LA GUARDIA CIVIL EN LA DIVISION AZUL
La
participación de más de 300 Guardias Civiles como policía militar de
campaña, vistiendo el uniforme del Ejército alemán, en el Frente del
Este, es posiblemente uno de los hechos históricos más desconocidos de
la División Azul. Sesenta años después de su marcha a Rusia ésta es una
breve semblanza de su historia.
Introducción
Cuando
el 22 de junio de 1941 las tropas alemanas penetraron en territorio
soviético, el gobierno español decidió organizar con la mayor brevedad
posible una División de Voluntarios, que encuadrada en la Wehrmacht,
marchara al nuevo frente del Este.
Inmediatamente
se constituyó una comisión en nuestro Ministerio del Ejército para
estudiar las necesidades de recursos humanos y materiales, cursándose
desde el Estado Mayor Central las oportunas instrucciones para la
organización de las unidades tácticas y de apoyo que debían formar esa
gran unidad expedicionaria.
Entre las
numerosas necesidades de apoyo planteadas destacó singularmente una:
contar con efectivos de la Guardia Civil para desempeñar funciones de
policía militar. Ello realmente no era algo nuevo para el benemérito
Instituto ya que desde su época fundacional había desempeñado misiones
similares en apoyo de los ejércitos españoles que habían combatido en el
exterior.
Sin embargo esta vez la principal
novedad era que las fuerzas de la Guardia Civil pasarían a formar parte
de algunas de las organizaciones de policía militar alemanas y
desarrollar, vistiendo sus uniformes y distintivos, los mismos
procedimientos y funciones.
La Policía Militar
alemana, se encontraba compuesta en 1941 por diversas organizaciones,
integrándose los efectivos de la Guardia Civil sólo en dos de ellas. La
más importante era la Gendarmería de Campaña o "Feldgendarmerie", el
Servicio de Policía Militar alemán. Se trataba de una fuerza militar con
funciones policiales, adscritas a sus Fuerzas Armadas en campaña. La
otra era el denominado Servicio de Patrulla o "Heerestreifendienste",
que realmente venía a complementar las funciones de la Feldgendarmerie.
Los primeros Guardias Civiles
Al
comunicar el Ministro del Ejército, José Enrique Varela Iglesias, la
necesidad de contar con efectivos de la Guardia Civil para incorporarse a
la División de Voluntarios que se iba a organizar, la respuesta del
General de División Eliseo Alvarez Arenas, su Director General no se
hizo esperar:
"En esta Dirección General y
fuerzas dependientes de la misma, son voluntarios para servicios tan
honrosos, desde el Director General, Jefes y Oficiales de las Armas y
Cuerpos del Ejército y de la Guardia Civil, hasta el Guardia 2º más
moderno, rogando a V.E. tenga a bien comunicar con la urgencia posible
las Unidades que deba organizar el Cuerpo de la Guardia Civil para
prestar sus servicios peculiares en la Gran Unidad Expedicionaria del
Ejército que se organice".
Según la
documentación que se custodia en el Archivo gaditano del bilaureado
militar, las necesidades previstas en el primer estudio del estado mayor
eran tan sólo de 31 guardias civiles (1 oficial, 2 suboficiales y 28
guardias), cantidad que pocos días después ya se vio insuficiente.
Organizados
y preparados los primeros efectivos divisionarios, los de la Guardia
Civil quedaron encuadrados en una Sección de Gendarmería de Campaña o
Feldgendarmerie, compuesta finalmente por 54 hombres: 1 teniente, 1
brigada, 2 sargentos, 2 cabos, 2 guardias 1º y 46 guardias 2º. El
oficial se llamaba Angel Juarranz Garrido y el brigada era César Casado
Martín, quien se encontraba en posesión de la cruz laureada de San
Fernando, máxima condecoración española de reconocimiento al valor en
campaña.
Dicha sección salió en tren de la
madrileña estación del Norte el 14 de julio de 1941, llegando cuatro
días después al campamento alemán de instrucción y ambientación sito en
Grafenwöhr, donde procedieron a hacerse cargo de las misiones de
vigilancia del tráfico de vehículos dentro del recinto así como del
control de accesos al mismo.
Paralelamente,
aunque más discretamente, salió también de Madrid el mismo día, el
capitán de la Guardia Civil Pedro Martínez de Tudela García, al objeto
de organizar y dirigir el Servicio de Información Interna (SII), que
dependía directamente de la 2ª Sección del Estado Mayor (Información) de
la División.
Orgánicamente la Sección de la
Guardia Civil quedó adscrita a las Tropas del Cuartel General de la
División y concretamente a la 4ª Sección de Estado Mayor (Servicios). Al
igual que el resto de la Feldgendarmerie, la unidad del benemérito
Instituto fue motorizada y dotada para el cumplimiento de sus misiones
de 7 vehículos ligeros tipo Kübelwagen, 5 motocicletas tipo Zundapp y 1
camioneta tipo Horch.
Uniformidad, distintivos y armamento
Los
guardias civiles al llegar al campamento de Grafenwöhr fueron dotados
al igual que el resto de los componentes de la División, de armamento,
uniformes, correajes y pertrechos alemanes, así como los
correspondientes distintivos de empleo equivalentes en la Wehrmacht. A
los guardias de 1ª y 2ª clase se les entregó los de "feldwebel", es
decir los de suboficiales, ya que esta era la condición que ostentaban
todos los miembros de la Feldgendarmerie.
