UN MAGO EN LA GUERRA

UN MAGO EN LA GUERRA

Quien le cuestione a Jasper Maskelyne alias "el mago de la guerra" si fueron útiles o no los señuelos en la segunda guerra mundial tendrá muchas otras cosas que cuestionar.

En 1941 quiso enrolarse en el ejército el mago inglés llamado Jasper Maskelyne. Con la guerra los teatros estaban sin espectadores y había que buscarse la vida de otra manera. Al ser muy mayor para el servicio, ya que tenía 37 años, fue rechazado y además no tenía instrucción militar, tiempo después convenció a unos oficiales británicos de que podía usar sus habilidades para ayudar al ejército....realizó una simulación perfecta, hizo aparecer un acorazado alemán subiendo por el Támesis....les convenció de que podía ayudar al ejercito.

Los alemanes querían bombardear el puerto de Alejandría pues era de gran valor estratégico por el petróleo y por los suministros para los ingleses. Jasper Maskelyne fue enviado allí y formó una unidad de camuflaje experimental, con dibujantes, químicos, vidrieros, ceramistas, etc....

Le preguntaron qué podría hacer para proteger el puerto de Alejandría, y el respondio que hacerlo desaparecer. Observó los alrededores y descubrió a unos pocos kilómetros que la Bahía Maryut tenía un contorno similar al puerto de Alejandría. Los bombarderos alemanes atacaban por la noche hizo una réplica de las luces de Alejandría en la Bahía Maryut y además coloco edificios de cartón pintado. Al llegar la noche hizo que se apagaran las luces de Alejandría y se encendieran las de Bahía Maryut. Los bombarderos alemanes, pensando que aquello era el objetivo, se dirigieron allí a descargar sus bombas creyendo que habían tenido un éxito en su misión. Jasper Maskelyne puso incluso pequeños explosivos para simular impactos. Los bombarderos alemanes, lanzaron sus bombas sobre la Bahía Maryut dos noches seguidas.

Tras el éxito cosechado le preguntaron si podía proteger el Canal de Suez, uno de los objetivos de Erwin Rommel. Jasper Maskelyne colocó 21 focos estroboscópicos de 14 km de alcance y un sistema de espejos rotativos. Ello provocó que los bombarderos alemanes que pasaban sobre el canal no vieran absolutamente nada y no pudieran lazar sus bombas sobre el objetivo. El mismo Jasper Maskelyne se subió a un avión británico para probar si su nuevo invento funcionaba, el efecto fue tal, que el piloto se cegó y cuando estaba a 300 metros del suelo pudo maniobrar y pudieron salvarse. Muchos aviones alemanes se estrellaron al quedar completamente cegados sus pilotos y perder el control.

Su mayor truco sin embargo fue, en la batalla por Egipto. Erwin Rommel había conquistado Tobruk rechazando al ejército británico hasta el Alamein, a 100 kilómetros al oeste de Alejandría. Montgomery decidió atacar por el norte, por donde pasaban las vías de suministros y Jasper Maskelyne hizo ver a los alemanes un ejército atacando por el sur. Para ello se instalaron maquetas de todo tipo: carros de combate, cañones, aviones, hombres, cascos de acero incluso un falso oleoducto hecho con latas de combustible.
El engaño funcionó. Los alemanes concentraron la mayor parte de sus fuerzas en el sur para frenar a ese “falso” ejército mientras los británicos iniciaban el verdadero ataque por el norte. Para cuando Erwin Rommel quiso mandar sus tropas hacia esa zona ya era tarde pues los británicos habían atravesado sus líneas y estas empezaban a retroceder hacia Libia.