Los dos yihadistas que conducían los coches bomba han muerto y dos militares malienses han resultado heridos
La base de la misión europea en Kulikoro (Malí), donde están desplegados unos 270 militares españoles, ha sido objeto durante la madrugada del domingo de un doble atentado suicida con coches bomba, en el que han muerto dos yihadistas y han resultado heridos dos soldados malienses, según fuentes militares. El Ministerio de Defensa ha confirmado que no se ha producido ningún herido en el contingente español.
La estrategia del ataque consistía en lanzar un coche bomba contra la entrada del cuartel, que sirve como centro de formación y adiestramiento del Ejército maliense, para dejarla expedita y permitir que el segundo vehículo cargado de explosivos penetrase hasta el interior, provocando una carnicería. Sin embargo, aprovechando que una pequeña zanja le obligó a reducir la velocidad, el primer coche bomba fue interceptado por los militares españoles de guardia, que abrieron fuego con su ametralladora 12,70 desde un blindado Lince estacionado a la entrada de la base.
Ello hizo que el segundo vehículo ya no pudiera introducirse dentro de la instalación militar e hiciese explosión en las inmediaciones de la misma, alcanzando a dos centinelas malienses, que resultaron heridos de escasa gravedad por la onda expansiva y fueron atendidos por los servicios médicos de la base. Medios de comunicación malienses aseguran que también murió un civil que circulaba por la zona.
Poco después del doble ataque suicida— que tuvo lugar pasadas las tres de la madrugada— y por espacio de una hora, se recibió fuego de fusilería en la entrada trasera de la base, que da al campo de maniobras, sin que se produjeran heridos, aunque este suceso aún está siendo investigado.
España aporta 300 militares, casi la mitad del total, a la misión europea EUTM Mali, actualmente bajo mando de un general alemán. El grueso del contingente español, procedente de la Brigada Ligera Aerotransportable (Brilat), con base en Pontevedra y Asturias, está en Kulikoro y el resto, unos 30 militares, en el cuartel general de Bamako.
Este último ya había sido objeto de atentados, pero hasta ahora nunca había sido atacado el centro de instrucción de Kulikoro, a 60 kilómetros de la capital, en una zona que se consideraba tranquila pero cuya seguridad se ha ido deteriorando a medida que la presencia yihadista, antes limitada al norte, se extendía por todo el país. El pasado viernes murieron tres cascos azules guineanos y un cuarto resultó herido en un ataque en Siby, a 44 kilómetros de Bamako. En medio de esta ola de violencia Malí tiene previsto celebrar elecciones generales en abril.
El atentado contra la misión europea ha coincidido con la visita a Malí del primer ministro francés, Edouard Philippe. El presidente español, Pedro Sánchez, estuvo el pasado 27 de diciembre en Kulikoro, en la que constituyó su primera visita a las tropas españolas desplegadas en el exterior.
En junio pasado se produjo un ataque de características muy similares al perpetrado este domingo en Kulikoro contra una base del G-5 Sahel (la coalición antiyihadista formada por Mali, Níger, Mauritania, Burkina Faso y Chad) en la localidad de Sevaré, con un saldo de sesis muertos.
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