Japón despliega baterías ante el inminente desafío norcoreano
Tokio derribará el misil de largo alcance de Pyongyang si se desvía de su ruta anunciada
Día 10/04/2012
Mientras continúa la cuenta atrás para el inminente lanzamiento de un cohete norcoreano, Japón y Corea del Sur despliegan baterías antimisiles para derribarlo si se desvía de su trayectoria y supone una amenaza. La tensión vuelve a saltar en Asia al igual que ya ocurriera en 2006 y 2009, cuando el anacrónico régimen estalinista de Pyongyang aterrorizó a sus vecinos con dos ensayos nucleares y varias pruebas de misiles.
En esta ocasión, Corea del Norte insiste en que se trata de la puesta en órbita del satélite meteorológico Kwangmyongsong 3, programada entre el jueves 12 y el domingo 16 dentro de los actos organizados para conmemorar el centenario del nacimiento del padre fundador de la patria, el «Presidente Eterno» Kim Il-sung. Pero Estados Unidos y sus aliados orientales sospechan que el cohete Unha 3 que propulsará dicho satélite puede ser una prueba encubierta de un misil de largo alcance con capacidad para golpear con una cabeza nuclear las costas de Alaska, a 5.000 kilómetros.
«No importa si Pyongyang lanza un satélite o dispara un misil porque tales actividades están prohibidas por la Resolución 1874 de la ONU, acordada tras la prueba atómica de 2009», explicó a ABC el profesor Shin Chang-hoon, experto del Instituto Asan de Estudios Políticos, durante la reciente Cumbre de Seguridad Nuclear de Seúl.
A su juicio, este nuevo desafío tiene una lectura más interna que externa, ya que «se trata de una exhibición de fuerza del nuevo caudillo de Corea del Norte, Kim Jong-un, porque su poder no está todavía muy consolidado meses después de suceder a su difunto padre, Kim Jong-il».
Además, Corea del Sur teme que Pyongyang esté preparando un nuevo ensayo nuclear. Así se desprende de unas fotos tomadas desde un satélite que muestran la excavación de un nuevo túnel en Punggye-ri, el mismo lugar del noreste del país donde ya llevó a cabo sus otras dos pruebas atómicas.
Con esta diplomacia militar, el régimen norcoreano pretende mantenerse en el poder y negociar su desarme a cambio de ayuda humanitaria y petróleo para su paupérrimo pueblo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario