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martes, 22 de marzo de 2011

GAGOMILITARIA NOTICIAS.-LIBIA, DUROS COMBATES EN LA ZONA DE AJDABIYA. CAE UN CAZA ESTADOUNIDENSE EN TERRITORIO REBELDE AL PARACER POR FALLO MECÁNICO









Sólo tres diputados se oponen a la intervención de España en Libia

El Congreso de los Diputados ha respaldado de forma abrumadora la participación española en la intervención internacional contra el régimen de Gadafi. De los 340 diputados asistentes, sólo tres han votado en contra y uno se ha abstenido, aunque por error. Todos los demás emitieron su sufragio a favor. Después de que el presidente de la Cámara, José Bono, cerrase la sesión, media docena de personas que asistían como público han prorrumpido en gritos de 'No a la guerra', y a continuación han sido llevadas fuera del hemiciclo.

Previamente, los términos de la participación de España en la operación militar en Libia quedaron aclarados. Al menos en sus términos esenciales. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha puntualizado ante el Pleno del Congreso de los Diputados que la resolución 1973 del Consejo de Seguridad de la ONU, que avala legalmente la intervención, no tiene como objetivo derrocar al dictador Muamar Gadafi.

Esta precisión introduce un matiz muy importante en relación con las afirmaciones que hizo el propio Zapatero el pasado viernes cuando anunció la participación de España en la operación. En aquella ocasión, junto al secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, Zapatero señaló que uno de los fines era conseguir que Gadafi abandone el poder y dé paso a la democracia.

Ahora las palabras son menos potentes y la finalidad última se circunscribe, según el presidente, a cumplir con el objetivo humanitario de proteger a la población civil de la represión que sobre ella ejerce Gadafi.

"La resolución 1973 no pretendía la expulsión del coronel Gadafi del Gobierno de Libia", ha precisado Zapatero. "Su objetivo era advertir al coronel Gadafi de que dejase de usar las armas contra su pueblo, de que si no lo hacía así, la comunidad internacional estaba dispuesta a usar la fuerza para poner fin al genocidio contra su pueblo".

De acuerdo con la filosofía del presidente se trata de conseguir que sean los propios ciudadanos libios los que con el respaldo de la comunidad internacional consigan cumplir sus aspiraciones democráticas.
Legalidad internacional

El presidente ha insistido en la obligación de España de contribuir al cumplimiento de la legalidad internacional tal y como acordado el Consejo de Seguridad y han avalado -aunque con sus más y sus menos- la Liga Árabe, la Unión Africana, el Consejo Europeo y la Conferencia Islámica.

"La comunidad internacional sale reforzada de una decisión anclada en su legalidad y su legitimidad", ha afirmado Zapatero quien ha definido la represión del régimen de Gadafi contra los rebeldes como un "hecho grave". Según ha añadido, se estaban produciendo unos "hechos dramáticos que reclamaban respuesta".

De este modo, Zapatero ha apelado al principio de "responsabilidad de proteger" a la población civil de Libia para justificar la intervención armada internacional contra el régimen de Gadafi.

Zapatero ha confirmado ante el Congreso que las unidades que participarán en las operaciones de exclusión aérea y embargo de armas serán cuatro cazas F-18, una fragata, un submarino, y un avión de vigilancia marítima. Además, solicitó que la cantidad máxima de efectivos a desplegar se fije en 500.

La propuesta también contempla que las tropas españolas que participan en la operación de exclusión aérea en Libia estén desplegadas durante un mes, aunque se podrá prorrogar su misión, y los efectivos que participan en el embargo de armas lo harán por tres meses.

El presidente ha advertido de que si fuera necesario volverá a acudir a la Cámara para pedir su prórroga.

Tras Zapatero, han intervenido el resto de portavoces de los grupos parlamentarios. El líder del PP, Mariano Rajoy, ha dado su visto bueno a la decisión de Zapatero de involucrar a España en la "guerra de Libia". No obstante, ha advertido del riesgo de que el conflicto desemboque en una guerra civil prolongada.

Desde el lado de los opositores a la intervención, el diputado de IU, Gaspar Llamazares, ha recordado que "hay 32 conflictos con características muy similares al de Libia, donde hay un gobierno despótico que extermina a parte de su pueblo" y sin embargo la comunidad internacional no impone una guerra como solución. "No pensamos bombardear Palestina, ni Marruecos ni Birmania", ha afirmado Llamazares.

En su turno de respuesta a los grupos, Zapatero ha replicado someramente a los principales interrogantes que le han planteado los portavoces en el pleno.

Sin acuerdo en la OTAN para asumir el mando del bombardeo de Libia

Ni las presiones de EEUU ni las amenazas de Italia han surtido efecto y la OTAN sigue sin ponerse de acuerdo para asumir el mando de la misión contra el régimen de Muamar el Gadafi.

Fuentes atlánticas confirmaron a este diario que tampoco este martes hubo acuerdo entre los embajadores de los 28 aliados para participar en la imposición de la zona de exclusión aérea en Libia.

De momento, y como ya estaba previsto, la Alianza sólo movilizará sus fuerzas en el Mediterráneo para vigilar el tráfico de armas de modo que se respete el embargo impuesto por la ONU y la UE.
Medios navales

Tras la reunión, Anders Fogh Rasmussen, secretario general de la OTAN, confirmó que los militares ya han lanzado la orden para que los barcos y aviones en el Mediterráneo Central "vigilen, informen y, si es necesario, intercepten barcos sospechosos de llevar armas ilegales o mercenarios".

