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sábado, 8 de marzo de 2014

GAGOMILITARIA NOTICIAS.-MELILLA TEME UNA AVALANCHA HISTORICA ESTE FIN DE SEMANA

Alerta en Melilla por temor a una avalancha histórica el fin de semana
 
cruz morcillo / melilla
Día 07/03/2014 - 15.41h

Más de 1.500 inmigrantes irregulares se concentran en el Gurugú, al otro lado de la frontera. Es el triple de los que hay habitualmente en la zona

Alerta en Melilla por temor a una avalancha histórica el fin de semana
abc
 
La «presencia del ministro se agradece y sus palabras también». La Guardia Civil de Melilla ha recibido como un pequeño bálsamo la visita del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y sus reiterados mensajes de apoyo tanto a este Cuerpo como a la Policía. Máxime cuando los responsables de ambos Cuerpos están en alerta ante el temor de una «avalancha histórica» este fin de semana, según las fuentes consultadas por ABC.
 
«Hay mucha expectación en el Gurugú y una enorme concentración de subsaharianos, más de 1.500 personas. No es lo normal. La media en una situación preocupante es de unas 800, y lo normal son unas 500; por tanto, hablamos de tres veces más», aclaran fuentes del Instituto Armado con información recabada sobre el terreno. El efecto llamada y la aparente impunidad vivida tras la muerte de 15 subsaharianos en la playa del Tarajal (Ceuta) favorece esta crisis de la inmigración, que el ministro calificó ayer en su visita a Melilla como «situación de emergencia». Ayer volvió a cifrar en 40.000 los inmigrantes que pretenden acceder a través de ambas ciudades. «Los cálculos de los marroquíes coinciden con los informes de Inteligencia españoles», recalcan las fuentes.

Grupos organizados

Trepar por la valla es el gran reto de los grupos organizados «con estructuras consolidadas», según los agentes, que se desplazan desde el lado de la frontera marroquí, pero el objetivo es pasar a cualquier precio y con cualquier método.
 
Mientras el ministro daba una rueda de prensa al final de su visita a Melilla, la Guardia Civil detenía otro coche —el segundo de día tras el todoterreno kamikaze de la madrugada— en el mismo paso de Beni Enzar, que resultó sospechoso a los agentes. Eran las dos de la tarde y un conductor había puesto su vehículo al servicio de la desesperación y la ilegalidad. Transportaba a dos subsaharianos, sudando y aterrados, en un doble fondo.
 
Están los que esperan al otro lado y los que ya han logrado pasar, estos en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) donde se apelotonan unas 1.200 personas, entre ellos un centenar de niños, pese a que en las últimas horas ha habido traslados a centros de la Península tanto en barco como en avión con el fin de despejar la instalación.
 
Con una capacidad inferior a 500 plazas, en las últimas semanas se han tenido que montar tiendas de campaña del Ejército en su interior para dar cobijo a todos los que han llegado (incluidos decenas de sirios), que en las últimas horas han sido sustituidas por tiendas blancas de Cruz Roja, convertidas en improvisado hogar de subsaharianos.
 
Fue en esas instalaciones donde conviven 40 nacionalidades, con cameruneses, malienses y nigerianos a la cabeza, donde el ministro realizó ayer su penúltima parada en Melilla y habló con varios inmigrantes. Con la que más, con una joven nigeriana que lavaba la ropa en un barreño con su bebé colgado a la espalda. Fernández Díaz no quiso comentar el problema que le trasladó, mientras a su alrededor otro grupo protagonizaba un pequeño altercado bajo un sol que no era de marzo.

Mejoras

Al término de su visita, el ministro anunció la puesta en marcha de manera inminente de mejoras en la valla. El Gobierno destinará 1,5 millones de euros a este refuerzo con tres inversiones básicas. La primera, una malla «antitrepa» en todo el perímetro (15 kilómetros en total, dado que se colocarán en la valla interior y en la exterior). Consiste en cubrir el actual alambre por uno mucho más tupido con el fin de que los inmigrantes no puedan enganchar los dedos de manos y pies para escalar y descender, una maniobra que algunos son capaces de realizar en un minuto escaso.
 
 

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