El jefe del Estado Mayor ruso, entre los 15 nuevos sancionados por la UE
La medida se acordó hace unas semanas pero se congeló para no romper el diálogo
El viceprimer ministro ruso y otros dirigentes separatistas están entre los afectados
Claudi Pérez Bruselas 29 ABR 2014 - 10:37 CET78
Europa asiste al renacer de los elementos de poder clásicos con el conflicto en Ucrania. Decidida a evitar a toda costa una escalada militar, la Unión vuelve a las sanciones económicas: la UE acordó este lunes ampliar definitivamente la lista de sancionados a otros 15 dirigentes rusos y ucranios cada vez más cercanos al círculo de confianza del presidente ruso, Vladímir Putin, como respuesta al apoyo de Moscú a las milicias prorrusas que han ocupado edificios oficiales en el Este de Ucrania. Los 15 nuevos nombres han sido sancionados "por amenazar la integridad territorial, soberanía e independencia de Ucrania", ha dicho este martes la alta representante para la diplomacia europea, Catherine Ashton.
Este martes, la UE ha hecho pública la lista de ciudadanos afectados por las medidas restrictivas —congelación de activos y cancelación de visados— que se aprobaron ayer en Bruselas. Los nombres más sonados son el del jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas rusas y responsable del despliegue de tropas en la frontera con Ucrania, Valeri Gerasimov, y el viceprimer ministro ruso responsable de supervisar la anexión de Crimea a Rusia, Dmitri Kozak. Además hay varios dirigentes separatistas de la autoproclamada República de Donetsk.
Esa medida, que ya había sido acordada hace unas semanas, se congeló en su día con vistas a no romper todos los puentes de diálogo con Rusia. Los líderes comunitarios están decididos a que la batalla de la contención se libre fundamentalmente en el terreno económico, a la espera de que tarde o temprano el castigo haga mella en Rusia. Aun así, Reino Unido y Francia desplegaron este lunes aviones de combate en Lituania y Polonia, como parte del dispositivo de disuasión que ha desplegado la OTAN en países cercanos a Ucrania.
La UE hará pública el martes esa lista de personas a quienes congelará sus bienes y prohibirá el visado para acceder a territorio comunitario. Las nuevas sanciones se añaden así a las de Estados Unidos, que ha congelado activos y ha impuesto restricciones a los visados de siete personas y 17 empresas. Washington y Bruselas insisten en calibrar cada una de las acciones y en coordinar sus movimientos, a sabiendas de que la Unión tiene mucho más que perder que Estados Unidos: Rusia es uno de los grandes proveedores de energía de Europa, y un socio comercial más importante para el viejo continente. En Washington son los republicanos quienes presionan el presidente, Barack Obama, para que sea más ambicioso en su respuesta; en Europa son los polacos y los bálticos, junto con Suecia y Reino Unido —principal aliado estadounidense— quienes más apuestan por dejar de lado la tibieza que ha caracterizado hasta ahora la respuesta de los aliados.
Los embajadores de los Veintiocho han adoptado la nueva ronda de sanciones en una reunión extraordinaria posterior al G-7 del domingo, y no descartan convocar un consejo de ministros de Exteriores extraordinario la semana próxima. Las fuentes diplomáticas consultadas aseguraron que el objetivo de esta nueva ronda de sanciones es "mandar un mensaje claro" a Rusia sobre la necesidad de cumplir el acuerdo de Ginebra del pasado 17 de abril para poner fin a la escalada de tensión. Ese pacto, que firmaron los jefes de la diplomacia de Rusia, Ucrania, EE UU u la UE, insta a disolver las milicias irregulares prorrusas sublevadas contra el Gobierno ucraniano a cambio de promesas de amnistía, entre otras medidas. “Europa quiere dejar una puerta abierta al diálogo, pero a la vez se ve obligada a dar una respuesta a un Putin que está intentando desestabilizar el Este de Ucrania y deslegitimar las elecciones del 25 de mayo”, según las mismas fuentes.
Europa sigue en la denominada fase 2 de sanciones, que ya han provocado una fuerte salida de capitales, problemas para las empresas y dificultades con el tipo de cambio del rublo, e incluso han desatado rumores acerca de la posibilidad de que Moscú establezca controles de capitales (algo que parece descartado, al menos por el momento, a pesar de la fragilidad de la economía rusa). La Comisión Europea tiene ya listos varios análisis de lo que costaría pasar a la fase 3 de sanciones: un portazo a las relaciones comerciales y diplomáticas que incluiría vetar las exportaciones rusas y un embargo de armas, entre otras medidas. Los partidarios del diálogo, encabezados por Alemania, sostienen que penalizar más a Rusia acaba siendo contraproducente porque de momento la canciller alemana, Angela Merkel, y otros líderes europeos tienen línea directa con Putin, una baza que temen perder si se ensañan con las sanciones.
