jueves, 31 de enero de 2019

SE CUMPLEN 47 AÑOS DEL "DOMINGO SANGRIENTO"

A 47 años del “Domingo sangriento”, la feroz matanza en Irlanda del Norte

El 30 de enero de 1972 el primer batallón británico de paracaidistas disparó a los manifestantes católicos de Irlanda del Norte que querían reivindicar sus derechos civiles. Murieron 14 personas.


El 30 de enero de 1972, en Londonderry, el primer batallón de paracaidistas británico disparó a los católicos de Irlanda del Norte que querían reivindicar sus derechos civiles. Murieron 14 personas.

El 30 de enero de 1972, en las calles de Londonderry el primer batallón británico de paracaidistas disparó a los manifestantes católicos de Irlanda del Norte que querían reivindicar sus derechos civiles. Murieron 14 personas. Fue el Bloody Sunday, el "Domingo sangriento": uno de los episodios más trágicos de la estela de sangre del Ulster.
Al inicio de 1972, el ejército británico había tomado el control de Londonderry, la ciudad de Irlanda del Norte que mira hacia el Atlántico y a la que los católicos le dicen Derry, como se llamaba antes de que sus tierras se volvieran propiedad, en el siglo XVII, de la ciudad de Londres.

 Cada tarde, los jóvenes se reunían en el “aggro corner (rincón de los enojados) dentro del barrio de Bogside, y lanzaban a las patrullas británicas todo lo que podía hacer daño: piedras, palos de hierro, bombas molotov, bombas de clavos. Los vándalos, como eran llamados por los ingleses, se refugiaban detrás de las barricadas levantadas por el IRA, el ejército republicano clandestino, que pretendía la unificación de los condados de Ulster a la República de Irlanda.

En Londres, sin embargo, el primer ministro Ted Heath estaba decidido a llevar a Londonderry “la ley de su Majestad”: la orden a las tropas era desalojar el “aggro corner”. Obra delicada, si se trata de un pueblo entero que está hirviendo.


A pesar de eso, Londres decidió enviar una compañía del regimiento de los paracaidistas que nunca se había utilizado para el orden público y armados con fusiles de alta velocidad, calibre 7,62 (que disparaban balas capaces de agujerear una placa de hierro) cuando se realizaba una manifestación por los derechos civiles que no tenía nada que ver con los vándalos del “aggro corner”.

El 30 de enero de 1972, en Londonderry, el primer batallón de paracaidistas británico disparó a los católicos de Irlanda del Norte que querían reivindicar sus derechos civiles. Murieron 14 personas (EFE).
El 30 de enero de 1972, en Londonderry, el primer batallón de paracaidistas británico disparó a los católicos de Irlanda del Norte que querían reivindicar sus derechos civiles. Murieron 14 personas (EFE).
La manifestación del 30 de enero de 1972 había sido convocada por la Northern Ireland Civil Rights Association para protestar contra las normas especiales represivas del gobierno unionista, entre las cuales una de las más pesadas era la que preveía la internación, es decir, la posibilidad para las fuerzas de la policía de encarcelar a una persona por tiempo indeterminado y sin proceso, tanto que en ese periodo cientos de ciudadanos se encontraban en la cárcel sin ninguna perspectiva de ser enviados a juicio o liberados. La manifestación, sin embargo, no estaba autorizada y los paracaidistas, con el orden de dispersar a los manifestantes, abrieron inexplicablemente el fuego, tras recibir la orden​ del coronel Derek Wilford.

Todos los años se marcha en homenaje a las victimas de la masacre (AP).
Todos los años se marcha en homenaje a las victimas de la masacre (AP).
El Bloody Sunday provocó la disolución del parlamento de Belfast, el incendio de la embajada británica en Dublín y en Irlanda del Norte una oleada de adhesiones al IRA. Nació así la larga guerra civil, que entre otras consecuencias dio pie a la muerte por huelga de hambre de Bobby Sands.

Entre las 14 víctimas, ocho tenían menos de 23 años, casi todos estaban huyendo o ayudando a otros heridos, y algunos incluso fueron asesinados mientras agitaban un pañuelo blanco o gritaban “no disparen” con los brazos alzados (Propias Clarín).
Entre las 14 víctimas, ocho tenían menos de 23 años, casi todos estaban huyendo o ayudando a otros heridos, y algunos incluso fueron asesinados mientras agitaban un pañuelo blanco o gritaban “no disparen” con los brazos alzados (Propias Clarín).
¿Pero quién disparó primero? La comisión “Widgery”, inmediatamente puesta en marcha por Londres, dijo que los disparos venían de la multitud. No es verdad y ese veredicto fue rechazado. Entonces se dijo que habían sido lanzadas bombas con clavos hacia los paracaidistas, pero también esta tesis fue desmentida enseguida. Fue una carnicería. Entre las 14 víctimas, ocho tenían menos de 23 años, casi todos estaban huyendo o ayudando a otros heridos, y algunos incluso fueron asesinados mientras agitaban un pañuelo blanco o gritaban “no disparen” con los brazos alzados.

Los civiles que murieron ese día eran todos inocentes, no armados y no representaban ninguna amenaza para los soldados.
Los civiles que murieron ese día eran todos inocentes, no armados y no representaban ninguna amenaza para los soldados.
En 2010, el ex primer ministro inglés David Cameron volvió público (ofreciendo disculpas oficiales por parte del gobierno de Londres) el éxito de una segunda investigación sobre los hechos del 30 de enero de 1972, la “Saville Inquiry” (un documento de 5.000 páginas): los civiles que murieron ese día eran todos inocentes, no armados y no representaban ninguna amenaza para los soldados, que intervinieron siguiendo una orden equivocada y que fueron sin lugar a dudas los primeros en disparar. El informe critica que varios militares mintieran intencionadamente en sus declaraciones.

Un hombre camina frente a un mural conmemorativo del "Bloody Sunday" (EFE).
Un hombre camina frente a un mural conmemorativo del "Bloody Sunday" (EFE).
Entre los familiares de las víctimas hubo división de opiniones. Unos, como el hermano de Michael Kelly, que tenía 17 años cuando falleció de un disparo en el estómago, cree que el culpable, identificado como el soldado F, debía ser procesado.
Pero Tony Doherty, ex militante del IRA e hijo de otra víctima del soldado F, opina que es el momento de dar por zanjado el asunto. Su padre, Patrick Doherty, tenía 31 años y seis hijos cuando murió. "Antes quería vengarme. Ahora he cambiado. No voy a hacer campaña para que esa persona pase el resto de su vida en la cárcel".

Marcha recordatoria por el Domingo sangriento (AP).
Marcha recordatoria por el Domingo sangriento (AP).
La investigación del Domingo Sangriento ha sido criticada por ser la más larga y costosa en la historia legal del Reino Unido. La factura de las indagaciones, que duraron 12 años, se elevó a 270 millones de dólares.
El líder de U2, Bono, escribió la canción Sunday Bloody Sunday inspirado en el recuerdo aún vivo de esos hechos sangrientos,. Pronto se volvió un himno universal contra la insensatez de la violencia.
Fuentes: Aleteia y El Periódico.


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