El presidente de EEUU, Barack Obama, dijo ayer que el mando de la operación será transferido "en cuestión de días, no de semanas", pero no especificó a quién, aunque espera que la Alianza colabore más en el despliegue militar.

Reino Unido también insiste en que la OTAN asuma, al menos, la responsabilidad, aunque sea con los medios de los Estados ya implicados. Si no hay acuerdo, Italia incluso amenaza con impedir a la coalición internacional el uso de sus bases, clave por la cercanía a la zona.

Francia, Alemania y Turquía se oponen a la implicación activa de la Alianza en los bombardeos. Los embajadores francés y alemán incluso se salieron airados de la reunión de ayer, especialmente tensa.

Fuentes atlánticas indican que "posiblemente" podría haber otro encuentro mañana miércoles y que, si los civiles toman la decisión de participar en el bombardeo de Libia, los militares están preparados para lanzar cualquier operación porque ya "han completado»" los planes.

Duros enfrentamientos entre las tropas de Gadafi y los rebeldes en Ajdabiya

* Al oeste, en Zitan, al menos han muerto 10 personas durante un bombardeo
* El portavoz rebelde Sadon el Mehmeraty dice que entre las víctimas hay 4 niños

Ajdabiya, a 160 kilómetros al sur de Bengasi, es el escenario de duros enfrentamientos entre las tropas de Muamar al Gadafi y los rebeldes, según informa la cadena Al Yazira. Mientras, al oeste de Libia, en Zitan, al menos 10 personas han muerto durante un bombardeo.

La televisión catarí ha mostrado imágenes de negras columnas de humo elevándose en la parte oriental de la ciudad de Ajdabiya, donde se concentran en estos momentos los enfrentamientos, según relató su corresponsal desde las inmediaciones de la ciudad. El periodista ha afirmado que hay varios muertos, aunque ha dicho desconocer su número ya que los combates continúan.

Asimismo, aseguró que las tropas de Gadafi han utilizado lanzamisiles y tanques para bombardear la ciudad y que algunos francotiradores disparan contra cualquier vehículo que intenta acercarse a la misma.

Ajdabiya es un enclave estratégico para el control de la zona este del país ya que conecta con Bengasi y por otra carretera con Tobruk, cerca de la frontera con Egipto.

Los combates han continuado también en Misrata, la tercera ciudad del país, a 210 kilómetros de Trípoli, que es objeto de intensos bombardeos por parte de tanques y artillería pesada de Gadafi, aseguró Sadon el Mehmeraty, uno de los portavoces rebeldes en la ciudad, a Al Yazira.

El portavoz ha afirmado que el ataque de las fuerzas del régimen con disparos de tanques y obuses es continúo desde hace horas y aseveró que entre las víctimas hay cuatro niños.

Los rebeldes ya habían afirmado que en Misrata la situación era "crítica", y que la ciudad se encontraba sin electricidad, agua corriente ni gasolina. Según fuentes insurgentes, las tropas del régimen consiguieron entrar en algunas zonas de la ciudad, protegiéndose con ello también de un posible ataque de las fuerzas aliadas.

En los bombardeos del pasado lunes sobre Misrata murieron al menos 40 personas, según testigos en la ciudad citados por Al Yazira.

* Los leales a Gadafi atacan con tanques y obuses las ciudades tomadas por los rebeldes
* La ofensiva gadafista ha matado al menos a 40 personas en Misrata, entre ellas cuatro niños
* Según la televisión estatal, los ataques de la coalición internacional han causado 'numerosas víctimas civiles'
* Miles de libios se han convertido en desplazados internos en el este del país

Un cazabombardero del Ejército de EEUU se ha estrellado en Libia, aparentemente a causa de un fallo mecánico, no por fuego hostil, según afirman las fuerzas armadas americanas.

El piloto, que se eyectó antes de que el aparato se estrellara, cerca de la ciudad de Bengasi, ha sido rescatado por los rebeldes. El otro tripulante ha sido rescatado por tropas estadounidenses, según explica el 'Daily Telegraph'. Ambos sufren heridas leves y se encuentran a salvo.

El avión accidentado es un F-15E Eagle, según relata el corresponsal sobre el terreno del 'Daily Telegraph' Rob Crilly.
Ofensiva gadafista

La ciudad de Misrata, la tercera del país, a 210 kilómetros de Trípoli, es objeto de intensos bombardeos de tanques y artillería de tropas leales a Muammar Gadafi, según asegura Sadon el Mehmeraty, uno de los portavoces rebeldes en la localidad, a la cadena catarí Al Yazira.

El portavoz afirmó que el ataque de las fuerzas del régimen con tanques y obuses es continuo desde hace horas y aseveró que entre las víctimas hay cuatro niños.

Abdelhafid Ghoga, vicepresidente y portavoz del Consejo Nacional Transitorio (CNT), órgano de dirección de los rebeldes en el este del país, había afirmado el lunes que en Misrata la situación era "crítica" y que la ciudad no tenía electricidad, agua corriente ni gasolina.

Según fuentes insurgentes, las tropas del régimen consiguieron entrar en algunas zonas de la ciudad el domingo, protegiéndose con ello también de un posible ataque de las fuerzas aliadas. Un portavoz militar del régimen aseguró anoche a los medios libios que Misrata se encontraba ya bajo su control.

En los bombardeos del lunes murieron al menos 40 personas, según testigos en la ciudad citados por Al Yazira. Esa cifra también fue ofrecida por el canal emiratí Al Arabiya, que aseguró que los heridos superan los 300.
Ataque aliado

Según esta última cadena, las fuerzas de la coalición internacional atacaron el lunes por la noche los alrededores de Sirte, la ciudad natal de Gadafi, a medio camino entre Trípoli y Bengasi.

