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martes, 22 de marzo de 2011

GAGOMILITARIA NOTICIAS.-LIBIA,. CUANDO TOMARÁ EL MANDO DE LA MISIÓN LA OTAN?










Fuerte explosión en Trípoli; se reanudan los ataques de los aliados

Fuego antiaéreo y nuevas explosiones han sacudido Trípoli por tercer día, aunque el ritmo de los ataques aéreos de los aliados sobre Libia bajará de intensidad según ha confirmado un general de EEUU.

Según varios testigos, se ha producido un nuevo ataque en las cercanías del complejo residencial de Gadafi, que fue bombardeado también el domingo.

La televisión libia ha confirmado que se trata de nuevos ataques de la coalición internacional, pero todavía se desconocen los detalles de la operación. Aseguran que "los enemigos de las cruzadas" no van "a asustar a la población libia".

Según el canal de televisión, hay varios fallecidos en el ataque a los puertos y el aeropuerto de Trípoli. Además, también han atacado una base de la marina libia, situada a 10 kilómetros de la capital.

Los disparos, que iluminaron el cielo nocturno de la capital libia, según testigos presenciales, se produjeron hacia las ocho de la tarde, hora española. Aunque algunas informaciones aseguran que todavía continúan.

"Los hijos del pueblo libio aseguran que esas bombas y misiles no les aterrorizan", señaló la agencia oficial y señaló que "es una operación fracasada, no es más que un juego".

"El gran pueblo libio ha construido su gloria y está acostumbrado desde hace décadas al enfrentamiento continúo contra estos enemigos cruzados", añadió.

Los aliados han bombardeado también, según fuentes pro-Gadafi, la localidad de Sabha, a 750 kilómetros de Trípoli, tierra de la tribu del líder libo.

En la noche del domingo al lunes, los misiles destruyeron un edificio de oficinas que formaba parte de la residencia de Bab el-Aziziya, en el sur de la capital libia. Según la coalición, albergaba un centro de "comando y control".

Este sería el tercer día de ataques de la coalición que empezaron a bombardear objetivos libios el pasado sábado. Los dirigentes de los países implicados aseguran que su intención es el establecimiento de la zona de exclusión aérea para impedir nuevas matanzas de la población civil.

De hecho, horas antes de este ataque, el mando de la coalición había anunciado que se estaba ampliando el área restringida hasta Trípoli, una vez que ya se había establecido este cerco en Bengasi y alrededores.
Francotiradores en Bengasi

En Bengasi, seguidores de Gadafi han protagonizado varios tiroteos, según la web de los insurgentes. Los rebeldes indicaron que miembros de los comités revolucionarios -que son partidarios del gobierno de Trípoli- dispararon en varios barrios de Bengasi.

Añadieron que previamente emboscaron y mataron a un oficial de la Fuerza Aérea que se había unido a los insurgentes.


Ban Ki-moon, obligado a refugiarse en una sede acosado por los gadafistas


El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, se ha visto obligado a refugiarse en la sede de la Liga Árabe, después de que varios manifestantes libios que apoyan al coronel Muamar al Gadafi le impidieran salir del edificio, situado junto a la plaza cairota de Tahrir.

Los manifestantes se reunieron delante de la puerta principal de la Liga Árabe y gritaron eslóganes contra Ban Ki-Moon y el secretario general de la Liga, Amro Musa, así como contra Estados Unidos, el Reino Unido y Francia y a favor de Gadafi.

Ante esta situación, Ban Ki-Moon no pudo abandonar el edificio por el acceso principal y tuvo que ser evacuado por otra salida en la que también se habían apostado varios manifestantes.

Los manifestantes gritaron "Alá, Muamar, Libia y ya" e insultaron al Reino Unido, Francia y Estados Unidos. El responsable de la ONU se reunió hoy con Musa para analizar la situación en varios países árabes, sobre todo en Libia.
La ONU pide que dejen de matar a los civiles

En una rueda de prensa conjunta con Musa, celebrada antes del altercado con los gadafistas, el secretario general de la ONU pidió a las autoridades libias que dejen de inmediato de matar a los civiles y que les protejan.

Ban destacó la importancia de la coordinación entre la Liga Árabe y la ONU, y aseguró que la ONU continuará su trabajo hasta que ponga fin a los combates en Libia y colaborará en el envío de ayuda humanitaria a este país.

Asimismo, alabó la postura de la Liga Árabe, que pidió la imposición de una zona de exclusión aérea en Libia e insistió en la importancia de que la comunidad internacional tenga una sola voz para que se pueda cumplir la resolución del Consejo de Seguridad.

Además, instó a que se envíe ayuda humanitaria rápida a Libia.

