El cabecilla del secuestro de Lalín: «Fue una represalia por la madera que le robaron a mi papá»
c. pichelabcengalicia / la coruña
Día 29/01/2014 - 20.09h
Día 29/01/2014 - 20.09h
Los ocho detenidos siguen en prisión sin fianza tras prestar declaración
Los ocho detenidos por el secuestro del empresario de Cambre, Abel Diéguez, capturado el pasado día 18 en un bosque de Aranga y retenido durante cinco días en un galpón de una casa ubicada en Lalín (Pontevedra), han declarado este miércoles ante la jueza del Juzgado de Instrucción Número 1 de Betanzos. A todos ellos se les ha ratificado la prisión sin fianza y se les mantiene la imputación por un supuesto delito de secuestro, pero el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia apunta que a «alguno» se le podría sumar la tenencia ilícita de armas.
Todos ellos -los dos hermanos considerados cabecillas de la trama (Jesús y José Manuel Mejuto), el hijo de uno de ellos, la novia de uno de ellos y sus padres (Miguel Martínez y Ester Silva, dueños de la vivienda de Lalín), un amigo de los hermanos y el último hombre detenido en Melide- se han desplazado desde la coruñesa cárcel de Teixeiro hasta Betanzos.
Tras terminar su interrogatorio, el presunto líder de la banda, Jesús Mejuto, se ha defendido ante los medios de comunicación allí reunidos al alegar que no se trató de un secuestro, sino de una «represalia». «No hay ningún secuestro, es una represalia por una madera que le robaron a mi papá».
Deuda de 12.000 euros
Se refería el cabecilla a los 12.000 euros (más intereses) que la empresa Dieda Forestal -de la que todavía constan como administradores el propio Diéguez y sus otros dos hermanos- debe a su padre por la compra y tala de unos eucaliptos de su propiedad, según apunta un medio local gallego.
Así figura en una sentencia judicial de 2012, que ratifica que el 8 de febrero de 2011 se suscribió un contraro entre Dieda Forestal y el padre de los hermanos Mejuto por un montante total de unos 34.000 euros. Previstos para abonar en tres plazos, la empresa solo habría pagado dos de las cuantías, quedando pendiente otra por valor de 12.00o euros.
Pero Diéguez rompió relación con uno de sus hermanos y abandonó la empresa familiar, creando otra con su mujer en Cambre y vinculada con el sector de la madera: Playa Forestal.
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