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viernes, 25 de marzo de 2011

GAGOMILITARIA NOTICIAS.-LIBIA, TRINIDAD JIMENEZ: "NO HAY MANERA DE EVITAR QUE GADAFI SIGA AHI!"






Las tropas de Gadafi retoman los bombardeos en Ajdabiya

Las tropas gadafistas retomaron este viernes sus ataques contra algunos puntos de la ciudad de Ajdabiya, principal nudo de comunicaciones del este del país, a unos 50 kilómetros de Bengasi, la capital rebelde, según informó el canal catarí Al Yazira.

Las brigadas del coronel Muamar Gadafi emplearon esta mañana cohetes, según esta cadena, lo que probaría la voluntad del régimen libio de afianzar su posición en este enclave estratégico que les puede permitir asfixiar a los rebeldes.

Los carros de combate de las tropas leales a Gadafi mantienen el cerco desde algunos accesos, pese a la supremacía aérea de la coalición internacional que ha impuesto la zona de exclusión.

Mientras el régimen anuncia en Trípoli movimientos de diálogo nunca concretados con los rebeldes, que los rechazan, sus tropas mantienen la presión en Ajdabiya, Zintan (oeste) y Misrata, único feudo rebelde en el oeste del país y donde se han producido los enfrentamientos más cruentos en los tres últimos días con decenas de muertos.

Los medios estatales en poder del régimen libio aseguran que no hay combates en Misrata y sólo informan de las víctimas en la capitalde los bombardeos de la coalición internacional que aseguran superan el centenar y parte son civiles.

Los medios invitados a Trípoli no han podido constatar dichas afirmaciones y tan solo pudieron presenciar ayer el funeral en el cementerio de Trípoli con 40 féretros.

La noche en la capital libia ha sido aparentemente más tranquila en cuanto a los bombardeos internacionales.

La Unión Africana 'facilitará' el diálogo entre los rebeldes y Gadafi

La Unión Africana (UA) vuelve a sacar sus dotes de medicación en los conflictos del continente. La organización que representa a los 52 países acaba de anunciar que su objetivo "es la facilitación del diálogo entre las partes libias sobre las reformas a poner en marcha con el objetivo de eliminar las raíces del conflicto". Así lo ha hecho público el presidente de la UA, Jean Ping, que ha dado a conocer el primer comunicado de la organización internacional sobre el conflicto libio.

En sus declaraciones desde la sede de la UA en Addis Abeba (Etiopía), Ping ha aclarado que el proceso [de diálogo] "debe concluir con elecciones democráticas", en una velada alusión a su postura a favor del cambio, pese a que el coronel libio Gadafi ha sido históricamente uno de los mayores promotores económicos y políticos de la UA.

La UA, que ha rechazado cualquier tipo de intervención extranjera en el conflicto en Libia, ha subrayado la "importancia de lograr un acuerdo sobre el futuro con el objetivo de garantizar una paz duradera, seguridad y democracia en Libia". Ping ha hecho sus declaraciones al término de su encuentro en Addis Abeba con representantes del régimen de Gadafi, la oposición, EEUU, Francia y la ONU, entre otros, invitados a Etiopía por la Unión Africana.

Ping ha querido poner de manifiesto su optimismo al asegurar su "convencimiento" de que existe "base suficiente como para alcanzar un acuerdo".

Con su mediación en Libia, la Unión Africana refuerza su papel mediador en los conflictos del continente, si bien la organización ha sido criticada por cosechar escasos resultados.

En noviembre pasado, con el estallido de la crisis postelectoral en Costa de Marfil, la UA medió en el conflicto, siendo incapaz de sentar en la misma mesa al presidente saliente Gbagbo y el opositor Ouattara, protagonistas del enfrentamiento que dura ya cuatro meses.

