Kofi Annan duda de que el Ejército sirio esté replegando sus tropas
El ministro de Exteriores sirio asegura a su homólogo ruso que ha empezado la retirada. Ayer entró en vigor el alto el fuego, pero hubo otro baño de sangre
Día 11/04/2012
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¿Ha comenzado el repliegue del Ejército sirio? Ayer, a las seis de la madrugada, se cumplía el primer plazo estipulado por Naciones Unidas para que el régimen de Bashar Al Assad mostrase avances significativos en este sentido. Y así lo aseguró su ministro de Exteriores, Walid Muallem. «Ya hemos retirado unidades militares de diferentes provincias sirias», afirmó. Ahora, de acuerdo con el plan de la ONU, las partes enfrentadas en Siria disponen de otros dos días —hasta el jueves a las 5 de la mañana— para llevar a la práctica un «alto el fuego total».
Sin embargo, son muchos los que dudan de la buena voluntad del régimen. Y no sólo los activistas de la oposición, que ayer documentaron la existencia de combates y ofensivas en al menos nueve puntos del país, en los que presuntamente murieron más de ciento sesenta personas.
«No hemos visto evidencia hasta ahora de que una retirada del Ejército sirio. Y sí hemos visto bastantes evidencias de más brutalidad y opresión contra civiles inocentes», declaró por su parte el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, a un grupo de reporteros a bordo del avión presidencial. Francia se mostró más contundente y calificó a través del portavoz de Exteriores de «mentira flagrante» la retirada.
El enviado especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Kofi Annan, responsable de la iniciativa de paz, reconoció que «el plan no se ha implementado según lo previsto», pero aseguró que todavía puede hacerse. «Es demasiado pronto para decir que haya fallado. Tenemos hasta el 12 de abril a las 6 de la mañana para hacer callar las armas».
No obstante, el propio Annan señaló sus dudas respecto al repliegue. «Las autoridades sirias aseguran que ha habido retiradas. Pero tenemos indicaciones de otras fuentes de que se están desplazando a otros puntos que no habían sido señalados anteriormente», dijo.
Annan habló desde la región turca de Hatay, en la frontera con Siria, en su ruta hacia Irán. El enviado especial también sobrevoló en helicóptero el campo de refugiado sirio de Kilis, escenario, el día anterior, de un incidente armado fatal: una patrulla del ejército disparó contra un grupo de insurgentes que trataban de huir a territorio turco, provocando más de una veintena de heridos y tres muertos. Algunas de las balas penetraron en el campamento, hiriendo a varios refugiados, así como a un traductor y un policía turco.
El ministro de Exteriores sirio estuvo ayer en Moscú, donde insistió en que había comenzado ese repliegue, sobre todo de la castigada ciudad de Homs, que nadie confirmaba en los términos que recoge el plan de paz. Su homólogo y aliado ruso, Sergei Lavrov, dijo tras la reunión que había pedido a Damasco que sea más «activo» a la hora de aplicar el plan de paz con el que se han comprometido.
Los combates continuaron ayer con intensidad al otro lado de la frontera, en la localidad de Azaz. «Las tropas de Assad controlan ya toda la zona, los sirios que llegan comentan que han arrancado todas las banderas revolucionarias y han puesto una gran bandera oficial», relata M, un refugiado sirio en Kilis. «Un helicóptero sirio sobrevuela la zona, ha disparado ya cuatro veces con cohetes. Viene y se va», dice a ABC por teléfono.
La de Annan no fue la única visita VIP que recibieron los refugiados sirios en Hatay. Los senadores estadounidenses John McCain, del Partido Republicano, y el independiente Joe Lieberman viajaron al campo de Yayladagi, y se encontraron con los líderes militares del Ejército Sirio Libre, el coronel Riad Al Asaad y el general Mustafá Al Shaij. «Que nadie se engañe: la situación en Siria es un conflicto armado. Es una guerra. La diplomacia con Assad ha fallado, y continuará fallando mientras crea que puede derrotar militarmente a la oposición. Y ahora, con el uso de tanques y artillería e incluso helicópteros de ataque, Assad lleva las de ganar en el campo de batalla», declararon los senadores.