La televisión libia afirmó por su parte que numerosos habitantes de Trípoli se han congregado en la plaza de Bab el Aziza, el barrio de las afueras de la capital donde se encuentra el palacio de Gadafi para mostrar "su apoyo al líder". Asimismo, insistió en que los ataques aliados continuaron el lunes por la noche alcanzando objetivos civiles y afirmó que se extendieron a la ciudad de Sebha, en el sur del país y uno de los bastiones de las tribus que apoyan a Gadafi.

Según la televisión estatal, los ataques de anoche de la coalición internacional sobre dos importantes aeropuertos han causado "muchas" víctimas civiles. Al Yazira indicó, por su parte, que los ataques de los aliados alcanzaron instalaciones de radares y dos bases aéreas en el este de Bengasi.
Miles de refugiados

Miles de libios se han convertido en desplazados internos en el este del país tras haber huido de sus lugares de residencia debido a los combates, según ha afirmado la Alta Comisaría de la ONU para los Refugiados (ACNUR).

"Los desplazados se han refugiado en casas, escuelas y salas comunales", dijo el portavoz de ACNUR Adrian Edwards, quien indicó que han recibido estas informaciones de personas que han cruzado la frontera con Egipto.

El portavoz señaló que "dar asistencia humanitaria en estas condiciones es muy difícil" e indicó que tienen noticias de que hay escasez de algunos productos básicos y de medicamentos en el este de Libia.

Algunos libios llegados a la frontera egipcia dijeron a ACNUR que temen represalias de los partidarios de las fuerzas gubernamentales libias, y que la gente en el este del país teme salir de sus casas a partir de las cuatro de la tarde. "Algunos han visto cómo sus casas eran completamente destruidas", señaló el portavoz, quien dijo que hay desplazamientos internos en las ciudades de Ajdabiya, Derna y Tobruk.

Fuente Diario "EL MUNDO"


Los cazas españoles salen en su segunda misión, mientras las naves se incorporan a la operación de embargo

Esta tarde está previsto que zarpe la fragata Méndez Núñez y el submarino Tramontana desde sus respectivas bases de Rota y Cartagena para unirse a la misión del embargo de Libia dentro de la operación Amanecer de la Odisea. Ambas naves estaban a la espera de que la OTAN ordenara la puesta en marcha de la citada misión.

La fragata Méndez Núñez, según ha indicado el presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero esta mañana en el Congreso, zarpó el domingo a las cinco de la tarde de la base naval de Ferrol en dirección a Cádiz para poder alcanzar la zona de operaciones en el menor tiempo posible.

Por otra parte, los F-18 españoles que participan en la coalición internacional han despegado al amanecer de hoy de la base de Decimomannu, al sur de Cerdeña, donde llevan desplegados desde el domingo, y han regresado, tras cuatro horas y media de vuelo, minutos antes de que comenzara la comparecencia ante el pleno del Congreso el presidente José Luis Rodríguez Zapatero.

A diferencia de lo sucedido ayer, hoy han volado los cuatro cazabombarderos y no solo dos. Les ha acompañado de nuevo el avión de reabastecimiento en vuelo Boeing-707. La misión de los aviones españoles es realizar patrullas aérea de combate para garantizar la imposición de la zona de exclusión de vuelo, que impide que Gadafi pueda utilizar aviones y helicópteros contra su propia población.La base italiana se encuentra a unos 800 kilómetros de distancia de la costa libia.

Zapatero: "España por primera vez puede proteger a un pueblo y sus aspiraciones democráticas"

El presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero ha solicitado el apoyo de la Cámara Baja para que las tropas españolas puedan intervenir en la operación de la comunidad internacional sobre Libia. En concreto, Zapatero ha pedido permiso para que España participe en la garantía de la zona de exclusión aérea y en asegurar el embargo al país africano.

El presidente, específicamente, ha pedido autorización para un mes en el caso de las operaciones de exclusión aérea y para res para las acciones de mantenimiento del embargo. También ha avanzado que para estas misiones se han enviado cinco F-18 y un Boing 707 y están preparadas la fragata Méndez Núñez y el submarino Tramontana.

En los 25 minutos que ha durado su discurso, Zapatero ha hecho un resumen de la situación que se vive en Libia y de las distintas resoluciones adoptadas por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, el Consejo Europeo y la Unión Africana que han decidido a la participación española. El presidente ha destacado la importancia de las dos resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, la 1970, que preconiza el principio de la responsabilidad de proteger y la 1973, que avala el uso de la fuerza para garantizar el cese de los ataques del coronel Gadafi a su pueblo.

El presidente del Ejecutivo ha querido recalcar que la operación está revestida de todas las condiciones legales y políticas necesarias para que España "asuma su responsabilidad en el ámbito de la comunidad internacional y de Naciones Unidas" y que su el objetivo no contempla la expulsión de Gadafi, sino apoyar a la población libia y evitar que aquel la siga masacrando. Así ha destacado que se cumplen las cuatro condiciones que exigió: una resolución de la ONU que autorice el uso de la fuerza, el cuerdo del Consejo Europeo, la complicidad regional (el apoyo de la Liga Árabe y de la Unión Africana) y la autorización del Parlamento español que es la que ahora solicita.

Zapatero ha destacado que con su participación en esta misión, España asume su responsabilidad como "miembro activo de la comunidad internacional" con la "función de proteger a un pueblo "de las amenazas de su gobernante y de "garantizar sus aspiraciones democráticas".

