La quinta del biberón
Aunque suena más a una generación de futbolistas, la quinta o leva del biberón se refiere a unos reclutas que lucharon por la II República en los últimos momentos de la Guerra Civil Española (1936-1939).
Como es de suponer, el nombre le venía de su corta edad que no superaba los 17 años. A mediados de 1938 la situación para la República era desesperada. Los frentes iban cayendo y la necesidad de combatientes era cada vez mayor, por ello los dirigentes republicanos no dudaron en utilizar hasta un total cercano a los 30.000 de estos noveles, que bien pudieran estar “tomando el biberón” como al parecer comentó la ministra anarquista Federica Montseny, y la causa de su nombre.
“Estos chicos todavía deben tomar el biberón” Federica Montseny.
Nacidos en 1920 y 1921, participaron en las batallas más importantes y determinantes de la guerra, como la batalla del Jarama, la sangrienta Belchite o la decisiva batalla del Ebro en julio de 1938, que puso fin a la resistencia republicana.
“Belchite fue una vergüenza, un horror, una masacre, matándonos entre hermanos… No creo que Stalingrado fuera más sangrienta que Belchite” Manuel Gallego-Nicasio uno de los últimos supervivientes de la quinta del biberón
Lamentablemente no fue nuestra guerra civil la primera ni la última en emplear menores de edad en combate, tenemos muchos casos a lo largo de las historia. Basta recordar otra guerra civil, la norteamericana, donde los confederados debieron recurrir a niños para paliar la enorme desventaja de población frente a los estados del norte. Hitler no dudó en utilizar a sus famosas juventudes hitlerianas de manera indiscriminada y sin ningún miramiento, para defender una Berlín sin esperanza ante el avance soviético en los últimos días de la Segunda Guerra Mundial. Aún hoy en día, todavía vemos en las noticias niños portando fusiles en zonas de guerra olvidadas por casi todos.
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