Por su parte, Musa dijo: "Respetamos la resolución del Consejo de Seguridad y no tenemos nada en su contra, sobre todo porque dice que no a la invasión y a la ocupación de los territorios libios".

"Queremos la protección de los civiles en Libia y es una gran responsabilidad", afirmó Musa. Asimismo, reiteró: "Hemos pedido al Consejo de Seguridad la imposición de una zona de exclusión aérea para impedir los ataques contra los civiles, nuestra decisión ha sido clara y nos comprometemos a ella".

Ayer Musa criticó la intervención militar internacional contra objetivos libios asegurando: "Lo que pasa en Libia es diferente del objetivo de imponer una zona de exclusión aérea, lo que queremos es proteger a los civiles y no bombardearles".

Obama visitará el Reino Unido, Francia, Irlanda y Polonia a finales de mayo

La Casa Blanca ha anunciado oficialmente que el próximo viaje al extranjero del presidente Obama será programado en Europa entre el 23 y el 28 de mayo con paradas en el Reino Unido, Francia, Irlanda y Polonia, según informa el diario 'USA Today' en su edición digital.

El viaje del presidente estadounidense al Reino Unido es una visita de Estado formal, y él y la primera dama se alojarán en el Palacio de Buckingham.

En Francia, el presidente tratará con profundidad la recuperación de la economía mundial y la inestabilidad de Oriente Próximo.

También en Irlanda Obama abordará la recuperación económica. En su discurso del Día de San Patricio, el pasado 17 de marzo, el mandatario dijo que: "Espero no ir sólo a los sitios más famosos, sino también hacer una parada en Moneygall, de donde mi 'tatatatatarabuelo' procede".

Tras el anuncio formal de su visita a Polonia, la Casa Blanca informó de que la intención del presidente es tratar de "fortalecer aún más la estrecha alianza entre Estados Unidos y Polonia."

Fuente Diario "EL MUNDO"

Las disputas sobre la participación de la OTAN dividen a los aliados


Francia quiere que la Alianza apoye a la coalición sin asumir el control total.- Reino unido quiere que asuma cuanto antes el liderazgo de la operación Amanecer de la Odisea.- La Alianza tiene previsto votar hoy el embargo naval de armas a Libia

El clima del debate entre los aliados sobre el papel que debe jugar la OTAN en Libia se tensó tanto ayer que hasta la prevista aprobación por los embajadores de la participación en el embargo naval de armas a Libia ha quedado pospuesta hasta hoy, en medio de profundas diferencias entre quienes reclaman que la Alianza asuma el liderazgo, quienes prefieren verla en un papel subsidiario y quienes han hecho saber que mientras los demás no se aclaren ellos suspenden su participación en la operación Amanecer de la Odisea. Ante esta situación, y cuando comenzaba la tercera noche de ataques de los aliados sobre Trípoli, el presidente de EE UU, Barack Obama, ha dicho desde Santiago de Chile -dentro de su gira por América Latina- que espera "transferir" el mando de la operación al resto de países en unos cuantos días.

A los aliados les enfrenta el detalle de si la OTAN debe participar y con qué condiciones en la zona de exclusión aérea sobre Libia, mientras existen posiciones encontradas sobre la función que la Alianza debe desempeñar en todo el proyecto.

Turquía, sacudida por la intensidad de los bombardeos de la coalición para liberar el espacio aéreo libio, exige que el plan de operaciones sea revisado para evitar al máximo bajas entre los civiles de un país musulmán.

Esos recelos turcos unidos a las aparentes objeciones de la Liga Árabe permitieron ayer sacar pecho a Guido Westerwelle, el ministro alemán de Exteriores, y defender su abstención en el Consejo de Seguridad (junto con China, Brasil, India y Rusia). "Nosotros calculamos el riesgo", declaró en Bruselas, donde los Veintisiete debatieron sobre Libia. "Si a los tres días de que empezara la intervención ya vemos a la Liga Árabe criticarla, creo que no anduvimos desencaminados". El secretario general de la Liga, Amr Musa, a quien el domingo se atribuyeron las críticas, se desdijo ayer con el argumento de que todo había sido un malentendido fruto de una mala traducción.

Alemania encabeza un frente de tibios en lo militar en el que también figuran Polonia y alguno otro pequeño país. Varsovia se escuda en esa división y en su presidencia de la UE en el segundo semestre de 2011 para anunciar que participará exclusivamente en labores de asistencia humanitaria en Libia.