Francia y Reino Unido preparan una solución política en Libia

Francia y el Reino Unido están preparando una "iniciativa" para conseguir "una solución política y diplomática" para la crisis en Libia. Así lo anunció este viernes el presidente francés, Nicolas Sarkozy, un día después de que la OTAN haya acordado asumir parte del mando militar de la misión.

Desde el comienzo del ataque de los aliados contra las fuerzas de Gadafi, Francia -que ha asumido un papel preponderante- ha abogado por separar el mando militar de la misión de la dirección política de la operación, y por que en esta se incluya a los países árabes.

"La próxima etapa es la cumbre de Londres" sobre Libia, prevista para este martes, donde los miembros de la coalición "discutirán el liderazgo político y las próximas etapas de la operación militar", dijo el presidente galo en una rueda de prensa al término de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea.

"Probablemente, antes de la cumbre de Londres, Cameron y yo propondremos una vía común. Será una iniciativa francobritánica para mostrar que la solución no puede ser militar, que será forzosamente una solución política y diplomática", aseguró Sarkozy.

Por su parte, el 'premier' británico dijo en Bruselas que el objetivo de este primer encuentro del grupo de contacto será "dar un mensaje de unidad contra Gadafi a nivel militar, político y diplomático".

Para Cameron, "la población [de Libia] está ahora más cerca de poder decidir su futuro que hace dos semanas". Sin embargo, advirtió que la intervención militar se prolongará "hasta que sea necesario" para cumplir con la resolución de la ONU y su mandato.

El presidente francés garantizó, además, que la coalición internacional mantendrá el control político de todas las operaciones, a pesar de que la coordinación de las acciones militares pase a la OTAN.

Fuente Diario "EL MUNDO"


Libia: la situación en Misrata es "mucho mejor" tras los bombardeos de la coalición de varios vehículos de las fuerzas de Gadafi, según el portavoz rebelde Abdelhamid Hoga. En cuanto a Ajdabiya, 160 km más al sur, Hoga cree que "es cuestión de horas" que caiga en manos rebeldes.

Obama, forzado a traspasar el mando para evitar una crisis en EE UU


Atrapado en un laberinto diplomático, el tiempo corre en contra de Barack Obama en la crisis de Libia, y lo que empezó como una justa operación humanitaria para salvar a un pueblo acosado por un dictador puede acabar convirtiéndose en un grave conflicto político para el presidente. El Congreso le presiona con preguntas para las que no tiene respuestas y la situación se precipita hacia un escenario lleno de confusión y desorden, pese a la asunción del mando de la operación por la OTAN.

Obama planificó desde el principio la guerra en Libia como lo que uno de sus asesores ha calificado de "ataque quirúrgico", un bombardeo de pocos días para obligar a las tropas de Gadafi a retroceder y permitir a los rebeldes fortalecer sus posiciones militares. Pero ese ataque se prolonga ahora sin un plazo claro y con los dudas sobre el resultado final.

EE UU se ha visto obligado a asumir un protagonismo que no quería. De las 175 salidas de aviones de la coalición sobre Libia entre el lunes y el martes, 115 fueron aviones del Ejército norteamericano, que también carga con el peso fundamental en el lanzamiento de misiles de crucero Tomahawk. Obama no puede prolongar esa implicación en los ataques sin ofrecer una explicación y realizar consultas al Congreso.

El líder de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, John Boehner, envió el miércoles una carta al presidente en la que le exigía esclarecer la participación norteamericana en la guerra, la estrategia, los objetivos y los plazos, así como solicitar el apoyo del Congreso para seguir adelante. "A la vista de los mensajes contradictorios de parte de la Administración y de nuestros socios en la coalición, existe una falta de claridad sobre los objetivos de esta misión, sobre cuáles son nuestros intereses nacionales en ella y cómo encaja dentro de nuestra política general en Oriente Próximo", afirma Boehner.

