El Consejo de Seguridad de la ONU exige el acceso a los restos del avión
Obama insta a Putin a presionar a los rebeldes para que permitan la investigación
Marc Bassets Washington 22 JUL 2014 - 00:27 CEST390
Estados Unidos, Europa y Australia arrancaron el lunes el apoyo de Rusia a una investigación internacional del derribo, la semana pasada, de un avión comercial de Malaysia Airlines que sobrevolaba el este de Ucrania.
Horas después de que el presidente Barack Obama denunciase la responsabilidad de su homólogo ruso, Vladímir Putin, en el obstruccionismo de las pesquisas, el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó por unanimidad una resolución que pide acceso al lugar donde cayó el avión y el fin de las hostilidades en la zona.
La votación, por 15 a cero, compromete a Putin —acusado por EE UU y algunos países de la UE de torpedear las tareas de rescate y la investigación— y al resto de miembros de la comunidad internacional con una investigación que debe ser “completa, minuciosa e independiente”.
Pero nada en el texto garantiza que Rusia cooperen: técnicamente el avión fue abatido sobre territorio ucraniano, no ruso, y Moscú puede alegar que carece del poder para facilitar su aplicación. El texto tampoco aclara quién dirigirá la investigación en la que, por insistencia rusa, tendrá un papel a Organización Internacional de la Aviación Civil, adscrita a la ONU. Y no contempla el uso de la fuerza para lograr su cumplimiento.
Impulsada por Australia, que perdió 37 ciudadanos en en el avión de Malaysia Airlines, la resolución exige un “cese inmediato” de las actividades militares en los alrededores de la zona “para permitir la seguridad de la investigación”.
No ha sido hasta cuatro días después del ataque, en el que murieron los 298 pasajeros del avión, que los expertos internacionales han accedido a la zona.
“¿Qué intentan esconder?”, preguntó Obama en una breve declaración en el jardín de la Casa Blanca.
La pregunta se dirigía a los rebeldes prorrusos que en los últimos días han dificultado la entrada de los investigadores. El mensaje, que es una acusación, tiene otro destinatario: Putin, con la influencia suficiente en los rebeldes, según Obama, como para obligarles a colaborar en la recuperación de los restos y el esclarecimiento de los hechos.
El primer ministro británico, David Cameron, también ha exigido en los Comunes que Rusia colabore con Occidente y deje de apoyar a los separatistas o se prepare para un incremento de las sanciones, informa Walter Oppenheimer.
También este lunes, los representantes de los países miembros de la UE se reunieron de urgencia para cambiar las conclusiones que el martes deben aprobar los ministros de Exteriores en Bruselas, informa Lucía Abellán. Su prioridad es poder repatriar los cuerpos de los más de 200 europeos fallecidos y favorecer una investigación independiente. Si Moscú no coopera, la UE aprobará medidas más duras de las ya anunciadas la semana pasada.
En su comparecencia, Obama denunció a los prorrusos por bloquear la entrada de los expertos al terreno disparando al aire con sus armas, les acusó de alterar pruebas y lamentó que estén retirando los cadáveres “sin el cuidado que se espera de una tragedia como esta”.
El presidente de EE UU señaló a Putin como responsable de la seguridad de los investigadores y de la preservación de las pruebas del ataque, que EE UU y Europa atribuyen a los rebeldes prorrusos y a sus patrocinadores en Rusia. Varios miembros de la Administración Obama han expuesto a la opinión pública una serie de indicios que apuntan al origen ruso del armamento usado y al entrenamiento de los insurgentes por parte de militares rusos.
“Debemos asegurarnos de que la verdad se conozca y de que se rindan cuentas”, dijo Obama. “Dada su influencia directa sobre los separatistas, Rusia y el presidente Putin en particular tienen la responsabilidad directa de obligarles a cooperar con la investigación”.
El presidente dijo que prefiere resolver por la vía diplomática el conflicto en Ucrania, que estalló en febrero tras el cambio de gobierno en Kiev y la secesión de Crimea. Pero también amenazó con más sanciones para aislar a Rusia si continúa “violando la soberanía de Ucrania y apoyando a los separatistas”. La Casa Blanca ha descartado implicarse militarmente en el conflicto. Los más optimistas en Washington creen que la tragedia de Malaysia Airlines puede forzar a Putin a reconsiderar su apoyo a los rebeldes y permitir un acuerdo para estabilizar el país.
