1. Comprometerse a trabajar con el Enviado en un proceso político inclusivo, conducido por Siria, para tratar las aspiraciones legítimas y las preocupaciones del pueblo sirio, y, con este fin, comprometerse a designar un interlocutor válido cuando el enviado lo solicite.
2. Comprometerse a detener los combates y lograr urgentemente el fin de la violencia armada en todas sus formas, supervisado por Naciones Unidas, por parte de los implicados con el fin de proteger a los civiles y de estabilizar el país.
Con este objetivo, el Gobierno sirio debería cesar inmediatamente los movimientos de tropas hacia las poblaciones, detener el uso de armas pesadas y comenzar a replegar las fuerzas militares dentro y alrededor de las poblaciones.
Conforme estas acciones se desarrollen sobre el terreno, el Gobierno sirio debería trabajar con el Enviado para facilitar un cese sostenido de la violencia armada en todas sus formas por todas las partes con un mecanismo de supervisión efectivo de Naciones Unidas.
El Enviado buscará compromisos similares con la oposición y todos los elementos relevantes para detener los combates y para que trabajen con él para facilitar un cese sostenido de la violencia armada en todas sus formas por todas las partes con un mecanismo de supervisión efectivo de Naciones Unidas.
3. Garantizar el suministro oportuno de ayuda humanitaria a todas las áreas afectadas por los combates y, con este fin y como medidas inmediatas, aceptar y aplicar una pausa humanitaria diaria de dos horas y coordinar el tiempo exacto y las modalidades de esta pausa a través de un mecanismo eficiente, incluido el ámbito local.
4. Intensificar el ritmo y el número de las liberaciones de personas detenidas arbitrariamente, especialmente las más vulnerables y las implicadas en actividades políticas pacíficas, proporcionar sin demora por los canales apropiados una lista de todos los lugares en los que esas personas están detenidas, y comenzar inmediatamente organizando el acceso a esos lugares y responder rápidamente mediante los canales adecuados a todas las peticiones escritas sobre información, acceso o puesta en libertad de tales personas.
5. Garantizar la libertad de movimiento por el país de los periodistas y una política no discriminatoria de visados.
6. Respetar la libertad de asociación y el derecho a manifestarse pacíficamente como esté garantizado legalmente.
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Damasco reduce la violencia pero no retira el Ejército de las ciudades
La oposición denuncia tres muertes y convoca manifestaciones masivas para el viernes
Annan pide la retirada de tropas y el despliegue de observadores internacionales
Siria amaneció en medio de una calma desconocida desde hacía meses. Ejército, milicias progubernamentales y grupos rebeldes armados respetaron en buena medida el
alto el fuego pactado con el enviado internacional Kofi Annan, y que entró en vigor a las seis de la mañana hora local. Damasco no retiró sin embargo las tropas de las ciudades, lo que supone la violación de uno de las principales exigencias del llamado plan Annan. Por eso y porque la comunidad internacional ha visto cómo el régimen del presidente Bachar el Asad ha incumplido sistemáticamente sus promesas, el frágil alto el fuego fue recibido con grandes dosis de escepticismo. Varios incidentes violentos pusieron además en entredicho la tregua a lo largo del día.
Los grupos opositores convocaron marchas pacíficas de protesta y a favor de reformas democráticas en el país para el viernes. Con la llamada a manifestarse después de la oración, pondrán a prueba la supuesta mano tendida del régimen sirio y envían de paso una señal inequívoca de que una posible tregua no implica ni mucho menos el fin de la primavera siria. La respuesta del Gobierno no se hizo esperar. El Ministerio del Interior sirio indicó que cualquier manifestación debe ser previamente autorizada. El choque de declaraciones de ambas partes auguran nuevas tensiones en las próximas horas.
"Siria está experimentando un momento de calma excepcional"
París y Washington pidieron a Damasco que “respete escrupulosa e incondicionalmente sus compromisos con el plan [de Annan]”. La jefa de la diplomacia estadounidense, Hilary Clinton, consideró la nueva calma “un paso importante”, pero también instó al régimen de El Asad a cumplir los seis puntos del plan Annan, porque dijo, no se trata de un “menú de opciones”, del que se pueda “elegir” qué parte cumplir y cuál no. Annan, mediador designado por Naciones Unidas y la Liga Árabe, comunicó al Consejo de Seguridad en Nueva York que Siria había cumplido solo parcialmente su compromiso de alto el fuego. Que aún debe retirar los tanques y las tropas de las calles, según indicaron fuentes diplomáticas a la agencia Reuters. En un comunicado estimó, sin embargo, que “Siria está experimentando un momento de calma excepcional”.
Annan pidió además autorización para desplegar una misión de observadores que evalúe el cumplimiento del alto el fuego. El enviado ruso ante la ONU anunció que este viernes podría aprobarse una resolución que permita el despliegue inmediato de observadores, eso sí, desarmados. Moscú, uno de los principales valedores del régimen de El Asad, ha apoyado el plan de paz de Annan, pero ha evitado junto a Pekín que el Consejo de Seguridad aprobara hasta ahora una declaración de condena a Damasco.