Su iniciativa no responde solo a la voluntad de la oposición. También algunos congresistas demócratas y otros republicanos moderados que habitualmente apoyan la política exterior de la Casa Blanca, como el senador Richard Lugar, han hecho críticas y pedido explicaciones. El senador demócrata Richard Durbin ha dado por seguro que la Administración les presentará información la próxima semana -la secretaria de Estado, Hillary Clinton, asistirá el martes en Londres a una reunión de la coalición aliada-, y nadie descarta la posibilidad de que se llegue a votar una declaración sobre el ataque a Libia cuando el Senado reanude sus sesiones el lunes. En los casos de las dos últimas guerras en el Golfo, el Congreso aprobó sendas resoluciones de apoyo. En esta ocasión, el Gobierno informó personalmente a Boehner el jueves pasado e hizo una comunicación posterior al Congreso. El apoyo popular a la acción en Libia -un 47%, según el instituto Pew- es inferior al de los primeros días de los dos conflictos anteriores.

En esta ocasión, Obama no puede enviar un mensaje claro al Capitolio o a la opinión pública mientras no sepa cuándo podrá transferir el mando de la operación a los europeos y, al mismo tiempo, reducir drásticamente la implicación militar de EE UU.

El presidente norteamericano es, pues, rehén de una situación diplomática que no puede resolver por sí mismo más que con la drástica medida de una retirada unilateral de la coalición que actualmente capitanea. Hasta ahora ha dicho que transferirá el mando "en días, no en semanas", pero mañana se cumple la primera semana del inicio del ataque y, aunque algunos objetivos humanitarios han sido cumplidos, el panorama político no es halagüeño. [Según el vicealmirante William Gortney, director del Personal Conjunto en el Pentágono, EE UU está trabajando para ceder el mando "tan pronto como este fin de semana", informa Efe].

Obama se reunió ayer con sus principales responsables de seguridad, incluidos el vicepresidente y los secretarios de Estado y de Defensa, para buscar una salida a esta compleja situación. Estados Unidos no puede quedarse paralizado en Libia, entre otras razones porque necesita encontrar energías para afrontar otras crisis que crecen y en las que están en juego intereses más importantes, como las de Bahréin, Yemen o ahora Siria.

En el país del Libro Verde

En Trípoli hay un edificio consagrado a estudiar la obra escrita por Gadafi, llena de contradicciones, en la que unos ven la verdad revelada y otros, un desvarío

El Libro Verde, escrito por el coronel Muamar el Gadafi entre 1976 y 1979, ha acabado dividiendo a los tripolitanos en dos grupos. Los que lo consideran la palabra revelada del líder y una solución a todos los problemas de la existencia, y los que creen que sus 100 páginas son un insulto a la inteligencia. Imposible saber por ahora cuál de los dos grupos es mayoritario.

En las afueras de la capital, un edificio con reminiscencias del pasado colonial italiano acoge desde los años ochenta el Centro Internacional de Estudios e Investigaciones del Libro Verde. En su momento pasó por ser un lugar de encuentro con filiales por todo el mundo para debatir sobre el libro y organizar conferencias internacionales con un presupuesto millonario proporcionado por el régimen. Incluso la marca del Libro Verde llegó a publicitarse en las camisetas de un equipo alemán de hockey que estaba en bancarrota. El centro es hoy una especie de biblioteca con retratos descoloridos del dictador y algunos ordenadores, donde las páginas del libro, traducido a 90 lenguas, cogen polvo en las estanterías.

"El libro no se entiende en el resto del mundo. Se piensa simplemente que es la palabra de un dictador. Pero si lo leen verán los hechos", dice Isham Arab, un periodista encargado de editar una de las revistas que publica el centro. El libro de Gadafi está lleno de incoherencias. Su visión del mundo es confusa. El libro es una diatriba contra la democracia occidental bajo la premisa de que el pueblo no puede ser representado por nadie. Establece una división del poder en unas asambleas populares que aportan ideas al Congreso del Pueblo, controlado en última instancia por el propio Gadafi.