Francia y el Reino Unido (la Cámara de los Comunes aprobó ayer con una mayoría aplastante -557 votos contra 13- una resolución de respaldo a la participación de las Fuerzas Armadas británicas), puntas de lanza de la participación europea en Libia, tienen diferente criterio sobre el futuro papel de la OTAN. El primer ministro británico, David Cameron, quiere que la Alianza asuma cuanto antes el liderazgo de Amanecer de la Odisea, mientras los franceses, aparentemente celosos de su protagonismo, ofrecen sólo un papel subsidiario para la Alianza. "La coordinación la hace Estados Unidos en estrecha colaboración con Francia y el Reino Unidos", declaró Alain Juppé, ministro francés de Exteriores. "La OTAN está dispuesta a apoyar dentro de unos días".

La preferencia por el papel de apoyo la justifica Juppé en el hecho de que "hay muchos países que dudan en ponerse bajo la bandera de la OTAN", referencia no velada a los países árabes que sólo Francia esgrime, como hace notar un embajador aliado. "No es la OTAN la que ha tomado la iniciativa. El control político lo ejercen países árabes, americanos y europeos. Otra cosa es que en el futuro haya alguna planificación de la OTAN".

Francia admite que la operación militar que se desarrolla en Libia carece de un mando integrado y que, por ahora consiste en un conjunto de "operaciones coordinadas" llevadas, respectivamente, por los tres países que comandan la operación, esto es, Estados Unidos, Reino Unido y Francia, informa Antonio Jiménez Barca desde París.

Francia tiene claro, por otra parte, que la OTAN no debe mandar la operación. Juppé considera que la Alianza Atlántica "deberá intervenir dentro de unos días, pero como apoyo". De la misma opinión fueron los portavoces del Estado Mayor y del Ministerio de la Defensa que ayer hablaron a la prensa: "La OTAN podría dar su apoyo". ¿Dispararía Francia a Muamar el Gadafi si supiera dónde se encuentra? "No, la respuesta es no. La resolución de la ONU ni de lejos ni de cerca prevé esa hipótesis", respondió ayer el portavoz del ministerio de la Defensa, Lauren Teisseire.

El portavoz adjunto del Ministerio de Defensa francés, el general de brigada Philippe Pontiès, declaraba ayer que la coordinación de las operaciones es un asunto "extraordinariamente complejo" pero que sí existe ya "a nivel de ministerios de Defensa" de los países que intervienen. "Por el momento las operaciones se desarrollan conforme a la resolución" de la ONU y es "evidente que el mando integrado facilitaría los intercambios; hoy de momento esta coordinación que hay funciona, aunque la integración haría los intercambios más fluidos", añadió el portavoz. "Estamos en una operación querida por las Naciones Unidas, aplicada por una coalición 'ad hoc' a la que la OTAN podría eventualmente dar su apoyo", agregó. "Su rol sería en un perímetro de apoyo".

Según apuntan medios locales, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, se desplazará hoy a la base aérea de Solenzara, en la isla de Córcega, de donde salen parte de los aviones galos que participan en la operación contra Libia. Al parecer el presidente viajará a la isla francesa del Mediterráneo acompañado por el ministro de Defensa, Gérard Longuet. La base de Solenzara forma parte del operativo francés que, según informaciones ofrecidas hoy por las autoridades galas, hasta el lunes ha incluido un total de 55 salidas de aviones francesas, con un total de 400 horas de vuelo, para cumplir con los términos de la resolución 1973 del Consejo de Seguridad de la ONU.

Italia reclama a la OTAN

Italia, por su parte, reclama a la OTAN más que planificación: quiere que coordine ya las operaciones militares si desea que Roma siga ofreciendo su bases, las más próximas a suelo libio. "La OTAN debe tomar la iniciativa", dijo el ministro Franco Frattini. "Si la OTAN no asume rápidamente la coordinación de las operaciones militares tendremos que plantearnos que Italia asuma la responsabilidad de sus propias bases".

Frente al criterio italiano de que la Alianza asuma la coordinación, la jefa de la diplomacia española, Trinidad Jiménez, dice que "a España le parece bien que la operación se haga en coordinación con la OTAN, no que la OTAN sea la que coordine".

Ante el guirigay, Noruega ha optado por tomar distancia. La participación de sus seis cazas F-16 estacionados en Creta "deberá esperar a nuevas ordenes y haya un sistema de mando, lo que llevará varios días", anunció la ministra de Defensa, Grete Faremo.

Irlanda, en cambio, ha hablado de posición neutral, certificando la distancia con respecto a la caída de Gadafi. La presidenta irlandesa, Mary McAleese, dijo ayer que la neutralidad militar de Irlanda impedirá participar directamente en las operaciones militares que se están llevando a cabo en Libia. De visita oficial en España, McAleese calificó de alentador que Naciones Unidas y la UE hayan reaccionado a la crisis libia y comentó que una zona de exclusión aérea se crea para proteger la vida de los habitantes, por lo que insistió en el "total apoyo a la comunidad internacional" en su intento de proteger los derechos del pueblo libio, "tan herido y tan afectado".

