Napoleón era caucásico
Análisis de su ADN echan por tierra la teoría de que el emperador francés tenía orígenes árabes
Nuevos
análisis de ADN establecen que los orígenes del emperador Napoleón I eran caucásicos y no árabes, como se especulaba
hasta ahora, según las investigaciones del profesor Gérard Lucotte publicadas
hoy en la prensa francesa.
A
partir de varios cabellos que pertenecieron a las patillas de Napoleón, avalados
por haber aparecido junto con un relicario que perteneció al fundador del Museo del Louvre,
Dominique Vivant-Denon, el genetista pudo aislar el perfil del cromosoma Y de
Napoleón, informa Le Figaro.
Se
trata del mapa genético masculino del emperador Bonaparte, nacido en Córcega y
de quien se creía que podía tener orígenes árabes pues se le conocía un vínculo
familiar con el mercenario del siglo XV al que llamaban «Il Moro di Sarzana», originario de una ciudad mediterránea
recurrentemente atacada por los sarracenos.
Efectivamente,
el «haplogrupo» del ADN analizado, que sirve para definir la historia de los
ancestros de una persona, coincide con un tipo extraño y llamado Elblbcl que se ha encontrado en el 10 por ciento de la
población de Yemen y Arabia Saudí, según los estudios de Lucotte publicados en
la revista especializada Journal of Mocelular Biology Research.
Cotejo con Charles Napoleón
«Las
indicaciones históricas hacían pensar a los expertos que los ancestros árabes de
Napoleón habrían llegado a Europa durante la expansión del Islam o a través del
comercio de mercancías con Italia», resume Le Figaro.
Sin
embargo, Lucotte ha echado por tierra esa teoría. El genetista tuvo la
oportunidad de cotejar cabellos de las patillas del emperador con el material
genético de Charles Napoleón, descendiente por la parte de Jerónimo
Bonaparte, hermano de Napoleón.
Las
marcas del cromosoma Y del contemporáneo Charles Napoleón y las del emperador
que dominó Europa entre los siglos XVIII y XIX se revelaron idénticas.
«Hemos
podido determinar el «halopgrupo» sobre un mayor número de marcadores, con mucha
más precisión: Napoleón no era árabe sino caucásico», asegura Lucotte.
Aunque
publicados, la comunidad científica no dará por válidos los resultados hasta que
un segundo laboratorio desarrolle la misma investigación.
No
obstante, mientras tanto se abren nuevos caminos para explorar, como las causas de la muerte de Napoleón, nunca esclarecida. O
aclarar, al menos, si pudo padecer alguna enfermedad genética.
Detrás
de las investigaciones científicas, escribe Le Figaro, se esconde una nueva tentativa de abrir la tumba de Napoleón en el Hotel de
los Inválidos de París y aclarar si efectivamente allí yacen los restos del
emperador, si se trata del cadáver de otra persona o si el sepulcro está
vacío.
Fuente Diario "ABC"
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