Más de 9.000 muertos
Ambos propugnaron una mayor implicación occidental a favor de los rebeldes: «La única manera de revertir esta dinámica es ayudando a la oposición siria a cambiar el balance de poder militar sobre el terreno. Esto significa suministrar toda la asistencia no letal prometida hasta ahora. Pero también significa hacer mucho más».
Desde que hace trece meses estallaran las revueltas, han muerto más de 9.000 personas en las filas opositoras y de la población civil en operaciones del Ejército y hombres leales al régimen, según las filas rebeldes. El gobierno estima que son más de 2.500 militares los que han muerto desde entonces a manos de lo que ellos consideran «grupos terroristas». Estas cifras convierten con mucho a Siria en la más sangrienta de las sedes de la denominada Primavera Árabe.
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El conflicto sirio
El "alto al fuego" en Siria comienza con al menos 50 muertos
Washington amenaza con “nuevas medidas” si finalmente fracasa el plan de paz
Ana Carbajosa Jerusalén10 ABR 2012 - 21:32 CET492
Entierro en Beirut del cámara libanés asesinado el lunes por el Ejército sirio en la frontera. / ANWAR AMRO (AFP)
Las balas no callaron el martes como contemplaba el llamado plan de paz de Kofi Annan. Los ataques del Ejército han continuado desangrando Siria sin provocar excesiva sorpresa, debido al recrudecimiento de la violencia de los últimos días. Casi nadie esperaba que el milagro se produjera y que el régimen de Bachar el Asad cumpliera lo prometido y acatara la tregua pactada con el enviado de Naciones Unidas y la Liga Árabe. El Consejo Nacional Sirio que agrupa a los principales grupos opositores denunció que la campaña militar continuó su curso. Los rebeldes contaron al menos medio centenar de muertos en el día en que se suponía que se iban a dar los primeros pasos para lograr un alto el fuego definitivo. “Más tiempo significa más sangre”, indicó Basma Kodmani, la portavoz opositora a los periodistas en Ginebra. La coalición de Kodmani y el resto de opositores aspiran a derrocar al régimen de El Asad para reemplazarlo por una democracia.
En virtud del plan de seis puntos de Annan, que en teoría cuenta con el apoyo tanto de Damasco como de los rebeldes, el martes comenzaría la tregua con la retirada de tropas y dos días más tarde, el cese de las hostilidades debería ser completo. Annan visitó el martes los campos de refugiados sirios en el lado turco de la frontera, donde se han asentado cerca de 30.000 personas huyendo de la violencia. Desde allí, dijo que el Ejército sirio se había retirado de algunas localidades, pero solamente para trasladarse a otros lugares y que por tanto la amenaza no había disminuido. Aún así, el enviado internacional dijo que todavía era pronto para dar por muerto el plan de paz y pidió al Gobierno sirio y los rebeldes el cese de la violencia, que dura ya más de un año.
Siria se empeñó en vano en convencer a sus interlocutores de que la retirada pactada sí se estaba produciendo. Walid Mualem, ministro de Exteriores sirio se encontraba hoy de viaje en Moscú; aliado clave de Damasco en esta crisis. Rusia ha apoyado el plan de Annan, pero se ha negado a apoyar cualquier resolución de condena al régimen en el Consejo de Seguridad de la ONU. Mualem dijo el martes que se habían retirado de “algunas ciudades” y detalló que habían retirado parte de sus tropas de Homs, la ciudad convertida en el bastión de la resistencia y donde la represión gubernamental ha sido especialmente sangrienta. Los grupos opositores aseguraron que al menos 26 personas murieron en Homs por los disparos del Ejército.
Las declaraciones que emanan del Gobierno sirio y que en los últimos tiempos acostumbran a no ser secundadas por los hechos, no consiguieron convencer a los miembros de la comunidad internacional. Washington aseguró que no apreciaba signos de la prometida retirada y advirtió que de incumplir Damasco el plan de forma definitiva, Estados Unidos trabajaría con sus aliados internacionales en “nuevas medidas”, sin dar pistas de a qué medidas hacía referencia la Casa Blanca. El ministerio de Exteriores francés dijo que la supuesta retirada era una “mentira flagrante”.
De fracasar el plan Annan, con el veto permanente de China y Rusia en el Consejo de Seguridad y con la reticencia de buena parte de la comunidad internacional de intervenir militarmente en Siria o incluso de armar a los rebeldes, el margen de maniobra para obligar a El Asad a poner fin a la represión se reduce notablemente
En virtud del plan de seis puntos de Annan, que en teoría cuenta con el apoyo tanto de Damasco como de los rebeldes, el martes comenzaría la tregua con la retirada de tropas y dos días más tarde, el cese de las hostilidades debería ser completo. Annan visitó el martes los campos de refugiados sirios en el lado turco de la frontera, donde se han asentado cerca de 30.000 personas huyendo de la violencia. Desde allí, dijo que el Ejército sirio se había retirado de algunas localidades, pero solamente para trasladarse a otros lugares y que por tanto la amenaza no había disminuido. Aún así, el enviado internacional dijo que todavía era pronto para dar por muerto el plan de paz y pidió al Gobierno sirio y los rebeldes el cese de la violencia, que dura ya más de un año.
Siria se empeñó en vano en convencer a sus interlocutores de que la retirada pactada sí se estaba produciendo. Walid Mualem, ministro de Exteriores sirio se encontraba hoy de viaje en Moscú; aliado clave de Damasco en esta crisis. Rusia ha apoyado el plan de Annan, pero se ha negado a apoyar cualquier resolución de condena al régimen en el Consejo de Seguridad de la ONU. Mualem dijo el martes que se habían retirado de “algunas ciudades” y detalló que habían retirado parte de sus tropas de Homs, la ciudad convertida en el bastión de la resistencia y donde la represión gubernamental ha sido especialmente sangrienta. Los grupos opositores aseguraron que al menos 26 personas murieron en Homs por los disparos del Ejército.
Las declaraciones que emanan del Gobierno sirio y que en los últimos tiempos acostumbran a no ser secundadas por los hechos, no consiguieron convencer a los miembros de la comunidad internacional. Washington aseguró que no apreciaba signos de la prometida retirada y advirtió que de incumplir Damasco el plan de forma definitiva, Estados Unidos trabajaría con sus aliados internacionales en “nuevas medidas”, sin dar pistas de a qué medidas hacía referencia la Casa Blanca. El ministerio de Exteriores francés dijo que la supuesta retirada era una “mentira flagrante”.
De fracasar el plan Annan, con el veto permanente de China y Rusia en el Consejo de Seguridad y con la reticencia de buena parte de la comunidad internacional de intervenir militarmente en Siria o incluso de armar a los rebeldes, el margen de maniobra para obligar a El Asad a poner fin a la represión se reduce notablemente
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La oposición siria dice que si en 48 horas no cesa el fuego «actuaremos como no lo hemos hecho antes»
Los rebeldes traman una gran ofensiva
Turquía quiere que los saudíes aprieten más a AsadStuart Holliday: «Naciones Unidas debería implicarse más»
BEIRUT- Desde Homs, Deraa e Idlib, Damasco hasta Alepo, la lista de muertos es tan larga que es imposible parar la maquinaria bélica de Bachar al Asad y se teme que la escalada de la violencia se extienda a la vecina Turquía y el Líbano. El enviado especial de Naciones Unidas y la Liga Árabe, Kofi Annan, ha podido ver con sus propios ojos el fracaso del alto el fuego, que debería haberse aplicado ayer.