Estos desencuentros no deberían impedir hoy a la OTAN hacerse cargo de la operación de embargo de armas, esencialmente naval, pero fuentes diplomáticas no se atreven a vaticinar cuándo habrá un acuerdo sobre la exclusión aérea. Washington, Londres, Roma y otras capitales consideran que la coalición internacional es una estructura de emergencia creada para cumplir con la resolución de la ONU que pasados unos días debe ceder la primacía a la OTAN.

Nueva reunión de la ONU

Por otra parte, el Consejo de Seguridad de la ONU, se reunió de nuevo este lunes por la tarde (hora española). Una sesión convocada por China, que ocupa su presidencia de turno, después de recibir este fin de semana una carta del ministro de Exteriores libio, Musa Kusa, en la que pedía una reunión de urgencia del organismo para detener los bombardeos internacionales contra el régimen de Gadafi. Una petición que ha sido desestimada por los miembros del máximo órgano de seguridad de Naciones Unidas. El organismo sí que ha acordado mantener la reunió ya prevista para este jueves. Una sesión en la que se analizará la situación en Libia una semana después de su autorización a establecer una zona de exclusión aérea y el uso de "todas las medidas necesarias" para proteger a la población civil. Fuentes diplomáticas han anunciado que tanto el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, como algunos de los países que intervienen en la operación informarán en ese encuentro de la evolución de la operación en el país.

Distintos nombres para una misión

Harmattan, Ellamy o Amanecer de la Odisea: los Ejércitos que encabezan la intervención militar en Libia han bautizado la operación de forma distinta, en función de sus propios criterios.

En Reino Unido, ha sido un ordenador el que ha elegido el nombre de Ellamy de forma aleatoria. Francia, en cambio, ha escogido Harmattan, un viento sahariano. Una elección, según el Ministerio de Defensa, que "no tiene una significación particular". "Las operaciones se bautizan con el nombre de un viento, una planta o un animal endémicos", señala un portavoz. "El primer criterio es la neutralidad". Por ejemplo, Epidoto, el nombre del programa francés de formación del Ejército afgano, es un mineral de las montañas afganas.

Los estadounidenses, que llamaron Tormenta del Desierto a la batalla terrestre durante la guerra del Golfo en 1991, y Libertad Duradera a la intervención en Afganistán en 2001, han adoptado un término más grandilocuente y guerrero: Amanecer de la Odisea. En cuanto a la Operación Móvil, nombre escogido por los canadienses, designaba ya la operación de evacuación de los residentes canadienses en Libia al inicio de la revuelta. El Estado Mayor canadiense no ha considerado útil cambiarlo.


Los muertos no dejan pistas en Trípoli


El régimen impide a la prensa extranjera visitar los hospitales con víctimas civiles de los bombardeos - Cientos de personas rodean la residencia de Gadafi

Sin noticias de los muertos ni de los heridos. Desde que las primeras bombas cayeran sobre Trípoli, el pasado sábado por la noche, el régimen del coronel Gadafi ha insistido en que los ataques tenían a los civiles como objetivo. Esa misma madrugada, un portavoz del Gobierno libio prometió a los periodistas alojados en dos hoteles de la capital y vigilados bajo un estricto control de seguridad, que se les llevaría a ver los hospitales donde podrían hablar con testigos de los ataques. Dos días después, no hay rastro de esa promesa. Anoche, se oyeron de nuevo ráfagas antiaéreas y una fuerte explosión cerca de la residencia del dictador.

La visita organizada el domingo al cementerio de Shat al Janshir, en las afueras de la ciudad, solo contribuyó a oscurecer aún más los hechos. Las 24 tumbas que esa tarde estaban vacías a la espera de los cuerpos, aún seguían desocupadas ayer. Y los funerales en torno a las tumbas donde sí había cuerpos enterrados no contribuían a dar credibilidad a las historias. El padre de un bebé dijo que su hija había muerto con siete días de edad después de que uno de los muros de la habitación donde dormía cayera sobre ella tras una explosión. Otro familiar que se identificó como el tío de la niña dijo, sin embargo, que tenía tres meses. Hubo más contradicciones como esa.

El número de víctimas sigue siendo una incógnita. Las autoridades han asegurado que 29 personas han muerto en Trípoli, 64 en todo el país. Esas cifras fueron anunciadas por la televisión libia el domingo. Pero desde entonces no han podido ser comprobadas ni ha habido un comunicado oficial del Gobierno al respecto.