Texto íntegro de la intervención del presidente del Gobierno

Intervención del presidente del Gobierno para solicitar la ratificación del acuerdo del Consejo de Ministros, de 18 de marzo, de participación de fuerzas españolas en aplicación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas Congreso de los Diputados, 22 de marzo de 2011

Señoras y Señores diputados, Comparezco hoy ante ustedes para solicitar, de acuerdo con lo previsto en el artículo 17.3 de la Ley de la Defensa Nacional, la ratificación por el Congreso de los Diputados de las decisiones adoptadas por el Consejo de Ministros de 18 de marzo de 2011 y, en consecuencia, la autorización de esta Cámara para la participación de fuerzas españolas en la aplicación de las Resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre la crisis libia.

Como todos ustedes saben, el pasado jueves, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó la Resolución 1973, en la que autoriza a los Estados miembros a tomar todas las medidas necesarias para proteger a los civiles, y las áreas habitadas por civiles, en Libia, incluyendo, a tal fin, el establecimiento de una zona de exclusión aérea. Con esta Resolución, el Consejo de Seguridad ha hecho uso de las competencias que tiene atribuidas por la Carta de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales. En ella da efectividad al llamado principio de la "responsabilidad de proteger", que fue respaldado por la Asamblea General de Naciones Unidas en el Documento Final de la Cumbre Mundial de 2005 y que, en alguna medida, ya fue aplicado por el Consejo de Seguridad en su resolución 1706 de 2006, en la que autorizaba a la Misión de las Naciones Unidas en Sudan a usar la fuerza para proteger a la población civil en Darfur.

Con la resolución 1973, que es complementaria de la resolución 1970 del pasado 26 de febrero, la comunidad internacional, a través de su más alta instancia, ha sabido estar a la altura de sus responsabilidades para hacer frente a un hecho siempre grave: en este caso, el empleo de la fuerza contra la población civil por parte de las autoridades libias, mediante ataques generalizados y sistemáticos a la misma.

A mi juicio, señorías, la comunidad internacional no sólo ha abierto el cauce para poner fin a esos hechos -a unos hechos dramáticos que reclamaban su respuesta- sino que ella misma sale reforzada de una decisión anclada en su legalidad y en su legitimidad. Así se lo hice constar al Secretario General de Naciones Unidas,señor Ban-ki-Moon en la entrevista que mantuvimos el mismo 18 de marzo, al término del Consejo de Ministros. La Comunidad Internacional sale reforzada por la forma en que ha adoptado su posición: con apoyo inequívoco en dos Resoluciones del Consejo de Seguridad, la 1970, y la que ha permitido el uso de la fuerza, la 1973; y con el respaldo expreso de las organizaciones regionales más relevantes en este caso, la Liga Árabe, la Conferencia Islámica, la Unión Africana, y el propio Consejo Europeo. Sale reforzada, además, por el fundamento material de la decisión: el principio de la Responsabilidad de Proteger, la protección de los civiles. Lo recogió el Consejo de Seguridad en la Resolución 1970.

La Responsabilidad de Proteger consiste en que si un Estado no cumple con la responsabilidad de proteger a sus ciudadanos, la comunidad internacional debe intervenir para asumirla. Es un principio humanitario, la razón por la que estamos interviniendo en Libia: para defender a los ciudadanos de ataques de las propias fuerzas libias. La Resolución 1973 insiste también en el objetivo de encontrar una solución a la crisis de Libia que responda a las legítimas demandas del pueblo de ese país.

Hay que situar, además, esta decisión de la Comunidad internacional en un contexto histórico concreto que se ha calificado de "primavera árabe", en relación con la situación en el norte de África. Es la apertura de una nueva etapa política en el Mediterráneo, que la sociedad española sigue con atención y con esperanza. La valentía y el espíritu cívicos demostrados por el pueblo de Túnez, primero, y por el de Egipto, después, han sido una demostración palpable de que el progreso y la libertad son también causas del mundo árabe, y que se pueden hacer valer pacíficamente. En Libia, la violenta reacción de sus autoridades a las demandas democratizadoras que también comenzaron a expresarse allí por su pueblo, emergió muy pronto como una clara excepción en este proceso.

El Consejo de Asuntos Exteriores de la UE ya se pronunció el 21 de febrero sobre los primeros disturbios registrados, condenando la represión y deplorando la violencia y la muerte de civiles en Libia. La extraordinaria gravedad que iba adquiriendo la situación provocó que se convocase un Consejo Europeo extraordinario el día 11 de marzo. En aquella reunión, la Unión expresó su firme solidaridad con el pueblo libio y las víctimas de la represión, acordando:

· Condenar la violenta represión ejercida por el régimen contra sus ciudadanos, así como la flagrante y sistemática violaciónde los derechos humanos, y pedir que cesara inmediatamente y se garantizara la seguridad de la población por todos los medios necesarios.

· Además, el Consejo Europeo celebró la Resolución 1970 del Consejo de Seguridad de la ONU, y la remisión de la situación imperante en Libia ante la Corte Penal Internacional.

· También se comprometió a evaluar todas las respuestas posibles, siempre que existiera una necesidad demostrable, una base jurídica clara y el apoyo de la región en relación con los ataques contra civiles incluso desde el aire.

· Y por último, apeló a las Naciones Unidas, la Liga Árabe, la Unión Africana y nuestros socios internacionales para encontrar juntos esas respuestas.

