El yate en apuros que fue rescatado por un submarino nuclear
Día 28/07/2014 - 09.49h
Un imponente submarino nuclear ruso acudió a la llamada de socorro de un pequeño barco que navegaba por el Océano Polar Ártico
Sufrir una avería en mitad del océano y en medio de una tormenta es posiblemente una de las peores pesadillas de cualquier marinero. Y eso, precisamente, fue lo que le ocurrió a los tripulantes de un pequeño yate que navegaba por el Mar Blanco, en pleno Océano Polar Ártico. Sin embargo, lo que nunca soñaron es que se convertirían en los protagonistas de uno de los rescates marinos más extraños de la historia.
Todo sucedió el pasado 8 de junio, cuando lo que iba a ser una tranquila jornada de navegación a bordo del Barents 1100, se convirtió en una auténtica aventura cuando el pequeño barco sufrió una avería. Su capitán se vio obligado a emitir un mensaje de socorro y esperar que fuese atendida por algún otro barco que surcase el Mar Blanco, un extenso y gélido golfo situado al sur de la península de Kola.
Según cuenta el blog «Cooking ideas», los pasajeros del yate se llevaron la mayor sorpresa de su vida cuando, cuarenta minutos después de lanzar su llamada de auxilio, vieron emerger de las aguas la imponente silueta de un submarino. Se trataba del Voronezh, un submarino nuclear de la clase Oscar, perteneciente a la Flota del Norte de la armada rusa, y que en aquellos momentos realizaba maniobras en la zona.
Tras acercarse a un costado del Barents 1100, varios miembros de la tripulación del Voronezh trasladaron a los cinco marineros que viajaban en el yate accidentado a bordo del submarino, en una operación que, como señala el blog especializado «GCaptain», fue captada por un helicóptero militar ruso.
El pequeño yate fue amarrado al submarino, de 154 metros de largo, para remolcarlo junto a su tripulación hasta el puerto de Severodvinsk. Sin embargo, las malas condiciones de la mar rompieron las amarras y el barco se perdió antes de llegar al puerto, donde sí desembarcaron sus ocupantes, sanos y salvos, después de haber protagonizado una de las operaciones de rescate menos usuales de la historia.
Sin embargo, esta acción de la tripulación del submarino Voronezh no ha sido completamente altruista, ya que el Ministerio de Defensa ruso se ha encargado de difundir esta historia en los medios de comunicación, además de publicar las fotografías del rescate en su página web, con el objetivo de mostrar una imagen mucho más amable de su actividad en un momento en el que la popularidad del país deja mucho que desear.
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