El régimen, que todos los días busca una nueva línea argumental para explicar por qué estos ataques son injustos, no se ha valido aún ni una sola vez de la mejor propaganda posible: la foto de un civil muerto o herido. Aun así, hay testimonios que aseguran que vieron a los heridos. "Yo mismo llevé a un niño en brazos al hospital Ali Omar Asker. Estaba herido por las bombas", asegura Nassem, empleado en un hotel.

Ayer, los funcionarios llevaron a los periodistas extranjeros a visitar una escuela en las afueras de la ciudad. Unos 50 niños les recibieron con las proclamas habituales: "Estados Unidos, Francia y Reino Unido, dejen a nuestro país en paz"; "Alá, Muamar, Libia y ya está". Todas ellas proferidas a gritos y con gestos de enfado entre los estudiantes de entre seis y 15 años. Un grupo mostraba el dibujo de un avión atacando a la población civil y la frase: "Es nuestro día de los regalos".

Según contaron las profesoras, ayer era un día especial en la escuela porque se celebraba el día de los niños y de las madres. "Lo celebramos todos los años y les solemos dar juguetes. Y en cambio han recibido las bombas", dijo una de las maestras, Laila Mohamed. La mayoría de los niños se quedaron en casa, asustados por los bombardeos. "A 10 kilómetros de aquí hay una base que ha sido atacada esta noche", dijo Laila. "Las explosiones se han oído muy cerca, y por eso han preferido no venir a la escuela. Tampoco han venido algunos maestros. Esto no es una zona de exclusión aérea, es una guerra".

Los funcionarios del Gobierno repartieron juguetes a los niños. Muñecas con vestido rosa a ellas y yoyós para ellos. Los periodistas pidieron que se les enseñara la zona que supuestamente ha recibido los ataques, pero los funcionarios recurrieron a sus palabras habituales: "luego, luego. Es peligroso".

Cuatro periodistas del diario estadounidense The New York Times fueron liberados ayer en la embajada turca en Trípoli después de estar cinco días retenidos por fuerzas del régimen. El periódico confirmó ayer que ya estaban a salvo en Túnez.

La capital despertó ayer con una sorprendente calma tras los intensos ataques en la madrugada del lunes, uno de ellos en el cuartel de Bab el Azizia, donde se encuentra el palacio residencial del coronel Gadafi. A pesar de las imágenes que mostraban los escombros en el cuartel, la gente salió a la calle como si nada hubiera pasado y solo las colas para comprar pan rompieron la rutina habitual. "Todo está bien. Los comercios que están cerrados es porque los atendían los chinos, los vietnamitas y los egipcios", dijo un anciano que se dirigía por la tarde al cuartel de Gadafi.

Sobre las cinco de la tarde cientos de personas volvían a concentrarse junto a los muros de Bab el Azizia y también en la plaza Verde. Acudieron allí con sus banderas verdes y sus proclamas para decirle a Gadafi que es amado y que morirán por él. Por ahora el único mensaje nítido del régimen es el que el mismo dictador se encarga de lanzar en sus intervenciones: yo soy Libia.

EE UU dejará de atacar a Gadafi después de ceder el mando


Obama anuncia la transferencia "en días" pero sin aclarar quién la asumirá

Barack Obama aseguró que Estados Unidos transferirá el mando de la operación militar en Libia "en días, no en semanas", pero no aclaró las dudas sobre quién asumirá después el mando, en qué condiciones y por cuánto tiempo, lo que mantiene una gran incertidumbre sobre una misión que avanza entre algunos síntomas de descoordinación. El presidente norteamericano también advirtió que el propósito de este ataque a Libia no es el derrocamiento de Muamar Gadafi.

"La política de Estados Unidos sigue siendo que Gadafi tiene que irse", afirmó Obama en Santiago de Chile en una conferencia de prensa conjunta con el presidente chileno, Sebastián Piñera, "pero la acción militar emprendida es específicamente para cumplir con el mandato del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas". La resolución aprobada la semana pasada permite el uso de todos los medios necesarios para imponer una zona de exclusión aérea sobre Libia y proteger la vida de los civiles.

Obama explicó que esta operación tiene varias fases. La primera es la destrucción de las defensas antiaéreas libias para permitir que los aviones de la coalición de voluntarios pueda patrullar en condiciones de seguridad. Una vez concluida esa fase, el mando de la misión, que actualmente recae en el general Carter Ham, jefe del Comando África de las Fuerzas Armadas de EE UU (Africom), será transferido a la coalición.