Desde entonces, desde ese pronunciamiento del Consejo Europeo, la Unión dejó de reconocer al Coronel Gadafi toda legitimidad, pidió su renuncia y adoptó medidas contra la cúpula dirigente del país. El objetivo que se planteó de manera nítida fue que Libia acometiera con rapidez una transición ordenada hacia la democracia, a través de un diálogo plural. Sin embargo, pronto fue evidente que la emergencia humanitaria reinante en el país era la prioridad fundamental, alcanzando proporciones muy preocupantes, agravadas por los importantes movimientos migratorios inducidos por los acontecimientos. L

La Unión puso en marcha un dispositivo para evacuar no solo a sus ciudadanos sino también a los de otros países vecinos que huían de los combates y de los peligros que la ofensiva militar del régimen causaba. España contribuyó por su parte a este esfuerzo destacando medios aéreos para evacuar a nacionales de terceros países atrapados en las fronteras de Libia con Túnez y Egipto, y aportando material de apoyo humanitario a través de la AECID en una forma que ha sido calificada de modélica por su eficacia por parte de nuestros socios y de los países afectados.

Paralelamente, la comunidad internacional proseguía su movilización para dotarse de los instrumentos jurídicos que le permitieran intervenir en Libia con la legitimidad necesaria. La propia Unión Europea comenzó, tal y como se había comprometido en su reunión del 11 de marzo, a estudiar todas las opciones a su alcance, incluida la acción militar. Entre las medidas más claras figuró desde un principio la posibilidad de declarar una zona de exclusión aérea que permitiera neutralizar la fuerza militar que el régimen empleaba contra la población que manifestaba su oposición en varias regiones del país. Mientras varios países europeos en el seno del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, junto con los EEUU, promovían una resolución que autorizase el uso de la fuerza para proteger a la población, la propia Liga Árabe, en su reunión del pasado 12 de marzo, hizo un llamamiento al Consejo de Seguridad para que impusiese dicha zona de clusión aérea para las fuerzas aéreas libias y crease zonas seguras en los lugares vulnerables a los ataques aéreos.

La aprobación de la Resolución 1973 el jueves pasado proporcionó la base legal para intervenir, de acuerdo con las condiciones fijadas por el Consejo europeo del día 11 de marzo respaldadas por el Gobierno de España. En esas circunstancias, la comunidad internacional debía decidir cómo aplicar la Resolución y así lo hizo en el curso de la reunión de París convocada por el presidente francés Nicolas Sarkozy el pasado 19 de marzo. La reunión de París congregó a 18 países, entre los que figuraban 11 europeos, cinco árabes, además de EEUU y Canadá, el Secretario General de Naciones Unidas, la Alta Representante de la UE, el Presidente de la Comisión Europea y el Secretario General de la Liga Árabe. El texto de la declaración que se aprobó lamentaba que las demandas de la comunidad internacional, expresadas por el CSNU en su resolución 1970, la Liga Árabe, la Organización de la Conferencia Islámica y la Unión Europea, no hubieran sido atendidas por el régimen libio.

El régimen libio había proseguido su escalada militar contra su propia población con medios de guerra. Ante esta situación, los países congregados en París, expresamos nuestra satisfacción por la adopción de la resolución 1973 del CSNU y decidimos dar cumplimiento a lo dispuesto en la misma. Decidimos Señorías:

· Adoptar todas las medidas necesarias, incluidas las militares, de acuerdo con la resolución 1973, para asegurar su cumplimiento;

· Mostrar al pueblo libio nuestra determinación de apoyarle para que pudiese realizar sus aspiraciones y construir su futuro democrático, respetando su soberanía e integridad territorial;

· No permitir que el coronel Gadafi desafiara a la comunidad internacional y despreciara a su propio pueblo.

Mediante la puesta en marcha de distintas operaciones coordinadas, daba así comienzo la Operación denominada "Amanecer de la Odisea", que no incluye, como estipula la resolución 1973, la ocupación del territorio libio bajo ningún concepto. Como tuve ocasión de señalar en París, al sumarse a este esfuerzo, España, como miembro activo de la Comunidad internacional, asumía la doble responsabilidad de:

· hacer efectiva la resolución de Naciones Unidas.

· y contribuir a la protección del pueblo de Libia, a prestarle apoyo humanitario, y a facilitar la realización de sus aspiraciones.

Señorías, con estas resoluciones del Consejo de Seguridad, complementadas con la decisión del Consejo de la Liga de Estados Árabes del pasado 12 de marzo y con los recientes comunicados de la Organización de la Conferencia Islámica y del Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana, el Gobierno español, en el marco también de las decisiones adoptadas con nuestros socios europeos en el Consejo extraordinario del pasado 11 de marzo, considera que se dan las condiciones legales y políticas necesarias para que España asuma sus responsabilidades como miembro de la comunidad internacional y de ONU.

En efecto, antes de dar este paso planteé, en nombre del Gobierno español, cuatro condiciones para nuestra participación:

- Una Resolución del CSNU que autorizara el uso de la fuerza. Porque es lo que exige la legalidad internacional. Lo exige también el recién aprobado Nuevo Concepto 8 Estratégico de la OTAN, cuando "reafirma la responsabilidad primaria del Consejo de Seguridad en la preservación de la paz y seguridad internacional".

- Un acuerdo europeo - La complicidad regional, a través de la Liga Árabe y de la Unión Africana.

- Y, naturalmente, la autorización de este Parlamento. Para eso estamos hoy aquí, aunque creo poder decir de mis conversaciones de estos días con los líderes de los partidos, y de las conversaciones de miembros del Gobierno, he podido colegir que se da un amplio consenso en torno a esta participación de España. Consenso en torno al cual, desde luego, debo resaltar la contribución de las fuerzas políticas y mi agradecimiento por la posición mantenida en esto días empezando por el principal partido de la oposición.

