La nueva Directiva de Defensa recoge la crisis como amenaza para la seguridad
El ministro Morenés presenta el documento que fue ayer firmado por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy
Día 01/08/2012 - 09.17h
La nueva Directiva de Defensa ya ha sido firmada por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, tras la conclusión del Consejo de Defensa Nacional, que presidió el Rey ayer.
El documento, que será hecho público hoy por el ministro de Defensa, Pedro Morenés, identificará por primera vez la situación económica y financiera como un riesgo para la seguridad de España.
Además de las habituales amenazas en materia de terrorismo, ciberespacio, proliferación nuclear, el documento a bien seguro se hará eco de los últimos acontecimientos acaecidos tras la «Primavera Árabe» y la amenaza que suponen los Estados fallidos, aun sin mencionar ningún país en concreto.
La necesidad de mantener las alianzas internacionales y en particular el esfuerzo por lograr un marco de seguridad en Afganistán, también estará recogido.
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El nuevo jefe del Ejército dice que más recortes afectarían a «capacidades necesarias»
Domínguez Buj ha señalado que «los sacrificios que sean necesarios, los haremos» aunque no será fácil
Día 31/07/2012 - 20.34h
El nuevo Jefe del Estado Mayor del Ejército (Jeme), general Jaime Domínguez Buj, ha advertido de que «cualquier nuevo sacrificio que se nos demande muy probablemente implicará la pérdida de capacidades necesarias». No obstante, ofreció todos «los sacrificios que sean necesarios».
Domínguez Buj ha hecho esta afirmación en el acto en el que ha tomado posesión como nuevo Jeme relevando al general Fulgencio Coll, quien en su último discurso destacó las cualidades «brillantes del general Domínguez Buj», quien hasta ahora ocupaba el cargo de comandante del Mando de Operaciones.
22.000 puestos de trabajo recortados ya
En un acto presidido por el ministro de Defensa, Pedro Morenés, el general Domínguez Buj recordó que desde hace seis años ya se han recortado 22.000 puestos de trabajo en el Ejército y obligado a «adoptar duras medidas de ahorro, como la inmovilización del 50 por ciento de los vehículos de combate o la baja de materiales necesarios sin posibilidad de adquirir sus sustitutos».
El nuevo Jeme ha señalado que su objetivo será preservar «las capacidades críticas para la defensa» de España, actuando sobre las restantes para que, una vez superada la crisis económica, el Ejército «esté en las mejores condiciones para recuperar el potencial que pudiera haber perdido».
«Por ello, no será fácil optimizar todavía más ni su estructura ni el empleo de los recursos y cualquier nuevo sacrificio que se nos demande, muy probablemente implicará la pérdida de capacidades necesarias. Pero los sacrificios que sean necesarios, los haremos, pues así nos han enseñado que debemos ser», ha manifestado.
Armada y Aire
Junto a Domínguez Buj, los nuevos responsables de la Armada y el Ejército del Aire también han tomado posesión del cargo en sus respectivos Cuarteles Generales con los recortes y ajustes presupuestarios como telón de fondo en sus mensajes.
El almirante Jaime Muñoz-Delgado recordó «los momentos difíciles que se viven» queriendo dejar un mensaje de optimismo también: «La Armada ha salido adelante en condiciones peores». El almirante Muñoz-Delgado recibió el mando de manos del almirante Manuel Rebollo.
Por su parte, el general del Aire Francisco Javier García Arnaiz destacó el compromiso del Ejército para sacar adelante la situación que atraviesa España, «que nos afecta como ciudadanos y militares». El general García Arnaiz, emocionado en su discurso, recibió el mando del general José Jimenez.
El jefe del Ejército revela que el 50% de sus vehículos de combate están parados
El general Buj advierte de que si hay más recortes se perderán capacidades
Al Ejército apenas le queda grasa por rebajar y cualquier nuevo recorte le hará perder músculo. Este es el mensaje, con “preocupación y confianza”, según sus propias palabras, que quiso dejar este martes el nuevo jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra, el general Jaime Domínguez Buj, en su toma de posesión. En presencia del ministro de Defensa, Pedro Morenés, y de los altos mandos militares, Domínguez Buj advirtió de que “el Ejército de Tierra ya ha aplicado, en estos últimos años, un duro proceso de optimización y eficiencia [...]; por ello no será fácil optimizar todavía más, y cualquier nuevo sacrificio que se nos demande muy probablemente implicará la pérdida de capacidades”.
Recordó que el Ejército ha suprimido 44 unidades y ha reducido 22.000 puestos en los últimos seis años, al tiempo que ha adoptado “duras medidas de ahorro, como la inmovilización del 50% de los vehículos de combate”.