Eso debería de ocurrir pronto, "en días, no en semanas", insistió Obama. Pero antes es necesario precisar a manos de quién quedará la responsabilidad de dirigir las operaciones. Obama dijo ayer que "la OTAN debería estar involucrada" en esas próximas fases, pero no dijo que debe asumir el mando. En la OTAN no existe consenso para hacerlo.El ministro de Defensa norteamericano, Robert Gates, de visita en Rusia, dijo que ayer una fórmula híbrida sería la más conveniente.

Las dudas sobre el mando y sobre el tiempo en que mantendrá EE UU es, en realidad, un ejemplo de otras dudas que rodean a esta misión, como las de su objetivo y su duración. Obama no quiso entrar ayer en detalles sobre estos temas y desvió la responsabilidad hacia los mandos militares, que son, dijo, quienes determinarán con más precisión los plazos. El Gobierno francés pronosticó ayer que el ataque puede llevar bastante tiempo, pero tampoco concretó en qué diferentes circunstancias.

La Administración norteamericana ha advertido que, una vez que transfiera el mando a los aliados, su participación en la operación se limitará al apoyo logístico y a la aportación de material de inteligencia. Según han explicado funcionarios estadounidenses, Estados Unidos situará en la zona dispositivos tecnológicos para interrumpir las comunicaciones dentro de Libia y facilitará el material obtenido por sus medios de información y espionaje, pero los aviones norteamericanos no seguirán volando sobre Libia ni se dispararán más misiles de crucero sobre objetivos en territorio libio.

Según sostuvo ayer Obama, la coalición no puede ir más allá de lo que permite la resolución de la ONU. Eso no significa, añadió, que su Gobierno renuncie a la caída de Gadafi, pero lo situó como un objetivo a más largo plazo. "Hemos puesto en marcha una serie de instrumentos para conseguirlo", dijo. Un portavoz del Departamento de Estado manifestó, de forma más clara, que la Administración estadounidense "no ve, a largo plazo, a Gadafi [manteniéndose] en el poder".

Mientras tanto, en unos días más, si no se producen novedades más esperanzadoras, se puede llegar a un peligroso punto muerto en el que EE UU abandone el esfuerzo militar a un grupo de países mal coordinados, con un mando débil y sin voluntad de llegar hasta el final contra Gadafi.

Funcionarios norteamericanos confían en que, en lugar de ese escenario, se cree una situación en que los rebeldes libios sean capaces de reemprender su ofensiva con energía frente a unas fuerzas de Gadafi diezmadas y desmoralizadas por los bombardeos de la coalición.

Ambas posibilidades parecen hoy por hoy al 50% en un momento de enorme ansiedad sobre la marcha de los acontecimientos. Esta operación militar se aceleró por la presión de Gadafi sobre la ciudad de Bengasi, el último bastión rebelde, y ha conseguido al menos, como destacó Obama, rebajar esa presión y poner a Gadafi a la defensiva.

Fuente Diario "EL PAÍS"

Dos F-18 realizaron ayer su primera patrulla de combate / El «Tramontana» zarpa hacia la zona


Las fuerzas militares españolas entran en acción en Libia


Apenas 48 horas después de integrarse en la operación «Odyssey Down», dos de los cuatro F-18 españoles enviados a Cerdeña comenzaron ayer sus patrullas de combate. Hacia las doce del mediodía, los dos cazas despegaron de la base italiana de Decimomannu acompañados por el Boeing 707 de reabastecimiento en vuelo con rumbo a Libia

> Solo uno de cada tres británicos está a favor de la intervención
> Los rebeldes libios retoman la ofensiva
> El remolcador italiano secuestrado en Trípoli sigue en manos libias

Durante cerca de tres horas, los dos cazas sobrevolaron territorio libio para cerciorarse de que ninguna aeronave violaba la zona de exclusión aérea.

Durante su patrulla, los F-18 españoles no necesitaron abrir fuego, aunque están autorizados a hacerlo, como recalcó el domingo el teniente general Jaime Domínguez Buj, al no detectar ningún elemento que violara la resolución de la ONU sobre el área de exclusión. De hecho, tal y como señaló ayer el mando de la operación, el general Carter Ham, desde el inicio de las operaciones aliadas «no se observa actividad de aviones (militares) libios». La ministra de Defensa, Carme Chacón, cuestionada sobre si habían disparado o no, se limitó a responder que «todos los medios que España pone a disposición cumplirán con todos aquellos cometidos que le ordenen».

Las próximas patrullas que realicen los F-18 españoles deberán ser más extensas, pues como explicó ayer Ham, la coalición pretende ampliar la zona de exclusión a Brega, Misurata y hasta Tripoli, lo que supondrá un área de vigilancia de más de 1.000 kilómetros. Según fuentes militares consultadas por este periódico, durante su misión de ayer, de riesgo medio, los aviones tuvieron que realizar un reabastecimiento en vuelo para no interrumpir su vigilancia.