De acuerdo con todo ello, el Gobierno ha tomado, al amparo de lo previsto al efecto por la Ley de Defensa Nacional, determinadas decisiones urgentes para concretar cuál sería la participación de nuestro país en la coalición internacional formada para hacer frente a la situación, de las que estuvo cumplidamente informado Su Majestad el Rey.

La contribución española tiene como objetivo garantizar la zona de exclusión aérea y asegurar el embargo acordado por las Naciones Unidas. En cuanto a la zona de exclusión aérea, se han destinado un total de 5 aviones: 4 cazas F-18, con destino a la base italiana de Decimomannu, y un avión de reabastecimiento en vuelo boeing 707. Estos aviones de combate y el avión de reabastecimiento en vuelo están ya operativos e integrados en el dispositivo aéreo de la coalición. 9 Igualmente, se ha decidido el despliegue de medios aéreos y navales para la aplicación del embargo. A la espera de que el Consejo del Atlántico Norte adopte una decisión sobre el inicio de esta misión, se han dado instrucciones y completado los preparativos para la activación de la fragata Méndez Núñez, con base en Ferrol; el submarino Tramontana, con base en Cartagena, y un avión C-235 de vigilancia marítima.

Sobre estos medios, puedo anunciarles que la fragata Méndez Núñez zarpó a las 17 horas del domingo de la base naval de Ferrol en dirección a la base de Rota, para preposicionarse allí y poder alcanzar la zona de operaciones en el menor tiempo posible, una vez que la operación de embargo sea aprobada. Del mismo modo, el submarino Tramontana está alistado en la base naval de Cartagena a la espera de recibir instrucción para salir hacia la zona de operaciones. El mando de estos medios aéreos está transferido por el Jefe de Estado Mayor de la Defensa al Mando de la Coalición, que ostenta el General Carter Ham, Comandante del AFRICOM.

Quiero subrayar que estamos ante un importante despliegue de medios militares, aéreos y navales. Importante ante todo por las capacidades que aportan, y también por el número de medios desplegados y por los efectivos movilizados, alrededor de 500 miembros de las Fuerzas Armadas. Además, debo reconocer, porque es de justicia, la rapidez y profesionalidad con la que las Fuerzas Armadas, una vez más, han respondido para dar cumplimiento a la misión encomendada por el Gobierno. Esto evidencia el alto grado de preparación y disponibilidad de nuestros Ejércitos y la Armada para hacer frente a situaciones de crisis o amenazas a nuestra seguridad.

Señorías, Varios países participantes en esta coalición internacional han celebrado ya sus correspondientes debates parlamentarios: Reino Unido, Bélgica, Italia, y Dinamarca. En todos los casos, los parlamentos han avalado o unánime o muy mayoritariamente la decisión de participar en la coalición para defender a la población libia. De acuerdo con lo previsto en la Ley de la que los españoles nos quisimos dotar para circunstancias como ésta, les pido ahora formalmente la autorización de esta Cámara para que nuestro país participe, en la forma en que acabo de describir, en esta operación destinada a asegurar la aplicación de las Resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

Señorías, La Resolución 1973 no pretendía ni pretende la expulsión del coronel Gadafi del gobierno de Libia. Su objetivo era advertir al coronel Gadafi y a las autoridades libias de que dejase de usar las armas contra su pueblo, de que si no lo hacía así, la comunidad internacional estaba dispuesta a usar la fuerza para poner fin a los asesinatos de su pueblo. Era un compromiso firme. La Resolución 1973 nos obliga a todos los Estados miembros de Naciones Unidas y muchos de ellos, como se ha visto, estábamos y estamos dispuestos a cumplir son esa obligación.

Hasta ahora, hasta este momento, tres días después del inicio de la operación, ha surtido efecto. Parece que se han detenido los ataques indiscriminados y, eventualmente, se ha producido algún repliegue de las fuerzas armadas del régimen libio. 11 Pero el mensaje sigue siendo, a día de hoy, el mismo: mientras exista el riesgo de que el régimen libio vuelva a atacar a su pueblo, se aplicará la fuerza necesaria para impedirlo. Por eso, la petición que hoy hace el Gobierno es una petición prudente.

El Gobierno, en efecto, ha acordado establecer un período inicial para nuestra participación acorde con la naturaleza de las misiones que hemos asumido: un mes para el control y garantía de la zona de exclusión aérea, tres meses para la operación de aseguramiento del embargo. Si las necesidades de la operación internacional lo exigiesen, el Gobierno acudirá de nuevo a solicitar la autorización de prorroga a la Cámara. Si hoy así lo acuerda, en opinión del Gobierno, España asumirá su responsabilidad como miembro activo de la Comunidad internacional; como miembro activo de una Comunidad de derecho que, con esta decisión, ha dado un paso de relevancia histórica: fijarse con toda claridad la tarea de proteger a un pueblo, en este caso, el pueblo libio, de la amenaza que representan sus actuales gobernantes, y facilitarle la realización de sus aspiraciones de autogobierno; y que lo ha hecho, además, con un amplísimo apoyo de los miembros de esa Comunidad y de sus organizaciones regionales. Les pido que nos sumemos a ese apoyo, que contribuyamos a esa tarea a favor del pueblo libio. Muchas gracias.

Fuente Diario "EL PAÍS"


España está abierta a que sea la OTAN quien dirija la operación en Libia

El Gobierno español está abierto a que sea la OTAN quien dirija la operación internacional en Libia según ha señalado hoy la ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, quien ha dicho que España estará con el consenso que sea más eficaz para proteger a la población libia del régimen de Muamar el Gadafi.