Pero sobre todo, el Libro Verde es un compendio de extrañas explicaciones sobre la vida. "Las mujeres son femeninas y los hombres masculinos. Según los ginecólogos, las mujeres menstrúan cada mes o así, mientras que los hombres, siendo machos, no menstrúan ni sufren durante el periodo", dice Gadafi en uno de los pasajes. "La educación obligatoria es una educación coercitiva que suprime la libertad. Imponer específicos materiales didácticos es dictatorial", asegura en otro. Y otra frase: "La población de otras razas ha disminuido por el control de los nacimientos, las restricciones al matrimonio y el trabajo constante, no como los negros, que se obsesionan menos con el trabajo por el clima caluroso".

El Libro Verde se enseña en los colegios libios y los niños aprenden su doctrina desde muy pequeños. Para los partidarios de Gadafi representa la forma más simple de entender el mundo y la solución a todas las cosas. "Nuestra cultura es diferente. A nosotros nos gusta hablar", dice Abdulayid, un traductor del Gobierno. "El libro pone las bases para que podamos hablar durante horas en los comités del pueblo. Podemos estar en desacuerdo, pero al final, la verdad vence". La verdad, para Abdulayid, es por supuesto el Libro Verde.

"No son más que tonterías. Hasta cuándo vamos a aguantar que nos engañen y nos traten como a niños", se pregunta un joven disidente educado en el extranjero. "El libro es una prueba de que estamos gobernados por un loco. Cuando salgamos a la calle haremos una pira y los quemaremos. Y luego tendremos una Constitución de verdad", asegura.

Tras semanas de conflicto, muchos de los que han estado escondidos durante días en sus casas empiezan a salir a la calle. Los bombardeos sobre Trípoli les han dado moral para sentir que pronto podrán volver a manifestarse. Confían en que los rebeldes de Bengasi lleguen pronto a Trípoli. De vez en cuando, alguien en la calle se acerca a un periodista y le susurra: "Todo eso que te está contando el Gobierno es mentira".

Algunos se atreven a retar las fuertes sanciones que conlleva beber alcohol y beben pequeños tragos de algún licor camuflado en una botella de agua. "Pronto llegarán mejores tiempos. Y nosotros los veremos", asegura un hombre en un local comercial de Trípoli. Por supuesto, ninguno de ellos quiere que se publique su nombre.

Ayer, hubo funerales en la capital. Miles de personas acudieron al cementerio para enterrar a 18 personas. El Gobierno asegura que sus cuerpos pertenecen a civiles fallecidos por los ataques aéreos de las fuerzas extranjeras. Los estruendos de las bombas y las luces de las ráfagas de disparos volvieron ayer, como un reloj, pasadas las ocho de la noche.

Fuente Diario "EL PAÍS"


Jiménez admite que «no hay manera de echar a Gadafi»

La ministra de Asuntos Exteriores ha segurado que los «opositores» al régimen de Muamar Gadafi no lo van a tener «fácil» para instaurar la democracia ni para que dictador se marche.


> La UE estudia sanciones para que Gadafi no reciba ingresos
> La OTAN asumirá el mando militar en Libia
> Los rebeldes prevén recuperar el control de Ajdabiya en dos días

25 Marzo 11 - Madrid - Ep

La ministra de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Trinidad Jiménez, ha reconocido este viernes que los "opositores" al régimen de Muamar Gadafi no lo van a tener "fácil" para conseguir instaurar el Estado democrático que anhelan y ha reconocido que en la actualidad "no hay ninguna manera posible" de evitar que el dictador siga al frente del país.

"No hay ahora ninguna manera posible de poder evitar que siga ahí", ha señalado la ministra en una entrevista a Onda Cero recogida por Europa Press, subrayando que sin embargo lo que busca la coalición internacional que está aplicando la resolución de la ONU es "evitar que siga bombardeando a su propio pueblo".

