de la Policía en la empresa Servitrans de Madrid; el 1 de julio, a otros tres miembros del TEDAX, en la empresa Express Cargo de la capital de España; el 16 de septiembre, a dos policías municipales y un conductor con un coche bomba que explosionó en el depósito municipal de Muchamiel (Alicante); y el 13 de diciembre, a dos miembros de la Policía en Barcelona.
Ya en 1992,el 8 de enero, a un comandante del Ejército en Barcelona; el 15 de enero en Valencia, al catedrático Manuel Broseta; un día después, a dos suboficiales del Ejército de Tierra en Barcelona; el 10 de febrero, a un miembro de la Policía en Murcia; el 19 de marzo, a un trabajador en la A-18 en Sant Quirze del Vallés ( Barcelona); y el 19 del mismo mes, a un miembro de los TEDAX de la Guardia Civil en Lliça d`Amunt (Barcelona). Estos dos peligrosos terroristas llevaban 22 años en paradero desconocido y eran los miembros de ETA con mayor número de asesinatos cometidos a sus espaldas que aún permanecían sin detener.
Tras su arresto, según las citadas fuentes, se han obtenido numerosos datos de su estancia en México. Se ha comprobado que no pertenecían al colectivo abierto de refugiados de ETA, sino que estaban integrados dentro del denominado «colectivo cerrado» y vivían en la clandestinidad. Los responsables de la operación confiar en aclarar la autoría de otros atentados.
La operación se encuadra en la estrategia de la CGI para localizar y detener a los miembros de ETA que residen de manera clandestina en distintos países, dentro y fuera de la Unión Europea, y que tienen en vigor reclamaciones judiciales.
Tras haberse producido la declaración por parte de la banda terrorista del supuesto «cese definitivo de la actividad armada», la CGI ha localizado y detenido a miembros de ETA en países como Reino Unido, Bélgica, Italia, Francia, Venezuela, Brasil y México.
Juan Jesús Narváez Goñi inició sus actividades en ETA en una célula de apoyo al «comando Nafarroa», que asesinó en Pamplona a dos agentes de las Fuerzas de Seguridad
Itziar Alberdi huyó a Francia tras la liberación del empresario alavés Lucio Aguinagalde, que había sido secuestrado por el «comando Araba» de la banda
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