Conceden la orden del mérito de la Guardia Civil a dos agentes por salvar a un hombre en un incendio
El reconocimiento ha sido concedido en su 'distintivo rojo' por el Ministerio del Interior, a propuesta del director general de la Benemérita
Los héroes ya tienen su recompensa. El ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, ha concedido la orden del mérito de la Guardia Civil, en su distintivo rojo, a los dos agentes que, el pasado mes de marzo, salvaron la vida de un hombre que había quedado atrapado en su vivienda de Vícar a causa de un incendio. Un reconocimiento que ha sido propuesto por el director general de la Benemérita, Arsenio Fernández de Mesa, quien ya unos días después de la heroica actuación les felicitó personalmente por jugarse la vida la noche del viernes 7 de marzo al rescatar a un hombre de 39 años que había resultado herido al originarse un fuego en la casa situada en la calle San Esteban, en La Gangosa.
Tal y como informó IDEAL en su día, los dos guardias, Víctor Manuel Vera Prieto y Juan Horacio Gálvez García, de 36 y 40 años de edad, ambos destinados en el puesto principal de Vícar, accedieron al inmueble en llamas con el objetivo de salvar al hombre, que permanecía en estado semiinconsciente debido a la «gran cantidad de humo» generada por el fuego.
Sin apenas visibilidad, los agentes de la Benemérita lograron dar con el herido y evacuarlo hasta la puerta principal del inmueble.
El herido, con quemaduras en la espalda y por inhalación de humo, tuvo que ser evacuado de urgencia al Hospital de Poniente. Asimismo, los agentes fueron trasladados a un centro de salud de la localidad vicaria al ser afectados por la gran cortina de humo que tuvieron que atravesar para socorrer al herido.
Según las primeras averiguaciones, el incendio se originó en la instalación eléctrica, quedando afectados la cocina y el comedor de la vivienda. De esta manera, un total de 20 vecinos tuvieron que ser desalojados por el fuego, aunque durante la noche pudieron volver a sus casas.
El director general de la Guardia Civil subrayó días después que «lo ocurrido permanecerá siempre en el recuerdo» de los agentes Víctor Manuel Vera Prieto y Juan Horacio Gálvez García. Y recordó que no es la primera vez que demuestran su valentía y entrega por el servicio a los demás. No en vano, Gálvez García cuenta con otras dos actuaciones del «mismo calado», al auxiliar a un hombre de avanzada edad en otro incendio ocurrido en la localidad de Cedrillas (Teruel), en el año 1995, así como a un bebé de apenas cuatro meses del edificio Géminis de la localidad Aguadulce, en agosto de 2009.
Finalmente, Fernández de Mesa manifestó que «este tipo de actuaciones demuestran lo que es la Guardia Civil, que sirve al ciudadano en cualquier momento y lugar, sin que nadie se lo pida e interviniendo aún a riesgo de sus propias vidas para salvar las de otras personas». «Esto es lo que la sociedad aprecia y valora», añadió el director general de la Benemérita entonces.
Tal y como informó IDEAL en su día, los dos guardias, Víctor Manuel Vera Prieto y Juan Horacio Gálvez García, de 36 y 40 años de edad, ambos destinados en el puesto principal de Vícar, accedieron al inmueble en llamas con el objetivo de salvar al hombre, que permanecía en estado semiinconsciente debido a la «gran cantidad de humo» generada por el fuego.
Sin apenas visibilidad, los agentes de la Benemérita lograron dar con el herido y evacuarlo hasta la puerta principal del inmueble.
El herido, con quemaduras en la espalda y por inhalación de humo, tuvo que ser evacuado de urgencia al Hospital de Poniente. Asimismo, los agentes fueron trasladados a un centro de salud de la localidad vicaria al ser afectados por la gran cortina de humo que tuvieron que atravesar para socorrer al herido.
Según las primeras averiguaciones, el incendio se originó en la instalación eléctrica, quedando afectados la cocina y el comedor de la vivienda. De esta manera, un total de 20 vecinos tuvieron que ser desalojados por el fuego, aunque durante la noche pudieron volver a sus casas.
«Siempre en el recuerdo»
Finalmente, Fernández de Mesa manifestó que «este tipo de actuaciones demuestran lo que es la Guardia Civil, que sirve al ciudadano en cualquier momento y lugar, sin que nadie se lo pida e interviniendo aún a riesgo de sus propias vidas para salvar las de otras personas». «Esto es lo que la sociedad aprecia y valora», añadió el director general de la Benemérita entonces.
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