Las fuerzas aliadas realizaron ayer entre 70 y 80 salidas hacia territorio libio, entre ellas las de los cazas franceses, aunque en esta ocasión no abrieron fuego sobre ningún objetivo en tierra. Esta misión, destruir elementos terrestres como radares o baterías antiaéreas, no entra dentro de las obligaciones de los cazas españoles, que sólo deben vigilar el espacio aéreo. Desde ayer, según el premier británico, David Cameron, ya no quedan defensas antiaéreas en territorio libio, por lo que las patrullas no tendrán que preocuparse tanto del fuego terrestre. Pero a última de la tarde, la cadena Al Yazira aseguraba que, tras un nuevo ataque aliado sobre Trípoli, se escuchaban disparos de la artillería antiaérea leal al dictador.

Avance marítimo
Mientras los cazas despegaban hacia Libia, el submarino «Tramontana» zarpaba de su base en Cartagena con destino hacia las aguas frente al país norteafricano. A las ocho de la mañana, el S-74 salió del puerto camino de un punto indeterminado del Mediterráneo para unirse al resto de fuerzas navales aliadas. Desde ese momento está a las órdenes del general Ham, que ayer ya lo incluía entre los medios que patrullan las aguas libias para evitar que lleguen armas al dictador Gadafi. Lo cierto es que el Consejo Atlántico aún no ha aprobado la misión de embargo marítimo, pero aún así esta tarea es primordial para minimizar las capacidades militares del régimen libio. El submarino aún tardará dos o tres días en posicionarse en el teatro de operaciones. Una vez allí, con una dotación de 60 hombres, realizará tareas de vigilancia y reconocimiento de objetivos.

El «Tramontana» cuenta con cuatro tubos lanzatorpedos de 533 mm., con sistema de recarga y atacado neumático y está armado con torpedos filoguiados, torpedos antisubmarinos y minas tipo MCC-23F. Su discreción lo convierte en una de las armas más adecuadas para este tipo de misión.

Por su parte, la fragata «Méndez Núñez» seguía ayer navegando rumbo a la base naval de Rota, donde quedará preposicionada a la espera de órdenes de la OTAN. Su llegada a la base gaditana está prevista para hoy por la mañana y allí quedará en alerta hasta recibir el visto bueno de la Alianza Atlántica. Tanto esta base como la de Morón, en Sevilla, están recibiendo medios aliados que se preposicionan para unirse al operativo desplegado en el Mediterráneo y en bases al sur de Italia, según confirmó ayer Chacón.

El que sí se unió ayer a la operación fue el portaaviones francés «Charles De Gaulle», el más poderoso de Europa. Al mismo tiempo, Noruega enviaba ayer seis F-16 a la espera de que la Alianza Atlántica asuma el mando y cuatro Mirage qatarís tenían previsto aterrizar en una base griega, aunque sin especificar cómo actuarán.


Ataque talibán en Qala i Now
La base de las fuerzas españolas en la localidad afgana de Qala i Now fue atacada ayer con dos cohetes lanzados por un grupo de insurgentes sin que se provocaran daños personales. Uno de los cohetes cayó en el interior de la base «Ruy González de Clavijo» (al noroeste de Afganistán), provocando sólo pequeños daños materiales y sin que ningún militar sufriese heridas, según informó el Ministerio de Defensa. El otro proyectil impactó en el exterior de la base y en las inmediaciones de la pista de aterrizaje del aeropuerto de esta ciudad afgana.Es el primer ataque desde hace meses en el acuartelamiento español.


Sin bajas entre los civiles
La intervención militar en Libia ocupó ayer, como no podía ser de otro modo, buena parte de la reunión de la dirección federal del PSOE. Y el presidente Zapatero trasladó a sus compañeros que se ha cumplido el primer objetivo que se pretendía, este es frenar los ataques de Muamar Gadafi, sin que se hayan producido muertos entre la población civil.

Zapatero quiso dejar claro ante el PSOE que esta actuación está auspiciada por la ONU, en lo que se entendió como un afán claro de marcar distancias con la guerra de Iraq. Pese a ello hay socialistas que son conscientes del desgaste que esta misión les puede reportar.

Fuente Diario "LA RAZÓN"


La Quinta Columna del coronel Gadafi

Los seguidores más radicales del coronel se esconden en las ciudades y llevan a cabo incursiones de castigo

«Es nuestra mayor amenaza». Desde el Consejo Nacional de Bengasi tienen claro cuál es el mayor enemigo de la revolución dentro de las ciudades. Khaled Said, portavoz del gobierno rebelde, califica a los miembros del Algan Zawria como «la Quinta Columna del dictador Gadafi, los seguidores más radicales y mejor pagados», que tras el inicio de la ofensiva de la OTAN son los encargados de llevar el peso de los ataques en los centros urbanos.