En
la bocamanga izquierda llevaban cosida una cinta con la leyenda
"Feldgendarmerie" y en el hombro del mismo brazo el emblema, en hilo
anaranjado, de dicha Gendarmería de Campaña. Este último, a modo de
adhesivo, se encontraba también pegado en el lado izquierdo del casco.
Tanto los vivos de las hombreras como de las prendas de cabeza eran del
mismo color anaranjado.
Cuando se encontraban
de servicio portaban colgada del cuello una gola metálica de grandes
dimensiones con idéntica leyenda, estando pintadas las letras, botones y
águila del escudo con pintura reflectante al objeto de facilitar su
identificación como agentes de la autoridad en la oscuridad de la noche.
Respecto
al armamento largo fueron equipados en su mayor parte con la carabinas
máuser modelo K-98 de 7'92 mm. y en algunos casos con los subfusiles
modelo MP-40 de 9 mm. parabellum. Curiosamente y al contrario que el
resto de los divisionarios que por plantilla de armamento les
correspondiera, a los guardias civiles no se les dotó de las pistolas
alemanas modelos P-08 o P-38 de 9 mm. parabellum, sino que continuaron
portando el arma reglamentaria del Cuerpo que tenían adjudicada en
España y que por aquel entonces era la pistola marca Star de 9 mm.
largo, en sus modelos 1922 y 1940.
La funda
para la misma fue también la de vaquetilla reglamentaria del Instituto,
motivo por el cual los guardias civiles son fácilmente identificables en
las fotografías de la época aunque no llevasen la gola de servicio.
Todo ello estaba motivado porque en su reglamento de uniformidad, se
contemplaba la pistola reglamentaria como parte de aquella, estando
adjudicada individualmente sin perjuicio de los cambios de destino, por
lo que se presentaron en Grafenwöhr con ella.
Este
hecho hubiera quedado sólo reducido a la mera anécdota sino fuera
porque tal y como el general Agustín Muñoz Grandes, primer jefe de la
División de Voluntarios, escribió al ministro del Ejército en un
detallado informe de fecha 29 de julio de 1941, relativo al movimiento
de las fuerzas expedicionarias en su viaje a Alemania, los guardias
civiles tuvieron que hacer uso de sus pistolas para defender algunos de
los convoyes ferroviarios a su paso por la Francia ocupada por los
alemanes, ya que eran los únicos divisionarios que portaban armas desde
su salida de España.
Misiones de la Guardia Civil
A
partir del 20 de agosto de 1941 comenzó el traslado de toda la División
desde Grafenwöhr hasta el frente sito en la zona de Novgorod, próximo
al río Voljov. Durante la larga y agotadora marcha a pie, los guardias
civiles que si estaban motorizados, prestaron auxilio a los oficiales
aposentadores, ejercieron la vigilancia de los pueblos por donde pasaban
las tropas españolas y procedieron al control y regulación del tráfico
de las columnas en caminos y nudos de comunicación.
Una
vez establecidos junto al resto del cuartel general divisionario en
Grigorowo, los guardias civiles empezaron a ejercer sus misiones propias
de policía militar tales como control de la circulación rodada o
hipomóvil; auxilio a soldados desorientados en búsqueda del
emplazamiento de sus unidades; vigilancia de sospechosos, tanto soldados
propios como personal civil de la zona; escolta a expediciones que por
diversos motivos regresaban a España; prevención de operaciones
partisanas; y censura de correspondencia y paquetería del correo de
campaña.
Asimismo, aunque no eran sus misiones
específicas, los guardias civiles fueron empleados puntualmente para
combatir como fuerza de infantería tal y como ocurrió por ejemplo del 16
al 19 de noviembre de 1941 y del 6 al 16 de diciembre de dicho año en
la posición de Schewelewo; o para la limpieza de francotiradores en la
zona de Osnia del 17 al 21 del mismo mes.
El Servicio de Patrulla
El
despliegue de la División y la gran distancia a que se encontraba del
territorio nacional, unos 3.000 kilómetros desde la frontera
hispano-francesa hasta la zona de Leningrado, entre los cuales existían
puntos intermedios de apoyo logístico propios, planteó la necesidad de
crear el Servicio de Patrulla español, encuadrado dentro de la
"Heerestreiferdienste" alemana.
Dicha
vigilancia en la retaguardia, materializada a través de puestos o
destacamentos de gendarmería, se necesitaba en los trenes que
mensualmente unían el frente con el territorio nacional, en las
estaciones principales de tránsito, en las plazas con oficinas
españolas, en las ciudades donde existían los hospitales y equipos
quirúrgicos montados especialmente para nuestra División, etc. Es decir,
en ciudades como Hendaya, Angulema, París, Francfort, Hof, Berlín,
Koenigsberg, Vilna, Riga y Reval, por ejemplo.
Por
ello, el 9 de marzo de 1942, el Ministerio del Ejército solicitó a la
Dirección General de la Guardia Civil el envío de un nuevo contingente,
cuyo personal debía tener conocimiento del idioma alemán. Rápidamente se
seleccionó a los voluntarios e iniciaron su marcha de España el 6 de
abril bajo del mando del laureado capitán y futuro Subdirector General
del Cuerpo, Enrique Serra Algarra, estando compuesto por 7 tenientes, 7
sargentos, 14 cabos y 40 guardias.