En paralelo a las sanciones económicas, Reino Unido ha desplegado este lunes cuatro aviones de combate Typhoon para sumarse a la misión de vigilancia policial aérea de la OTAN en los Estados bálticos con sede en Lituania como parte del acuerdo de los aliados de reforzar la presencia en el este para dar garantías a Polonia, Lituania, Estonia y Letonia por el conflicto con Rusia en Ucrania. Francia también ha confirmado este lunes la llegada a Polonia de cuatro aviones de combate Rafale para reforzar la misión de vigilancia policial aliada en los Estados bálticos lanzada en 2004 y cuyas rotaciones se dan el relevo cada cuatro meses, informa Europa Press.
Este martes, la UE ha hecho pública la lista de ciudadanos afectados por las medidas restrictivas —congelación de activos y cancelación de visados— que se aprobaron ayer en Bruselas. Los nombres más sonados son el del jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas rusas y responsable del despliegue de tropas en la frontera con Ucrania, Valeri Gerasimov, y el viceprimer ministro ruso responsable de supervisar la anexión de Crimea a Rusia, Dmitri Kozak. Además hay varios dirigentes separatistas de la autoproclamada República de Donetsk.
Esa medida, que ya había sido acordada hace unas semanas, se congeló en su día con vistas a no romper todos los puentes de diálogo con Rusia. Los líderes comunitarios están decididos a que la batalla de la contención se libre fundamentalmente en el terreno económico, a la espera de que tarde o temprano el castigo haga mella en Rusia. Aun así, Reino Unido y Francia desplegaron este lunes aviones de combate en Lituania y Polonia, como parte del dispositivo de disuasión que ha desplegado la OTAN en países cercanos a Ucrania.
Reino Unido ha desplegado cuatro aviones para sumarse a la misión de vigilancia de la OTAN en los Estados bálticos
Los embajadores de los Veintiocho han adoptado la nueva ronda de sanciones en una reunión extraordinaria posterior al G-7 del domingo, y no descartan convocar un consejo de ministros de Exteriores extraordinario la semana próxima. Las fuentes diplomáticas consultadas aseguraron que el objetivo de esta nueva ronda de sanciones es "mandar un mensaje claro" a Rusia sobre la necesidad de cumplir el acuerdo de Ginebra del pasado 17 de abril para poner fin a la escalada de tensión. Ese pacto, que firmaron los jefes de la diplomacia de Rusia, Ucrania, EE UU u la UE, insta a disolver las milicias irregulares prorrusas sublevadas contra el Gobierno ucraniano a cambio de promesas de amnistía, entre otras medidas. “Europa quiere dejar una puerta abierta al diálogo, pero a la vez se ve obligada a dar una respuesta a un Putin que está intentando desestabilizar el Este de Ucrania y deslegitimar las elecciones del 25 de mayo”, según las mismas fuentes.
Europa sigue en la denominada fase 2 de sanciones, que ya han provocado una fuerte salida de capitales, problemas para las empresas y dificultades con el tipo de cambio del rublo, e incluso han desatado rumores acerca de la posibilidad de que Moscú establezca controles de capitales (algo que parece descartado, al menos por el momento, a pesar de la fragilidad de la economía rusa). La Comisión Europea tiene ya listos varios análisis de lo que costaría pasar a la fase 3 de sanciones: un portazo a las relaciones comerciales y diplomáticas que incluiría vetar las exportaciones rusas y un embargo de armas, entre otras medidas. Los partidarios del diálogo, encabezados por Alemania, sostienen que penalizar más a Rusia acaba siendo contraproducente porque de momento la canciller alemana, Angela Merkel, y otros líderes europeos tienen línea directa con Putin, una baza que temen perder si se ensañan con las sanciones.
En paralelo a las sanciones económicas, Reino Unido ha desplegado este lunes cuatro aviones de combate Typhoon para sumarse a la misión de vigilancia policial aérea de la OTAN en los Estados bálticos con sede en Lituania como parte del acuerdo de los aliados de reforzar la presencia en el este para dar garantías a Polonia, Lituania, Estonia y Letonia por el conflicto con Rusia en Ucrania. Francia también ha confirmado este lunes la llegada a Polonia de cuatro aviones de combate Rafale para reforzar la misión de vigilancia policial aliada en los Estados bálticos lanzada en 2004 y cuyas rotaciones se dan el relevo cada cuatro meses, informa Europa Press.
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