En París, el presidente François Hollande homenajea a los exiliados españoles de la resistencia con una bandera republicana ondeando frente a él. Días antes, en España, imágenes de dirigentes de Nuevas Generaciones del PP con símbolos y gestos fascistas invadían las redes. Dos maneras muy diferentes de mirar al siempre disputado pasado reciente de España.

En París, un homenaje en toda regla. La bandera republicana española ondeó este domingo de nuevo en la plaza del Ayuntamiento de París en recuerdo a la liberación de esa ciudad de la ocupación nazi y en recuerdo de los exiliados españoles de la resistencia y de la División Leclerc que contribuyeron a la victoria.

Se trata del segundo año consecutivo en el que, desde el 25 de agosto de 1944, esa bandera aparece en las conmemoraciones, que en esta ocasión rebautizaron la plaza añadiéndole la precisión de Explanada de la liberación.
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Los republicanos españoles constituyeron el grueso de La Nueve, que formaba parte de la mítica II división blindada del general Leclerc, que entró en el París ocupado el 24 de agosto de ese año con tanques bautizados con nombres de batallas de la guerra civil española, como Guernica, Brunete o Teruel.

Conseguido que de nuevo se les permitiera asistir oficialmente al homenaje con la bandera, asociaciones de republicanos y de sus descendientes consideran que ese gesto no es suficiente, y siguen defendiendo que el Estado deben dar un paso más.
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"Seguimos reclamando que el presidente, François Hollande, reconozca oficialmente lo que hicieron los españoles en la resistencia", dijo Eloi Martínez, presidente de la Asociación para el recuerdo del exilio español en Francia (ASEREF). Los miembros de esta asociación, integrada por diez agrupaciones, esperan también que las autoridades francesas "admitan la responsablidad en el maltrato a los republicanos en 1939, cuando fueron recibidos no como amigos sino como enemigos, y enviados a campos de concentración".

En 2014 se cumple el 70 aniversario de la liberación de la capital gala, y este colectivo espera que sea la ocasión de rendir el reclamado homenaje, porque lo único que falta para hacerlo, según Martínez, es "la voluntad".

Para entonces, habrá en la capital gala un nuevo alcalde, tras las municipales del próximo marzo, y una de las candidatas al puesto ocupado por Bertrand Delanoë es la también socialista Anne Hidalgo, nieta e hija de republicanos exiliados, que llegó a Francia con dos años de edad.

"Es muy sensible a esta causa y nos ha dicho que en caso de que gane está dispuesta a trabajar en ello. Eso para nosotros es muy importante. No es su preocupación más inmediata, y lo comprendo, pero vamos avanzando", concluyó el presidente de ASEREF.