Por otra
parte y ante la necesidad de dar una mayor profundidad en la retaguardia
inmediata del frente ocupado por los españoles, al despliegue de la
Guardia Civil, se decidió a partir del 12 de abril de 1942, organizar un
componente divisionario propio del Servicio de Patrulla. Constituido
por guardias civiles y reforzado con soldados seleccionados, su mando
fue encomendado inicialmente a un capitán del Ejército, pero al
transformase el 10 de julio en el Servicio de Vigilancia de Carreteras,
fue sustituido por el capitán de la Guardia Civil Pedro Fernández Amigo,
recién llegado de España.
El Servicio de Policía Militar
Dada
la entidad que había alcanzado el contingente y despliegue de los
efectivos de la Guardia Civil en el teatro de operaciones europeo
afectado por la 2ª Guerra Mundial, se decidió proceder a partir del 4 de
agosto de 1942 a su reorganización y asignación de demarcaciones y
misiones concretas.
El mando recayó sobre el
ya citado capitán Martínez de Tudela, estructurándose el área de
responsabilidad en dos zonas: vanguardia y retaguardia. La primera fue
asignada al capitán Fernández Amigo, estando compuesta por 1 teniente, 1
brigada, 2 sargentos, 5 cabos, 40 guardias y 2 intérpretes,
distribuidos en Grigorowo, Novgorod, Tschetschulino, Ilmen, Porchow,
Luga, Soltzy, Dno, y Schimsk.
La zona de
retaguardia, bajo del mando del capitán Serra Algarra, contó con una
plantilla de 6 tenientes, 6 sargentos, 11 cabos, 29 guardias y 10
intérpretes. Sus misiones eran las de vigilancia en estaciones de
ferrocarril, establecimiento de patrullas de vigilancia, auxilio a
divisionarios, constitución de un retén permanente y labores de
investigación e información, constituyendo puestos en Berlín, Hof,
Koenigsberg, Riga y Vilna.
Como consecuencia
de serle asignada en el mes de septiembre a la División española una
nueva zona del frente de Leningrado, fue necesario modificar el
despliegue de la Guardia Civil que quedó dividida en tres zonas: frente,
vanguardia y retaguardia En total y según la Orden General número 117
de 26 de octubre de 1942, dimanante del cuartel general de la División,
los efectivos de la Guardia Civil eran de 2 Capitanes, 9 Tenientes, 9
Suboficiales, 19 Cabos y 108 Guardias más 12 intérpretes.
El
9 de abril de 1943 el capitán Francisco García Alted relevó al capitán
Martínez de Tudela, haciéndose cargo también a partir del mes de julio,
de los cometidos del capitán Serra, cuando éste regresó a España como
consecuencia de su ascenso a comandante.
Felicitaciones
Entre
las numerosas felicitaciones otorgadas a las fuerzas expedicionarias de
la Guardia Civil, además de las condecoraciones alemanas y españolas
recibidas, destaca singularmente la Orden General del Cuerpo de fecha 26
de septiembre de 1942, publicada en el boletín oficial de 1 de octubre
de dicho año y firmada por su Director General, el General de División
Enrique Cánovas Lacruz.
En ella se
transcribían "para general conocimiento y satisfacción de los
interesados, las frases de elogio dedicadas a las fuerzas del Cuerpo que
prestan servicios de Policía Militar de la División Española de
Voluntarios en Rusia y que, en fecha 20 de junio último, fueron
dirigidas como saludo, por el General Jefe de la Policía Militar del
Alto Mando Alemán".
La Legión Azul y epílogo
El
20 de octubre de 1943 la División Española de Voluntarios, popularmente
conocida como la División Azul, dado el alto número de falangistas que
había en la misma, recibió la orden de regresar al territorio nacional.
La situación había empezado a cambiar y el gobierno español decidió su
sustitución por una unidad de entidad menor, que pasó a denominarse
Legión Española de Voluntarios, más conocida como la Legión Azul,
quedando constituida oficialmente el 17 de noviembre.
Este
cambio, que no volvió a tener relevos, provocó consecuentemente una
importante disminución de efectivos de la Guardia Civil, al hacerse ya
innecesario cubrir tantos puestos. Hasta el 12 de abril de 1944, fecha
en que entró oficialmente en España el último contingente de la Legión
Azul, el despliegue de la Guardia Civil, bajo el mando del capitán Angel
Ramos Patiño, que contaba con 1 brigada y 1 guardia conductor, quedó
formado por una sección de vanguardia, integrada por 1 teniente, 1
sargento, 4 cabos y 38 guardias; y una sección de retaguardia, compuesta
por 1 teniente, 3 sargentos, 2 cabos y 30 guardias.
En
total en la División Española de Voluntarios, entre el 14 de julio de
1941 y el 16 de noviembre de 1943, y en la Legión Española de
Voluntarios, entre el 17 de noviembre de 1943 y el 12 de abril de 1944,
sirvieron un total de 5 capitanes, 16 tenientes y 320 suboficiales y
guardias civiles, independientemente de un número indeterminado que
desde España y regreso, vistiendo el uniforme verde del Cuerpo y
portando el tradicional sombrero negro, escoltó ocasionalmente por toda
Europa diversos trenes que transportaban mercancías y efectos nacionales
para los divisionarios.