Aun así, Annan espera que hasta las 6:00 hora local de hoy se puedan «acallar las armas». El artífice del plan de paz sugirió ayer que su iniciativa todavía no ha fracasado. «Es evidente que el plan de paz no ha sido aplicado según el programa previsto, pero esto no significa que no pueda implementarse», declaró Annan en rueda de prensa desde el aeropuerto de Hatay, al sur de Turquía, donde visitó los campamentos de refugiados sirios.
El régimen sirio aseguró que sus tropas se replegaron ayer de algunas ciudades, pero se han desplazado a otras, por lo que se incumpliría lo establecido en la iniciativa de Annan para poner fin a más de un año de conflicto en Siria que se ha saldado con cerca de 10.000 muertos.
Las esperanzas depositadas en el plan de paz de Annan chocan con la realidad en el terreno, donde ayer de nuevo se registraron combates en varias ciudades rebeldes sirias. Según los comités de coordinación local, se registraron intensos bombardeos en los distritos de Bayada y Khalidiya de Homs. La oposición acusó también al régimen de atacar con helicópteros y artillería pesada la ciudad de Marea, en el norte, mientras en Kesua, junto a Damasco, lanzaron una campaña de detenciones. Además, las fuerzas armadas rodearon la localidad de Kafr Zeita, en la provincia central de Hama, y en la provincia de Deraa, en el sur, se registró un tiroteo intenso en todos los puestos de control.
Fuentes opositoras confirmaron a LA RAZÓN que cerca de medio centenar de personas fueron asesinadas ayer, tras una jornada de violencia que dejó el lunes 160 muertos. El mayor número de víctimas se registró en los barrios de Jalidiya y Bavada, en Homs, donde más de más de 25 personas, entre ellos cuatro mujeres y tres menores, perecieron por el impacto de proyectiles de mortero y cohetes.
El Ejército Libre de Siria (ELS) denunció ayer que las tropas de Asad «están intentando irrumpir en barrios de algunos pueblos lejanos y han entrado en lugares donde hay activistas». «El ELS sólo se defiende y nunca ha desarrollado una operación que no fuera para defender al pueblo de los “shabiha” (matones) que asesinan a ciudadanos», apostilló Malek Kurdi, portavoz miliar de los rebeldes. No obstante, aunque el ELS dijese que se había comprometido con la iniciativa de Annan de alto de fuego, ayer también violó la tregua. Al menos seis soldados del régimen fueron abatidos por el ejército rebelde.
El ELS está dispuesto a pasar a la acción y lanzar una contraofensiva en 48 horas, «de una forma en que nunca lo hemos hecho antes», si las fuerzas de Damasco no detienen las hostilidades, amenazó el coronel rebelde Qasem Saadedin.
Hasta el momento, las operaciones militares del ELS se habían limitado a proteger a los civiles pero a partir de ahora «pasarán a la ofensiva», advirtió Saadedin.
Mientras el régimen y los rebeldes siguen enzarzados en una batalla de acusaciones mutuas por incumplimiento del alto el fuego, algunos gobiernos occidentales desconfían de que finalmente se vaya a aplicar la iniciativa de paz de Annan, como es el caso de Francia y Reino Unido.
El ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov manifestó que el plan de paz «debe ser cumplido por todas las partes bajo una eficaz supervisión internacional». Lavrov pidió a las autoridades sirias que muestren más «firmeza» en el cumplimiento de lo acordado con la ONU.
Un sirio tira a Kofi Annan un zapato
El arquitecto del plan de paz fracasado, Kofi Annan, recibió ayer un zapatazo durante su visita a un campo de refugiados en Kilis, junto a la frontera con Siria, donde ayer enterraron a las personas que intentaban escapar por la frontera. En este campo viven unos 9.000 sirios. Tras hablar con ellos, Annan dijo: «Escuchar sus historias, cómo les dispararon, es desgarrador. Espero que dentro de poco su valor valga la pena».