Sobre el terreno, varios incidentes quebraron el delicado alto el fuego. Los activistas agrupados en los comités de coordinación local cifraron en una veintena el número de víctimas mortales el jueves. La mayoría de las víctimas se produjeron por disparos de metralla y por los ataques de francotiradores en distintos puntos del país. La agencia oficial de noticias Sana indicó que un atentado contra un autobús militar mató a un soldado e hirió a una veintena de uniformados y civiles en Alepo, al norte del país. Otra persona habría muerto en Deraa, al sur tiroteada cuando salió a comprar el pan, según las mismas fuentes que atribuyen los ataques a “grupos terroristas”. El régimen de Bachar el Asad niega que las manifestaciones y deserciones del Ejército reflejen un descontento popular y atribuye los actos de protesta y los ataques de los rebeldes a terroristas manejados y financiados desde el extranjero.
El precario alto el fuego es el resultado de
una intensa actividad diplomática, ejercida a través de los principales aliados sirios. Annan ha visitado Rusia, China e Irán, para convencer a los gobernantes de esos países de que presionen al régimen sirio para que ponga fin a la sangrienta represión que dura ya algo más de un año. Más de 9.000 personas han muerto en las campañas militares con las que Damasco ha querido aplastar el levantamiento democrático que recorre el país.
EE UU propone en el Consejo de Seguridad el envío de observadores a Siria
El régimen sirio no ha cumplido con el compromiso de retirar las tropas de los centros de población
El envío de una misión de observadores se contemplaba en los términos del alto el fuego
Estados Unidos ha propuesto una resolución en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que autorizará, si es aprobada en votación, el envío de 30 observadores no armados a Siria, para que supervisen los términos del alto el fuego que el presidente Bachar el Asad negoció el mes pasado con el enviado especial de la Liga Árabe y la ONU, Kofi Annan. Rusia y China, aliados tradicionales de Siria en el Consejo de Seguridad, no se han opuesto inicialmente al envío de esa misión, que se contemplaba en el mismo plan de paz aceptado por Damasco.
Si la resolución se aprueba como está redactada, el Consejo de Seguridad pedirá “que el Gobierno de Siria cumpla de forma visible con sus compromisos de forma completa” y que también facilite “el final de los movimientos de tropas hacia los centros de población, el uso de artillería pesada en esos centros y comience la retirada de fuerzas militares en esos mismos centros de población”,
informa Reuters.
Previamente, la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, había pedido el envío inmediato de esa misión de observadores, con la finalidad de fortalecer el alto el fuego, que se comenzó a implementar el martes. Tras dos días de reuniones aquí en Washington con los ministros de Asuntos Exteriores del G-8, la jefa de la diplomacia norteamericana ha calificado el alto el fuego de “frágil primer paso”.
“Si se mantiene, un alto el fuego es un paso importante, pero representa sólo un elemento más del plan del enviado especial Annan. Según éste ha informado, el régimen de Assad, hasta el momento, no ha cumplido con sus obligaciones fundamentales”,
dijo Clinton en conferencia de prensa. “Las tropas del régimen y los tanques no se han retirado de los centros de población. Y queda por ver si el régimen mantendrá su promesa de permitir manifestaciones pacíficas, la entrada al país de los cooperantes y periodistas, y el comienzo de una transición política”.
Ese plan, pactado el mes pasado entre el enviado especial Annan y el presidente sirio Asad, contemplaba no sólo el envío de observadores y la retirada de las tropas de los centros de población, sino también el acceso de la ayuda humanitaria, la excarcelación de presos, la libertad de movimientos dentro de las fronteras y la libre entrada y salida de periodistas del país. El compromiso asumido por Asad no incluye un calendario concreto de cumplimiento de ese plan.
Clinton añadió que una condición imprescindible para llegar a una paz duradera es la marcha del presidente sirio, Bachar el Asad. “Mantenemos la firme convicción de que la guerra del régimen contra su propio pueblo debe terminar de forma definitiva, y de que debe comenzar una transición política. Assad se tendrá que marchar, y al pueblo sirio se le debe dar la oportunidad de determinar su propio futuro”, dijo.
La Casa Blanca también recriminó este jueves al régimen de Damasco el incumplimiento de los términos del plan propuesto por el enviado especial Annan, en especial la no retirada de las tropas gubernamentales de los centros de población. “Aunque es cierto que sería mejor que si hay una pistola apuntando a la cabeza de alguien no se apriete el gatillo, esa pistola todavía apunta hacia la cabeza de esa persona, y eso es similar a la situación en la que no hay una retirada y las tropas están en posición, todavía, de volver a atacar”,
dijo el portavoz de Obama, Jay Carney, en conferencia de prensa en La Casa Blanca.
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