Directores Generales divisionarios
Siete
Directores Generales de la Guardia Civil sirvieron en su día como jefes
u oficiales en la División Española de Voluntarios:
- Luis Zanón Aldalur (10-12-1962/31-12-1965)
- Angel Ramírez de Cartagena y Marcaida (4-1-1966/21-11-1967)
- Luis Díez-Alegría Gutiérrez (7-3-1969/13-1-1972)
- José Vega Rodríguez (17-5-1975/10-10-1975)
- Ángel Campano López (11-10-1975/23-12-1976)
- Antonio Ibáñez Freire (23-12-1976/2-5-1978)
- José Luis Aramburu Topete (21-4-1980/26-10-1983).
http://www.armas.es/foros/historia-militar- Luis Zanón Aldalur (10-12-1962/31-12-1965)
- Angel Ramírez de Cartagena y Marcaida (4-1-1966/21-11-1967)
- Luis Díez-Alegría Gutiérrez (7-3-1969/13-1-1972)
- José Vega Rodríguez (17-5-1975/10-10-1975)
- Ángel Campano López (11-10-1975/23-12-1976)
- Antonio Ibáñez Freire (23-12-1976/2-5-1978)
- José Luis Aramburu Topete (21-4-1980/26-10-1983).
La Guardia Civil y su labor en la DIVISIÓN AZUL - Cont.- "Todo por la Patria"
Guardia civil haciendo funciones de Policía militar de servicio, con la Gola de la Feldgerndamerie
Encuadre y Llegada al Frente
El
primer contingente de voluntarios de la Guardia Civil, todos
provenientes de distintas Casas-Cuartel de la provincia de Madrid,
estaba compuesto por el Laureado Brigada César Casado, 2 Sgtos., 2
Cabos, 2 Guardias de 1ª y 46 de 2ª, estaba al mando del Tte. Ángel
Juarranz. Al reestructurarse la División según las especificaciones
alemanas, pasó a formar parte de la Tropa del cuartel General donde
prestó servicio de acuerdo con su especialidad: Gendarmería, haciéndose
cargo ya en Grafenwöhr del control de tráfico, accesos y vigilancia de
salidas y entradas del personal español. Le fueron asignados 7 vehículos
ligeros tipo Kübelwagen, 5 motocicletas del mod. Zundapp y una
camioneta Horch. Una vez "traducidos" al alemán los grados militares,
las únicas diferencias visibles en el uniforme eran la cinta con la
leyenda "Feldgendarmerie" (Policía de Campaña), que se llevaba en la
bocamanga izquierda; el emblema de la Feldgendarmerie, en hilo
anaranjado (águila de la Wehrmacht sobre óvalo de hojas de laurel, con
esvástica central en negro), colocado en el hombro del mismo brazo y la
calcomanía con el mismo anagrama (plateado sobre fondo blanco) en el
lado izquierdo del casco. La gola metálica bruñida (con letras, botones y
águila de la WH reflectantes) se llevaba colgada del cuello sólo
estando de servicio. Desde el 22 de julio de 1941, empezó a funcionar el
Servicio de Información, controlado por la 2ª Secc. bis del EM
divisionario y bajo el mando del Cap. de la GC Pedro Martínez. Al llegar
al frente del Volchov la GC se estableció en Grigorowo, junto al
Cuartel General y debido a las necesidades de "mano de obra" pasaron a
la acción como infantes en numerosas ocasiones, como el 16 de noviembre
de 1941, cuando la difícil situación de Possad obligó a Muñoz Grandes a
formar una Cía. integrada por el personal del Cuartel General, guardias
incluidos, que al mando del Cap. Permuy pasó a efectuar varias
operaciones durante los meses de nov. y dic. en la zona de Schevelevo,
siendo la más importante la que realizan en limpieza de una zona
infestada de francotiradores soviéticos en los alrededores de la aldea
de Osnia, en la que resultó herido el Cap. Martínez.
La Guardia Civil y su labor en la D.A.
Todo por la Patria
Todo por la Patria
"Noble milicia de varones fuertes
"En lucha contra el crimen denodada
"Batiendo el campo en noche desolada
"A riesgo de mil males y mil muertes"
Manuel Machado.
"En lucha contra el crimen denodada
"Batiendo el campo en noche desolada
"A riesgo de mil males y mil muertes"
Manuel Machado.
Ante
el requerimiento del Ministerio del Ejército solicitando relación del
personal voluntario para la "lucha contra el comunismo", la respuesta de
la máxima instancia de la Guardia civil fue tajante"....en esta
Dirección general y fuerzas dependientes de la misma, son voluntarios
para servicios tan honrosos, desde el director general, jefes y
oficiales de las Armas y Cuerpo del Ejército y de la Guardia Civil hasta
el guardia segundo más moderno, rogando a V.E. tenga a bien comunicarme
con la urgencia posible las unidades que deba organizar el Cuerpo de la
Guardia Civil, para prestar sus servicios peculiares con la Gran unidad
Expedicionaria del Ejército que se organice".
El
15 de julio de 1941 cruzaba la frontera de Irún el primer contingente
de voluntarios de la Guardia Civil, compuesto por 1 brigada, 2
sargentos, 2 cabos, 2 guardias de 1ª y 46 de 2ª, bajo el mando del
teniente Ángel Juarranz Garrido. Los voluntarios que formaban esta
expedición procedían de la Dirección General de la Guardia Civil, 1er.
