COLOMBIA | El piloto evitó caer sobre una barriada
Trece policías y militares colombianos mueren en un accidente de helicóptero
Un uniformado, en el lugar del accidente. | Reuters
Soplan malos vientos para las Fuerzas Militares y la Policía colombiana en estos días. A los cuatro muertos del sábado a manos de las FARC, hay que agregar ahora trece uniformados que perdieron la vida este lunes en un accidente cuando apenas emprendían el vuelo.
El helicóptero donde viajaba un equipo de policía judicial, conformado por seis agentes, se estrelló poco después de despegar de la Base aérea en Malambo, cerca de Barraquilla. Con ellos fallecieron los cuatro tripulantes y tres oficiales más de la Fuerza Aérea Colombiana.
Aún no se conocen las causas, aunque todo apunta a un fallo mecánico. El aparato cayó en un descampado gracias a la pericia y valentía del piloto porque con el helicóptero en llamas, según relataron unos testigos, maniobró para esquivar un conjunto de casas.
El Bell de la Fuerza Aérea se dirigía a Caucasia, en el departamento de Antoquia, para transportar a los policías y otros militares, entre los que se encontraban tres oficiales. Por alguna razón que se desconoce, al poco de abandonar el Comando Aéreo de Combate número 3, quedó envuelto en llamas y sobrevoló una barriada de Sabanagrande, una localidad cercana a la capital del Atlántico.
"El piloto maniobró con tal de no caer en la zona urbana. Fue algo aterrador", le dijo una señora que vive en la zona a El Tiempo. Los bomberos acudieron en pocos minutos y encontraron varios cadáveres calcinados.
La Fuerza Aérea ya mandó un equipo para investigar las causas del accidente, el último hasta la fecha de una siniestra cadena en los últimos meses. Y en un comunicado expresaron su tristeza por "este hecho que enluta a la Fuerza Pública, por el sensible fallecimiento de estos héroes de la patria que ofrendaron su vida en cumplimiento del deber y extiende los sentimientos de solidaridad y acompañamiento a sus familiares y amigos, elevando un plegaria al Todopoderoso para asumir tan doloroso momento".
El año pasado, en otra desgracia similar, en febrero, murieron catorce militares en Río Negro, Santander, y en junio fueron ocho los fallecidos en un helicóptero de la Policía Nacional que se precipitó a tierra. Este año un aparato Bell de la Fuerza Aérea también sufrió un accidente pero sólo hubo que lamentar cuatro heridos.
El helicóptero donde viajaba un equipo de policía judicial, conformado por seis agentes, se estrelló poco después de despegar de la Base aérea en Malambo, cerca de Barraquilla. Con ellos fallecieron los cuatro tripulantes y tres oficiales más de la Fuerza Aérea Colombiana.
Aún no se conocen las causas, aunque todo apunta a un fallo mecánico. El aparato cayó en un descampado gracias a la pericia y valentía del piloto porque con el helicóptero en llamas, según relataron unos testigos, maniobró para esquivar un conjunto de casas.
Murió como un héroe
Por eso los vecinos consideran que el mayor Jorge Alberto Cardona murió como un héroe, porque les salvó de una catástrofe.El Bell de la Fuerza Aérea se dirigía a Caucasia, en el departamento de Antoquia, para transportar a los policías y otros militares, entre los que se encontraban tres oficiales. Por alguna razón que se desconoce, al poco de abandonar el Comando Aéreo de Combate número 3, quedó envuelto en llamas y sobrevoló una barriada de Sabanagrande, una localidad cercana a la capital del Atlántico.
"El piloto maniobró con tal de no caer en la zona urbana. Fue algo aterrador", le dijo una señora que vive en la zona a El Tiempo. Los bomberos acudieron en pocos minutos y encontraron varios cadáveres calcinados.
La Fuerza Aérea ya mandó un equipo para investigar las causas del accidente, el último hasta la fecha de una siniestra cadena en los últimos meses. Y en un comunicado expresaron su tristeza por "este hecho que enluta a la Fuerza Pública, por el sensible fallecimiento de estos héroes de la patria que ofrendaron su vida en cumplimiento del deber y extiende los sentimientos de solidaridad y acompañamiento a sus familiares y amigos, elevando un plegaria al Todopoderoso para asumir tan doloroso momento".
El año pasado, en otra desgracia similar, en febrero, murieron catorce militares en Río Negro, Santander, y en junio fueron ocho los fallecidos en un helicóptero de la Policía Nacional que se precipitó a tierra. Este año un aparato Bell de la Fuerza Aérea también sufrió un accidente pero sólo hubo que lamentar cuatro heridos.
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