Eso no significa que el Ejército no acepte nuevos sacrificios. Al contrario: asumirá todos “los que sean necesarios”, según su nuevo jefe. Pero lo hará informando al Gobierno sobre “las consecuencias” de las decisiones adoptadas e intentando preservar las “capacidades críticas” para estar “en las mejores condiciones de recuperar el potencial perdido” cuando mejore la situación.
Domínguez Buj, hasta ahora comandante del Mando de Operaciones, fue el más claro de los tres nuevos responsables de los ejércitos al referirse a los recortes presupuestarios, pero todos lo hicieron en una medida u otra. El jefe de la Armada, el almirante Jaime Muñoz-Delgado, apostó por “priorizar al máximo” y “adecuar la actividad y el sostenimiento a una época de crisis que esperemos no se mantenga demasiado”. Y el jefe de la Fuerza Aérea, Francisco Javier García-Arnaiz, más poético, dijo que esta atraviesa un área de “fuertes tormentas, baja visibilidad y frentes que llegan sucesivamente”, pero sabrá “mantenerse en el aire” y salir adelante.
Tras tomar el bastón de mando de sus antecesores, los nuevos miembros de la cúpula militar acudieron a La Zarzuela, donde participaron en la reunión del Consejo de Defensa Nacional. Bajo la presidencia del Rey, se sentaron en torno a una mesa y junto al príncipe de Asturias, el presidente del Gobierno, los ministros de Defensa, Asuntos Exteriores, Hacienda, Interior y Economía, así como el jefe del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y el del Estado Mayor de la Defensa, entre otros.
El Consejo analizó la nueva Directiva de Defensa Nacional 1/2012, que este martes mismo ha firmado Mariano Rajoy y que marca las líneas maestras de la política de defensa para los próximos cuatro años. Entre otras novedades, el documento identifica la crisis económica como la mayor amenaza para el bienestar de los españoles y apuesta por que España cuente con una “disuasión creíble y suficiente” y una “capacidad de proyección” autónoma para hacer frente a “amenazas no compartidas”; en alusión a Ceuta y Melilla. También aboga por fomentar las relaciones bilaterales frente al, a su juicio, excesivo multilateralismo de la última directiva, que firmó Zapatero.
Recordó que el Ejército ha suprimido 44 unidades y ha reducido 22.000 puestos en los últimos seis años, al tiempo que ha adoptado “duras medidas de ahorro, como la inmovilización del 50% de los vehículos de combate”.
Eso no significa que el Ejército no acepte nuevos sacrificios. Al contrario: asumirá todos “los que sean necesarios”, según su nuevo jefe. Pero lo hará informando al Gobierno sobre “las consecuencias” de las decisiones adoptadas e intentando preservar las “capacidades críticas” para estar “en las mejores condiciones de recuperar el potencial perdido” cuando mejore la situación.
Domínguez Buj, hasta ahora comandante del Mando de Operaciones, fue el más claro de los tres nuevos responsables de los ejércitos al referirse a los recortes presupuestarios, pero todos lo hicieron en una medida u otra. El jefe de la Armada, el almirante Jaime Muñoz-Delgado, apostó por “priorizar al máximo” y “adecuar la actividad y el sostenimiento a una época de crisis que esperemos no se mantenga demasiado”. Y el jefe de la Fuerza Aérea, Francisco Javier García-Arnaiz, más poético, dijo que esta atraviesa un área de “fuertes tormentas, baja visibilidad y frentes que llegan sucesivamente”, pero sabrá “mantenerse en el aire” y salir adelante.
Tras tomar el bastón de mando de sus antecesores, los nuevos miembros de la cúpula militar acudieron a La Zarzuela, donde participaron en la reunión del Consejo de Defensa Nacional. Bajo la presidencia del Rey, se sentaron en torno a una mesa y junto al príncipe de Asturias, el presidente del Gobierno, los ministros de Defensa, Asuntos Exteriores, Hacienda, Interior y Economía, así como el jefe del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y el del Estado Mayor de la Defensa, entre otros.
El Consejo analizó la nueva Directiva de Defensa Nacional 1/2012, que este martes mismo ha firmado Mariano Rajoy y que marca las líneas maestras de la política de defensa para los próximos cuatro años. Entre otras novedades, el documento identifica la crisis económica como la mayor amenaza para el bienestar de los españoles y apuesta por que España cuente con una “disuasión creíble y suficiente” y una “capacidad de proyección” autónoma para hacer frente a “amenazas no compartidas”; en alusión a Ceuta y Melilla. También aboga por fomentar las relaciones bilaterales frente al, a su juicio, excesivo multilateralismo de la última directiva, que firmó Zapatero.
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