Aun así, Annan espera que hasta las 6:00 hora local de hoy se puedan «acallar las armas». El artífice del plan de paz sugirió ayer que su iniciativa todavía no ha fracasado. «Es evidente que el plan de paz no ha sido aplicado según el programa previsto, pero esto no significa que no pueda implementarse», declaró Annan en rueda de prensa desde el aeropuerto de Hatay, al sur de Turquía, donde visitó los campamentos de refugiados sirios.
El régimen sirio aseguró que sus tropas se replegaron ayer de algunas ciudades, pero se han desplazado a otras, por lo que se incumpliría lo establecido en la iniciativa de Annan para poner fin a más de un año de conflicto en Siria que se ha saldado con cerca de 10.000 muertos.
Las esperanzas depositadas en el plan de paz de Annan chocan con la realidad en el terreno, donde ayer de nuevo se registraron combates en varias ciudades rebeldes sirias. Según los comités de coordinación local, se registraron intensos bombardeos en los distritos de Bayada y Khalidiya de Homs. La oposición acusó también al régimen de atacar con helicópteros y artillería pesada la ciudad de Marea, en el norte, mientras en Kesua, junto a Damasco, lanzaron una campaña de detenciones. Además, las fuerzas armadas rodearon la localidad de Kafr Zeita, en la provincia central de Hama, y en la provincia de Deraa, en el sur, se registró un tiroteo intenso en todos los puestos de control.
Fuentes opositoras confirmaron a LA RAZÓN que cerca de medio centenar de personas fueron asesinadas ayer, tras una jornada de violencia que dejó el lunes 160 muertos. El mayor número de víctimas se registró en los barrios de Jalidiya y Bavada, en Homs, donde más de más de 25 personas, entre ellos cuatro mujeres y tres menores, perecieron por el impacto de proyectiles de mortero y cohetes.
El Ejército Libre de Siria (ELS) denunció ayer que las tropas de Asad «están intentando irrumpir en barrios de algunos pueblos lejanos y han entrado en lugares donde hay activistas». «El ELS sólo se defiende y nunca ha desarrollado una operación que no fuera para defender al pueblo de los “shabiha” (matones) que asesinan a ciudadanos», apostilló Malek Kurdi, portavoz miliar de los rebeldes. No obstante, aunque el ELS dijese que se había comprometido con la iniciativa de Annan de alto de fuego, ayer también violó la tregua. Al menos seis soldados del régimen fueron abatidos por el ejército rebelde.
El ELS está dispuesto a pasar a la acción y lanzar una contraofensiva en 48 horas, «de una forma en que nunca lo hemos hecho antes», si las fuerzas de Damasco no detienen las hostilidades, amenazó el coronel rebelde Qasem Saadedin.
Hasta el momento, las operaciones militares del ELS se habían limitado a proteger a los civiles pero a partir de ahora «pasarán a la ofensiva», advirtió Saadedin.
Mientras el régimen y los rebeldes siguen enzarzados en una batalla de acusaciones mutuas por incumplimiento del alto el fuego, algunos gobiernos occidentales desconfían de que finalmente se vaya a aplicar la iniciativa de paz de Annan, como es el caso de Francia y Reino Unido.
El ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov manifestó que el plan de paz «debe ser cumplido por todas las partes bajo una eficaz supervisión internacional». Lavrov pidió a las autoridades sirias que muestren más «firmeza» en el cumplimiento de lo acordado con la ONU.
Un sirio tira a Kofi Annan un zapato
El arquitecto del plan de paz fracasado, Kofi Annan, recibió ayer un zapatazo durante su visita a un campo de refugiados en Kilis, junto a la frontera con Siria, donde ayer enterraron a las personas que intentaban escapar por la frontera. En este campo viven unos 9.000 sirios. Tras hablar con ellos, Annan dijo: «Escuchar sus historias, cómo les dispararon, es desgarrador. Espero que dentro de poco su valor valga la pena».
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