Estados Unidos transfiere al Gobierno de Kabul el 'Guantánamo de Afganistán'
Presos de Bagram, al ser liberados tras el primer traspaso al Gobierno afgano. | M. B.- En Bagram, Washington ha tenido a centenares de presos en un limbo legal
- Es la segunda vez que EEUU hace un conato de transferencia al Gobierno afgano
- Washington continuará financiando el mantenimiento del centro de detención
Mònica Bernabé | Kabul
Actualizado lunes 25/03/2013 12:55 horas
El Pentágono ha transferido esta mañana por fin al Gobierno afgano la totalidad de la cárcel de Bagram, el denominado 'Guantánamo de Afganistán', donde Estados Unidos ha mantenido durante años a centenares de detenidos en un limbo legal, es decir, sin haberlos juzgado. Es la segunda vez que EEUU hace un conato de transferencia, aunque parece que en esta ocasión es real.
En marzo del año pasado, Washington anunció que cedería la cárcel al Gobierno de Kabul en un plazo de seis meses, y es cierto que en septiembre, medio año más tarde, se hizo una ceremonia de transferencia y buena parte de los presos pasaron a depender del Ministerio de Defensa afgano. Pero Estados Unidos mantuvo bajo su custodia a los nuevos presos que había detenido desde marzo hasta septiembre, que entonces eran casi medio millar, y que a final de 2012 ya sumaban unos 900. Eso generó la ira del presidente afgano, Hamid Karzai, que consideró la llamada transferencia un engañabobos, pues Estados Unidos continuaba moviendo los hilos de qué detenidos quedaban bajo su control y cuáles podían ser o no dejados en libertad.
Esta mañana se ha celebrado una segunda ceremonia de transferencia en el centro de detención de Parwan, nombre con el que las fuerzas estadounidenses rebautizaron la cárcel de Bagram cuando Barack Obama llegó a la Casa Blanca en 2009 e impulsó una operación de lavado de cara del centro penitenciario: se construyeron unas nuevas instalaciones, amplias y modernas, y se inició un proceso para la revisión de los casos de los presos que estaban allí encarcelados, aunque siguieron sin ser juzgados.
La transferencia de la cárcel de Bagram al Gobierno afgano supone un logro para Karzai, que desde hace más de un año se queja insistentemente de que la comunidad internacional no respeta la soberanía afgana. Sin embargo, el problema no acaba aquí. Meses atrás, las Naciones Unidas hicieron público un informe en que denunciaba que la tortura y los abusos son habituales en las cárceles afganas. ¿Qué ocurrirá con los presos de Bagram, ahora que dependerán de las autoridades de Kabul? Y una cuestión más: Washington continuará financiando el mantenimiento del centro de detención, con lo que Kabul seguirá dependiendo en parte de Estados Unidos.
En marzo del año pasado, Washington anunció que cedería la cárcel al Gobierno de Kabul en un plazo de seis meses, y es cierto que en septiembre, medio año más tarde, se hizo una ceremonia de transferencia y buena parte de los presos pasaron a depender del Ministerio de Defensa afgano. Pero Estados Unidos mantuvo bajo su custodia a los nuevos presos que había detenido desde marzo hasta septiembre, que entonces eran casi medio millar, y que a final de 2012 ya sumaban unos 900. Eso generó la ira del presidente afgano, Hamid Karzai, que consideró la llamada transferencia un engañabobos, pues Estados Unidos continuaba moviendo los hilos de qué detenidos quedaban bajo su control y cuáles podían ser o no dejados en libertad.
Esta mañana se ha celebrado una segunda ceremonia de transferencia en el centro de detención de Parwan, nombre con el que las fuerzas estadounidenses rebautizaron la cárcel de Bagram cuando Barack Obama llegó a la Casa Blanca en 2009 e impulsó una operación de lavado de cara del centro penitenciario: se construyeron unas nuevas instalaciones, amplias y modernas, y se inició un proceso para la revisión de los casos de los presos que estaban allí encarcelados, aunque siguieron sin ser juzgados.
Washington seguirá financiándolo
A la ceremonia de este lunes ha asistido el propio comandante en jefe de las tropas internacionales en Afganistán, el general Joseph Dunford, dando al evento una solemnidad que no tuvo en septiembre cuando el propio Karzai, que inicialmente anunció su asistencia, no se presentó al acto. Además, este lunes el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, ha llegado a Kabul en una visita sorpresa, cosa que añade seriedad al proceso.La transferencia de la cárcel de Bagram al Gobierno afgano supone un logro para Karzai, que desde hace más de un año se queja insistentemente de que la comunidad internacional no respeta la soberanía afgana. Sin embargo, el problema no acaba aquí. Meses atrás, las Naciones Unidas hicieron público un informe en que denunciaba que la tortura y los abusos son habituales en las cárceles afganas. ¿Qué ocurrirá con los presos de Bagram, ahora que dependerán de las autoridades de Kabul? Y una cuestión más: Washington continuará financiando el mantenimiento del centro de detención, con lo que Kabul seguirá dependiendo en parte de Estados Unidos.
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