martes, 1 de mayo de 2012

LA BATALLA DE ORTONA


Batalla de Ortona (20-12-1943)


Desde que comenzó la guerra en Europa fueron trasladados a Gran Bretaña 500.000 soldados canadienses los que fueron entrenados hasta 1942.   Mientras tanto, parte de esas tropas canadienses participaron en dos batallas importantes que terminaron en un total fracaso.   El 25 de diciembre de 1941 se rindieron en Hong Kong con un saldo de 290 muertos, 493 heridos y 1184 prisioneros.   Luego vino Dieppe el 19 de agosto de 1942 donde el desastre fue aún mayor: 907 muertos, 1946 prisioneros.   Todo ese tiempo la 1 División Canadiense esperó en los campos de entrenamiento.  Pero los 1851 oficiales y 24.835 soldados canadienses de la reasignada 1ª División Canadiense y de la 1ª Brigada de Tanques fueron adscritos al 8º Ejército Británico bajo el mando del General Montgomery para junto con el 5º Ejército de EEUU comenzar la invasión de Europa en Italia.


El 10 de julio de 1943, los canadienses formaron parte de la invasión de Sicilia que cayó en 38 días.   Desde setiembre marcharon 200 km por la bota italiana y sufrieron 2310 bajas de las cuales 562 resultaron fatales.   El 8 de setiembre Italia capituló, pero los alemanes tomaron las posiciones defensivas.   Iniciada la invasión del continente, el 8º Ejército Británico tomó la ruta de la costa este de la bota italiana, mientras por el oeste avanzaba el 5º Ejército de EEUU.   El día 23 de noviembre cruzaron el río Sangro.   En diciembre de 1943 los canadienses se encontraban en el pueblo de Campobasso localizado en el banco sur del Río Moro frente a la Línea Bernhard-Gustav alemana, columna vertebral de la defensa de Italia por las fuerzas alemanas que estaban conformadas por el 5º y 8º Ejércitos al mando del Mariscal Kesselring
Más al norte, el pueblo de Ortona está ubicado sobre una meseta de 70 metros de altura en la costa de la provincia de Chieti, Región Abruzzo, sobre el Adriático.   La importancia estratégica de Ortona era la profundidad de su puerto, uno de los pocos en la costa este de Italia con esas características y que era imprescindible para el abastecimiento por mar de las fuerzas británicas.   Primero fueron tropas neozelandesas las encargadas de ocupar esa población. Pero, la división neozelandesa compuesta por dos brigadas de infantería y una brigada blindada fue insuficiente para quebrantar las defensas alemanas.  Pronto se llegó a un punto en que ni los defensores cedían, ni los atacantes avanzaban.   Después de perder 1200 hombres, incluyendo más de un tercio de la división, a los neozelandeses sólo les quedaba suspender el ataque.


En su lugar fue enviada la Primera División Canadiense al mando del Mayor General Christopher Vokes.   Las fuerzas de Vokes, nacido en Irlanda, se encontraban al máximo de su capacidad y ansiosas de lograr una victoria.   Vokes había reemplazado a Guy Simonds en el mes de noviembre y era un comandante que sabía como tratar a los soldados.   Este enérgico oficial solía utilizar, en muy alta voz, un vocabulario que cualquier soldado era capaz de comprender.   Solía desplegar una gran energía y nadie dudaba que el éxito de la 2da Brigada de Infantería Canadiense en Sicilia fue mérito de Vokes.

La noche del 5 al 6 de diciembre de 1943, actuando por primera vez al mando de una división, Vokes se lanzó a la batalla con mucho entusiasmo y confianza en el éxito, pese a la persistente lluvia.   De los tres regimientos de Vokes, el de Infantería Ligera Princesa Patricia condujo un reconocimiento exhaustivo en preparación al ataque.   Afortunadamente para los canadienses, la lluvia amainó y el río Moro, primer obstáculo en el avance, pudo ser vadeado.   Vokes decidió no utilizar la artillería y avanzar lo más posible antes de entrar en combate con los alemanes.   El cruce de la autostrada 16 y la vía Ortona-Orsogna se encontraba a sólo 12 km de distancia y Vokes esperaba alcanzarla en 72 horas.   Ordenó al Brigadier Bert Hoffmeister tomar como objetivos las localidades de Villa San Leonardo y Villa Rogatti, mientras la 1ra Brigada trataba de atraer a los alemanes al camino costero.   El intento no fue del todo exitoso.   Al anochecer del segundo día, un contraataque alemán los obligó a retroceder.   Sólo un batallón del Regimiento Hastings y Príncipe Eduardo había podido mantener las posiciones en la ribera opuesta del río.