"Ahora es el momento, para Putin, de apartarse de la estrategia que ha adoptado y ponerse en serio a resolver las hostilidades en Ucrania de forma que se respete la soberanía de Ucrania y el derecho del pueblo ucranio a tomar sus propias decisiones sobre sus vidas”, dijo Obama
Horas después de que el presidente Barack Obama denunciase la responsabilidad de su homólogo ruso, Vladímir Putin, en el obstruccionismo de las pesquisas, el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó por unanimidad una resolución que pide acceso al lugar donde cayó el avión y el fin de las hostilidades en la zona.
La votación, por 15 a cero, compromete a Putin —acusado por EE UU y algunos países de la UE de torpedear las tareas de rescate y la investigación— y al resto de miembros de la comunidad internacional con una investigación que debe ser “completa, minuciosa e independiente”.
Pero nada en el texto garantiza que Rusia cooperen: técnicamente el avión fue abatido sobre territorio ucraniano, no ruso, y Moscú puede alegar que carece del poder para facilitar su aplicación. El texto tampoco aclara quién dirigirá la investigación en la que, por insistencia rusa, tendrá un papel a Organización Internacional de la Aviación Civil, adscrita a la ONU. Y no contempla el uso de la fuerza para lograr su cumplimiento.
Impulsada por Australia, que perdió 37 ciudadanos en en el avión de Malaysia Airlines, la resolución exige un “cese inmediato” de las actividades militares en los alrededores de la zona “para permitir la seguridad de la investigación”.
No ha sido hasta cuatro días después del ataque, en el que murieron los 298 pasajeros del avión, que los expertos internacionales han accedido a la zona.
“¿Qué intentan esconder?”, preguntó Obama en una breve declaración en el jardín de la Casa Blanca.
La pregunta se dirigía a los rebeldes prorrusos que en los últimos días han dificultado la entrada de los investigadores. El mensaje, que es una acusación, tiene otro destinatario: Putin, con la influencia suficiente en los rebeldes, según Obama, como para obligarles a colaborar en la recuperación de los restos y el esclarecimiento de los hechos.
El primer ministro británico, David Cameron, también ha exigido en los Comunes que Rusia colabore con Occidente y deje de apoyar a los separatistas o se prepare para un incremento de las sanciones, informa Walter Oppenheimer.
También este lunes, los representantes de los países miembros de la UE se reunieron de urgencia para cambiar las conclusiones que el martes deben aprobar los ministros de Exteriores en Bruselas, informa Lucía Abellán. Su prioridad es poder repatriar los cuerpos de los más de 200 europeos fallecidos y favorecer una investigación independiente. Si Moscú no coopera, la UE aprobará medidas más duras de las ya anunciadas la semana pasada.
En su comparecencia, Obama denunció a los prorrusos por bloquear la entrada de los expertos al terreno disparando al aire con sus armas, les acusó de alterar pruebas y lamentó que estén retirando los cadáveres “sin el cuidado que se espera de una tragedia como esta”.
El presidente de EE UU señaló a Putin como responsable de la seguridad de los investigadores y de la preservación de las pruebas del ataque, que EE UU y Europa atribuyen a los rebeldes prorrusos y a sus patrocinadores en Rusia. Varios miembros de la Administración Obama han expuesto a la opinión pública una serie de indicios que apuntan al origen ruso del armamento usado y al entrenamiento de los insurgentes por parte de militares rusos.
“Debemos asegurarnos de que la verdad se conozca y de que se rindan cuentas”, dijo Obama. “Dada su influencia directa sobre los separatistas, Rusia y el presidente Putin en particular tienen la responsabilidad directa de obligarles a cooperar con la investigación”.
El presidente dijo que prefiere resolver por la vía diplomática el conflicto en Ucrania, que estalló en febrero tras el cambio de gobierno en Kiev y la secesión de Crimea. Pero también amenazó con más sanciones para aislar a Rusia si continúa “violando la soberanía de Ucrania y apoyando a los separatistas”. La Casa Blanca ha descartado implicarse militarmente en el conflicto. Los más optimistas en Washington creen que la tragedia de Malaysia Airlines puede forzar a Putin a reconsiderar su apoyo a los rebeldes y permitir un acuerdo para estabilizar el país.
"Ahora es el momento, para Putin, de apartarse de la estrategia que ha adoptado y ponerse en serio a resolver las hostilidades en Ucrania de forma que se respete la soberanía de Ucrania y el derecho del pueblo ucranio a tomar sus propias decisiones sobre sus vidas”, dijo Obama
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