"Si, finalmente, hay acuerdo en que sea la OTAN, España forma parte de la Alianza Atlántica y seguirá coordinando sus acciones con sus aliados. Si no hay acuerdo, pues, evidentemente, tendrá que discutir esta cuestión con los aliados y con los países con los que está participando en la intervención", ha señalado Jiménez en declaraciones a RNE recogidas por Efe.


La ministra ha explicado que España ha hecho una apuesta por la coalición de países voluntarios que está implementando la resolución 1973 del Consejo de Seguridad de la ONU porque estimó "que era la respuesta más inmediata, la que con más eficacia podía plantear la zona de exclusión aérea y la que permitía la participación de los países árabes".
Ha insistido en que para el Ejecutivo "era esencial que hubiera una situación de urgente necesidad" y en que "había que actuar y actuar con rapidez para evitar que hubiera una masacre", sobre todo en Bengasi, además de ser "fundamental" la existencia de un "marco legal" como la resolución de la ONU.


"Si ahora se plantean otras alternativas, España, como en anteriores ocasiones, estará con el consenso que formen sus aliados y los países amigos, en lo que sea más eficaz para proteger a la población de Libia, y lo que sea más eficaz para implementar la resolución de la ONU", ha agregado.


Jiménez ha recalcado que la resolución 1973 de la ONU es también "un mensaje importante que la comunidad internacional está lanzando" a los gobiernos de otros países.
"Cuando la ONU está actuando en los ataques de Gadafi contra su propia población, en realidad también está lanzando un mensaje hacia otros gobiernos que reaccionan con violencia contra su población. No se puede actuar de esa manera", ha asegurado.


Preguntada por si la comunidad internacional podría intervenir en Siria o Yemen, Jiménez ha respondido que "las situaciones han sido diferentes" porque, en Libia, hubo "desde el primer momento" una reacción "con fuego real" contra la población. "Hay siempre que calibrar dónde están esos límites y ese equilibrio que uno tiene que mantener", ha continuado Jiménez quien ha dicho que en otros países "al menos se han abierto esfuerzos de diálogo nacional". La ministra de Exteriores ha agradecido que, "en todo momento, la inmensa mayoría" de los grupos parlamentarios del Congreso hayan "mostrado su apoyo" al Gobierno en este asunto.

Fuente Diario "LA RAZÓN"


El líder del PP apoya al gobierno y evita hacer referencias a Irak y pide al Gobierno que aclare cual será el plan «si Gadafi no es derrocado»


El líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, ha avalado hoy el «sí» del Gobierno a la intervención de España en la crisis Libia definido por Zapatero como necesario para «proteger a los ciudadanos amenazados por el régimen de Gadafi». El líder del PP ha mostrado así el «apoyo evidente del partido a la intervención» y ha suscrito las palabras del jefe del Ejecutivo al señalar que se trata de una operación «tremendamente necesaria» lamentando, no obstante, que «se haya retrasado para todo el mundo, excepto para un tirano de Trípoli», en referencia a Gadafi.

Durante su turno, en el que ha evitado enfrentarse con el Gobierno omitiendo cualquier referencia a la actitud socialista durante la intervención en Irak, Rajoy ha ratificado la intención del PP de dar el «sí» a la operación «dado que nunca nos hemos opuesto a intervenciones de esta naturaleza y nos limitamos a ser coherentes con nuestras propias ideas».

«La intervención en Libia supone un compromiso de tremenda magnitud -ha continuado Rajoy-. Les aseguro, que en lo que dependa de nostros nadie podrá temer que nuestra lealtad con los aliados se muestre pendular, ni sospechar que la palabra de los españoles es movediza u oportunista». «No estorbaremos la decisión de Zapatero», ha dicho tajante.

Acto seguido al apoyo demostrado por el PP al Gobierno, Rajoy ha aclarado que «a estas horas no solo las Fuerzas Armadas han irrumpido en Libia, sino que toda España se compromete, y asume los riesgos inherentes a cualquier clase de conflicto armado». Así, ha pedido al Gobierno que durante la intervención «prime la responsabilidad» y ha solicitado el apoyo de la totalidad de la Cámara Baja : «¿Cómo permanecer impasibles ante este desafío al mundo?».

No en vano, el líder del PP ha señalado que la conformidad de su grupo con la intervención es también compatible con algunas cuestiones que el Gobierno necesita responder. Así, ha interpelado al Gobierno sobre el alcance de la intervención, los medios empleados en la misma y las dimensionse del despliegue. También Rajoy ha recordado en el Congreso que «debemos estar preparados, pues podríamos esncontrarnos ante un conflicto largo y enquistado, una guerra civil que podría prolongarse en el tiempo sin que la intervención militar pueda evitar un desastre humanitario».

Ante esta afirmación, el jefe de la oposición ha preguntado también a Zapatero si «las fuerzas rebeldes pretenden algo más, además de derrocar al general Gadafi», así como quién ejerce el control de la operación o qué papel jugará la OTAN en el conflicto. «Sería fundamental que todos supiéramos a qué atenernos y qué ocurrirá si Gadafi no abandona»
«La intervención llega tarde»

Todos los grupos que han dado en el Congreso su respaldo a Rajoy han coincidido en la idea de que la operación para derrocar al régimen de Gadafi llega «demasiado tarde». Al hilo de las palabras de Rajoy, el portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, ha considerado que «si la intervención se hubiera producido antes hubiéramos evitado la pérdida de muchas vidas». No obstante, Duran ha ratificado su apoyo al Gobierno y ha considerado que la resolución «es equilibrada y necesaria para proteger al pueblo libio de su presidente».