El Teniente General Charles Allfrey, Comandante del Cuerpo de Ejércitos envió a la 21ª Brigada India a relevar el flanco izquierdo de los canadienses y asegurar Villa Rogatti permitiéndole a Vokes concentrar sus fuerzas en un sólo objetivo.   Se unió a Vokes el Escuadrón 417º de la Royal Canadian Air Force comandado por el Capitán de Grupo Albert U. "Bert" Houle.   Durante la tarde del 8 de diciembre, el Royal Canadian Regiment lanzó un ataque contra la cabeza de puente de los Hastings al momento en que los recién llegados, la Primera División Fallschirmjäger (paracaidistas) alemanes, al mando del Teniente General Richard Heidrich, comenzaban su contraataque.   Se desató una encarnizada batalla mientras el 48 Highlanders se aproximó a San Leonardo y estableció una línea base para el ataque de la mañana siguiente contra la villa.

Al día siguiente los alemanes hicieron varios contraataques en todo el frente.   El Regimiento canadiense Calgary que apoyaba el ataque principal de los Seaforths perdieron 27 de sus 51 tanques.   En las calles de San Leonardo el escuadrón del Mayor Amy fue aniquilado quedando con apenas cuatro tanques.

Las tropas indias atacando por el este lograron establecer una pequeña cabeza de puente apoyando a los zapadores de la 69ª Compañía de Campo Bengalí que hicieron lo imposible por levantar un puente Bailey.   Al ser capturado San Leonardo los alemanes se retiraron a la vía Ortona-Orsogna.   Hacia el 20 de diciembre, el estancamiento se rompió no por el poder de fuego sino por una maniobra acertada.   El 22 Regimiento Real Canadiense tomó el caminó que llevaba al flanco derecho de las fuerzas alemanas con los 4 tanques restantes al mando del Mayor H. A. Smith y con ellos lograron romper la línea alemana y ocupar Casa Berardi.   Por esta acción fueron condecorados con la Cruz Victoria.
Con Casa Berardi asegurada el risco pudo ser atacado sistemáticamente.   Los paracaidistas alemanes perdieron el control de la carretera a Ortona pero sus ordenes de pelear casa por casa se mantuvo.   Las tropas indias flanquearon el pueblo de Ortona mientras Vokes avanzaba calle por calle y casa por casa.

El 21 de diciembre el Regimiento Real Edmonton junto al Seaforth Highlanders de Canadá con el apoyo blindado comenzaron el sangriento avance por el pueblo de Ortona para dasalojar a los defensores alemanes que no cedían posiciones.   En el pueblo los alemanes hicieron varias barricadas y formaron pilas de escombros en las calles aledañas a la Plaza Municipal.   El único camino disponible para los tanques canadienses era el Corso Vittorio Emmanuele que parecía libre pero estaba fuertemente minado y lleno de trampas antitanque y antipersonal.   En todo el pueblo habían nidos de ametralladoras y emplazamientos antitanques.



El 22 de diciembre los canadienses dividieron Ortona en sectores asignando un batallón a cada sector para ocuparlo casa por casa.  Las tácticas usadas por los canadienses incluían el uso del arma antitanque puesta en servicio por primera vez en Sicilia.   Se trataba del "Projector, Infantry, Anti Tank" (PIAT) usado entre otras cosas para abrir boquetes en las paredes de las casas que usaban paredes medianeras.   Una vez abierto un boquete los soldados lanzaban granadas al interior y se lanzaban al asalto.


Para evitar el abastecimiento alemán, fue enviada la 1ra Brigada de Infantería a tomar posiciones al norte del pueblo.  Por otro lado, los días 23, 24 y 25 comenzaron a llegar reemplazos para relevar a las agotadas fuerzas canadienses.   El día 26 dos tercios del pueblo estaban en manos de esas fuerzas norteamericanas.   Sin posibilidades de recibir refuerzos y al no poder detener el avance canadiense, el día 27 los alemanes comenzaron a retirarse de Ortona.

Durante los ocho días de lucha en Ortona, los canadienses tuvieron 1375 muertos y su artillería lanzó 3000 toneladas de proyectiles sin lograr quebrantar la resistencia de los paracaidistas alemanes hasta que éstos se retiraron.   En total las fuerzas canadienses perdieron en Ortona la cuarta parte del total de muertos durante la campaña de Italia.   La lucha fue tan dura que pronto los canadienses llamaron a Ortona "la pequeña Stalingrado" y al igual que en el Frente del Este, la destrucción del pueblo fue de tal magnitud que aún hoy en día se ven las huellas de la feroz lucha.   Durante los combates la población civil se mantuvo escondida en los sótanos de sus casas y en edificios públicos, sufriendo las consecuencias de la lucha sin cuartel.


El día 28 de diciembre las fuerzas canadienses tenían ya el control de Ortona.   Las bajas para el mes de diciembre fueron de 2400 hombres lo que obligó a la 1 División Canadiense a tomarse un largo descanso para reponerse de la heridas

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