La Unión Europea suspende la exportación de armas a Egipto
Día 21/08/2013 - 20.46h
Pese al embargo, la Unión se compromete a continuar con la ayuda financiera y cooperación para no castigar a la población «más vulnerable»
Los países de la Unión Europea han acordado «suspender» los permisos de exportación de armas que puedan ser utilizadas para la represión en Egipto y se han comprometido a revisar la asistencia que ofrecen a este país en materia militar y de seguridad; si bien han decido continuar con la ayuda financiera y cooperación para no castigar a la población «más vulnerable».
«Los Estados miembros han acordado suspender las licencias de exportación a Egipto de cualquier equipamiento militar que pueda ser utilizado para la represión interna», ha anunciado la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, al término del Consejo extraordinario de ministros de Exteriores convocado por la violencia en El Cairo.
Los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea se han reunido de manera extraordinaria en Bruselas con el objetivo de revisar la relación del bloque con Egipto, en un intento por incrementar la presión sobre las autoridades egipcias y poner freno a la violencia desatada tras la represión de las protestas de los seguidores del presidente depuesto, Mohamed Mursi.
Pese a que algún Estado miembro había planteado la posibilidad de congelar la cooperación y otras ayudas a Egipto, los Veintiocho finalmente no han dado este paso porque les «preocupa» la situación económica del país y el «impacto negativo» que pudiera «tener una medida tal en los grupos más vulnerables» de la sociedad civil, según el texto de conclusiones adoptado por los ministros.
«la Unión Europea vigilará la situación en Egipto y ajustará su cooperación»
De hecho, países como Alemania ya habían tomado medidas en este sentido y España dejó de conceder permisos de venta de armamento militar a raíz del derrocamiento de Mursi. Tras su encuentro en Bruselas, los Estados miembros han acordado suspender las licencias de exportación a Egipto de cualquier material que pudiera ser empleado para la represión interna y reconsiderar las que ya han sido concedidas, además de revisar su apoyo en seguridad a Egipto.
El ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel García-Margallo, ha explicado que el próximo día 28 se reunirá la Junta Interministerial Reguladora del Comercio Exterior de Material de Defensa y de Doble Uso (JIMDDU) para decidir sobre lo acordado este miércoles en Bruselas, aunque ha adelantado que España seguirá lo propuesto por el Consejo y prohibirá las exportaciones de armas que puedan ser utilizadas como represión.
En cuanto a la cooperación que España ofrece a Egipto, tanto a través de las instituciones como a través de la sociedad civil, Margallo ha apuntado que el Gobierno tomará una decisión muy pronto, habido cuenta de la voluntad de mantener siempre y en todo caso los apoyos a la población.
Llamamiento al diálogo
Los Veintiocho han expresado su más firme condena por la violenta represión de los manifestantes afines a los Hermanos Musulmanes y han tachado de desproporcionada la actuación de las fuerzas de seguridad, cuya acción dejó «un inaceptable gran número de muertos y heridos».
Pero también condenan actos de terrorismo como el asesinato de agentes de policía en el Sinaí, la destrucción de iglesias coptas y los ataques a instituciones y museos, según ha dicho Catherine Ashton, en la rueda de prensa con la que ha concluido la reunión. Así las cosas, la Unión Europea ha llamado a «todos los egipcios» a poner freno al ciclo de violencia y abstenerse de cualquier acción que pudiera incitar a nuevos enfrentamientos. También pide a las autoridades a que acaben con el estado de emergencia, asegurar la protección de los civiles, a liberar a los presos políticos y a respetar sus obligaciones internacionales sobre el trato de detenidos.
«Un futuro próspero para Egipto solo puede apoyarse en una solución democrática», advierten los Veintiocho, que llaman a un diálogo inclusivo abierto a todas las fuerzas políticas. Piden además que ningún partido sea excluido o prohibido en el proceso, siempre que se aleje de la violencia y respete los principios democráticos.
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