En cuanto a los rebeldes al régimen, la ministra, que se ha reunido con "una parte de ellos", ha preferido que se les califique de "opositores" porque "lo que les ha unido la oposición a Gadafi". No obstante, ha admitido que se trata "un grupo bastante heterogéneo" al que le une "la necesidad de darle un vuelco a su país" con vistas a la instauración de un Estado de derecho.

Pero, ha añadido Jiménez, al contrario que en Egipto y Túnez, donde aunque había regímenes con un partido único y un "control férreo", "sí tenían una estructura de Estado muy consolidada que van a ir adaptando".

En Libia, ha incidido, "va a ser un poco más complicado pero existe una base suficiente para que trabajen desde (...) la reconciliación nacional" para consolidar "un nuevo Estado".

"No va a ser fácil", ha insistido la jefa de la diplomacia española, asegurando que los libios, que serán los que "decidan cómo quieren reconciliar el país", "van a tener todo el apoyo de la comunidad internacional".

En cuanto a las operaciones militares iniciadas el pasado sábado por una "coalición de países voluntarios", entre ellos España, la ministra ha explicado que se dio el paso ya que la OTAN, que ahora asumirá el mando de la ofensiva, "sigue siempre un proceso más lento de lo que urgía la resolución de la ONU".

Además, la formación de una coalición de países voluntarios permitía la incorporación de otros países, incluidos países árabes, "lo que daría una mayor legitimidad", ha puntualizado.

A partir de ahora, la Alianza Atlántica tendrá "el mando operativo militar" y la coalición de países contará con "una coordinación política no sólo en el momento actual sino para pensar un poco en las consecuencias políticas que pudiera tener el establecimiento" del alto el fuego.

En este sentido, Jiménez ha recordado que además de permitir la imposición de una zona de exclusión aérea sobre Libia, la resolución 1973 de la ONU "contempla utilizar otros medios necesarios para evitar que haya una agresión por parte de Gadafi hacia su propia población".

Fuente Diario "LA RAZÓN"


El secretario general de la ONU insiste en que no hay evidencias de «alto el fuego» por parte de Gadafi

El secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, se dirigió este jueves al Consejo de Seguridad en el primer briefing informativo desde la aprobación de la resolución 1973 para emplear la fuerza en Libia. Ban, que acaba de regresar de una gira por Egipto y Túnez, constató que por ahora “no hay evidencia de alto el fuego” a pesar de las promesas del gobierno Gadafi. De lo que sí hay evidencia, subrayó, es de que más de 335.658 personas han tenido ya que huir del país. Unos 9.000 se agolpan en las fronteras egipcia y tunecina, que esperan una verdadera avalancha, cuando no una crisis.

La situación es grave, más cuando las tropas de Gadafi siguen cebándose con los civiles con “feroces batallas en ciudades como Ajdabiya, Misratah y Zitan, entte otras”. El secretario general de la ONU llamó a los miembros de la coalición internacional a extremar el cuidado para evitar daños colaterales y segar más vidas inocentes. Naciones Unidas está haciendo planes para atender a entre 200 y 250.000 refugiados más.

Por lo demás la operación iniciada al auspicio de la resolución 1973 se considera un éxito. Sobre todo lo consideró así ayer a la salida del Consejo de Seguridad el embajador francés, Gérard Araud. “Hemos conseguido evitar una masacre en Bengasi, hemos interrumpido la ofensiva de las fuerzas de Gadafi, la zona de exclusión aérea funciona y esta mañana un caza francés ha destruido un avión de la fuerza aérea libia”, se congratuló. Tanto Araud como Ban coincidieron en pronosticar que las soluciones políticas que se puedan buscar para Libia excluyen la permanencia de Gadafi, aunque para hacer estas valoraciones eligieron el marco informal de entrevistas y declaraciones a la prensa, y no el más formal del Consejo de Seguridad.

Fuente Diario "ABC"

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