Tercio Móvil y parque Móvil de Madrid, y en ella figuraban 28
conductores de automóviles, 7 motoristas, 4 mecanógrafos y 8 ordenanzas
de oficina. El brigada citado era César Casado Martín, a quien se le
había concedido la Cruz Laureada de San Fernando por su heroica
actuación del 3 de septiembre de 1936 en la inmediaciones de Behovia
formando parte de la 4ª Centuria de Falange de Navarra. Tres días
después, el 18 de julio, llegaban al campamento militar de Grafenwörh,
donde la División sería reestructurada y sus hombres recibirían la
instrucción militar previa. Como consecuencia de la citada
reestructuración, la Sección de la Guardia Civil pasó a formar parte de
la Tropa del Cuartel General, donde prestaría servicio de acuerdo con
sus especialidades. Además, se hicieron cargo del servicio de
Gendarmería, para el que le fueron asignados 7 coches ligeros, 5
motocicletas y 1 camioneta para equipaje. Los guardias de 1ª y 2ª -
teniendo en cuenta su consideración como sargentos del Ejército español-
fueron asimilados a Feldwebel equipándose, al igual que el resto del
personal de la División, con el uniforme alemán. Como única
diferenciación, los que actuaban como gendarmes llevaban encima de la
bocamanga izquierda una tira con la inscripción Felgendarmerie y, en el
servicio, una gola metálica plateada con igual texto.
Desde
el mismo momento de la llegada al campamento, cada guardia civil
comenzó a actuar de acuerdo con el cometido que tenía asignado. Así, la
gendarmería se encargaba del control del tráfico interior y de la
vigilancia de salida y entrada. Por su parte el 22 de julio empezó a
funcionar el Servicio de Información Interno en las distintas unidades,
cuyo objeto era descubrir y contrarrestar la posible acción de elementos
internos y externos que trataran - por medio de la propaganda y otros
procedimientos quebrantar la moral o la disciplina de la tropa. Este
Servicio era controlado por la 2ª Sección Bis del Estado Mayor, al
frente de la cual estaba el capitán de la Guardia Civil D. Pedro
Martínez García. Finalizado el periodo de preparación en la tercera
decena del mes de agosto, y ras ser conducida por ferrocarril a la zona
de Treuburg, Suvalki y Grodno, la División inició la marcha a pie hacia
el frente.
Los primeros Combates:
Al
llegar, el 10 de octubre al frente del Volchov, La Guardia Civil,
estableció su base en Grigorovo, junto al Cuartel General. A partir de
entonces, su actuación no se reduciría exclusivamente a las labores de
vigilancia, control, censura....Siempre que la situación lo requería,
los guardias civiles actuaban como simples soldados de Infantería, en
apoyo de sus camaradas. Así ocurrió el 16 de noviembre de 1941, cuando
la crítica situación en Possad agotó todas las reservas divisionarias.
Ante esta dramática contingencia, el general Muñoz Grandes no dudó en
formar una compañía integrada por personal del Cuarte Ge-músicos,
escribientes, ordenanzas y la sección de la Guardia Civil-que, al mando
del capitán Permuy -gobernador del Cuartel general-, marchó a Schevelevo
para defender esta posición. Nuevamente el 6 de diciembre, la compañía
volvió a Schevelevo, ocupando las posiciones sobre las cuales debían
replegarse los defensores de la cabeza de puente del Volchov,
permaneciendo en primera línea durante diez días.
El
17 de diciembre de 1941 se inició una operación consistente en limpiar
de francotiradores la zona en que se encontraba la División y -al mismo
tiempo-rescatar los cadáveres de unos divisionarios que habían sido
abatidos por aquellos. En el núcleo de fuerzas reunidas para tal fin
figuraban algunos miembros de la sección de Gendarmería que el 18
sostuvieron el primer choque con el enemigo en caserío de Osnia, dando
muerte a un grupo de enemigos tras asaltar un refugio en el que
resistieron encarnizadamente. La limpieza de los bosques prosiguió
durante los días siguientes, produciéndose algún encuentro con varios
muertos más por el lado ruso, resultando herido el capitán D. Pedro
Martínez que tuvo que ser evacuado a la retaguardia.