Este es el grupo de informadores que durante cuatro décadas el régimen mimó y repartió por todo el país, chivatos a sueldo que cobraban por cada informe entregado y que estos días llevan a cabo incursiones de castigo para atemorizar a la población. Sus oficinas fueron pasto de las llamas en los primeros minutos de la revuelta y ahora operan en pequeños grupos llevando a cabo acciones armadas desde vehículos. Se han convertido en el principal objetivo de las inexpertas fuerzas de seguridad de la Libia liberada que, como en el plano militar, se enfrentan a un enemigo mejor entrenado y con más medios.

Armamento casero Los rebeldes han aumentado el número de puestos de control. Voluntarios del ejército opositor y vecinos se mezclan ahora en las barricadas que se han levantado en cada calle para frenar a los vehículos a su paso y obligar a cada persona a identificarse. «La gente que no tiene armas de fuego, sale con lo que tiene. Lo importante es no permitir a estos animales la entrada a nuestras casas, por eso ahora estamos veinticuatro horas de vigilancia», asegura Walid Zubir, dueño de un restaurante que desde el 17 de febrero está a las órdenes de la revolución.

Vigila junto a varios compañeros el estratégico paso de Sabri, en un extremo del malecón, una zona a la que «los hombres de Muamar tienen muchas ganas porque aquí fabricamos unas bombas caseras que les han hecho mucho daño en el frente», comenta Walid mientras saca del bolsillo una pequeña lata de leche condensada con una mecha colgando de uno de los extremos.

«Aquí le llamamos “yolatina” y puede matar a quien se ponga por delante», asegura un niño con la camiseta del Real Madrid que lleva impreso el dorsal 22 del argentino Di María. Se trata de las bombas fabricadas manualmente que habitualmente se usan para la pesca, pero que ante la falta de material los rebeldes las emplean ahora como un medio más de defensa.

La entrada a Sabri la vigilan veinte hombres y la barricada central la forman cinco neumáticos y una jaula de madera. Un niño aporta los prismáticos de su padre al puesto de control y se pasa las horas mirando al mar para avisar en caso de que algún barco del coronel intente acercarse. «No hemos localizado a ningún sospechoso en las últimas horas, pero si alguno se acerca y quiere guerra, la tendrá», amenaza Walid, el único que porta un Kalashnikov al hombro.

La cola del pan En la calle paralela al control, dos largas filas esperan ante una panadería. Cuando la ciudad empezaba a recuperarse tras el shock de la revolución, llegó el bombardeo de Gadafi y el miedo ha provocado el cierre de casi todos los comercios. «Tenemos harina para tres meses, el problema es que se han ido los trabajadores sudaneses que hacían el pan y ahora tenemos que enseñar a los jóvenes libios a hacer este trabajo contrarreloj», asegura Fouad Agila, dueño del establecimiento.

Cada hornada produce 180 barras que se venden en una media de diez minutos porque «la mayor parte de las panaderías han cerrado y los que abrimos ya no hacemos servicio de reparto, la gente tiene que venir personalmente a por el pan», matiza Fouad que asegura no haber subido el precio para aprovecharse de la situación.

En la cola hombres y mujeres esperan por separado. La gente no tiene prisa y «tampoco tenemos miedo a salir a la calle, si sus sicarios quieren ametrallarnos tienen que pasar ahora un montón de controles, no lo tendrán fácil», piensa Fowzi El Doumi, profesor en la Facultad de Química de Bengasi que, como el resto de profesores del país, no trabaja desde el estallido de la revolución.

Dólar en alza Bancos, restaurantes, pequeño comercio… la ciudad tiene el color de las persianas metálicas verdes —color obligatorio durante el régimen— cerradas con candados. En el mercado del oro un grupo de cambistas se desespera por conseguir divisas. El precio del dólar —mucho más popular que el euro— se ha disparado hasta los 180 dinares, 60 más que hace cinco semanas.

Al caer la noche comienzan a sonar los disparos. «Es un problema que haya tantas armas en las calles, pero es algo que no podemos evitar en estos momentos de guerra», lamenta Khaled Said desde la sede del Consejo Nacional. El grueso del ejército rebelde ha salido de la ciudad con dirección a Ajdabiya para comenzar su marcha a Trípoli.

En la retaguardia dejan a las nuevas milicias urbanas que tienen ante sí la complicada tarea de vencer a un enemigo invisible contra el que los aviones de la alianza poco pueden hacer.

Fuente Diario "ABC"

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