La detención de ocho observadores internacionales agrava la crisis
Las milicias federalistas y separatistas prorrusas de Slaviansk propusieron el sábado canjear el grupo de inspectores militares de la Organización de Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) capturados la víspera. A cambio de su liberación, los rebeldes quieren que salgan a la calle sus correligionarios presos en cárceles de Ucrania.
En la noche del viernes un autobús con 13 personas fue detenido en los accesos a la localidad que se ha convertido en la avanzadilla de la resistencia armada a las autoridades de Kiev. En él viajaban ocho funcionarios de países de la OSCE. Se trata de una misión militar en el marco de acuerdos firmados en Viena en 2011, pero las milicias consideran que los inspectores pueden ser “espías de la OTAN” y los mantenían este sábado retenidos en la sede local del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU), edificio que controlan al igual que el ayuntamiento y la sede de la policía local.
“Los prisioneros siempre han sido moneda de cambio en tiempos de guerra. Es una práctica internacional”, dijo Viacheslav Ponomariov, el denominado “alcalde popular” de Slaviansk, según la agencia Reuters.
Entre los activistas cuya libertad reclaman está Pavel Gúbarev, el denominado “gobernador popular” de Donetsk, encarcelado en Kiev. La agencia Reuters informaba de que un grupo de parlamentarios de la OSCE se dirigían a Ucrania para intentar liberar a los observadores.
A los llamamientos por la liberación de los rehenes se ha unido el representante permanente de Rusia en la OSCE, quien ha declarado que el arresto “no propicia” la disminución del conflicto. Entre los detenidos, hay cuatro ciudadanos alemanes, un danés, un polaco, un búlgaro y un checo. Uno de ellos padece de diabetes lo que le obliga a seguir un tratamiento de pastillas. Los activistas de Slaviansk presentaron a los periodistas documentos de tres de los oficiales detenidos.
En la noche del sábado, Ponomariov dijo a Reuters que las autoridades rusas no se habían puesto en contacto con los líderes separatistas para tratar del destino de los detenidos. Según el servicio de información ruso Life News, los secuestradores también quieren incluir en el lote de canje por los funcionarios de la OSCE por el “vicealcalde popular” Igor Perepichaenko, que fue detenido el viernes en el aeropuerto de Donetsk.
El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, se dirigió al secretario de Estado norteamericano, John Kerry, para pedirle que presionara a Ucrania con el fin de que interrumpiera su operación militar en las regiones del sudeste del país, que la agencia Ria-Novosti considera destinada a exterminar Slaviansk. También le pidió que EE UU emplee su influencia para que Ucrania libere a los líderes del “movimiento de protesta”. Esta petición parece indicar que Lavrov se hace eco de las reivindicaciones de los federalistas y separatistas ucranianos, sin que quede claro si lo hace con igual ahínco que eventuales gestiones para que los rebeldes liberen a los inspectores de la OSCE.
El ministerio de Exteriores dijo que Lavrov había debatido con Kerry sobre los esfuerzos para resolver la situación concerniente a los observadores militares de la OSCE.
Mientras tanto, un contingente de 150 militares estadounidenses aterrizó ayer en Lituania en el marco del esfuerzo de Washington para tranquilizar a sus aliados en el Este de Europa ante la escalada de la crisis de Ucrania. Los soldados aterrizados en Lituania son parte de un despliegue de 600 efectivos destinado a los países bálticos y Polonia.
En la noche del viernes un autobús con 13 personas fue detenido en los accesos a la localidad que se ha convertido en la avanzadilla de la resistencia armada a las autoridades de Kiev. En él viajaban ocho funcionarios de países de la OSCE. Se trata de una misión militar en el marco de acuerdos firmados en Viena en 2011, pero las milicias consideran que los inspectores pueden ser “espías de la OTAN” y los mantenían este sábado retenidos en la sede local del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU), edificio que controlan al igual que el ayuntamiento y la sede de la policía local.
“Los prisioneros siempre han sido moneda de cambio en tiempos de guerra. Es una práctica internacional”, dijo Viacheslav Ponomariov, el denominado “alcalde popular” de Slaviansk, según la agencia Reuters.
Entre los activistas cuya libertad reclaman está Pavel Gúbarev, el denominado “gobernador popular” de Donetsk, encarcelado en Kiev. La agencia Reuters informaba de que un grupo de parlamentarios de la OSCE se dirigían a Ucrania para intentar liberar a los observadores.
A los llamamientos por la liberación de los rehenes se ha unido el representante permanente de Rusia en la OSCE, quien ha declarado que el arresto “no propicia” la disminución del conflicto. Entre los detenidos, hay cuatro ciudadanos alemanes, un danés, un polaco, un búlgaro y un checo. Uno de ellos padece de diabetes lo que le obliga a seguir un tratamiento de pastillas. Los activistas de Slaviansk presentaron a los periodistas documentos de tres de los oficiales detenidos.
En la noche del sábado, Ponomariov dijo a Reuters que las autoridades rusas no se habían puesto en contacto con los líderes separatistas para tratar del destino de los detenidos. Según el servicio de información ruso Life News, los secuestradores también quieren incluir en el lote de canje por los funcionarios de la OSCE por el “vicealcalde popular” Igor Perepichaenko, que fue detenido el viernes en el aeropuerto de Donetsk.
El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, se dirigió al secretario de Estado norteamericano, John Kerry, para pedirle que presionara a Ucrania con el fin de que interrumpiera su operación militar en las regiones del sudeste del país, que la agencia Ria-Novosti considera destinada a exterminar Slaviansk. También le pidió que EE UU emplee su influencia para que Ucrania libere a los líderes del “movimiento de protesta”. Esta petición parece indicar que Lavrov se hace eco de las reivindicaciones de los federalistas y separatistas ucranianos, sin que quede claro si lo hace con igual ahínco que eventuales gestiones para que los rebeldes liberen a los inspectores de la OSCE.
El ministerio de Exteriores dijo que Lavrov había debatido con Kerry sobre los esfuerzos para resolver la situación concerniente a los observadores militares de la OSCE.
Mientras tanto, un contingente de 150 militares estadounidenses aterrizó ayer en Lituania en el marco del esfuerzo de Washington para tranquilizar a sus aliados en el Este de Europa ante la escalada de la crisis de Ucrania. Los soldados aterrizados en Lituania son parte de un despliegue de 600 efectivos destinado a los países bálticos y Polonia.
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