En el frente de Leningrado:
Al
eliminarse los puestos de Gendarmería de Dno, Soltzy, Schimsk y Porchov
-dependientes del Destacamento de Pleskav-, se constituyeron el 2 de
septiembre, los de nueva creación de Dorpat, Narva y Taps. A su vez, el
Destacamento de Kalsruhe sería suprimido mediante orden del 30 de junio
de 1943, pasando los dos gendarmes que prestaban servicio en él al de
Berlín. El primer día del año 1943 quedaba constituida en el frente de
Leningrado la Compañía de Policía de Carreteras, similar a la que había
actuado en el frente de Nogorod. En esta ocasión, estaba al mando del
capitán de Infantería -destinado en el Cuartel General- D. Juan Barquero
y Barquero. Esta Compañía la integraba la ya conocida Sección de
Gendarmería al completo y diez hombres de cada una de las siguientes
unidades: Regimientos de infantería 262, 263 y 269, Regimiento de
Artillería 250, Batallón Divisionario de zapadores y Grupo de
Transportes. Av. su vez, se componía de tres Secciones la 1ª, de
Vigilancia, a cargo de la sección de Gendarmería la 2ª de Disciplina y
Circulación, compuesta por personal de las otras unidades; y la 3ª,
integrada también por personal del resto de unidades, con la
colaboración de ocho rusos. Los puestos se instalaron en Pokrovskaja
-sede del Cuartel general y del mando de la Compañía-, Mestelevo,
Puschkin, Slutz, Federskoie, Raikovo y cruce de Krasny Bor, quedando de
reserva 1 oficial, 3 suboficiales, 28 gendarmes y 26 individuos de
tropa. Entre los cometidos que se le asignaron a la 1ª Sección
-Gendarmería- figuraban las detenciones, conducciones de presos,
expediciones de indeseables, atestados, servicios de correrías, es decir
cuántos en España incumben a la Guardia Civil. Algo más tarde, se
asignó un nuevo servicio el de Policía del Tráfico de Ganado. Así queda
establecido en la Orden del Alto Mando del Ejército 18 dictada el 20 de
mayo de 1943. Su misión sería vigilar el cuidado y adecuado uso del
ganado en las marchas, con especial cumplimiento de las instrucciones
relativas al trato de los caballos, dando parte de su incumplimiento
para castigar a los culpables. Con el fin de poder cumplir a la
perfección las obligaciones de este Servicio, los gendarmes a él
destinados recibieron en la Compañía de Veterinaria de la División las
enseñanzas pertinentes sobre atalajes, petrel, retranca....etc.
La extraña historia del torero en Wjarlewo:
Aquel
día -debió de ser en noviembre de 1944-, como en otros relevos
semejantes, el teléfono de campaña nos comunicó en seguida la llegada
del tren de voluntarios. Debió de ser el Batallón de Marcha número
veintitantos quizás. El telefonazo era lacónico y preciso, como quiere
el hábito militar: Tantos hombres -el número de los llegados-; la hora
precisa de arribo y, al final, el imprescindible "Sin novedad". En el
Estado Mayor hicimos la anotación y preparamos las órdenes, en la
Primera Sección, para proceder a repartir el contingente entre los
Cuerpos. Estábamos en ello, a la vista de gráficos de los efectivos de
las unidades, cuando otra llamada del teléfono nos hizo interrumpir
momentáneamente el trabajo, esta vez se trataba de la policía alemana,
que, en un español solamente comprensible dada nuestra excelente
camaradería, nos espetó, sin más, una novedad sorprendente. ¡Desde
Wjarlewo nos asegura el comunicante que había llegado en el Batallón de
Marcha un torero!. La cosa era chocante. En Rusia, me disculpará el
lector que le aclare, no existe ningún coso taurino. Ni toros de lidia.
Sólo, sí, "karovos" (vacas), aunque este vocablo "karovo" debía de ser
algo ultrajante, por cuanto desde las trincheras nuestros hombres lo
empleaban para insultar "al ruso, y tan mal debía de llevar éste la
broma que invariablemente respondía, cuando tal ocurría, con fuego muy
intenso. Pero volvamos al asunto del torero que había llegado, según el
comunicante alemán, a Wjarlewo. Por mucho que desde el otro lado del
hilo aseguraban y juraban el arribo, la verdad es que, intransigente, el
comunicante insistía siempre en que había llegado un torero con el
batallón; que todos le había visto, porque venía, en efecto ¡vestido de
torero! ("Torero, torero...., le hemos visto con traje de torero...",
repetían) ¡Aquello era sin duda demasiado!. Esto era absurdo. Al fin
decidí, al efecto, sacarle de su error y tranquilizar las preocupaciones
que pudiera tener. En Alemania, no hay que decirlo no están autorizadas
las corridas. Y aunque estábamos en Rusia, estoy seguro que al policía
que me hablaba le preocupaba la posibilidad de alguna travesura de los
voluntarios; por ejemplo una corrida con "karovos" y "torreros" como el
recién llegado. Por todo ello, me puse precipitadamente el capote
-militar, naturalmente- me ceñí la pistola y me metí en el coche de un
salto. A todo correr salimos para la carretera de Proposkaya, hacia el
Sur, camino de "villa Relevo". Allí vi muchos soldados nuestros, sin
armamento todavía. Y, naturalmente, al policía alemán, que me esperaba
muy atento. Pero -no hay que decirlo- no había ningún torero, ni
siquiera un modestísimo mozo de estoques. ¡Al menos yo no lo veía! Sin
embargo el policía alemán me insistió que allí mismo estaba el torero en
cuestión. ¡"Vamos a verle", atajé en seguida!. Y, siguiendo, sus pasos,
me fui tras el policía alemán, por entre los grupos de recién llegados
que recibían las primeras impresiones de Rusia y saludaban correctos al
pasar. Al fin, mi amigo el policía alemán se paró y, extendiendo la mano
hacia un grupo distante unos diez o doce metros de nosotros, me señaló a
un hombre y me dijo triunfante:
- Ahí tiene usted al torero. ¡Vea usted cómo tenía razón!
¡No
pude contenerme! ¡Me dio un ataque de risa! Mi amigo el policía quedó
desconcertado. ¡El hombre que me había señalado, el torero en cuestión,
era...un guardia civil! Uno de los guardias civiles que iban, en cada
tren, llevando la valija. ¡Su bicornio se le había antojado a nuestro
amigo nada menos que una montera!