La misma idea ha reiterado Joan Ridao, portavoz de ERC, quien ha señalado que se trata de una «operación tardía, pero que constituye una respuesta robusta y esperanzadora de la Comunidad Internacional a Gadafi» , al tiempo que ha asegurado que «nadie quiere una guerra perpetua, como ya ocurrió en Irak o Afganistán».

Por su parte, el portavoz del PNV, Josu Erkoreka, ha considerado que si la iniciativa del Gobierno merece ser respaldada es porque «constituye una medida encaminada a salvar la vida de miles de personas». «Los ciudadanos libios han tenido la valentía de enfrentarse al tirano que dirigía su país con mano de hierro para reclamar democracia, dignidad y libertad».

En la misma línea ha defendido la intervención en Libia Rosa Díez, de UPyD, quien ha considerado que «éste es el camino en el que España se debe de situar» y ha asegurado que «la alianza de los europeos está en la promoción y defensa de los derechos humanos». Del mismo modo, Díez ha suscrito las palabras de Mariano Rajoy señalando las incertidumbres sobre la misión y las dudas sobre «qué pasará mañana si esto no funciona».

El portavoz de UPN, Carlos Salvador ha pedido al Gobierno transparencia y comunicación durante todo el proceso, al tiempo que ha justificado el apoyo a la decisión considerando que se trata de «una causa justa por la que merece la pena luchar».

Por parte del PSOE, su portavoz, José Antonio Alonso, ha definido la operación en Libia como «sensata y destinada a defender la vida e integridad física de miles de seres humanos». Además, ha aprovechado para dirigirse a los grupos que han decidido dar el «no» a la intervención , a quienes a reprochado «estar completamente equivocados». «La moral democrática se funda en valores, como la defensa de la vida y de los derechos humanos», al tiempo que les ha preguntado: «Ante la evidencia de que Gadafi está masacrando a su pueblo, ¿vamos a quedarnos de brazos cruzados?».

Breves.-
Estados Unidos gastó unos 100 millones de dólares (70, 34 millones de euros) solo en misiles durante el primer día de la intervención de la coalición internacional en Libia, según apunta la publicación 'National Journal', que estima que la operación 'Odisea del Amanecer' podría superar los mil millones de dólares (más de 702 millones de euros).

Los costes de la intervención en Libia empiezan a dispararse. Según un informe publicado este mes por el Centro de Análisis Estratégicos y Presupuestarios, imponer una zona exclusión aérea sobre Libia puede costar entre 300 y 570 millones de euros, informa Pedro Rodríguez desde Washington.

Aviones de guerra occidentales han atacado un avión militar perteneciente a las fuerzas armadas de Muammar Al Gadafi, que volaba hacia la ciudad por los rebeldes de Bengasi el martes, según ha informado la cadena dfe televisión Al Yazira, citando a su corresponsal.

Fuente Diario "ABC"


El cuestionario aparecen por primera vez. La Unión Europea aprobó el lunes sanciones más duras contra el régimen de Gadafi y expresó su disposición a proporcionar ayuda humanitaria, no puede ocultar las profundas divisiones entre sus miembros. Incluso dentro de la coalición - que incluye la parte de la UE como Francia, Gran Bretaña, Italia, Bélgica, Dinamarca, Grecia y España - se escuchan voces disidentes. "Esto no debería ser una guerra contra Libia", pero la aplicación estricta de la resolución de la ONU, que se encuentra el ministro de Exteriores italiano, Franco Frattini. El primer ministro ruso, Vladimir Putin, cuyo país se abstuvo en la votación de la resolución 1973 de la ONU sin necesidad de un veto, dijo que la resolución le hizo pensar en "la llamada a las cruzadas durante la Edad Media. "

El jefe de la Liga Árabe, Amr Moussa, que había apoyado el establecimiento de una zona de exclusión aérea, mientras tanto ha estimado que el bombardeo se desvió de su objetivo, antes de cambiar el lunes y decirle a que sus comentarios el día anterior había sido "malinterpretado". El Occidente ha acogido con satisfacción la participación árabe en esta coalición. Pero sólo los verdaderamente comprometidos Qatar, los Emiratos Árabes Unidos ha aclarado que su papel se limitaría en Libia "ayuda humanitaria". El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas deben tener una reunión privada en Libia el lunes. Estas consultas han sido reclamadas por China, que preside el Consejo.

Frente a las críticas, el ministro de Exteriores francés Alain Juppé, calificó la operación militar "éxito" porque ha evitado un "baño de sangre". Añadió que la OTAN está dispuesta a apoyar la acción "en cuestión de días".

Fuente Diario "LE MONDE" (PARIS)


Un avión de los Estados Unidos se estrella en territorio rebelde por fallo mecánico. Los pilotos se encuentra bien.

Gates: Las operaciones de bombardeo militar, debe acabar pronto.

Fuente Diario "WASHINGTON POST" (WASHINGTON)

Libia cuesta a Gran Bretaña 3.000.000 de £

El coste diario de la intervención militar en Libia supone a Gran Bretaña 3 millones de libras, segun los expertos.

El calculo del coste de la operación se calculo basandose en la experiencia de lo invertido en la acción militar aerea en el conflicto de Kosovo. Seis semanas de operaciones, constarían a los contribuyetes unos 100.000.000 £

Fuente Diario "THE INDEPENDENT" (LONDRES)

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