Durante la
permanencia de la División azul en el frente hubo, relevos escalonados
del personal, que afectaron también a la Guardia Civil. Por la División
desfilaron 5 capitanes, 16 tenientes y unos 320 hombres, entre sargentos
y guardias de este Benemérito Cuerpo. El capitán Martínez regresó a
España el 5 de febrero de 1943, haciéndose cargo de los Servicios de
Gendarmería y Policía Militar el capitán Francisco García Alted, el 9 de
abril del mismo año. Por su parte, ascendido a comandante, el capitán
Serra regresó a España en julio de 1943, y el Servicio de Retaguardia
quedó directamente a las órdenes del capitán García Alted.
En
el frente, también la Guardia Civil tuvo sus bajas -unos cuantos
heridos-, y algunos de sus miembros obtuvieron la Cruz de Hierro de 2ª
Clase; el capitán Pedro Martínez García, el brigada Eugenio Sáez Jiménez
y el cabo Florencio Cortijo Marín.
La Policía
Militar de Retaguardia prestó valiosos servicios en colaboración con la
Policía Militar alemana, y también sufrió sus avatares. Uno de ellos
fue el bombardeo aéreo lanzado en la noche del 1 de marzo de 1943 contra
Berlín, en el que resultó alcanzado e incendiado el edificio que
albergaba la Jefatura del Destacamento. Afortunadamente, pudo ser
salvada parte de la documentación, sin que hubiese que lamentar daños
personales.
Números y Datos
Aunque
hasta la fecha no se han localizado documentación y estadística
completa sobre el número total de guardias civiles, que resultaron
muertos, heridos o enfermos, si se tiene constancia de algunos casos
plenamente identificados, como el del guardia civil Alejandro Royo
Alcázar "gloriosamente caído en el frente ruso" que "falleció en el
Hospital de campaña el día 7 de marzo de 1942", a consecuencia de
heridas recibidas por el enemigo cuando prestaba servicio de vigilancia
exterior. Siendo inhumado en Grigorovo. No obstante su porcentaje
proporcional en razón a su número, respecto al resto de la DEV, no puede
ser comparable con las cuantiosas bajas de todo tipo que sufrió ésta,
debido lógicamente a que la mayor parte de los componentes prestaron su
servicio en la zona de Retaguardia y aquello que lo hicieron en el
cuartel general de la DEV, las zonas del Frente, Vanguardia, salvo
contadas excepciones, no llegaron a combatir en primera línea, dado que
sus misiones eran bien diferentes. Sin embargo, ello no quiere decir que
no estuviesen sometidos a riesgo para sus vidas como era el derivado de
los combates bombardeos de artillería o aviación a que sus respectivas
demarcaciones se vieron con frecuencia y progresivamente afectadas, así
como el enfrentamiento con partisanos, que también se produjeron en
ocasiones.
Respecto a los heridos, aparte de
algunos de bala, como el capitán Martínez de Tudela o de metralla como
el guardia civil Antonio González López, la causa más frecuente debió
deberse más a accidentes de circulación en acto de servicio que a otra
causa, como consecuencia de su constante desplazamiento por carreteras
cada vez más caóticas y en peor estado de conservación. Más casos hubo
desde luego de enfermedad, dada la precariedad de condiciones
alimenticias y de vid a que se vieron sometidos y que mejoraban o
disminuía en función de su proximidad al frente. Bastantes fueron los
que regresaron a España, con enfermedades contraídas durante este
período.
Respecto al porque del alistamiento de tu familiar en el Regimiento de Artillería 250, quizás haya que buscarlo, según mencionó el Comandante D. Jesús Núñez en la conferencia impartida por el en el Casino Militar de Madrid el año pasado, en que algunos guardias civiles ante que el cupo de personal era limitado para el Cuerpo y este estaba cubierto, optaron por su enrolamiento a título personal, y tu tío lo hizo en el arma de Artillería que él conocía por su experiencia durante la Guerra Civil Española. Muchos oficiales hicieron lo mismo enrolándose como simples soldados.
Respecto al porque del alistamiento de tu familiar en el Regimiento de Artillería 250, quizás haya que buscarlo, según mencionó el Comandante D. Jesús Núñez en la conferencia impartida por el en el Casino Militar de Madrid el año pasado, en que algunos guardias civiles ante que el cupo de personal era limitado para el Cuerpo y este estaba cubierto, optaron por su enrolamiento a título personal, y tu tío lo hizo en el arma de Artillería que él conocía por su experiencia durante la Guerra Civil Española. Muchos oficiales hicieron lo mismo enrolándose como simples soldados.
Generales y Coroneles
de la Guardia Civil que formaron parte de la División Azul, con
indicación del empleo que tenían entonces así como de su procedencia.
GENERALES
Capitán D. Enrique Serra Algarra (Guardia Civil)
Capitán D. Francisco García Alted (Guardia Civil)
Capitán D. Pedro Martínez de Tudela García (Guardia Civil)
Teniente D. Manuel Prieto López (Infantería)
Alférez D. Ángel Ruiz Ayúcar (Infantería)
GENERALES
Capitán D. Enrique Serra Algarra (Guardia Civil)
Capitán D. Francisco García Alted (Guardia Civil)
Capitán D. Pedro Martínez de Tudela García (Guardia Civil)
Teniente D. Manuel Prieto López (Infantería)
Alférez D. Ángel Ruiz Ayúcar (Infantería)
CORONELES
Capitán D. Pedro Fernández Amigo (Guardia Civil)
Teniente D. Luis Rodríguez Varo-Guzmán (Infantería)
Teniente D. Antonio Gómez Nieves (Infantería)
Alférez D. Antonio Cavero Agorreta (Infantería)
Alférez D. Juan Antonio Núñez García-Maturana (Infantería)
Alférez D. Marino Losa Martín (Infantería)
Cabo D. Antonio Ojeda Peinado (Caballería)
Soldado D. José Chapuli Pérez (Infantería)
Capitán D. Pedro Fernández Amigo (Guardia Civil)
Teniente D. Luis Rodríguez Varo-Guzmán (Infantería)
Teniente D. Antonio Gómez Nieves (Infantería)
Alférez D. Antonio Cavero Agorreta (Infantería)
Alférez D. Juan Antonio Núñez García-Maturana (Infantería)
Alférez D. Marino Losa Martín (Infantería)
Cabo D. Antonio Ojeda Peinado (Caballería)
Soldado D. José Chapuli Pérez (Infantería)
No
cabe duda de que fueron testigos de excepción de la Historia que les
tocó vivir,por lo que los conocimientos aportados por ellos mismos son
de primera mano, y a pesar de la edad en que los relataron guardaban en
la memoria estos instantes y momentos de una manera asombrosa.
El
día 14 como ya he indicado, Rafael Martínez Aguilar ex divisionario del
Rgto. de Artillería 250, a pesar de su edad se atreve dar una
conferencia en el Casino Militar de Madrid sobre le etapa que pasó
prestando servicio en África. Promete ser interesante. Entre los
documentos que obran en mi poder, tengo la copia de una carta llena de
humanidad y sentimiento, dirigida por el padre de Martínez Aguilar a su
hijo y que a continuación expongo:
Jerez de la Frontera 24 de Octubre de 1942
Querido
hijo: sabes soy poco aficionado a escribir; pero es que ahora me cuesta
mucho trabajo por ir la vista faltándome gradualmente, por algo me voy
haciendo viejo y los años no pasan en valde, no obstante, a pesar de mi
disgusto por tu marcha a esas inhóspitas tierras, y por ser el día de tu
santo, lo hago hoy para felicitarte de todo corazón y recomendarte
mucho que lo pases muy feliz y te conserves bueno, así como que, te
comportes como debes para con la Patria; pero sin locuras de jóvenes,
que a nada conduce más, que a dañarse a sí mismo y en perjuicio de la
misma, que a sus hijos los quiere como a hombres de honor y cumplidores
de sus deberes hacia ella, pero no suicidas ni locos.
Por
la familia me he enterado de tu buena salud y bienestar, y por los
amigos de tus aventuras, pues escribes más que una máquina y al viejo,
poco, poco, poco, estira un pedacito más y con alguna frecuencia, si tus
ocupaciones te lo permiten (que primero es el deber y la obligación)
que yo solo anhelo saber de ti por momentos, sí como tu madre, hermanos y
demás familia.
En espera de tus
gratas letras y deseándote mucha suerte, salud y bienestar, espera tu
regreso a esta, tu padre que te envía millones de besos y abrazos.
Por
si se te olvidó te recuerdo que yo sigo viviendo en calle..., te lo
repito tres veces, porque hay en esa muchas eslavas guapas y con las
glorias se pierde memoria.
Al repatriarse
la División Azul, también la Policía Militar tuvo que regresar a España,
quedando únicamente un número limitado de Guardias Civiles en la Legión
Española. Con este motivo, el Teniente General Schirmer, Jefe del
Servicio de Patrullas del Ejército dirigió, el 14 de diciembre de 1943,
al Capitán D. Francisco García Alted -Jefe de la Policía Militar de la
División Azul-, la siguiente carta:
"A la Policía Militar de la División Española de Voluntarios.
Distinguidos Señores:
El
20 de junio de 1942, la Policía Militar de la División Española de
Voluntarios se hizo cargo de su tarea dentro de la organización de
vigilancia alemana que está bajo mi mando. Mis esperanzas de que la
Policía Militar Española en el terreno difícil de vigilar la disciplina
militar cumpliera con todo éxito, se han realizado por completo. En
estrecha colaboración con las competentes autoridades alemanas Vds. han
emprendido sus tareas con la mayor oficiosidad, realizándolas con
energía y tacto. Ya conocía las virtudes militares y el espíritu de
abnegación que eran siempre características especiales de la Guardia
Civil española. De las mismas virtudes han dado Vds. prueba también en
una labor difícil como soldados de la División Española de Voluntarios
vistiendo uniforme alemán. Ahora que la mayor parte de Vds. vuelve a
España, tengo el gusto de poder dar a su distinguido Jefe Sr. Capitán
Don Francisco García Alted y a cada uno de Vds. mis felicitaciones por
leal cumplimiento de las altas exigencias. Su Patria marchará hacia un
gran porvenir en una Europa pacificada.
(Fdo. SCHIRMER - Teniente General)
"Dame otra vez las flechas de la guerra,
que no quiero la paz sin alegría;
la esperanza es más ancha que la tierra,
la Patria es un combate cada día." D.R.
que no quiero la paz sin alegría;
la esperanza es más ancha que la tierra,
la Patria es un combate cada día." D.R.
No hay comentarios:
Publicar un comentario